Es muy frecuente la aparición de
falsas noticias anunciando esta circunstancia: Asteroides que se acercan, que
teóricamente se dirigen hacia nuestro planeta pero nunca impactarán aunque
lleguen a los titulares como auténticos destructores. Desde este blog lo he
denunciado varias veces ( por ejemplo en "Otra vez la mentira del asteroide asesino", o "Mañana no nos caerá ningún asteroide")
Sin embargo lo de ahora es
distinto, y los anuncios del pasado lunes día 27 no eran fakes:
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Hoy mismo se ha aumentado esa estimación de probabilidad a "1 entre 62" |
El día 24 del pasado mes de
diciembre se descubrió un asteroide que acababa de pasar muy cerca de la
Tierra. No es infrecuente que se descubran a posteriori asteroides pequeños, lo que le da un poco de incertidumbre al tema. Como en esta última quincena del año se
habían descubierto 216, se le asignó el nombre 2024 YR4 (criterios de nomenclatura al final de este enlace), aunque
seguro que en poco tiempo le asignarán un número y posiblemente un nombre
propio.
Pasó muy cerca de la órbita
de la Luna, a unos 800.000 kilómetros de la Tierra, antes de ser descubierto.
Se trata de un objeto de entre 40 y 100 metros (en algunos sitios se habla de 60, pero es solo una estimación por su brillo) y que si los cálculos no son erróneos y según las
conclusiones publicadas este pasado lunes 27 de enero, tendría una probabilidad del 1.2%
de impactar con la Tierra el 22 de diciembre de 2032. (Hoy mismo se ha ampliado a 1.6%). Es solo la segunda vez en
la historia en que se supera el límite del 1% de probabilidad de impacto, siendo la primera el temible Apophis sobre el que escribí en este post o en este otro, y que afortunadamente ya sabemos que nosotros no veremos su impacto.
Aún en el caso de la caída de 2024 YR4, no provocaría tanta destrucción como la que podría ocasionar el citado Apophis que es más grande, pero
ya tiene un tamaño suficiente para no disgregarse por rozamiento en la
entrada en la atmósfera, impactar de pleno, y según donde lo haga se habla de
que podría incluso destruir una ciudad.
Como se ha dicho, 2024 YR4 pasó realmente muy cerca de la
Tierra 3 días antes de su descubrimiento y siendo su periodo de traslación aproximadamente 4 veces
del de la Tierra, y solo ligeramente mayor, volvería a aproximarse en diciembre
de 2028, y en el siguiente paso, en 2032, podría impactar si las modificaciones
orbitales debido a la atracción de Júpiter, o incluso Venus, lo llevaran por el
camino fatídico, o si realmente los parámetros orbitales provisionales fueran propicios para ello aunque ligeramente diferentes de los ahora calculados.
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Órbita del asteroide 2024 YR4, donde se ha remarcado su posición (en blanco) y la de la Tierra (en azul) el 27 de enero, cuando saltó la noticia, así como las de ambos (en verde) cuando estuvieron muy próximos. |
Existe una escala para medir la
peligrosidad de un asteroide: es la llamada "Escala de Turín" que va de 0 a 10. Solo
Apophis llegó al valor 4, pero después
de estudiar meticulosamente su órbita bajó primero al 1 y finalmente al 0, donde
estaban la totalidad de los asteroides cercanos a la Tierra hasta este pasado
lunes 27 de enero, cuando el sistema de seguimiento de impactos Sentry de la
NASA elevó oficialmente a 2024 YR4 al nivel 3 en la mencionada escala de Turín y aparte de estos 2, ningún otro pasó del
nivel 2. O sea, que actualmente estamos hablando del más peligroso:
Este es el único asteroide conocido que podría chocar con la Tierra, al menos en este siglo
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Ahora 2024 YR4 (indicado por el circulito azul) está en grado 3 por su tamaño (entre 20 y 100 metros) y su probabilidad de impacto mayor que un 1%. Si al aproximarse 2032, con nuevos datos, fuera seguro su impacto, pasaría a grado 8, aunque lo más probable es que según se vayan conociendo más datos de su órbita pasará a grado 1 y luego a 0. Apophis estuvo en grado 4 porque mide más de 100 metros y menos de 1 kilómetro |
En muy posible que también a éste
se le rebaje el grado de peligro pero, mientras, solo nos queda cruzar los
dedos.
Realmente parece que una
probabilidad de impacto de un 1.2% es muy poco, pero si impactase los daños podrían ser
catastróficos, quizás similares al fenómeno Tunguska, pero es posible que sobre un área habitada, causando millones de muertes. Y bien pensado esa probabilidad es muchísimo mayor que el que
nos toque el primer premio de la lotería y seguimos participando en los sorteos, o que
un equipo de futbol recién ascendido gane la liga, lo que ya ha ocurrido en
algún país.
Evidentemente no me puedo
comparar con los expertos en estos temas, pero hay algo en esta historia que me hace pensar. Quizás tú me puedas ayudar o dar tu opinión.
Por una parte los datos que aparecen en este tipo de simulaciones son los actuales, sin estar corregidos por posibles futuras interacciones con algún astro, aunque éstas fueran conocidas. Y por otra parte no son necesariamente exactos porque quizás no se hayan realizado suficientes observaciones para determinarlos.
Mirando en la página de https://cneos.jpl.nasa.gov/orbits/ (que de alguna manera es la página oficial en estos temas y de donde he obtenido los gráficos y los datos), además de comprobar la situación en fechas cercanas a su descubrimiento, aparece
el periodo de 2024 YR4 como 4.046116114... expresado en años.
Pero aunque se utilicen tantos decimales estos números son aproximados, de acuerdo con los datos que hasta ahora se han obtenido.
Porque si fueran exactos:
Con estos datos se realiza en dicha
página la simulación gráfica, con la que se puede comprobar que en 2032 no sería el 22 de diciembre, sino el 25 de enero de 2033 cuando el asteroide pasaría por el punto de impacto donde se cruzan las órbitas.
Pero si fuera así, lógicamente la Tierra no
estaría allí, pues habría estado en ese punto el 22 de diciembre, un mes antes, y se libraría del impacto por mucho, a pesar de lo cual en esa misma web se recoge esa posibilidad, aunque con probabilidad baja, según los cálculos actualizados hoy mismo:
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Además de otros posibles impactos menos probables en un futuro, el listado recoge que la probabilidad del de 2032 sería 1.6e-2=0.016 que supone un 1.6%, incluso algo mayor de la que se manejaba inicialmente (1.2%) hasta hoy, y que yo he utilizado en las explicaciones. |
El que todos los posibles encuentros sean un 22 de diciembre es debido a que esa es la fecha en que la Tierra pasa (todos los años) por el punto en que se cruzan las dos órbitas: uno de los nodos de la órbita del asteroide. Si el asteroide pasa por ese punto en cualquier otra fecha, no encontrará allí a la Tierra.
Puede haber una diferencia entre
la situación real y lo que muestren estas simulaciones gráficas porque las elaboran con
los valores actuales de los parámetros, que siempre tendrán una pequeña incertidumbre. Pero para que se encuentren el 22-12-2032 la posición del asteroide tendría que adelantarse ¡al menos un mes! respecto a su posición más probable, y pillar así a nuestro planeta en el punto de cruce.
Como se ha dicho, también las interacciones gravitatorias podrían modificar la situación y así pasar por la ventana de impacto aunque en este caso parece difícil:
Es cierto que se acerca relativamente a Júpiter en febrero
de 2031, pero además de que no parece suficiente, el efecto sería de sacarlo a
una órbita más externa y por tanto más lenta, con lo que necesitaría aún más
tiempo para llegar a la cita con la Tierra antes de navidad de 2032.
Aparentemente el efecto debería ser el
contrario.
También tiene un encuentro
relativamente cercano con Venus, en este caso con resultado favorable de
adelantar su posición y acercarse a la ventana de impacto, pero esto ocurre a
mediados de diciembre de 2032, cuando ya no tendría tiempo de alcanzar a la
Tierra.
¿Quizás la ligera aproximación a Marte a finales del próximo febrero?
No parece probable por la pequeña masa del planeta rojo y la distancia a la que se acercará a él.
Puedes comprobar en el simulador
de la web mencionada antes https://cneos.jpl.nasa.gov/orbits/ (Orbit viewer show) que no hay otros encuentros del asteroide con
planetas.
Hay otro factor que me acaban de indicar (Gracias Alex) que puede modificar la órbita del asteroide y que todavía no se puede conocer su influencia exacta. Se trata del efecto Yarkowski, que en el caso de Apophis jugó a nuestro favor. Hablé de ello en el artículo "El asteroide del farolero"
También ocurre que aunque en
la web se da el periodo del asteroide (y otros parámetros orbitales) con muchas
cifras, haya cierta incertidumbre por los pocos datos observacionales, sea solo
una estimación que puede llevar a ese 1% de incertidumbre. Es muy frecuente que
en un principio la órbita posible sea muy amplia (como un donuts que puede incluir la posición de la Tierra) y que a
medida que se realizan nuevas observaciones los cálculos lleven a reducir su
anchura con lo que la Tierra quedaría fuera de ella.
Ahora mismo se está alejando pero mientras sea posible seguirá siendo observado y seguramente modificándose los parámetros orbitales. Luego habrá que esperar a 2028 en que nuevamente se pondrá a tiro de los observadores y su órbita se precisará mucho más.
Pero ¿por qué en 2028 no hay peligro si con los datos actuales pasaría más cerca de la Tierra que en 2032? ¿Será porque en el segundo cuatrienio es cuando se pueden producir las interacciones gravitatorias? ¿O porque cada vez el donuts se va anchando más, aunque seguramente en la práctica será al revés?
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La fecha del posible impacto es el 22-12-2032. Aunque para obtener estos gráficos se parta de datos que no serían exactos, son los mismos en ambas y los que ahora se consideran. Y sin embargo en el que quedan más cercanas (2028) no se prevé impacto |
Efectivamente, la dispersión entre los puntos de las posibles órbitas van aumentando con el tiempo, y aunque la posición teórica del asteroide en 2032 está más lejana que en 2028, las posiciones posibles se habrán dispersado más, y pueden coincidir con la posición de la Tierra en la fecha clave.
O quizás haya algún otro tema que a mí se me escapa, para afirmar que no tendré otro invitado más a la comida de navidad de ese año 2032.
ACTUALIZACIÓN 24-2-2025
Pasó el peligro
Hoy 24 de febrero el asteroide
2024 YR4 ha dejado de preocupar a los astrónomos.
Con los datos y cálculos de NASA de ayer 23-f, la probabilidad de impacto en 2032 es 3.9e-5 (0.0039%), un valor ínfimo, que coloca al asteroide en la escala de Torino con valor cero.
Tal como decía, cuando el 27 de
enero este asteroide saltó a la lista de peligrosos se daba una probabilidad de
impacto de 1.2% suficiente como para encender las alarmas y hacer un
seguimiento estrecho para calcular como era exactamente su órbita y si variaba
el peligro.
Tanto la NASA como la ESA fueron
realizando cálculos y actualizaciones diarias.
Algún experto ya avisó que los
primeros días la probabilidad de impacto se incrementaría pero lo más probable
es que luego disminuyese drásticamente, y que el motivo era la metodología
usada en los cálculos:
A partir de observaciones
fotográficas, como la exactitud total es imposible, se calculaban diferentes
órbitas variando muy ligeramente los datos que parecían proporcionar las observaciones.
El cociente de las supuestas órbitas que impactarían la Tierra entre el total
de órbitas calculadas permitía obtener la probabilidad de impacto.
Si los primeros días se
calculaban muchas órbitas lo normal es que aumentara la proporción de las que
impactasen. Pero los siguientes días, con más datos, se comprobaría que muchas
de estas eran erróneas por no coincidir con los nuevos datos.
Sea como sea, el 31 de enero la
probabilidad de impacto había subido al 1.6,
y su evolución en los días siguientes puede verse en esta gráfica:
Se aprecia como con ciertas
oscilaciones fue subiendo y manteniéndose por encima del 2% hasta que el día 18
se estimó en un 3.1%!
Pero fue una falsa alarma porque
a partir de ahí bajó rápidamente, el día 20 bajó del 1% con lo que quedaba en
nivel 1 de la escala de Turín, y hoy mismo, con los datos del día 23 ha quedado
en nivel cero con una probabilidad de impacto despreciable.