Esta no es tan breve como prometí en la anterior entrada, es algo más técnica de lo habitual, pero no así el anexo que aconsejo leerlo, y dejo para más adelante la anunciada continuación de aquella.
Puedes ver lo que escribí en este blog sobre este tema hace dos años en "13 de abril ¡Cuidado Apophis!", algunas de cuyas afirmaciones se dan ahora como primicias.
Esta roca espacial de más de 300 metros de
largo, el más famoso y temido de los asteroides que podrían impactar con la
Tierra en los próximos siglos, cuyo nombre se tomó del dios egipcio del caos,
pudo ser observado con medios sofisticados los días cercanos a su aproximación
relativa a la Tierra el pasado 6 de marzo a una distancia de casi de 17
millones de kilómetros, 40 veces más que la distancia a la Luna. Se pudieron
obtener imágenes por radar, e incluso parece que se pudo observar la ocultación de una estrella,
lo que permitió precisar con más detalle su órbita.
La apreciable diferencia de
fechas entre el 6 de marzo (máxima aproximación) con el 13 de abril (posición que
ocupa la Tierra todos los años en el punto de cruce de las órbitas) hace que
esta visita de 2021 haya sido de lejos, aunque más cercana que en años
anteriores.
Una vez publicados los datos y las conclusiones sobre las citadas observaciones, ha sido a partir de finales de marzo cuando los medios de comunicación comenzaron a hablar de él, porque es un titular que vende, y sería desperdiciar audiencia el esperar 8 años, cuando en 2029 realmente será noticia, e incluso podría ser observable a simple vista, aunque no traiga ningún peligro.
Un titular que sugiere lo contrario de lo que luego se narra en la noticia |
El tema es que desde que fue descubierto en 2004, levantando un enorme revuelo, no había vuelto a estar tan próximo a la Tierra y por ello estaba previsto realizar mediciones detalladas, precisamente ahora, de cerca, para confirmar lo que ya se sabía desde 2006.
Porque lo que se ha comprobado
ahora es que efectivamente su órbita se ajusta a los cálculos que sobre ella se
habían realizado anteriormente, se ha precisado su trayectoria con un poquito
más de detalle, pero no hay ninguna novedad importante en las conclusiones.
De hecho, aunque se diga que ahora ya estamos tranquilos gracias a las nuevas observaciones de las últimas semanas o meses, lo cierto es que ya el 5 de agosto de 2006 Apophis fue rebajado al nivel 0 en la escala de Turín, que mide el grado de peligrosidad, de 0 a 10.
Lo que todos los titulares destacan ahora como novedoso, el hecho de que los nuevos datos descartan el posible impacto en 2068, ya se había dicho antes; y esto ha sido solo una corroboración más precisa. E incluso el “efecto Yarkowski” que se cita ahora en algunos artículos, también se había tenido en cuenta aunque sea casi imposible predecir con exactitud su influencia en la modificación en la órbita teórica.
Puedes comprobar todo ello en el mencionado artículo de este blog, publicado en 2019, que he linkado al principio.
Únicamente seguía en la agenda de los astrónomos de la ESA, precisamente hasta este pasado mes de marzo, porque era el momento idóneo de comprobar que todo iba según lo previsto, ya que como puede verse en el siguiente gráfico, con posterioridad a su descubrimiento nunca se ha acercado a la Tierra tanto como hace unas semanas.
No es cierto lo que se ha dicho, de que "tras 17 años de observaciones se ha comprobado que..." Porque la mayor parte de este tiempo Apophis ha estado muy alejado de la Tierra, durante varios años casi en la parte opuesta de su órbita, al otro lado del Sol a más de 200 millones de kilómetros y/o casi en su misma dirección, siendo imposible su observación, como se ilustra luego en una animación correspondiente a las posiciones de 2009.
Como Apophis tiene actualmente (y
hasta el 13-4-2029) una órbita ligeramente más pequeña que la de la Tierra,
viaja alrededor del Sol un poco más rápido que nosotros, se ha ido alejando de
nuestro planeta por delante de él, como un atleta ligeramente más veloz va dejando detrás
a otro mientras dan vueltas en un estadio, "corriendo durante varias vueltas en la parte opuesta de la pista" hasta que se le acerca por detrás
sacándole una vuelta, lo que ocurrió en 2005 y 2013, lo hace en 2021 y lo volverá a hacer en el decisivo encuentro de 2029.
De las 3 aproximaciones desde su descubrimiento por estar ambos astros cerca del punto de cruce de las órbitas (en 2006, 2013 y 2021) esta ha sido la más próxima por ocurrir relativamente cerca del nodo descendente y, con mucho, la que ha ofrecido mejores posibilidades de observación.
En los momentos del adelantamiento no ha habido peligro de choque porque los caminos no son exactamente iguales, solo se cruzan en un punto (en el nodo descendente de la órbita del asteroide), y no han ocurrido ahí los mencionados adelantamientos, sino en lugares donde las órbitas estaban muy separadas.
Pero como se ha dicho, durante la mayor parte del tiempo ambos astros se encontraban muy alejados y sin posibilidades de observación, como se aprecia en esta animación correspondiente al año 2009, que cité antes.
En este otro gráfico se recogen esos puntos de adelantamiento en 2006 y 2013, además de otros elementos de las órbitas, para una mejor visualización de las situaciones. Se han incluido también las posiciones de ambos en el momento del descubrimiento, en junio de 2004.
Sí se producirá un adelantamiento en el lugar del cruce de las órbitas (en el nodo ascendente) cuando nuevamente el asteroide le saque vuelta a nuestro planeta, el 13-4-2029, cuando el acercamiento parecía que podría ser fatal, pero nos libraremos por muy poco.
Entonces Apophis cambiará su órbita por influencia de la gravedad terrestre, ampliándola. Disminuirá su velocidad como un atleta agotado tras un esfuerzo excesivo realizado para alcanzar a su contrincante, y será nuestro planeta quien se tome la revancha en esta carrera y el 13-4-2036 recuperará una de las vueltas que perdió y eso también sucederá precisamente muy cerca del cruce de caminos.
La carrera “desmadejada” de Apophis debido al efecto Yarkowsky (como expliqué en “El asteroide del farolero”) parece que evitará precisamente el choque en 2036.
Órbitas de Apophis antes y después del 13 de abril de 2029 |
Para concluir, varias aclaraciones en este anexo:
- Las noticias sobre este asteroide son un ejemplo claro de que
no debemos fiarnos de lo que se publica por ahí: Las observaciones de Apophis
debido a su acercamiento en estos meses, comenzaron en octubre de 2020, y
entonces lo que se difundió fue muy diferente:
Noticia de octubre donde, al contrario que ahora, no se descarta el impacto en 2068 |
Numerosos medios recogieron esta
noticia hace solo 5 meses, que justamente decía lo contrario de lo que se afirma
ahora.
- Las observaciones más importantes realizadas en marzo se hicieron desde EEUU, y tal como un responsable de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha afirmado recientemente, "Allí hay un trabajo muy serio para descubrir todos estos objetos, pero en Europa esa faceta de descubrimiento no la teníamos cubierta de una manera sistemática".
Sin embargo, no hay que olvidar que, si bien es cierto que la ESA ha tardado en implicarse, la primera organización a nivel mundial que se encargó de coordinar el cálculo de órbitas y seguimiento de asteroides peligrosos fue NEODyS, con sedes en las universidades de Pisa y Valladolid.
El observatorio granadino de La Sagra ostentaba (al menos hasta hace poco) el segundo lugar en el ranking mundial en cuanto a número de asteroides descubiertos, y quien fue su director (el cirujano maxilofacial Jaume Nomen) ha descubierto más de 60 de estos astros, tanto desde dicho observatorio, como anteriormente cuando como astrónomo aficionado, colaborase con NEODyS en la localización y el seguimiento de posibles asteroides impactores, y descubrió el asteroide que más se iba a acercar a la Tierra sin impactar, por primera vez antes de la máxima aproximación (es habitual descubrir éstos una vez que han pasado)
Algún día escribiré algunas de estas interesantes y curiosas historias.
- Aunque la ESA ha publicado ahora que Apophis ha salido de su lista de riesgo de impactos de asteroides peligrosos, la idea que se ha transmitido quizás no sea correcta.
La información completa en https://neo.ssa.esa.int/-/ |
Conviene aclarar que Apophis sigue siendo uno de los asteroides PHA (potentially hazardous asteroid - asteroides potencialmente peligrosos), que se pueden acercar a la Tierra menos de 0,05 UA y de un tamaño que provocaría una catástrofe en caso de impacto, que se intentan monitorizar continua o periódicamente por si un leve cambio en sus órbitas pudiera provocar un impacto.
De hecho, nuestro protagonista puede acercarse a nuestro planeta menos de 0.0025 UA, 20 veces más que el límite oficial establecido para los PHA, por lo
que sigue siendo (con mucho) uno de los asteroides potencialmente peligrosos.
Otra cosa es que una vez que las
nuevas mediciones del pasado mes de marzo parece que confirman los datos anteriores de
que no impactará con la Tierra durante este siglo, los organismos que se
dedican a estudiar estos peligrosos astros e intentar afinar sus posibilidades
de impacto, hayan dejado el trabajo fino sobre el dios del caos para sus
nietos, y se centren ahora en detalle en otros asteroides menos conocidos.
Porque con los quebraderos de
cabeza que tenemos actualmente en el tercer planeta, no merece la pena perder ahora más tiempo en seguir a 99942 Apophis.