Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

jueves, 23 de mayo de 2024

Cuando se hizo de día en plena noche

 

Alguien ha dicho que en la madrugada del domingo pasado ocurrió un fenómeno excepcional, casi mágico cuando, de pronto y al contrario que en los eclipses totales de Sol, la noche se convirtió en día.

Quizás sea algo exagerado, pero efectivamente la noticia astronómica del mencionado día 19 fue la espectacular caída de un objeto celeste, según parece un fragmento de un cometa de apenas un metro, pero que al explotar a causa del calentamiento por la fricción con la atmósfera en un momento iluminó cielos y paisajes hasta una gran distancia.

4 tomas de un vídeo publicado por ELTiempo.es en Instagram
 
Desde un vehículo en marcha: En apenas 10 segundos, que separan estas 4 imágenes, surge una pequeña luz que va aumentando, explota alumbrando todo el paisaje y continúa dejando un señuelo ya más débil.

No es solo que se viera un objeto brillante cruzando el cielo como en otras ocasiones, sino que todo quedó iluminado.

Hay un par de vídeos que se han hecho virales, muy similares entre sí, de sendas personas que están contando algo haciendo una grabación con el móvil y se ven sorprendidas por el fogonazo. No es de extrañar que con el uso tan frecuente del dispositivo, alguien tuviera la suerte de cazarlo sin querer y contarlo en directo, y aunque a algunos les ha hecho sospechar de un montaje, parece que no.

Lo cierto es que ambos son desde Portugal, desde donde mejor se vio.

El primero, colgado inicialmente por @milaferacho en su perfil de Instagram, y que según alguna versión estaba emitiendo un programa en directo.


Este otro que puede verse en X (circula en diferentes cuentas), que curiosamente es similar, con la sorpresa de la chica que está grabando algo haciéndose un selfie y  en el campo se mete también un protagonista no esperado. La toma final es de otra grabación.


Hay muchos ejemplos más, no tan espectaculares porque la cámara estaba mucho más lejos de la zona sobre la que pasó, a cientos de kilómetros, pero algunas se han utilizado para el estudio científico del fenómeno.

Esta desde el prestigioso observatorio de Calar Alto y publicada por @GalileoAlmeria: primero una imagen y luego el vídeo: 

Un dato añadido que se puede ver a continuación, en el vídeo completo de la grabación, es la persistencia del señuelo dejado entre las nubes una vez que explotó:

Y en el sentido citado, tienen un valor importante los obtenidos por diversas cámaras de la Red de Investigación de Bólidos y Meteoritos (SPMN) @RedSpmn, que se dedican precisamente al estudio de estos fenómenos.

Por ejemplo es muy llamativo el que fue captado por  Miguel Angel Furones (@MAFurones) correspondiente a esta imagen y cuyo vídeo completo y el hilo en twitter con otras grabaciones se puede ver en este enlace.

Con las aportaciones similares de otros compañeros se ha podido hacer un estudio completo del meteoro, y su trayectoria.

Amplia información sobre estos fenómenos puede obtenerse en la web del proyecto en el que participa una serie de astrónomos profesionales y aficionados estudiando estos impactos que son mucho más frecuentes de lo que podemos pensar, si bien es cierto que este de ahora ha sido excepcional.

¿Meteorito o bólido?

Muchas veces se confunden los términos “meteorito”, “meteoro” o “meteoroide”, y en este caso se ha utilizado también el término "bólido" o "superbólido"

Meteorito es la piedra que cae hasta el suelo, mientras que meteoro es el trazo luminoso que se hace visible al cruzar la atmósfera y meteoroide es el objeto que está en el espacio, suficientemente pequeño (y en eso se diferencia de un asteroide) como para desintegrarse en caso de ingresar en la atmósfera terrestre.

Por ejemplo las estrellas fugaces son meteoros, como también lo ha sido éste, pero a los meteoros de gran brillo (más brillantes que -4, cuanto menor sea el número más brillo) se les llama también  bólidos. Incluso hay quien ha estimado en -16 la extraordinaria magnitud de éste, mucho más  brillante que la Luna llena (-12) y por ello lo de superbólido


En estos casos lo más frecuente es oír o leer en los titulares “meteorito” porque es el término más conocido, pero aunque ahora también se haya dicho así en muchos lugares, lo cierto es que el objeto fue un meteoroide mientras estaba en el espacio, luego sería un meteoro al entrar en la atmósfera terrestre y encenderse, pero en ningún caso puede hablarse de meteorito porque se desintegró y vaporizó totalmente antes de caer. Aunque algunos policías portugueses afirmaron lo contrario (¿o lo suponían?)

A lo largo del año caen muchos bólidos, más de lo que pueda creerse, pero no se ven tantos porque son imprevisibles. Además caen a horas intempestivas porque si es de día no se ven: 

Sabemos que el 12 de agosto habrá muchos meteoros más bien débiles, los de las Perseidas, pero el ¿siguiente bólido? Parece ser que en este mismo mes de mayo ha habido otro también bastante brillante. ¿Ha influido ahora que al ser en fin de semana había mucha gente por la calle? En las dos grabaciones virales está claro que sí.

 


Datos de este impacto:

El impacto se produjo a las 0:46 del día 19 hora CET (la hora oficial en España), y cuando pocos segundos después pasó sobre Portugal allí serían las 23:46 del día 18 por tener diferente hora legal, y podría decirse que el fenómeno comenzó el domingo día 19 y terminó el sábado 18.

Durante unos 500 kilómetros estuvo atravesando la atmósfera como una espectacular bola de fuego, calentándose hasta que explotó y se desintegró ya sobre el mar, todo ello en menos de 10 segundos, y con una altura inicial de 122 km en la provincia de Badajoz y final de 54 ya sobre el Atlántico, según los datos obtenidos por la red SPMN

Aparte del fenómeno en sí y de su espectacularidad, puede ser interesante pensar sobre la geometría del impacto, deducir la procedencia del meteoroide y la órbita que le ha llevado a impactar con nuestro planeta. Por supuesto que podría hacerse utilizando datos numéricos y fórmulas matemáticas, pero también de una manera más intuitiva:

En principio está claro que se movió hacia el Noroeste, y teniendo todo esto en cuenta podemos representar la situación respecto al planeta a esa hora, con la posición de la Tierra en estas fechas.

Los siguientes gráficos solamente pretenden ser aclaraciones didácticas de la situación mostrando cómo pueden deducirse de lo que se ha observado, utilizando el gráfico anterior inspirado en los datos del SPMN y de la hora en que ocurrió el fenómeno.

En rojo, la posición y dirección del bólido, según diferentes proyecciones

La órbita del meteoroide podría ser así, en planta y perfil:

A trazos, los tramos de órbita que hubiera seguido, si no hubiera colisionado con la Tierra

Las posiciones de los planetas corresponden a la fecha del impacto.

La teórica órbita circunvala al Sol en sentido directo (opción roja) porque el impacto ha ocurrido antes de medianoche y en dirección ligeramente oeste. Si hubiera sido muy cerca de la medianoche y en dirección aproximada del meridiano pasaría aún más cerca del Sol (opción blanca en el siguiente gráfico) y si hubiera sido después la órbita circunvalaría al Sol en sentido retrógrado (opción verde)

Por supuesto hay más opciones, si la trayectoria tuviera una componente muy diferente a la dirección Norte-Sur, pero valgan estos como ejemplos más sencillos.

En cuanto a las velocidades, el meteoroide impactó con la atmósfera terrestre a poco más de 160.000 Km/h (casi 45 Km/s) considerando nuestro punto de vista. Siendo la velocidad de la Tierra en su órbita de 30 Km/s, se puede estimar cuál sería la velocidad real del meteoroide.

Los impactos que se producen de madrugada son choques frontales mientras que al principio de la noche se producen por alcance.

En este caso al ocurrir poco antes de medianoche es un impacto lateral pero al estar dirigido hacia el oeste, ligeramente hacia atrás en el movimiento de traslación de la Tierra, la velocidad de impacto debe ser un poco superior a que la que llevaba el meteoroide (supongamos 40 Km/s, por decir algo ligeramente inferior a 45). Si hubiera sido un choque frontal (opción azul en el siguiente gráfico) la velocidad de impacto habría sido la suma de la del meteoroide y la de la Tierra, en este caso de 70 Km/s. El meteoro no habría rozado la atmósfera casi paralelo al suelo como en este caso, sino que habría penetrado mucho más rápido y el episodio habría sido más breve.

Distintas situaciones de impactos, y la actual de perfil

Por supuesto, todo esto se puede calcular con los datos exactos de velocidades y ángulos, pero no es el objetivo de este blog de divulgación.

En la representación de perfil se recoge el hecho de que va de sur a norte. La rama será más o menos cerrada según el punto de vista, e incluso se puede dibujar una línea recta, que sería correcto desde una posición dada estando de perfil tanto la eclíptica como el plano orbital del meteoroide. La altura que alcanza sobre la eclíptica depende de la escala, pero evidentemente en un momento debe retroceder hacia el sur.





viernes, 17 de mayo de 2024

Sin planetas al principio de la noche

 

Para quien vaya a observar una noche el cielo o mostrárselo a otras personas, uno de los alicientes puede ser la visualización de los planetas. Pero curiosamente durante estos días, a no ser que mire de madrugada, no verá ninguno.

La palabra “planeta” procede del griego antiguo y significa “errante”. Se denominaron así a estos astros porque parecen estrellas, pero mientras que las verdaderas estrellas (estrellas fijas) en su lejanía solo las vemos moverse todas a la par y de una manera previsible debido a los movimientos de la Tierra. Desde nuestra perspectiva los planetas se mueven entre las constelaciones de una manera aparentemente caprichosa.

Aunque lo hacen recorriendo su órbita según las leyes de Kepler, el propio movimiento de la Tierra, donde está situado el observador, hace que parezcan errantes y sin unos cálculos previos sea imposible conocer su situación en el cielo. Podemos ver varios planetas próximos entre sí, o distribuidos de diferente manera y distancia angular. Puede que unos solo se vean al principio de la noche y otros antes de amanecer,...

En esta imagen tomada un atardecer de agosto de 2010 podían verse en una misma zona del cielo a Venus, Marte y Júpiter. Además aparece la Luna, al que los antiguos griegos también clasificaron como planeta, e incluso Mercurio había sido visto junto al horizonte a la misma altura que la Luna, antes de elegir el lugar y preparar la cámara.

Una bonita imagen con casi todos planetas cercanos entre sí y visibles al principio de la noche, precisamente lo contrario de lo que está ocurriendo estos días.

Porque durante estas noches vistos desde aquí todos los planetas se encuentran en la misma zona, precisamente la que no podemos ver al principio de la noche, y deberán pasar unas cuantas horas hasta que aparezca el primero, tal como se deduce de los siguientes gráficos:

En mayo de 2022, ocurrió algo similar  y también sucederá en diciembre de 2066, pero en ambos casos no de una manera no tan extrema como ahora.

Situación de la Tierra y los planetas visibles sin ayuda óptica, mañana 18-5-2024

La zona verde es la que podríamos ver al principio de la noche porque, uniendo con una recta las posiciones de la Tierra y el Sol, tal como se muestra en el siguiente gráfico, y teniendo en cuenta el sentido de rotación de la Tierra, justamente en el punto 1 de la superficie terrestre está anocheciendo, y desde ahí tienen la zona verde arriba sobre la cabeza y la zona gris bajo el suelo. En el punto 2 será medianoche y se verá la parte inferior del gráfico, en el punto 3 está amaneciendo y se vería la zona gris. En el punto 4 es mediodía y sería los astros de la parte superior los que estarían sobre el horizonte, pero evidentemente no se verían exceptuando el Sol.


Bueno, circunstancia curiosa, o desdichada porque evitará que los no madrugadores (la mayoría de la gente) puedan observar algún planeta. Pero es que incluso considerando los dos planetas más lejanos, no observables a simple vista (Urano y Neptuno) ocurrirá lo mismo. Y puestos a rizar el rizo, Plutón, el que fue el noveno planeta antes de su degradación, también está en esa zona.

Todos los planetas en la zona gris

Teniendo en cuenta que es un tema de azar, que son 7 planetas (sin contar el nuestro, ni Plutón, claro) y que la probabilidad de que cada uno esté a un lado del Sol o al otro es del 50%, la probabilidad de que estén todos al mismo lado (en este caso al este) del Sol será 1/27 = 1/128, o sea, menos de un 0.008%. Una probabilidad ínfima, pero que ocurre ahora.

No es solo el que al principio de la noche no se verán. Para quienes saquen el telescopio estos días a partir del crepúsculo vespertino no habrá ningún planeta que observar y deberán esperar nada menos que 6 horas (casi 7 desde la puesta de sol), ya en la segunda mitad de la noche, en que aparecerá Saturno. Una hora después Marte, y si esperamos casi otra hora saldrá Mercurio, lo que indicará que ya habrá llegado el crepúsculo matutino.

Lo de "aproximadamente" es porque el eje de rotación de la Tierra no es perpendicular al plano de la eclíptica 

Relevo de Venus y Júpiter

Ambos son los planetas más brillantes de nuestro cielo, en los últimos meses ha sido Júpiter el que nos ha acompañado al principio de la noche y ahora, recogiendo el relevo un poco tarde, será Venus. Pero su “actuación” no es la misma: Júpiter, un planeta exterior y por ello comenzó a ser visible al principio de la noche por el este y se ha cruzado todo el cielo despidiéndose ahora por el oeste, mientras que Venus, planeta interior comienza a verse por las cercanías del Sol, (al ser por la tarde, por el oeste) se irá separando angularmente de él pero retrocederá y volverá a la misma zona del horizonte.

Júpiter, después de 6 meses (noviembre del pasado año) de dominar el cielo en la primera parte de la noche, mañana mismo, el 18 de mayo, se pasa al otro lado (al oeste del Sol), mientras Venus, a partir del 4 de junio, comenzará su visión vespertina de 9 meses, y en el momento de "cambio de lado" será ocultado por el Sol.

Desde aquí esto es imposible de ver porque ahí está el Sol, pero si no por eso serían unas bonitas imágenes que en este caso han coincidido con los cúmulos estelares de las Pléyades y las Híades.


En esas 2 semanas largas entre una y otra fecha, ambos planetas estarán al oeste del Sol, imposible de ver al principio de la noche, pero en la práctica unos cuantos días antes y después aunque tengan elongación este como ha sido la de Júpiter, estarán demasiado cercanos al Sol, y de hecho ya llevamos una temporada en que no se ha podido ver al planeta gigante.

Análogamente tendremos que esperar hasta mediados de Junio en que Venus, una vez situado al este del Sol (con elongación este) se haya separado lo suficiente para poder verlo en el crepúsculo verpertino. ¡Mas de un mes! sin ver planetas al principio de la noche.

Recapitulando y buscando situaciones opuestas:

La situación de estos días no solo es infrecuente, sino realmente excepcional: el que al comienzo de la noche no tengamos ningún planeta sobre el horizonte, y que tengamos que esperar nada menos que ¡6 horas! hasta que aparezca el primero.

Disfrutemos, si cabe, de la extraña circunstancia, y ya a finales de Junio aparecerán Mercurio y Venus por el oeste tras la puesta de sol. La curiosa pareja de los planetas interiores que personificaron la diosa de la belleza y el dios de los ladrones, el planeta más espectacular con el más escurridizo, en la mejor ocasión del año para ver a Mercurio desde el hemisferio norte como siempre en una estancia breve que lo compensa Venus con su presencia durante 9 meses. 

Y ya en diciembre aparecerán Venus, Saturno, Júpiter y Marte (además de Urano y Neptuno) que nos compensarán de su plantón actual. 

¡Y en febrero los 7! Especialmente el 25-2-25 con Mercurio junto a Saturno, cerca del Sol. Podría decirse que es la situación contraria a la de ahora.

El 25-2-2025 una hora después de la puesta de Sol, los 7 planetas por encima del horizonte en una latitud media del hemisferio norte.
Urano y Neptuno no son observables a simple vista, pero ahí están completando todo el grupo

En la misma fecha desde el hemisferio Sur la observación de los planetas será más complicada debido a la poca inclinación de la eclíptica en el otoño austral al principio de la noche.
Esta imagen corresponde a los 35º S apenas 30 minutos tras la puesta de Sol, y habrá que utilizar prismáticos o telescopio también para ver a Mercurio y Saturno
.

Por recoger otro ejemplo de situación favorable, si en esta ocasión de mayo del 2024 los planetas no se pueden observar al principio de la noche por estar al oeste del Sol, lo contrario ocurrirá en septiembre de 2040 cuando al encontrarse cercanos entre sí y al este del astro rey se producirá un extraordinario agrupamiento al atardecer. Eso sí, no estarán Urano ni Neptuno, pero ¿quién los quiere? en realidad solo han sido una excusa para realzar más lo de ahora. Además el día 8 estará por allí la fina luna creciente adornando aún más. 

En este caso desde el hemisferio sur se verá mucho mejor:


Pero volviendo a la situación actual en que no tenemos ninguno, habrá otras fechas en que quizás sea difícil ver a alguno de los planetas por su poca elongación, al estar angularmente cerca del Sol pero estén ahí junto al horizonte oeste, o que Urano o Neptuno salven la observación y juguemos a localizarlos con el telescopio, o que nos debamos de armar de paciencia esperando que aparezca alguno por el este pero: La misma situación de ahora con todos los planetas al oeste del Sol y tantas horas de escasez planetaria no se volverá a repetir hasta dentro de muchos años.

De hecho, en este siglo XXI no se ha dado ni se dará. Curiosamente lo más parecido fue lo de mayo de 2022, con la diferencia de que hubo que esperar menos horas a que Saturno apareciera, o en diciembre de 2066 en que tampoco se verán planetas al principio de la noche y será Neptuno el que poco después del final del crepúsculo romperá esa falta. Y si Neptuno no nos sirve, Saturno también aparecerá antes que ahora.


La coincidencia de hace dos años puede resultar curiosa, pero no lo es tanto porque a partir de Júpiter no cambian demasiado su posición de año en año, pero no esperemos nada parecido en 2026 porque  los planetas interiores van "a su aire" y tanto Mercurio como Venus ahí estarán acompañados de Júpiter que la pequeña diferencia de posición lo hará ocultarse después que el Sol.

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ACTUALIZACIÓN

Se está anunciando en los medios la extraordinaria ALINEACION planetaria que se puede ver los primeros días de junio de madrugada lo cual es debido, como ya se ha dicho, a que casi todos los planetas (excepto Venus) están al oeste del Sol y saldrán antes que él.


Pero a mi modo de ver la palabra ALINEACIÓN no es adecuada. Los planetas no pueden aparecer en cualquier lugar del cielo sino siempre cerca de la eclíptica, y si en un momento se ven varios planetas (sean 3, 4… o 7) siempre estarán alineados.

No es lo mismo alineación que conjunción, con lo que a veces se confunde. Por estar en la elíptica, si están al mismo lado del Sol se verán en una línea. La conjunción, que videntemente es mucho más difícil de que se produzca, implica que se vean cerca uno de otro, por la proyección de la visual desde nuestro planeta a la posición de los otros

Como ya he dicho, la situación actual, con 6 planetas en el cielo de la madrugada puede calificarse de excepcional por su rareza. Muy pocas veces ocurre. Pero no hay que engañarse, ni engañar a nadie, porque si no se dan unas condiciones de limpieza de cielo y horizonte bajo no se verán los 6. Mercurio y Júpiter estarán escondidos en la claridad del amanecer.

Entonces, yo no aconsejaría al público en general que madrugue para ver tantos planetas “alineados”, sino que espere unos meses cuando se verán al principio de la noche, a unas horas muchísimo más cómodas. Y además con la ventaja añadida de que, entonces sí, en febrero podrían verse todos (Urano y Neptuno por supuesto con prismáticos, como siempre, aunque casi es mejor olvidarse de ellos y admirar a simple vista el conjunto de los otros 5).


viernes, 10 de mayo de 2024

El Sol ¡a tope!

No soy un experto en el tema, y por eso en los más de 400 post que lleva este blog creo que no he escrito aún nada sobre la actividad solar; pero hoy es noticia y todo el mundo está hablando de ello.

No es que haya llegado el verano y el Sol caliente más de lo habitual (que esta semana por aquí sí lo está haciendo), sino que estos días nuestra estrella tiene una actividad fuera de lo común.

En ocasiones en la superficie del Sol pueden verse manchas oscuras, y esto coincide con las épocas en que su actividad es mayor, con protuberancias y eyecciones de masa coronal, cuyos efectos pueden llegar hasta la Tierra y causar problemas en forma de tormentas geomagnéticas.

Pero aunque lo uno no implica necesariamente lo otro, sí hay una cierta relación y si se trata de ver manchas en el Sol precisamente estos días tenemos una ocasión excepcional.

El Sol, en una imagen obtenida ayer por J.M de la AAV con un SEESTAR S50

Las manchas son zonas menos calientes de la superficie del Sol, que en contraste con el resto aparecen menos brillantes.

Como he dicho, estas circunstancias no tienen nada que ver con el efecto estacional, que depende de las fechas (y su causa no está en el astro rey sino en la inclinación del eje terrestre y la posición de nuestro planeta en su órbita) sino en la propia actividad solar.

Esta actividad varía en ciclos de aproximadamente 11 años. En los mínimos de cada ciclo es posible que varios días seguidos no haya ninguna mancha, y teóricamente todavía no hemos llegado al máximo del ciclo actual, a esos intervalos en que las manchas son más frecuentes y más grandes, por lo que no deja de ser extraña, ahora, tanta actividad.

Imágenes del 27 de marzo y del 1 de abril de este año. Con pocos días de diferencia puede verse el Sol limpio o con manchas muy apreciables, como en estas imágenes obtenidas por Ana (@toro_an)
 Al final del post otras dos imágenes de Ana, mucho más sugerentes.
Puede ocurrir que las manchas no es que aparezcan o desaparezcan (a la larga sí), sino que pasan del hemisferio que nos muestra el Sol a la zona oculta, o viceversa, debido a la rotación de éste.

Lo cierto es que todos los observadores solares están sorprendidos y casi entusiasmados estos días, concretamente con una enorme mancha (en realidad un grupo de manchas) nombrada como 3664. (Resultado de la unión de la 3664 y la 3668 que en principio estaban separadas)

Magnífica imagen de la mancha 3664 obtenida ayer por Jesús Conde de la AAV, con un telescopio Macsutov 127 macskywatcher y filtro mylar

Su tamaño y apariencia se ha comparado con la que se produjo en el llamado efecto Carrington, en 1859, que ha sido la tormenta solar más potente registrada en la historia, provocando el fallo del telégrafo en toda Europa y América del norte, auroras boreales en latitudes bajas e iluminación del cielo nocturno. De haber ocurrido hoy en día habría inutilizado muchos satélites y casi toda la tecnología actual.

En Spaceweather.com , una página muy interesante y que sigue estos eventos, han comparado la mancha actual con la del efecto Carrington.

Gráfico de Spaceweather

Esta es ligeramente más grande e incluso algunos dicen que es la más grande jamás observada, aunque eso no es lo más importante.

No hay que preocuparse demasiado porque solo nos afectaría si la mancha estuviese acompañada una expulsión de gran cantidad de plasma solar y campo magnético con partículas cargadas (técnicamente una eyección de masa coronal) de gran envergadura que se dirigiera hacia nuestro planeta, y parece que no es el caso, aunque según la citada página Spaceweather.com se ha aumentado estos últimos días de nivel 2-moderada a 4-grave (en un rango de 1 a 5) a la tormenta geomagnética que nos va a llegar este mismo fin de semana. 

Aunque desde hace 20 años no se ha llegado al nivel 5, lo de ahora parece que implicaría una mayor probabilidad de auroras boreales, pero no sería peligroso para los satélites y en general para los aparatos tecnológicos.

En definitiva, todo un espectáculo que los expertos han aprovechado para obtener magníficas imágenes. Pero aunque no tengas el equipo necesario, si tienes a mano unas gafas de eclipse quizás puedas verlo directamente (no es fácil si no tienes buena vista, pero merece la pena intentarlo). Aprovecha la ocasión, aunque en cualquier caso hay que tener mucho cuidado si se observa el Sol sin la adecuada protección.

También se puede observar por proyección mediante unos prismáticos, un telescopio, un aparato especial, sencillo y barato para estas observaciones como es el Solarscope, o utilizar un filtro en la boca del telescopio.

El Solarscope y una imagen de ayer mediante el mismo. Aunque la foto del Sol no es nítida, en la observación en directo lo era mucho más.

Por proyección con telescopio y prismáticos, y con un filtro en el telescopio. Siempre es importante que el responsable cuide de que nadie mire directamente para no dañarse la vista.


Y quien disponga de un equipo apropiado para observar el Sol, apreciará muchos más detalles, no solo en las manchas sino en toda la superficie solar y su interesante granulado:

Fotos de Javier Martín de la asociación astronómica Orión, del pasado miércoles, con las manchas y una gran eyección. Telescopio H-ALPHA de 60 mm y una cámara SVBONY 305 PRO

Aunque solo sea por curiosidad y por la relevancia que tiene, es interesante seguir la evolución de esta enorme mancha y todavía hay tiempo. La rotación solar hará que llegue a ocultarse, pero teniendo en cuenta que la duración de dicha rotación es de 26 días, y aunque parezca que ya están cerca del limbo, la proyección hace que aparentemente en estas posiciones se desplacen más lentamente y se estreche la imagen.

Y se puede aprovechar también con paciencia y sensibilidad para hacer bonitas fotos, como estas  preciosas imágenes que ha obtenido Ana (@toro_an) . En su cuenta de twitter podéis encontrar más.

 


Las últimas noticias sugieren que mañana sábado al principio de la noche podrían producirse excepcionales auroras boreales.

No te lamentes porque ya no tienes tiempo de preparar un viaje a las proximidades del círculo polar ártico, pero no hay problema. En estas fechas por allí ya no hay noche cerrada y no se verán. Curiosamente por latitudes intermedias, si las previsiones son correctas, hay más posibilidad.

Un aclaración: El post lo publico el viernes 10-5-2024, e intencionadamente en varias fotos no he puesto la fecha sino que me he referido a "ayer", o "el miércoles"..., con la idea de transmitir la sensación de actualidad del fenómeno.

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Actualización el 11-5

Efectivamente, parece que se han visto auroras boreales de tono rosado o morado desde muchos lugares de la península, e incluso desde Canarias, tal como se recoge hoy en los medios de manera profusa. No eran muy evidentes a simple vista, pero en las imágenes fotográficas quedaban muy claras. 

Como ejemplo, ésta que fue captada en el Maresme:



Quizás se repitan estas dos próximas noches.

martes, 23 de abril de 2024

¿Una nueva estrella a punto de aparecer?

 

Es muy posible que una noche de estas al mirar el cielo veamos una estrella más. 

No puede afirmarse con rotundidad la espectacularidad del evento porque aunque la noticia haya aparecido en muchos sitios, ya se sabe que los medios generalistas suelen exagerar; pero según estas informaciones en algún momento de estos próximos meses, y durante unos días, podrá verse lo que se denomina una "nova"; una estrella nueva, en la constelación de Corona Boreal.

Principales estrellas de la constelación Corona Boreal, cuya situación justifican plenamente su nombre

Esta constelación se encuentra aproximadamente a una declinación de 30º N, siendo visible en estas fechas durante toda la noche en latitudes medias del hemisferio norte, y desde unas 4 horas después de la puesta de Sol hasta casi el amanecer en latitudes análogas del sur.  

En la siguiente imagen, la misma representación con la indicación de las posiciones de la estrella más brillante de la constelación (Alfecca o Gemma) y la nova (T CrB), que durante unos días la superará:



La aparición de una nova es un fenómeno muy infrecuente pero siempre interesante, y aunque normalmente suele ocurrir sin ningún aviso o indicio previo, este caso que se denomina “nova recurrente“ es distinto y puede esperarse con antelación

Concretamente algunos pronósticos sugieren que podría aparecer entre junio y septiembre de este 2024, en otros medios se decía que podría haber sido a partir de este pasado mes de febrero (evidentemente no ha sido así) e incluso algún estudio lo prevé este mismo mes de abril y es por ello, que aunque lo más probable es que tengas que esperar todavía unas semanas para verlo, he decidido no esperar más para contarlo.

¿Dónde aparecerá? 

El lugar en que aparecerá la nova no es difícil de encontrar ya que Corona Boreal es una pequeña constelación que se adecúa a su nombre por su forma redondeada y relativamente cercana a la brillante estrella Arturo. Una zona que a partir de la Osa mayor resulta fácil de localizar. 

Desde la Osa Mayor a Arturo siguiendo el arco de la cola de la osa y desde ésta en dos trazos simétricos e iguales a épsilon de Boyero y luego a alfa de Corona.

Esta es la posición tal como se puede observar desde el hemisferio norte en estas fechas al final de la noche, o en agosto al principio de la misma.

La imagen anterior la he obtenido exprofeso hace un par de días, desde un cielo bastante contaminado lumínicamente, a las 6 de la madrugada para que no molestase la luz de la Luna. Pero me habría evitado el madrugón si antes hubiera revisado mi archivo, porque ahí acabo de encontrar dos tremendas casualidades de hace años que, aunque solo sea por curiosidad, voy a poner aquí:

- ¡Ya la tenía! En agosto de 2016 fotografié la misma zona que la anterior, cuando quise recoger simplemente el cielo estrellado sobre la caseta de labranza que construyó mi abuelo. Bajo un cielo mucho mejor que la de ahora.

En la esquina superior izquierda aparecerá exactamente la nova

Sé que es solo un tema personal, emotivo, y en alguna ocasión me han recriminado el que cuente estas cosas en el blog. Pero este es un blog personal, no es un curso de astronomía, y creo que estas historias pueden tener cabida.

- Buscando fotografiar el comienzo de un eclipse de la ISS también en agosto de 2016, obtuve esta imagen donde parece que se nos está indicando casi exactamente el punto donde se verá la nova:

Tremenda coincidencia, en el punto en que se eclipsó la Estación Espacial

Ni que decir tiene que hace 8 años yo no había oído nada sobre la nova, y que el hecho de que el lugar en que va a aparecer quedara marcado significativamente en ambas imágenes es pura casualidad.

Desde el hemisferio sur, concretamente desde la latitud 35º S, según la fecha y la hora llega a alcanzar un máximo de 30º de altura, momentos en que se encontrará a la derecha de Arturo, pero la Osa Mayor no servirá de referencia por encontrarse bajo el horizonte.
Situación desde latitud 35º Sur hacia el O-NO, a 30º de altura, por ejemplo a comienzos de junio a medianoche o a comienzos de agosto 3 horas después de la puesta de sol

Simulación del fenómeno

En principio se espera que esta nova llegue a ser la estrella más brillante de su constelación, lugar que habitualmente ocupa alfa CrB que tiene dos nombres propios diferentes: Alphecca y Gemma. 

No brillará mucho más, pero durante unas horas su brillo superará también a la de la estrella Polar. Luego irá disminuyendo poco a poco y se supone que será visible sin instrumentos ópticos durante una semana.


No será algo visualmente demasiado llamativo para alguien que no conozca las constelaciones. Difícil si no nos hemos familiarizado con la zona. No destacará entre las estrellas y habrá unas 30 en todo el cielo que brillarán más. Pero si previamente nos aprendemos la constelación, la que se salga del semicírculo... ¡Esa es! 

Posiblemente en toda nuestra vida no veremos un fenómeno similar.

 


Origen de las novas

La aparición de una nova es el resultado de la interacción de las dos componentes de una estrella doble, normalmente tan débiles que no son visibles desde aquí sin ayuda óptica hasta que se produce dicha interacción con un súbito aumento se la luminosidad, y son pocas las que han sido observadas. Para la mayor parte de quienes nos gusta mirar el cielo esta será la primera ocasión. 

En este caso nuestra protagonista, la estrella T CrB, puede encontrarse por ejemplo en el programa Stellarium, muy débil, con magnitud 10, y se supone que llegará hasta magnitud 2 durante las primeras horas después de la explosión.

Normalmente se trata de dos estrellas de diferente tipo: una gigante roja girando alrededor de una enana blanca más pequeña pero más masiva en una órbita (o mejor dicho girando ambas en torno al centro de masas). Si se aproximan lo suficiente, la de mayor densidad roba material de la otra por gravedad. Al llegar estos materiales a la capa externa de la enana blanca se producen allí reacciones nucleares de fusión, muy energéticas, que generan una gran cantidad de luz y se hace visible desde aquí. 

Una estrella enana blanca "roba" material a su compañera gigante roja, aumenta enormemente su brillo y surge la nova. Imagen de Mark Garlick.

En todas las estrellas se producen continuamente reacciones nucleares y en su núcleo interno se van formando nuevos elementos químicos, en un orden determinado según su número atómico. La diferencia está en que materiales diferentes lleguen a la parte externa y allí se produzcan estas reacciones anómalas.

El fenómeno puede repetirse periódicamente debido a las formas y posiciones de las órbitas conjuntas de las dos estrellas si una de ellas es muy excéntrica, y se habla de "novas recurrentes", como parece que ocurre en este caso: T CrB Fue descubierta en 1866 y nuevamente se vio a principio de 1946. Por ello parece que el periodo es de algo menos de 80 años, y toca ahora, según algunos indicios previos que se han registrado con la ligera variación del brillo de una de las componentes que podría preceder a la explosión.

De todas formas es posible que esta nova ya se hubiera visto en 1217, según una crónica recogida en una abadía de Alemania, y hay indicios de otra explosión en 1787.

T CrB se encuentra a casi 3000 años luz de distancia, por lo que cuando la veamos estaremos viendo la explosión que ocurrió hace 3000 años, en época de la antigua Grecia.

Después de esa explosión, si el ciclo ha continuado de manera regular, ya ha ocurrido unas 35 veces más pero esa luz todavía no ha llegado hasta aquí y la verán nuestros descendientes.

Novas y Supernovas

Aunque históricamente a ambos fenómenos se les llamó "novas", ya a principios del siglo XX se consideraron las "supernovas" como procesos muy diferentes. En ambos casos se trata de estrellas que aparecen donde no se veía nada, y por ello el nombre que se refiere a estrellas "nuevas". Las supernovas, como puede suponerse por el prefijo "super", pueden ser mucho más espectaculares y llegar a brillar tanto como su propia galaxia.

Si en las novas debe haber dos estrellas y ser un evento en cierta forma anómalo, las supernovas (aunque las hay de varios tipos) son el resultado de los cambios de una única estrella en una evolución lógica si la estrella es suficientemente masiva: Cuando se han completado los procesos de fusión de nuevos elementos en el núcleo, la fuerza de gravedad hacia el interior supera a la producida por la fusión hacia el exterior y todas las capas de la estrella se desploman originando en muy poco tiempo una tremenda explosión de la que surgen elementos más pesados y que son arrojados al espacio exterior.

En muchos casos la explosión deja un rastro en forma de nebulosa como el objeto Messier 1 en Tauro que es el de una supernova que pudo verse incluso en pleno día en el año 1054. Con relativa frecuencia se descubren otras supernovas en lejanas galaxias y que por lo tanto no se las ve brillar mucho desde aquí.

Objeto Messier 1, o nebulosa del cangrejo,  resto de una supernova que apareció en Tauro en 1054, y que es algo muy diferente de una nova.






lunes, 8 de abril de 2024

La Luna en las Pléyades (2)

 

Tal como recogí en un post en febrero, cada mes y durante 5 años la Luna se situará cerca de las Pléyades y podrá darnos unas atractivas imágenes. En unas ocasiones mejor que en otras.

El próximo jueves día 11 tenemos el segundo capítulo de estas ocultaciones de las Pléyades por la Luna. Y en cierta manera podría haber sido el más atractivo (para algunos lo será) porque la Luna estará en fase muy fina.

Imagen de febrero y de ahora en abril

Estas son las mejores situaciones teóricas desde los mejores lugares (Johannesburgo-Sudáfrica y Colombo-Sri Lanka). Más adelante se detallan las de aquí.

Podría haber sido el tercero pero en marzo no se dieron las condiciones adecuadas, pasando la Luna el día 13 demasiado al sur del cúmulo, y siendo el mayor acercamiento solo visible desde el océano Pacífico.

Además este es importante porque hasta agosto no podremos ver el siguiente ya que estos encuentros ocurren con la luna cada vez más fina, hasta la fase nueva, y luego lógicamente comenzará a aumentar. La Luna en estas fases está angularmente próxima al Sol, y con ella también las Pléyades, y solo estará por encima del horizonte de día, con lo que no será observable.

Este 11 de abril en Europa no se hará de noche hasta que ya la Luna haya sobrepasado al cúmulo. Con un telescopio podría verse de día pasando cerca de las estrellas brillantes, pero no oculta a ninguna de ellas, sino que se desliza por el Sur del grupo.

Posición, a mediodía, desde la península.

Pero el ver la fina Luna al anochecer cerca aún de las Pléyades tendrá su encanto

Desde Madrid:


Para verla pasar más cerca de las Pléyades habría que ir más al sur, por ejemplo a Sudáfrica, pero allí también será de día.

Para que empiece la ocultación cuando ya es de noche, nos iríamos hacia el Este, por ejemplo a zonas de Asia.

Combinando ambas circunstancias, el lugar ideal será Sri Lanka:

Allí si, verán una preciosa luna muy fina ocultando algunas estrellas de las Pléyades.



Esperemos que desde donde tú puedas observarlo las condiciones climatológicas al principio de la noche sean adecuadas y puedas disfrutar de la situación.

Imágenes reales de la ocultación de febrero

En Bilbao, en la ocultación de febrero, el cielo no estuvo totalmente despejado, pero eso no me impidió tomar algunas imágenes, que las añadí en aquel post.

Pero como lógicamente la mayoría de los lectores lo habríais leído con anterioridad, las quito de allí añadiéndolas en éste:


En Bilbao, como digo,  hubo algunas nubes pero menos de las previstas, con lo que se pudo observar la Luna junto a las Pléyades, e incluso en algunos momentos esas tenues nubes adornaron la situación poniendo un atractivo marco.







De cara a tener todo preparado, y por si acaso se nublada totalmente, ya a media tarde intenté ver algo colocando el telescopio en estación y pude apreciar la Luna e incluso Pleyone, la estrella más brillante de las pléyades, como describí en "Estrellas también de día".

Y a las 19:30 ya se les veía cercanas



Como estaba previsto, la Luna se paseó cerca de las Pléyades. Aquí un resumen del proceso



Pudo apreciarse la ocultación de la estrella  HD 23753 por la Luna:



Una animación con las estas dos imágenes y otra previa más: (la calidad no es buena pero se aprecia)




Como la luminosidad del satélite era muy superior a la de las estrellas, había que sobreexponer la Luna para que salieran estas, y era imposible obtener detalles en una misma exposición. Aquí un montaje de dos imágenes obtenidas de manera consecutiva con distinta exposición, aunque solo sea para apreciar detalles en la Luna, y algo más parecido a lo que pudo observarse con unos prismáticos o telescopio: