Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

miércoles, 24 de enero de 2024

Impactos anunciados

 

En varias ocasiones he criticado las noticias alarmistas y absurdas aparecidas en algunos medios, anunciando próximos impactos de asteroides con nuestro planeta, y hace más de dos años escribí 3 capítulos tratando ampliamente el tema (1-Impactos cósmicos, si gracias, 2-Impactos, no por favor o 3-No es para tanto)

Pero he pensado volver a escribir sobre estos temas, para recoger dos noticias que han aparecido estos días: Dos choques cósmicos muy diferentes en cuanto a magnitud, distancia y consecuencias, ambos anunciados de alguna manera

- Por un lado, astrónomos de la universidad de Bristol captan el momento, por primera vez observado, en que dos planetas situados a 1800 años luz de nosotros colisionan creando otro nuevo.

Representación figurada

Puedes encontrar los detalles de la noticia en este enlace  donde se cuenta el hecho y las consecuencias que pueda tener en lo relativo a la formación de un nuevo planeta y sus lunas. Pero quiero recalcar que el poder captar el momentáneo brillo producido por el choque fue gracias a las observaciones de un astrónomo aficionado quien advirtió en las redes sociales de los cambios en la emisión de luz infrarroja de la estrella alrededor de la cual giraban los dos planetas, y de alguna manera anunció que algo ocurriría.

Conviene recordar que nuestra luna se originó en el choque de la Tierra primitiva con otro planeta del tamaño de Marte 

- Por otra parte el pequeño asteroide (más bien meteoroide) 2024 BX1 que impactó en la atmósfera sobre el cielo de Alemania el pasado sábado día 20 solo 3 horas después de haber sido descubierto en Hungría y calculada su trayectoria. 

Caída del  2024 BX1, captada por  Michael Aye y Franck Marchis CC BY

Fue anunciado también en las redes sociales y así fue posible que centenares de personas pudieran observar su caída:


Es el octavo asteroide con el que ocurre esto, que es descubierto poco antes de caer. Se puede encontrar más información en este artículo escrito por el experto  Josep M. Trigo

También el pasado año ocurrió algo similar con 2023 CX1, y el que se encuentren estos poco antes de impactar pudiera pensarse que es una mala noticia, porque ello sugiriera que algún otro más dañino no sea descubierto a tiempo. Pero es todo lo contrario porque nos indica que aún estos pequeños meteoroides pueden ser detectados gracias a la colaboración internacional en los programas de seguimiento, y los más grandes lo serán con más facilidad y mucho antes.

Curiosamente, el asteroide 2024 BX1 todavía figura en la relación de la página de Spaceweather, 3 días después de que ya no exista.


A todos nos ha ocurrido alguna vez, que ante la noticia de que "anoche se vio un magnífico bólido" (bólido=estrella fugaz de enorme brillo, similar a la Luna llena, producida por un objeto de cierto tamaño), nos lamentemos por no haberlo visto, pero nos consolamos porque son imprevisibles y no es posible estar toda la noche mirando el cielo. Hay cámaras automáticas que los pueden captar y grabar pero no es lo mismo. Pues ahora, cada vez más, puede que nos lo anuncien con antelación y podamos prepararnos para obtener bonitas imágenes.

Imagen de un precioso bólido obtenida por Robert Mikaelyan que fue APOD (Astronomy Picture of the Day de NASA)  el 15-10-09

Relacionado con el tema, no se puede olvidar lo ocurrido el 15-2-2013. Una enorme coincidencia de dos fenómenos, que incluso llevaron a algunos a pensar que estaban relacionados, pero que se descartó. Uno estaba avisado pero el otro no.

Ese día ocurrió el fenómeno de Chelyabinsk. El impacto que más eco ha tenido en más de un siglo. Un objeto de unos 16 metros, que aunque explotó en la atmósfera y no llegó a impactar, produjo casi 1500 heridos todos por cortes con cristales.

Imaginemos la situación: Al comienzo del día una claridad ilumina el cielo, la gente se acerca a las ventanas para ver lo que ocurre, se quedan impresionados mirando el reguero humeante que ha dejado en el cielo … y 2 minutos más tarde llega la onda expansiva de la explosión que rompe los cristales y provoca los heridos.

Se dijo que estábamos desprotegidos porque nadie había detectado el asteroide, pero parece que el motivo había sido por la dirección en que venía, la del Sol.

Pero quizás lo más sorprendente de esta historia es que ese mismo día se esperaba el paso cercano a nuestro planeta de otro asteroide de unos 45 metros. Este sí había sido descubierto nada menos que un año antes y anunciado, con lo que había gente esperándole y preparando su observación, que incluso se podía seguir on line:

Una de las webs desde la que se transmitió

Se descubrió en el observatorio granadino de La Sagra donde propusieron darle el nombre de "Duende" además de la denominación técnica 2012 DA14 que le correspondía, y por entonces fue el que más cerca pasó de los descubiertos previamente.

Distancia relativa a la que pasó de la Tierra (tomado de Wikipedia)

La coincidencia de la fecha sí que es algo realmente improbable y casi extraordinario, y en principio todo el mundo supuso que el de Chelyabinsk sería un fragmento de Duende, pero un análisis de las trayectorias lo descartaron. 

Y hablando de anuncios ya solo queda un poco más de 5 años para que el "temible" asteroide Apophis pase rozando la Tierra el 13-4-29, lo que modificará su órbita y hará que se acerque aún más el 13-4- 2068, y seguro que algunos anunciarán erróneamente el posible impacto.



lunes, 15 de enero de 2024

2024 ¿Año de cometas?

 

Recuerdo que en alguna ocasión, al hablar sobre las efemérides astronómicas previstas para un determinado año, el ponente acababa con la coletilla “Y además de todo esto quizás tengamos la visita de algún cometa inesperado que añada y dé un mayor realce a los fenómenos celestes de este año”

Porque algunas veces se descubre un nuevo cometa que en pocos meses da un espectáculo excepcional, como el caso del Neowise, que nos asombró en el verano de 2020 y era tan evidente que pudo fotografiarse con primeros planos sin ningún montaje e incluso utilizarse en alguna broma:

El gran brillo del Neowise permitió obtener imágenes curiosas. Ya le voy a preparar los pinceles a Maite para que este año nos pinte alguno más. Bromas aparte (o broma incluida), esta imagen fue portada en varias revistas de asociaciones astronómicas.

Pues bien: al empezar el 2024 ya sabemos que al menos 2 cometas, el 12P y el C/2023 A3 serán astros destacados y se dejarán ver a simple vista. Ya de sus nombres se deduce que son muy diferentes: el primero un cometa periódico, el decimosegundo de este tipo, cuyo comportamiento será en cierta manera previsible aunque este viene con frecuentes estallidos, y el otro un cometa nuevo descubierto hace poco más de un año, que podría ser muy brillante si sobrevive al perihelio, que parece que sí.

Recojo aquí algunas de las características de sus órbitas y visibilidad, a la espera de ampliarlo con más detalle cuando se acerquen las fechas más adecuadas para su observación:

- 12P/Pons-Brooks. Previsiblemente se podrá observar a simple vista al principio de la noche en abril cuando podría alcanzar la magnitud 3.5. Aunque su máximo brillo coincidiría teóricamente con el perihelio que es el día 21 de abril, quizás alrededor del día 8 con la luna nueva que no molestará y una mayor separación angular con el Sol las condiciones sean aún mejores.

De periodo 71 años similar al Halley y un enorme núcleo de 30 km de tamaño, fue descubierto en 1812.  En teoría un astro de magnitud menor que 6 puede verse sin ayuda óptica, aunque en el caso de los cometas al ser difusos hace falta que sean más brillantes.

Este cometa suele tener estallidos que incrementan su luminosidad cientos o miles de veces. Si esto ocurriese en marzo o abril sería todo un espectáculo. Parece que durante unos meses de 2023 han ocurrido a intervalos de 15 días, que es el periodo de rotación del cometa, pero actualmente está "tranquilo".

Es una pena que no se aproximará mucho a la Tierra. Parece que jugarán al escondite, o más bien que la Tierra va escapando de él, porque aunque las órbitas se acercan no coincidirán ambos astros en los lugares de proximidad entre ellas. El perihelio es el punto más espectacular porque es cuando más radiación recibe del Sol. De haber pasado el cometa por ahí ahora en enero, habría sido espectacular.

El 12P se verá siempre al principio de la noche, casi en el crepúsculo, y después del paso por el perihelio será más fácil observarlo desde el hemisferio sur.

- C/2023 A3 o Tsuchinshan-ATLAS será observable a simple vista en octubre. Fue descubierto el 9-1-23 y desde entonces se anunció que iba a ofrecer un gran espectáculo 20 meses después, pronosticándose que llegaría a magnitud negativa. Actualmente se habla de -0.2, con lo que brillaría más que el Neowise de hace 4 años.

Tiene una órbita ligeramente hiperbólica por lo que no volverá. Hay que verlo este año o nunca.

C/2023 A3 estará bien situado para ser observado de madrugada desde el hemisferio sur a finales de septiembre cuando estará en el perihelio. Hacia el 18 de octubre se verá al principio de la noche en Ofiuco, cerca de Escorpio y de los planetas Mercurio y Venus. Aunque estará ya al norte de la eclíptica, seguirá viéndose mejor desde el hemisferio sur.

¿Se descubrirá algún otro? Tenemos el ejemplo del Neowise, que solo 4 meses después de descubrirse dio un espectáculo genial, el mejor desde hace más de 25 años, llegando a la magnitud 1, no tan brillante como se espera el Tsuchinshan

-  También el 2024 es importante para el famoso cometa Halley, que habiendo pasado por su afelio en diciembre, (y por tanto ha estado alejándose desde 1986) es este año cuando ya se encamina hacia el Sol y la Tierra. Hace poco he escrito sobre ello.

Por supuesto que todavía hay que esperar varias décadas para verlo, pero el que de alguna manera a partir de ahora su trayectoria le dirija hacia aquí es algo reseñable.



Cada año se descubren varias decenas de cometas nuevos, que en su mayoría son muy débiles y solo pueden visualizarse con telescopios: 

Por ejemplo el pasado año  C/2022 E3  (ZTF) descubierto el 2-3-2022 que alcanzó una magnitud 4.5 a principio de febrero de 2023, el Nishimura (C/2023 P1) descubierto en agosto de 2023 y visible en septiembre, que aunque alcanzó una magnitud de 3.5 fue muy difícil de observar por mantenerse muy bajo en el horizonte, o el  96/P Malchholz, también muy problemático.

Los 3 cometas mencionados, entre los más brillantes de 2023. (E. E., D. Bartlett y M. Jaeger)
Por supuesto, hay mejores imágenes tomadas con telescopio y apiladas con técnicas informáticas, pero estas se parecen más a lo que pudo observarse con unos prismáticos y pueden compararse con la siguiente foto, de como se ve un gran cometa con las mismas condiciones.

De estos y otros más se habló en los foros astronómicos, pero no llegaron al gran público. Los de 2024 seguro que sí, porque es de esperar que alguno se exhiba al menos como éste:

El cometa Neowise en julio de 2020


viernes, 29 de diciembre de 2023

Vesta, el asteroide más brillante


En marzo de 1807 Heinrich Wilhelm descubrió un nuevo astro, que durante 38 años fue considerado el decimoprimer planeta del sistema solar. Luego se le dio la categoría de asteroide y hoy se le conoce como 4 Vesta.

De los más de un millón de asteroides que se conocen, Vesta es el que alcanza un mayor brillo visto desde la Tierra y precisamente estos días es cuando, al estar en su oposición  (en dirección opuesta al Sol y casi a la menor distancia de nuestro planeta) podemos verlo, casi casi a simple vista y durante toda la noche.

27-12-23. En esta imagen, a pesar de la contaminación lumínica de Bilbao y de la proximidad de la Luna llena, puede apreciarse el asteroide Vesta. Un puntito que parece una simple estrella, pero si utilizando algún mapa o programa informático logras distinguirlo, quizás sientas la emoción de estar viendo algo por primera vez: un astro del que has oído hablar y del que quizás incluso has hablado, y que al día siguiente habrá cambiado de posición.


En esta animación se aprecia el cambio de posición del asteroide respecto a las estrellas de un día a otro, quizás la principal característica observacional de los asteroides.

Animación con las posiciones de Vesta alternativamente los días 25 y 26 de diciembre

 Aunque poco a poco se va alejando de la Tierra y por ello perdiendo brillo, todavía unos cuantos días será accesible a prismáticos y cámaras fotográficas montadas en un trípode.

El día de la oposición (21 de diciembre) alcanzó el máximo brillo con magnitud de 6.37, y el 22 de enero su brillo disminuirá hasta la magnitud 7 y costará mucho más encontrarlo. Si no consigues verlo antes, la próxima oportunidad será en fechas próximas al 2 de mayo de 2025 cuando vuelva a estar en oposición y a una menor distancia que esta vez (debido a la excentricidad de su órbita), y en esa ocasión alcanzará la magnitud 5.6 (Cuanto mayor es el brillo, el número de la magnitud es menor)




Actualmente (día 29-12) tiene la magnitud 6.5 con lo que puede localizarse relativamente bien, pero siempre es imprescindible contar con un mapa. Aquí te pongo tres, a partir de fotografías: El primero amplio, para situarse hacia la zona de cielo hacia donde hay que mirar. Es precisamente la región más llamativa, con las constelaciones de Orión, Tauro, Auriga, Géminis o las brillantes estrellas Sirio y Proción.

Vesta se sitúa entre estas constelaciones típicas de invierno, en un hueco libre de estrellas brillantes. concretamente estos días traspasa la teórica frontera de Orión a Tauro. Todas las imágenes las he obtenido hacia las 4 de la madrugada, (por ello, por ejemplo, Orión aparece vertical) y si intentas mirar al principio de la noche todo aparecerá girado casi 90º en sentido antihorario:

En amarillo, la zona donde se mueve Vesta estos días

En el siguiente, con la zona ampliada, y con la posición de la brillante Betelgeuse, que es la referencia que yo he utilizado para buscar la zona en concreto.


Y el último con detalle en concreto de la zona para poder determinar entre todos esos puntos estelares cual de ellos corresponde a Vesta.


Te animo a que intentes verlo en diferentes fechas con unos prismáticos, y quizás sientas la satisfacción de que efectivamente lo habías localizado porque se habrá movido respecto a una observación de unos días antes, e incluso se puede apreciar al día siguiente si hay alguna estrella cercana que nos sirva de referencia, o haciendo fotos y comparándolas luego tranquilamente. 

Será más sencillo los días 9, 10, 22 y 23 de enero (aunque estos dos últimos ya más débil), por situarse junto a estrellas relativamente brillantes.

Todas estas imágenes las he obtenido desde dentro de una gran ciudad, con la luna llena muy cerca de Vesta, y sobre las 4 de la madrugada, que es cuando la zona era observable desde mi ventana. Seguro que tú encontrarás mejores condiciones. Al menos lo de la Luna, que ya está menguando y marchándose de la zona.

En todos los casos la trayectoria marcada en amarillo empieza el día de navidad, la primera ocasión en que pude verlo por tener el cielo totalmente cubierto de nubes los días y semanas anteriores, aunque ahora ha habido más suerte, y acaba el día 22 de enero, cuando Vesta se sitúa junto a la estrella ómicron de Tauro y prácticamente cuando su brillo disminuye hasta la magnitud 7 y a partir de entonces ya se hará más complicado de localizar.


 


Desde 1801 (precisamente en la primera noche del siglo XIX) hasta 1807, como se ha dicho, se encontraron 4 nuevos astros que giraban alrededor del Sol en una búsqueda con la idea de que faltaba un planeta entre Marte y Júpiter. Estos astros recibieron las denominaciones de 1 Ceres, 2 Palas, 3 Juno y 4 Vesta. Se les consideró planetas hasta que en 1845 se descubrió el siguiente y ya quedaba claro que iban a ser muchos más, y les denominaron “asteroides”

El origen de la búsqueda de estos astros está en la llamada ley de Titius-Bode, surgida ante la curiosa relación numérica de la distancia al Sol de los diferentes planetas conocidos en aquella época, a finales del siglo XVIII:

Si se toman los números  0, 3, 6, 12, 24, 48, 96 (excepto el segundo, cada uno es el doble del anterior), se suma 4 a cada uno:    4, 7, 10, 16, 28, 52 100 y se divide entre 10 salen, casi clavadas las distancias al Sol en unidades astronómicas de los planetas, excepto que queda libre el quinto número: 0.4, 0.7, 1, 1.6, 2.8, 5.2 y 10. El 1 corresponde a la Tierra, el 1.6 a Marte, el 5.2 a Júpiter pero el 2.8 está libre.

Muchos lo consideraban solo una curiosidad numérica, hasta que se descubrió Urano, que cumplía el siguiente número: 19.6. Fue por ello que varios astrónomos realizaron una campaña para encontrar el planeta que estuviera a una distancia de 2.8, y en 7 años encontraron cuatro (el último Vesta) aunque eran muy débiles y por ello su tamaño sería muy pequeño.

Aunque la posición aproximada de estos astros parecía confirmar la ley de Titius-Bode, el descubrimiento de Neptuno confirmó que había sido una casualidad porque la distancia al Sol de este nuevo planeta estaba muy distante del siguiente término de la sucesión numérica. En cualquier caso había servido para promover la búsqueda de estos pequeños astros.


Órbitas y posiciones actuales de los 4 primeros asteroides descubiertos.

Es curioso que Vesta sea el asteroide que llega a ser más brillante (en su oposición, claro) cuando no es el más grande, título que ostenta Ceres por mucho, e incluso es ligeramente más pequeño que Palas, pero por ello no deja de ser más extraño que fuera el cuarto asteroide descubierto (el primero fue Ceres) ya que la clave para verlo está en el brillo y no en el tamaño. Evidentemente su superficie es más reflectante.


Imagen y tamaño relativo de Ceres y Vesta

Estas imágenes de Ceres y Vesta están mucho más detalladas que las que se pueden disponer de otros grandes asteroides porque fueron obtenidas en la misión espacial Dawn que visitó estos astros entre 2011 y 2018, e incluso permitió elaborar una sugerente imagen completa de la rotación de nuestro protagonista:

Cuando lo veas en el cielo, (solo como un débil puntito) imagínatelo con esas marcas y cráteres girando sin parar.

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Editado el 30-12

Sorprendentemente la meteorología se ha puesto de mi parte más de lo pronosticado, y he podido obtener nuevas imágenes que, aunque no sean de calidad, sirven para comprobar la trayectoria de Vesta.







sábado, 23 de diciembre de 2023

El cometa Halley en el camino de vuelta

Sin ninguna duda el cometa Halley es el más nombrado (iba a decir “el más conocido”, pero la gente solo conoce su nombre) de todos estos astros: En cuanto se habla de cometas es el Halley el primero que viene al pensamiento.

Es cierto que de vez en cuando aparece algún cometa más brillante y espectacular, pero su periodo es de miles de años por lo que no se tenía noticias antes de aparecer, y es el Halley el único cometa de corto periodo que se pueda observar a simple vista, y podemos esperarle con la certeza de cuándo volverá.

El Halley en 1910

Teniendo en cuenta que la última vez que pasó por aquí fue en 1986, ninguna persona menor de 38 años lo ha visto nunca, pero incluso la inmensa mayoría de quienes vivieron por aquel entonces no pudieron avistarlo ya que fue uno de los peores pasos posibles. No volverá a acercarse hasta 2061 en que, entonces sí, lucirá una majestuosa imagen y sin duda será observado por multitud de personas.

Pero esta semana el Halley ha sido noticia porque el pasado 9 de diciembre pasó por su afelio, el punto de su órbita más lejano al Sol. En sentido figurado es como si hubiese terminado el alejamiento de aquí y se hubiera planteado la vuelta.

Aunque fue ese día cuando más alejado estuvo del Sol, en realidad el 29 de Julio de este año 2023 estuvo más lejos de la Tierra, y ya desde entonces la distancia con nuestro planeta ha ido disminuyendo, porque hay que tener en cuenta también el movimiento de la Tierra.

Cerca del afelio el cometa se mueve muy despacio; mucho más que la Tierra

Ahora, con 38 años de antelación a su llegada, podemos predecir cuál es el espectáculo que nos brindará.

Aunque en principio el comportamiento del Halley es similar cada vez que se acerca al Sol (aproximadamente cada 75 años), la fecha de su perihelio (día y mes) determinará su espectacularidad visto desde la Tierra porque a partir de ello sabremos en que punto de la órbita está nuestro planeta, la distancia en que lo tendremos en la fase más espectacular y podremos deducir las posiciones en que lo veremos respecto al Sol. 

En el perihelio recibe la máxima radiación solar y por ello muestra la mayor actividad y brillo, pero puede que su cercanía (angular) al Sol dificulte su observación y tengamos que conformarnos con verlo menos activo y desde lejos, como ocurrió en 1986. Posteriormente al perihelio mantiene esos parámetros o se reducen más lentamente que lo que aumentaron.

Es curioso que si consultamos diferentes fuentes (normalmente con datos correctos como Stellarium o incluso NASA-orbits), podemos obtener resultados distintos en cuanto a las fechas de máxima aproximación a la Tierra, del perihelio, y en consecuencia de la espectacularidad del cometa, pero esto es porque utilizan parámetros actuales para los cálculos, pero casualmente durante esta vuelta pasará relativamente cerca de Júpiter y su atracción gravitatoria los modificará ligeramente.

Aproximación del Halley a Júpiter en 2060 en el camino de vuelta. Aunque en planta parece que casi coinciden, en realidad el cometa pasa a una cierta distancia al Sur (por abajo en el gráfico de perfil)

Debido a estas circunstancias (que pueden ocurrir a la ida o a la vuelta) el cometa Halley no tiene un periodo fijo, sino que es visible desde la Tierra en intervalos de entre 74 a 79 años

Pero tomando la fecha calculada del perihelio el 28 de julio de 2061 se darán las condiciones casi ideales y muchísimo mejores que las de 1986.

Acercamiento del Halley en 1986 y 2061, y posiciones de la Tierra desde 45 días antes del perihelio del cometa hasta 60 días después. Puede verse la gran distancia entre la Tierra y el cometa en el perihelio en 1986, mucho mayor que la de 2061.

Efectivamente, para quienes lo vimos en 1985-86 fue bastante decepcionante: justo en el momento de mayor actividad la Tierra estaba en la parte opuesta de su órbita, y con ello lo teníamos en la misma dirección que el Sol. Las peores circunstancias, que solo permitieron verle (y de lejos) cuando estaba lejos del perihelio y poco activo. A pesar de ello mucha gente se aficionó a la astronomía con motivo de la expectación que surgió e incluso más de una revista de astronomía empezó su andadura a causa del cometa.

Pero a los jóvenes, que lo veréis en 2061, os ha tocado la lotería de un paso espectacular, cuyo gráfico repito en esta animación para apreciarlo mejor:


Antes del paso por el perihelio, en los meses de junio y julio podrá verse en el crepúsculo matutino antes de la salida del Sol. 

Justamente en el perihelio la Tierra estará lo más cerca posible, y si bien en esos momentos no será muy fácil verlo por estar en conjunción con el Sol, tendrá una declinación eclíptica norte de casi 20º (estará situado por encima del plano orbital de la Tierra) y eso hará posible que sea observado desde latitudes medias del hemisferio norte 30 o 40 minutos tras la puesta de Sol (como se aprecia en el siguiente gráfico) teniendo en cuenta que tendrá una magnitud pronosticada de -3. 

Situación el día del perihelio 30 minutos después de la puesta de Sol en latitud 40º Norte. Alcanza una altura de 12º a pesar de estar en la dirección del Sol en Ascensión recta.

Pocas semanas después aún mantendrá su brillo y su elongación oriental aumentará, con lo que se verá muy bien al principio de la noche prácticamente desde cualquier lugar.

Desde luego, el cielo se vestirá con sus mejores galas para dar la bienvenida al Halley en su máximo acercamiento al Sol y ofrecerá unos crepúsculos vespertinos y comienzo de la noche espectaculares: El brillante planeta Venus así como también Marte estarán por allí para recibirlo y a ellos se unirá pocos días después Mercurio. Y solo 5 días antes del perihelio, el 23 de julio, ocurrirá una preciosa conjunción de la Luna, Marte y la estrella Spica. Todo en una misma zona del cielo por donde se paseará el cometa.

Quizás estés pensando que doy demasiados detalles para un fenómeno que ocurrirá dentro de más de 37 años, pero está claro que no puedo esperar hasta entonces para contarlo.

Y si hablamos del Halley, tampoco es inadecuado hacerlo en estas fechas navideñas porque la estrella de Belén evidentemente es un cometa y además el motivo o el origen de representarla así es la pintura de Giotto, que en su cuadro dibujó el Halley que había visto recientemente.


O sea, que es la excusa perfecta para desearte que pases unas felices fiestas.

miércoles, 13 de diciembre de 2023

Un buen año para las Gemínidas

 

Sin solución de continuidad los fenómenos astronómicos se suceden estos días uno tras otro.

A la excepcional ocultación de Betelgeuse de ayer martes le sigue la lluvia de meteoros de las Gemínidas con el máximo previsto en las noches del 13 al 14 (hoy mismo) o en la siguiente.

Una estrella fugaz o meteoro surca el cielo

Ya publiqué algo hace cuatro años (Puedes leerlo en  Dos lluvias de meteoros…  ) y no había pensado escribir sobre el tema nuevamente, pero me he decidido a incluir este breve post por dos motivos: Para recordarlo porque este año las condiciones son muy buenas, mucho mejor que entonces, y porque he encontrado un artículo en National Geographic del mayor experto en estos temas en España, Josep María Trigo, donde explica cómo parecen surgir los meteoroides de un asteroide (Phaetón), en vez de un cometa, por un proceso totalmente distinto y sorprendente. Puedes leerlo aquí

Las Gemínidas suelen constituir la mejor lluvia de meteoros del año, la más prolífica aunque no se observe tanto como las Perseidas de agosto por las fechas no tan propicias (con frío y sin vacaciones) pero además cualquier momento de la noche es adecuado sin tener que esperar a la madrugada como en la mayoría de las lluvias, estando su radiante (en Géminis) toda la noche por encima del horizonte para una latitud media del hemisferio norte, y con una baja velocidad que ayude a que te avisen cuando surge una por donde no estás mirando.

La constelación de Géminis y situación del radiante de las Gemínidas en diferentes momentos de la noche para una latitud de 40º N

No hay que mirar solo a la zona del radiante, pero cuanto mayor sea su altura más se verán.

Estas dos circunstancias de la baja velocidad y buena situación del radiante en el cielo se deben a la posición relativa de la órbita de Phaeton y la Tierra, como se puede deducir de los siguientes gráficos:

Posiciones el 14-12-23.      La dirección que llevan los meteoroides y la Tierra son en cierta forma similares, con lo que el meteoro se produce como un choque lateral de baja velocidad de impacto (figura B). Además alcanzan a la Tierra por la parte externa de su órbita (figura A), en los lugares en que es de noche. 
Gráficos obtenidos a partir de cneos.jpl.nasa.gov/orbits/.

Este año es muy bueno para las Gemínidas porque la luna (prácticamente nueva) no molestará con su luz, y por si fuera poco, parece que en la mayor parte de la península Ibérica (excepto en el norte) la noche del 14 al 15 no habrá muchas nubes.

Te invito a clicar los dos enlaces del principio y creo que la lectura de ambos textos puede motivar la observación de la lluvia de las Gemínidas en este año tan favorable y con ello justificar este post, aunque por aportar algo más, aunque no sea muy científico...

¿De dónde viene la costumbre de pedir un deseo cuando se ve una estrella fugaz?

Seguro que hay muchas opiniones, pero acabo de oír una que tiene su lógica: Los deseos se pedían a los dioses, pero estos estaban por encima de la bóveda celeste y difícilmente llegarían. Un meteoro da la sensación de que viene del cielo hacia la Tierra, y por ello romperá la bóveda. Entonces se pide el deseo que podrá atravesar por ese hueco antes de que se cierre y llegar a su destino.

Solo me queda felicitar a la publicación NATIONAL GEOGRAPHIC que, si en alguna ocasión he criticado, ahora debo reconocer que, recurriendo a un experto, ha cumplido.

Y Betelgeuse se oscureció

 

Aunque no fuera total, y a la espera de hacer estudios de su curva de luz en las observaciones realizadas y la situación geográfica de cada una, la anunciada ocultación de la estrella Betelgeuse por el asteroide Leona ocurrió la madrugada del día 12 como estaba previsto.


            Momento preciso de la ocultación, obtenido por Oscar Martín Mesonero (startrails.es)

Hay que resaltar que, tal como se dijo, es la primera vez que se tiene constancia de un fenómeno de este tipo: una ocultación parcial y progresiva de una estrella por un asteroide, que aunque las ocultaciones ocurren a menudo, siempre son instantáneas y totales. Por tanto hay que valorar y justificar la emoción que se aprecia en algunos audios, ya que puede decirse que ha sido algo histórico.

Es por ello que he decidido recoger, aunque me salga del esquema habitual de usar mis materiales, varias observaciones con el permiso de sus autores, a quienes se lo agradezco.

Desgraciadamente la transmisión en directo que anuncié en el anterior post fue suspendida a causa de las nubes en el lugar de observación:

Pero pero voy a poner a continuación algunas imágenes y vídeos del fenómeno, que pudieron verse desde otros lugares en que hubo más suerte.

- A pesar de las nubes altas que hubo durante toda la observación, mis colegas de ApEA y amigos Sensi Pastor y José Antonio de los Reyes desde su observatorio de Cehegín, a 14 km de la teórica línea central de la ocultación obtuvieron este vídeo, donde Betelgeuse aparece a la derecha de la imagen:

En esta curva de luz que elaboraron, se aprecia la caída de la magnitud de la estrella entre las 1:15:15 y 1:15:25 (TU)



- Desde Cieza (Murcia), justo en la teórica línea central, a donde se desplazó Oscar Martín Mesonero (startrails.es): 

Y obtuvo este magnífico vídeo, con varias secuencias de la ocultación al final tomadas con diferentes ampliaciones:


Que se puede ver en Youtube https://www.youtube.com/watch?v=SWHkEqFgtmA&t=51s y realmente merece  la pena.

- Un vídeo donde también se ve claramente la bajada de brillo de Betelgeuse es el que obtuvo José Franco de Astroingeo (Alicante):



- Un estético montaje realizado por Leonor Ana Hernández, con imágenes de Orión y Betelgeuse eclipsada y sin eclipsar, enmarcadas en otra con mayor campo desde La Sagra (Granada)

Leonor publicó esta imagen en Twitter, como siempre acompañada de comentarios jugosos y emotivos, que te aconsejo lo veas:  https://twitter.com/LeoAstronomada/status/1735002158884425781/photo/1


- Aquí otro vídeo de la ocultación (hay imagen a partir del segundo 10), en este caso obtenido desde La Romana (Alicante) por Josep Masalles, que tuvo como colaboradores a Toni Selva, Rafael Quiles, Carles Schnabel, Carles Perelló y Jordi Juan: 


Que además recogen en https://astronomia.josepmasalles.cat/transits-i-ocultacions/ocultacio-de-betelgeuse-per-lasteroide-leona-2023-12-12/ los detalles de la observación y resultados obtenidos.

Analizando los diferentes datos y emplazamientos de las observaciones se obtendrán sin duda mejoras en la órbita de Leona, la posición de Betelgeuse, los tamaños de ambas,... Tal como se indicaba en el post anterior.

Es posible que vaya añadiendo algún dato más, pero quería dejar constancia cuanto antes de este fenómeno que ocurrió ayer 12-12 y quedará en los anales de la astronomía.


viernes, 8 de diciembre de 2023

Un fenómeno quizás nunca visto antes

Imaginemos que el próximo 11 de diciembre estamos en Córdoba o en Alicante, o en un lugar cercano a la línea que une estas dos capitales. Trasnochamos y algo después de las 2, ya del día 12, estamos mirando al cielo. Sería muy probable que dirigiésemos nuestra vista hacia la zona de Orión por ser la constelación más llamativa, que aparece en una extraña posición vertical, y quizás nos detendríamos en Betelgeuse, su estrella más destacada que a esa hora estará en la esquina superior izquierda de la constelación.

Justamente a las 2:15 veríamos algo extraño: Durante unos 10 o 12 segundos, que quizás nos parecieran mucho más, el brillo de esta estrella rojiza empezaría a debilitarse, quizás se apagase del todo, para volver a encenderse y alcanzar su brillo habitual.

Simulación de lo que podría ser la ocultación

No sería un efecto de nuestro subconsciente, sino algo que realmente había ocurrido y que no se tienen referencias de que haya sido observado antes: La ocultación parcial de una estrella por un asteroide.

Zona de la península Ibérica desde donde podría observarse la ocultación. El mayor oscurecimiento de la estrella se vería previsiblemente desde la línea roja y hay probabilidad de ver algo dentro de la franja, aunque disminuye según nos alejamos de la línea central. Imagen de cloud.occultwatcher.net

En general, este fenómeno de ocultaciones de estrellas por asteroides es frecuente porque hay un gran número tanto de unas como de los otros, y suele ocurrir que un asteroide, que evidentemente no tiene luz propia y por su pequeño tamaño prácticamente no nos llega la luz que refleja, pasa por delante de la estrella y bloquea la luz que nos llegaría de ella. Vemos cómo la estrella se apaga. Pero otros observadores que estuvieran en otros lugares no lo verían:

Desde el punto A de la superficie de la Tierra se apreciaría en ese momento la ocultación, pero desde el punto B no. La distancia a la estrella es infinitamente mayor que la reflejada en este esquema.

Pero esto suele ocurrir con estrellas débiles porque su número es muchísimo mayor, aunque en este caso se trata de una de las estrellas más brillantes del cielo, y no solo eso sino que es la de mayor tamaño angular vista desde la Tierra. 

Esa es la clave para que su ocultación sea "diferente" y no se tenga referencia de la observación de algo igual.

Exceptuando el Sol, las estrellas están tan lejos que se ven como puntos, pero Betelgeuse fue la primera que pudo detectarse como un disco. Por ello en cualquier otra ocultación el punto de luz de la estrella desaparece repentinamente pero en este caso la luz de Betelgeuse irá debilitándose y hasta es posible que desaparezca, aunque las previsiones indican que probablemente será un eclipse anular y si el cielo está limpio no llegará a apagarse del todo.

La mejor imagen de Betelgeuse de que se dispone, obtenida por el gran telescopio VLT



El asteroide que provocará este fenómeno se llama (319) Leona, y se conoce su forma y tamaño aproximado precisamente porque se han analizado dos ocultaciones que produjo en dos débiles estrellas hace pocos meses.

¿Cómo se hace para conocer tamaño y forma, además de su rotación?

Una red de observadores situados en diferentes lugares cronometran el tiempo que dura la ocultación y la hora en que se produce, y como la lejanía de la estrella hace que es como si proyectara su forma sobre la superficie de manera directa, la diferencia de latitud de los dos lugares más alejados desde los que hubo observación y la diferente duración de la misma en distintos puntos intermedios darán las dimensiones del asteroide según su orientación en ese momento.  A partir de su sombra se obtiene la forma del asteroide.

Digo “sombra” en sentido figurado porque no es que oscurezca, evidentemente, porque la estrella no nos alumbra, sino que dejamos de verla cuando estamos bajo la “sombra” del asteroide.

En el punto A se vería una ocultación mucho más breve que en B y que en C. Empezaría a la vez que en B y terminaría a la vez que en C

Como la trayectoria de los lugares desde los que se ve la ocultación de la estrella es larga, (en este caso se podrá observar de China a México) tardará unos cuantos minutos de un punto a otro  y el asteroide va girando, con lo que los diferentes resultados de las observaciones permiten estimar su rotación. 

En este caso no solo podrán determinarse de manera más exacta las características de Leona, que ya se sabe que tiene un tamaño entre 50 y 80 km siendo irregular y ligeramente elíptico, sino también el tamaño real de Betelgeuse o su posición real en el cielo, ya que al ser de gran tamaño es más difícil que con otras estrellas. Además su superficie tiene zonas más claras y más oscuras, y su disco no es uniforme, y esto quizás también podría estimarse con los datos de la ocultación.

Da también la casualidad de que el tamaño aparente de Betelgeuse y de Leona (vistos desde la Tierra) son muy similares, del orden de 50 milésimas de segundo de arco, pero el asteroide no es circular sino de bordes irregulares, por lo que según la orientación de Leona podría producirse una ocultación total o anular.

Curiosamente en 2019 se apreció un paulatino debilitamiento de Betelgeuse e incluso se pensó que eso indicaba una próxima explosión como supernova, aunque finalmente se comprobó que se debía a una gran eyección de masa en su superficie que luego formó una nube de polvo que bloqueó la luz de la estrella, en un fenómeno que nunca se había observado anteriormente y que duró varios meses. 


Imagen de Betelgeuse obtenida por el VLT en diciembre de 2019 donde se aprecia el polvo que oscurece parte de la luz de la estrella. Créditos / ESO/M. Montargès

Lo de ahora no tiene nada que ver con aquello, será muchísimo más breve pero más evidente para quienes tengan la suerte de verlo, y también será un fenómeno único.

En cualquier caso, se trata de un fenómeno excepcional por su rareza y, aunque no podamos verlo directamente, habrá transmisiones vía internet, por ejemplo en este enlace

También hay proyectos de ciencia ciudadana relacionados con la ocultación, como el organizado por Starblink.org . En su web (que incluye un interesante simulador) y en otras páginas técnicas se describen los materiales y los procedimientos a utilizar para obtener datos que se puedan luego compartir; pero si lo que quieres es disfrutar del excepcional evento solo necesitas desplazarte a la franja de observación, que no haya nubes por la zona, y abrir los ojos.

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12-12-23

Próximamente incluiré imágenes y vídeos de la ocultación, obtenidas esta madrugada por astrónomos aficionados, en un nuevo y breve post.