Este próximo sábado día 14 se producirá un nuevo eclipse, en este caso un eclipse de sol anular. La mecánica celeste brindará un bonito espectáculo, que curiosamente solo será observable desde América, y aunque quienes no estamos por allí solo podremos verlo a través de las imágenes que como es habitual se envían a través de internet (por ejemplo en https://www.youtube.com/watch?v=2LXe8luM4i8 ) o los medios de comunicación, siempre se puede aprender algo.
Este 2023 se cumple la norma más habitual de que ocurran 4 eclipses en un año: una pareja de Sol y Luna separados por 2 semanas, y al cabo de medio año otra. Concretamente el 20 de abril fue el eclipse de Sol híbrido seguido por el penumbral de Luna el 5 de mayo, y ahora después de este anular viene el parcial de Luna el 28 de octubre. En definitiva, este año 4 eclipses diferentes.
Pero volvamos al del sábado: El
anillo de Sol podrá verse sucesivamente en una banda que proveniente del
Pacífico cruzará Estados Unidos de Noroeste a Sureste, tocará suelo mexicano en la península del Yukatán, casi todos los países de América central (Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, y Panamá), continuará viéndose desde Colombia y Brasil,
acabando en el Atlántico.
Gráfico de NASA |
Es realmente llamativo cómo casi toda la franja de anularidad (la línea roja del centro de la imagen) queda contenida en zona terrestre tocando muchos países americanos. Desde luego no ha ocurrido anteriormente algo similar con otro eclipse, al menos en los últimos siglos.
Pero como siempre ocurre en estos
casos, a ambos lados de la franja de anularidad se observará un eclipse parcial,
y es aquí donde sorprendentemente se ajusta al continente americano y
prácticamente solo allí. Podrá observarse en todo él excepto en la zona más
meridional de Chile y Argentina, y fuera de América únicamente en los archipiélagos del
Atlántico y muy levísimamente desde la costa occidental de África (Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea...) y las islas Canarias (excepto
Lanzarote y Fuerteventura ) desde donde solamente se verá ponerse el Sol en el mar faltándole un
mordisco en la parte inferior, muy similar a éste que pude ver en agosto de 2017 desde el sur de Burgos.
Si estás en América, aprovecha la oportunidad y, si puedes, intenta desplazarte hasta donde se vea el anillo. Cuidado con la vista porque en ninguna fase de este eclipse se puede mirar directamente al Sol, utiliza gafas especiales, o proyecta la imagen con telescopio o prismáticos, pero no te pierdas el fenómeno, porque aunque no tengas ningún medio técnico para observar, una de las cosas más sorprendentes que se pueden ver en estos casos es el efecto Pinhole cuando la luz del Sol atraviesa las hojas de los árboles y proyecta curiosas imágenes en el suelo.
Imágenes tomadas durante la observación de los eclipses solares de 2005 y 2006. La de abajo a la derecha es el mencionado efecto pinhole. |
¿Por qué un eclipse anular?
Cuando desde nuestra perspectiva el Sol y la Luna se sitúan en la misma posición en el cielo, si el tamaño aparente de la Luna fuese mayor ocultaría completamente al Sol y se produciría un eclipse total. En caso contrario sería anular.
Por una gran casualidad, el Sol y
la Luna se muestran prácticamente del mismo tamaño vistos desde la Tierra, pero
un tamaño que varía ligeramente ya que también lo hacen las distancias a las que se encuentran estos astros: Cuando
la Tierra está en el perihelio de su órbita (más cerca del Sol), lo que ocurre siempre
a principio de año, éste se verá más grande (1´ más que si está en el afelio),
y en principio hay más probabilidad de que se produzca un eclipse anular.
Sin embargo es más decisivo el
otro factor: el tamaño aparente de la Luna, ya que al ser su órbita más
excéntrica que la de la Tierra, su tamaño aparente varía en mayor medida que el del Sol (casi
5”) y si está cerca del perigeo dará eclipse total, mientras que en el apogeo
será anular.
En este eclipse del próximo sábado el anillo no será de los más anchos: la Luna está solo un poco más cerca del apogeo que del
perigeo (mostrando un tamaño más bien pequeño, recordemos que hace solo dos
semanas hubo superluna) y la Tierra está solo ligeramente más cerca del
perihelio (primeros de enero frente al afelio a primeros de julio).
Concretamente la imagen del Sol varía entre 31´ 31´´ y 32´ 33´´, siendo ahora de 32´02´´. Mientras la Luna lo hace entre 29´ 20´´ y 34´ 6´´, y el día del eclipse será de 29´ 55´´ que como es apreciablemente inferior al del Sol, el eclipse es anular.
En el siguiente gráfico se recogen estas circunstancias:
Gráfico geométrico de este eclipse
En España:
Como la mayoría de lectores de este blog no viven en América, y todo lo relatado les resultará lejano y de poco interés, recojo ahora un par de datos con el recorrido total y el de la anularidad del último eclipse anular ocurrido por aquí, por si le trae recuerdos, y el próximo para ir pensando en organizarse:
3-10-2005
Si volvemos a mirar el mapa global del eclipse de ahora, se aprecia muy bien que las geometrías son casi idénticas, y eso es debido a que los dos eclipses son de la misma serie SAROS (el nº 43 y 44) separados por 18 años y 11 días. Si en aquel caso la sombra tocó 3 continentes (Europa, Asia y África) es porque la geografía es diferente a la de América.
26-1-2028
El eclipse final del magnífico trío que se podrá observar desde la península Ibérica entre 2026 y 2028 |