En esta entrada voy a mezclar dos temas que aunque no tienen nada que ver, coinciden en la fecha y están motivados por los astros.
A diferencia del nuestro, el comienzo del año chino tiene su referencia en el cielo. Este próximo 22 de enero en China se celebra el año nuevo. Quizás la fiesta más popular de aquel país, donde millones de personas se desplazan para reunirse con su familia. Una fiesta de gran tradición y cuyo inicio está marcado por la Luna.
Millones de desplazamientos para reunirse ese día tan especial |
Efectivamente, el día del
comienzo de año es el día de la luna nueva central del invierno, es decir la
más próxima al 5 de febrero que es el día equidistante entre el solsticio de
invierno y el equinoccio de primavera. Dicho de otra manera, sería el día de
luna nueva situada entre el 21 de enero y el 20 de febrero. Aunque quizás en
este caso podría decirse que el año comienza el día de la conjunción.
La mayoría de los pueblos de la antigüedad celebraban el comienzo del año con el principio de la primavera, o como los meses estaban marcados por las fases lunares, con la luna nueva cercana o posterior a ese equinoccio. Era lógico porque es en esa estación cuando la naturaleza despertaba del letargo invernal y todo se ponía en marcha de nuevo.
Pero en China parece que eran más optimistas y cuando ya pasaba la
mitad del invierno consideraban que era el momento de comenzar un nuevo ciclo.
Pero la referencia en nuestro calendario es el 5 de febrero y ellos no la
tenían. La manera de calcularlo era con la primera luna nueva que ocurra
después de 30 días del solsticio de invierno. Y esa referencia sí la tenían, observando las puestas de sol.
Es curioso que si miramos las lunas en un calendario parece que hay algo que no cuadra: nos marca luna nueva el día 21 de enero. La explicación es que esa fase se produce a las 21:56 hora central Europea, que en China ya es día 22, concretamente serán las 16:56
El cielo ese día
Precisamente ese día se produce
un fenómeno celeste destacado: la conjunción de Venus con Saturno. El brillante
Venus que ya lleva unas semanas apareciendo en el crepúsculo vespertino se va
separando angularmente del Sol y apareciendo sobre un fondo más oscuro que le
da más relevancia, mientras Saturno realiza el movimiento aparente opuesto y
después de haber estado al principio de la noche en nuestros cielos va a cesar pronto en su función.
El día 10 de enero Saturno, en la parte superior de la imagen, aún se encontraba a 14º de Venus, que aparece en la parte inferior. |
El día 10 ya se pudo ver a los dos planetas en una misma zona del cielo. Si nos fijamos en la estrellita que está junto a Saturno (delta de Capricornio o Deneb Algedi), prácticamente mantendrá con ella su posición relativa, lo que indica que es Venus el que se acerca, a pesar de que parece lo contrario.
Efectivamente, Saturno es el
planeta lento, y además en esta época ya se mueve en sentido directo como si quisiera evitar el encuentro, y
tiene que ser Afrodita la que se acerque al anciano Cronos (como llamaban los griegos a nuestros dos protagonistas). El hecho de que el
Sol también se mueve hacia el Oeste respecto a las constelaciones, produce el
efecto erróneo de que es Saturno el que se mueve hacia Venus.
En esta otra imagen del día 15, ya se les ve más cercanos entre sí, separados por poco más de 8º, pero el mayor recorrido lo hace Venus.
Hoy mismo (miércoles 18) a pesar del temporal de lluvia y nieve he podido obtener esta otra foto cuando ha surgido un claro ente las nubes en la zona adecuada:
Cada vez se ven más cercanos |
Con sus trayectorias opuestas (respecto al Sol), ambos se cruzarán precisamente el día del año nuevo: para nosotros el 22 de enero. Desde China estarán separados por solo 41´ (poco más que el diámetro aparente de la Luna) y desde aquí aún más próximos, con 25´de separación, podrán observarse simultáneamente con un telescopio de poca focal en el mismo ocular.
Actualización 23-1
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Añado un par de imágenes de ayer, día de la conjunción. La primera con la misma focal que las anteriores, y la otra con teleobjetivo
A pesar de que Saturno aparece bastante débil, puede apreciarse a la derecha y encima de Venus |
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Por si fuera poco, al día siguiente aparecerá por la misma zona una finísima luna dando una imagen espectacular, aunque los dos planetas ya habrán empezado a separarse.
Desde la zona oriental de China, los días 22 y 23, una hora después de la puesta de sol |
Por supuesto los chinos no podrán ver la luna el día 22, deberán esperar al 23 y desde lugares con muy buen horizonte y cielo muy limpio, mejor cuanto más al suroeste.
Desde Europa, anocheciendo ya unas horas más tarde, será muy difícil verla el 22 a pesar de que la inclinación de la eclíptica al atardecer una vez avanzado el invierno juega a nuestro favor, aunque ¿quizás no sea imposible?
El día 23 se apreciará sin dificultad si tenemos un cielo limpio y un horizonte suroeste bajo, a la izquierda de Venus, formando una bonita configuración.
Pero desde algunas zonas de América podría verse la finísima Luna junto a los dos planetas el mismo día 22 dando una preciosa imagen. Concretamente al oeste de México, USA o Canadá ya habrán pasado 29 horas de la luna nueva cuando aparezca en el crepúsculo vespertino, y con la eclíptica ya muy inclinada por las fechas y en el caso de México también por la latitud, podrá verse. Y al día siguiente sin problema.
En muchos casos Venus servirá como referencia para encontrar la Luna, y no al revés como habitualmente suele ocurrir. Si nunca has visto una luna tan fina, para hacerse una idea pongo ésta que yo fotografié en julio de 2017, y aunque es menguante (29 horas antes de nueva), es simétrica a la de ahora.
Luna de -29 horas |
Y aunque con 4 horas más de diferencia, esta otra luna de 2014, acompañada también en esta ocasión por el planeta Venus
Luna de -32 horas, en la misma imagen que Venus, aunque no excesivamente cerca |
El lunes 23 podremos verlo.
En estos viajes, vistos desde nuestra perspectiva, Venus va visitando cada uno de los planetas: el primero fue Mercurio, ahora Saturno, luego será Júpiter formando una pareja muy brillante que no hemos visto al principio de la noche desde 2015, y finalmente se acercará a Marte, aunque tampoco hay que olvidar los encuentros con Neptuno y Urano antes y después, respectivamente, del de Júpiter. Y también la fina luna creciente dará juego en algunas de estas aproximaciones.
Espero contártelo, y por supuesto deseo que no haya muchas nubes y lo puedas admirar en el cielo.