Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

domingo, 15 de marzo de 2020

Coronavirus. Quedarse en casa y disfrutar de los astros


La luna desde la ventana. Esta misma mañana, poco antes de ponerse ya avanzado el día.
Estos días tenía previsto fijar mi atención en la conjunción de la madrugada del día 18. Desde hace meses había hecho planes planes para desplazarme a mi observatorio veraniego a 250 kilómetros de casa, en una región con cielos habitualmente más limpios de nubes y sin contaminación lumínica, y ya estaba consultando las previsiones meteorológicas.

Sin embargo, algo me ha impedido llevar a cabo estos planes, y tú ya sabes lo que es.
El dichoso coronavirus y la restricción de movimientos nos ha obligado todos a quedarnos en casa y a buscar nuevas maneras de pasar el rato. Quizás a muchos los anime a mirar el cielo desde la ventana de casa y descubran algo nuevo en lo que no se habían fijado, o sobre todo, a encontrar un nuevo significado a muchas cosas.

A modo de ejemplo voy a poner ahora una serie de imágenes que estoy obteniendo desde mi casa, que por cierto, está situada dentro de una población de unos 400.000 habitantes, como es Bilbao, y no precisamente en el extrarradio, por lo que las condiciones no son las más edecuadas.


Desde mi casa:

Miércoles 11
Aunque el número de infectados del coronavirus iba en claro aumento, todavía no había surgido la psicosis. El día comenzó con el regalo de una preciosa imagen de la Luna casi llena sobre la niebla baja, aunque también podría buscársele un aspecto siniestro.
La Luna al alba. La niebla baja, y los pájaros merodeando la Torre parecen anunciar algo irreal...
... Como cuando parece incrustarse
Jueves 12
En el País Vasco ya ha surgido la alarma al decretarse el cierre de los centros escolares. Se extiende el lema “QUÉDATE EN CASA”

Desde casa, descubriendo los secretos ocultos de Venus, el lucero vespertino que, como el coronavirus, esconde una imagen sorprendente al verlo ampliado en detalle.

Venus muestra su clara fase en una imagen obtenida a través del telescopio en pleno día, cuando su altura es suficiente para minimizar los efectos de la refracción. El fondo (y toda la imagen) aparece oscurecido para obtener un mayor contraste y definición en la imagen de Venus.
Viernes 13
 Esto ya es una locura y los mandatarios no se ponen de acuerdo. Lo que ha ocurrido con las directrices dadas por el lehendakari del gobierno vasco y las órdenes de su departamento de educación, contradiciéndose, rectificando luego sin reconocer su error y escurriendo el bulto, son de auténtico esperpento.  


Venus aparece impresionante en el limpio cielo crepuscular de Bilbao.
Sábado 14
Estado de Alarma. Todo el día en casa, magnífico cielo, foto-foto-foto...

La imposible imagen del Sol, insertado en la estela de un avión, junto a la siniestra silueta de la torre.


El Sol, después de esconderse tras los cristales...

... Se pone en un ocaso espectacular y que por las sensaciones anímicas alguien pudo pensar que “apocalíptico”
 Y el Sol se fue ... pero al día siguiente iba a volver a salir. 
Venus, al finalizar su diaria función crepuscular también se esconde, agazapándose tras el telón de los árboles del horizonte:
Puesta de Venus tras el estado de alarma.

Domingo 15
Todos nos despertamos como incrédulos después de una pesadilla, mientras la Luna, fantasmagórica, se despide entre rejas, aunque los atrapados sin poder salir seamos los del otro lado.
Se intuye todavía la Luna desde dentro del balcón, detrás de la persiana,...


Desde la ventana.

Me imagino lo que estarás pensando “yo no tengo la suerte de tener en casa una ubicación como la tuya” (la ventana mágica como la describió mi colega y amiga Kruchi), y además los días que haga mal tiempo, …
Respeto a esto último habrá de todo, y aunque acaba de llegar un frente, vuelven a anunciar cielos despejados en pocos días, al menos en mi zona.

Bueno, siempre hay opciones, y casi desde cualquier sitio se puede disfrutar del cielo. Aunque desde tus ventanas solo puedas observar un pequeño trocito de cielo asomándote y retorciendo el cuello, te aseguro que lo que descubras puede ser muy gratificante. ¡Gracias a ello me metí yo en este apasionante mundo de la astronomía!


Aunque para hacer observaciones en buenas condiciones no es adecuado por la turbulencia que se crea en la ventana, también colocando el telescopio dentro de casa se puede disfrutar.
Por supuesto, he colocado el telescopio ahí solo para la foto, pero para observar lo saco a la terraza, donde tampoco pillaré ni contagiaré el coronavirus. Para otras orientaciones sí utilizo otras ventanas de casa sin terraza.
En el post “40 años mirando el cielo ... “ narré la rocambolesca manera que entré en contacto con los astros, hace ya más de 4 décadas. Pero la continuación, lo que me dejó enganchado lo pude ir descubriendo desde la ventana de la cocina de la casa donde vivía entonces, un piso interior con todas las ventanas que daban a patio, pero desde la que se veía una porción de cielo.
Ese pequeño trozo fue ideal en mi aprendizaje de constelaciones y evolución del cielo con el paso de los meses.
Algo así veía por mi ventana en aquella época
Cuando en una observación pública señalamos y enseñamos las diferentes constelaciones, todas seguidas, percibo en la mayoría de quienes acuden una sensación de impotencia “Pero tú porque ya te las sabes todas. Para mí será imposible el irlas aprendiendo”. Aunque les digas que de golpe no es posible, que hay que hacerlo poco a poco, la tarea suele parecerles difícil.

Puede parecer paradójico, pero a mí al principio me ayudó mucho el poder ver solo una pequeña porción de cielo y con una gran contaminación lumínica que solamente me permitía apreciar las estrellas más brillantes, que eran las más gordas en mi planisferio, y así no había duda.
Recuerdo como a principio del curso podía ver desde allí la estrella Arturo y, cuando los cielos eran limpios y la luminosidad de los Altos Hornos no era excesiva, algunas de las estrellitas de su entorno. Fui viendo luego cómo Vega, Altair y Deneb le cogían el relevo, más tarde fue Aldebarán, Capella, las estrellas de Orión, …

Recuerdo también que cuando fui luego de vacaciones al pueblo me costó reconocer lo que ya me sabía de memoria, ante la gran cantidad de estrellas de aquel cielo tan extraordinario y enorme pero sin "mis referencias"; y estoy convencido que esas "malas" condiciones en que empecé con la astronomía fueron claves para el éxito, aunque fuese una tarea realizada poco a poco, mes a mes, repasando y sin agobios. Esperemos que el aislamiento por el coronavirus no dure tanto.

*** Por cierto, si tienes una ventana con orientación SurEste (también podría servir Este o Sur), por la que se vea un trozo de cielo, te aconsejo madrugar estos próximos días 18, 19, 20 e incluso el 21. Y ello aunque a causa del teletrabajo hayas retrasado la hora de levantarte. Si encuentras un cielo despejado antes de amanecer, el espectáculo de la Luna visitando tres planetas (o incluso 4) será grandioso.

Iniciativas para pasar el tiempo en casa.

Seguro que tienes por ahí muchos libros, revistas, referencias de vídeos, podcast, artículos de este y otros blogs, ... guardados a la espera de tener tiempo, un tiempo que nunca llegaba. Pues ya está aquí.

- Desde el planetario de Pamplona se lanza esta interesante campaña. Todo lo malo puede tener su parte buena.

- Al igual que otras editoriales, museos, etc. La revista ASTRONOMIA también ofrece la descarga gratuita de varios números, donde tendrás buenos ratos de lectura sobre los astros:  En este enlace aparece la información.

- Además en estos momentos en que muchos de nuestros compañeros de afición también están con tiempo libre, sin poder salir, es más fácil que nos dediquemos simultáneamente a nuestros temas, y recojo dos ejemplos que me han ocurrido hoy y ayer. Pueden parecer solo anécdotas personales que a nadie deberían importarle, pero son indicativas de estas "relaciones" que podemos estrechar ahora.

   * Ante el intento de hacer una observación solar, alguien pide consejo, vía grupo de whatsapp, sobre la manera de orientar el telescopio, lo que da lugar a una rica conversación, opiniones y diálogo en directo.
-          No consigo colocarlo … y encima no podemos reunirnos por el p. coronavirus.
-          No importa. Voy a poner el mío y trabajamos en paralelo.
Diálogo en directo con fotos, opiniones, pegas, dudas, propuestas, …
Una experiencia preciosa.

   * Aunque sea solo una anécdota, cuento ésto otro porque está relacionado con la movida del coronavirus y con la astronomía:
Una compañera recibe una foto de un amigo (según dice él, realizada desde su casa “ahora mismo”) donde la policía parece que va conminar a un grupo de jóvenes que pasaban de los consejos de quedarse en casa y no formar grupos. Aparece la duda de si es una broma utilizando una imagen de cualquier otro día, y me pide (por supuesto por vía telemática) que compruebe si por medio de las sombras se puede averiguar el  momento en que se obtuvo:

Calculo la altura y el azimut del Sol en el momento en que supuestamente se obtuvo la foto (33º y 227º respectivamente) lo que daría unas sombras de longitud una vez y media la altura del objeto (aproximadamente) y una orientación casi clavada Noroeste.

Efectivamente, la sombra de la papelera (que casualmente está perpendicular a la dirección de la toma y eso simplifica mucho los cálculos de su tamaño real) tiene la longitud adecuada y una vez comprobada la ubicación exacta por medio de Google-maps, la dirección de las sombras también coincide. Disfruté un montón investigando y calculando.

Solo en dos momentos del año se producen esas circunstancias (aunque los días contiguos a la misma hora sean parecidas) por lo que teniendo en cuenta que el fotógrafo no es experto como para haber trampeado la situación, se concluye casi con total seguridad que no ha habido engaño y que ese grupo de jóvenes son unos inconscientes por estar ahí de esa manera en estas fechas.

No lo seas tú y, si no es imprescindibles salir, QUÉDATE EN CASA.

domingo, 8 de marzo de 2020

La nueva lunita

Hoy es 8 de marzo y parece obligado publicar algo en clave femenina. Si hay un astro que se asocia a la mujer (al menos en nuestra cultura), esa es la Luna. Pero no voy a escribir sobre ella sino sobre otra lunita, porque parece que Selene no está sola. Aprovecho así un tema que está en candelero estos días.

Curiosos iconos diseñados para indicar los WC de chicas y chicos, en los que he añadido una lunita
Si el Sol representa lo masculino y la Luna lo femenino, también aquí se puede incluir a otra lunita que se acaba de descubrir porque, aunque como luna sea muy joven, y además es muy pequeña, también las niñas tienen hoy su día.

Pues sí; es posible que hayas oído la noticia de que hay un pequeño astro orbitando nuestro planeta, además de la Luna.
Imagen figurada: Desde las proximidades de este astro, que aparece en primer plano, se podría ver una magnífica imagen de la Tierra, y al fondo la Luna, en la misma fase.
Una diminuta luna, de menos de 5 metros según las estimaciones, y que parece ser que nos lleva acompañando desde hace unos tres años sin que nadie se hubiera percatado de su presencia hasta ahora ya que su brillo es muy débil (apenas ronda la magnitud 20), pero que ya se debe de haber cansado de las vistas que le ofrece el tercer planeta y su gran satélite, y parece que no seguirá durante mucho más tiempo en nuestra compañía, siendo posible incluso que nos abandone y continúe su camino en solitario alrededor del Sol en el próximo mes de abril.

A este nuevo astro se le ha llamado 2020 CD3, nomenclatura correspondiente a un asteroide que haya sido descubierto en la primera quincena del pasado mes de febrero (La letra C indica la tercera quincena del año o, por ser más preciso, la primera quincena del segundo mes).

Efectivamente, fue detectado el día 15 de dicho mes a partir de estas imágenes tomadas en el observatorio Catalina de Arizona. El mismo donde se descubrió en 2016 un espectacular cometa que lleva su nombre.

En diferentes tomas se aprecia la posición muy cambiante de 2020 CD3 respecto a las estrellas, lo que indica que es un astro cercano. Incluso en cada imagen aparece un pequeño trazo de la trayectoria que dejó durante el tiempo que duró la exposición con seguimiento en el fondo estrellado.

Aquí está la mejor fotografía obtenida hasta ahora (2020 CD3 en el centro), gracias al Observatorio Gémini de Hawái:

Imagen obtenida el 24 de febrero (en el centro).
Una vez localizada y determinada aproximadamente su trayectoria, la cámara la sigue mientras va captando y acumulando su luz, y son las estrellas las que aparecen “movidas” como trazos coloreados al ser tomada la imagen sucesivamente con diferentes filtros.
Pero no fue hasta el día 25 cuando oficialmente se confirmó que estaba moviéndose a nuestro alrededor.
Según algunas simulaciones, habría dado 8 vueltas en torno a nuestro planeta después de ser capturada, se ha llegado a aproximar algo más que nuestra Luna de siempre, y su máximo alejamiento habría sido de unas 4 o 5 veces esa distancia.
Pero no han sido órbitas “uniformes” propiamente dichas, sino que ha seguido trayectorias casi erráticas de circunvalación debidas al movimiento e inercia que traía en su viaje alrededor del Sol, y en las que además de la atracción terrestre también puede influir en menor medida la de la Luna.

Su posible trayectoria ha sido recogida en este gráfico:
En color rojo aparece dibujada la trayectoria de 2020 CD3. El anillo blanco corresponde a las posiciones de la Luna en estos 3 años, y en su centro estaría la Tierra.
Todos estos datos sobre la trayectoria, así como las fechas de comienzo y final de la visita, son estimaciones que se han deducido de las posiciones y movimiento que se han observado durante estas escasas semanas desde que la conocemos, pero es solo una simulación de lo que pudiera haber ocurrido y lo que ocurrirá en un futuro próximo.

De hecho se han obtenido otras simulaciones según las cuales habría circunvalado nuestro planeta más de 12 veces, aunque con similares fecha de acercamiento y despedida, o alguna que sugiere que lleve más tiempo con nosotros.
Por ejemplo, ésta otra donde la perspectiva se toma sobre la perpendicular al plano orbital de la Luna:


Pero según el primer estudio, así habría sido el acercamiento y la captura:
En sentido figurado, podría adornarse la situación diciendo que al pasar cerca de la Tierra su trayectoria fue alterada por la gravedad de nuestro planeta, y aunque después de haberse aproximado, y dando un escorzo parece que ya se marchaba, sintió nuevamente la atracción terrestre y debilitada la fuerza para seguir su camino alrededor del Sol “decidió” quedarse un rato quizás para examinar de cerca nuestro planeta y su satélite de siempre.
- ¿Por qué se marchará?

Añado esto, editando el post, a raíz de una pregunta de mi amiga Mile en facebook, que me parece interesante y que yo no había explicado suficientemente:
¿Cómo funciona el "mecanismo" que hará que nuestra "mini luna" se impulse y logre soltarse de La Tierra 🤔, ¿por qué nos orbita durante varios meses y luego se va?, ¿el tiempo que ha estado no significa que le es difícil abandonar esta atracción?

El motivo es que, aunque ha estado dando vueltas a nuestro alrededor, no lo ha hecho con una órbita estable. No ha sido una elipse con la Tierra en uno de los focos (en ese caso se habría quedado definitivamente), sino unos "lazos" un tanto caóticos, diferentes unos de otros, motivado por la inercia que traía. Por ese motivo las posiciones en cada "vuelta" son diferentes y en un momento tomará una dirección y una velocidad que la llevará suficientemente lejos como para que la atracción terrestre no la pueda recuperar.

Añado que, además, la atracción de la Luna puede desestabilizar el movimiento de un astro de estas características, aunque teóricamente sí podría haberse quedado en una órbita estable pero bastante más alejada que la Luna (como ocurre con muchos satélites capturados de Júpiter), moviéndose con referencia al centro de masas del sistema Tierra-Luna.








Precedentes

No es la primera vez que se descubre algo parecido, ya que en septiembre de 2006 se encontró otro asteroide, el 2006 RH120, que también había sido capturado por nuestro planeta (3 meses antes) y permaneció dando vueltas a su alrededor hasta septiembre de 2007. Por lo tanto, este sería el segundo caso, o la "tercera luna conocida" de nuestro planeta.

Si sigues este blog quizás te extrañe que se hable ahora de una nueva luna y que hubiese sido el segundo caso en que se ha descubierto algo así, porque hace casi 4 años traté un tema que podría parecer similar aunque no es lo  mismo: "Las otras lunas"

Se ha anunciado muchas veces que la Tierra tiene una segunda luna.
Incluso, ahora mismo hay varios asteroides que con frecuencia en los titulares de los medios de comunicación son calificados como satélites terrestres, aunque en realidad se trata de pseudosatélites o cuasisatélites, y son situaciones totalmente diferentes a la de 2020 CD3.

En los pseudosatélites también puede considerarse que geométricamente están dando vueltas a la Tierra (visto desde aquí), e incluso la atracción terrestre actúa en ocasiones impidiendo que se marchen, pero en realidad su movimiento es debido fundamentalmente a la atracción del Sol, se mueven en una órbita alrededor de nuestra estrella, pero casi a la par que la Tierra.
Movimiento relativo de un pseudosatélite alrededor de nuestro planeta. La explicación la detallé en el artículo "El asteroide amigo de la Tierra", que se enlaza a continuación.
Desde luego, es una situación mucho más curiosa y complicada que este caso de las lunas capturadas como 2020 CD3. Si te interesan estos temas, te invito a leer el artículo sobre "las otras lunas" citado antes, y estos otros:

El asteroide amigo de la Tierra.


La diferencia fundamental entre “pseudosatélites” y “satélites temporales” es que la causa de su movimiento es la atracción del Sol en los primeros, y de la Tierra (o el sistema Tierra Luna) en los otros. Pero hay un dato observable definitivo, y es que a los pseudosatélites geométricamente se les ve dar una vuelta alrededor de la Tierra cada año, mientras que en estos casos el periodo es muy variable, y éste en concreto parece que ha dado unas 8 vueltas, o más, en los 3 años que lleva junto a nosotros, tal como he dicho antes.

Volviendo a nuestra diminuta protagonista, parece que se han hecho estimaciones probabilísticas que indican que esta captura no es un fenómeno extraordinario, sino relativamente frecuente y que estadísticamente siempre podríamos tener en nuestro entorno alguno de estos acompañantes. Si no se han detectado antes (aparte del mencionado 2006 RH120) ha sido porque su tamaño, y en consecuencia su brillo, son casi insignificantes.
También hay una fuente que cita otro (el 1991 VG) pero que solo estuvo un mes, lo que hace difícil que llegara a circunvalar a nuestro planeta y más bien parece un coorbital terrestre como los pseudosatélites que quizás hubiera visto modificada levemente su trayectoria por la Tierra al pasar cerca de ella.

Origen y futuro de la lunita

Se ha especulado con que nuestra lunita 2020 CD3 en realidad sea el resto o un fragmento de alguna nave espacial de las que hemos lanzado desde nuestro planeta. Esto ya ocurrió con el asteroide J002E3 que se comprobó  que en realidad era la tercera etapa del cohete Saturno V del Apolo XII, y que el asteroide 2013 QW1 era también una de las etapas del lanzador que puso en órbita a la sonda lunar china  Chang´e 2. El mencionado 1991 VG también podría haber tenido este origen.
Resulta curioso que dos trozos de "chatarra" de estos cohetes hayan recibido nomenclatura de asteroides.
En estos dos casos, aunque en principìo se pensó en asteroides y se les dio nombre como tales, enseguida fue identificado su origen. También se sospechó el mismo origen en el citado 2006 RH120 pero luego se descartó.

En el caso de la actual miniluna, mientras la mayoría de las informaciones afirman que también se ha descartado ese origen artificial, en otros lugares se indica que se está analizando su reflectividad, porque sería un parámetro clave para aclarar este asunto.

Tanto los pseudosatélites como, casi con toda seguridad nuestra protagonista de hoy, pertenecen a un grupo más amplio de asteroides llamados ARJUNA, que siguen una órbita alrededor del Sol muy parecida a la de la Tierra: con el semieje mayor muy próximo a una unidad astronómica, una inclinación orbital pequeña y una órbita (al igual que la de nuestro planeta) casi circular con muy poca excentricidad. Eso hace que periódicamente, después de unos cuantos años, vuelvan a acercarse a la Tierra.

Es curioso, que aunque los astrónomos no se pongan totalmente de acuerdo en las trayectorias que 2020 CD3 está siguiendo en nuestra cercanía, se pueda saber cómo es su órbita alrededor del Sol, que aparece representada en estos diagramas obtenidos a partir de nasa.gov/orbits.

Órbitas de la Tierra (en color azul) y 2020 CD3 (en blanco) con las posiciones actuales (a esta escala coinciden en el mismo punto), en el año 2033, cuando nuestra protagonista orbitaría al Sol en la parte opuesta a la Tierra, y en 2047 cuando volverían a acercarse.
Según estas simulaciones los dos astros se aproximarían nuevamente en 2047 pero en esa ocasión 2020 CD3 no sería capturado porque el acercamiento se produce en un lugar en que las órbitas no están suficientemente próximas.
Sin embargo este programa de NASA utiliza siempre los parámetros actuales y no tiene en cuenta las pequeñas variaciones que casi con seguridad puedan producirse, incluso por la interacción actual con la Tierra. Por ejemplo, será totalmente determinante la fecha en que 2020 CD3 nos abandone, porque eso fijará el nuevo punto de partida para sus órbitas futuras.

Todo esto, que podrían parecer elucubraciones sin mucha lógica (sabemos lo lejano en el tiempo y espacio sin estar seguros de lo cercano), se debe a que si su órbita tuviese otras características, hubiera sido imposible que se quedara junto a nosotros un buen rato porque su trayectoria y velocidad le hubiera hecho pasar de largo.

- ¿Nos pueden afectar estas minilunas?

- Alguien ha propuesto que podrían ser explotados los posibles recursos mineros de estos asteroides que se quedan unas temporadas a nuestro alrededor, con un coste no excesivo. Como siempre en temas comerciales o económicos, si los gastos son menores que los beneficios, no tardarán en crearse empresas que se dediquen a estas cosas, aunque con 2030 CD3 no habría suficiente ni para llenar un vagón de mineral.

- Respecto al temor, siempre presente en muchas personas, de que un asteroide pudiera impactar causando una gran catástrofe, en estos casos no hay ningún peligro porque debido a su pequeño tamaño se volatilizarían en la atmósfera.

- Podría ocurrir que alguno de estos se quedara de manera definitiva, y entonces si, habría que decir que la Tierra tiene dos satélites naturales. De hecho muchos de los satélites de Júpiter y de Saturno serían asteroides capturados. Puede argumentarse que los dos planetas gigantes tienen muchísima mayor gravedad que el nuestro, y por ello atraerían a estos astros con más facilidad, pero incluso los dos únicos satélites naturales de Marte (Fobos y Deimos) son también asteroides capturados.
Los asteroides Fobos y Deimos, que también fueron capturados por Marte pero se quedaron allí definitivamente. Incluso el primero llegará a impactar contra el planeta dentro de millones de años. 
Marte al ser más pequeño y menos denso que la Tierra tiene mucha menor gravedad, pero está mucho más cerca del cinturón de asteroides, por donde circula la mayoría de estos pequeños astros.

Bueno, habrá que esperar a ver si nos dan nuevos datos dentro de unos meses para comprobar si 2020 CD3 continúa en nuestra compañía o tenemos que despedirnos de él hasta dentro de unos cuantos años.

sábado, 29 de febrero de 2020

Bisiesto (2): 29 de febrero y el calendario actual


Este post es la segunda parte del artículo sobre los años bisiestos. Aunque puede leerse independientemente de aquella primera parte, si quieres puedes encontrarla aquí: Bisiesto (1) 
Allí se recogían los motivos de esta excepción en el calendario y su origen en la época del imperio romano. Ahora describo la situación actual y los cambios que han llevado a ella.

Hoy es 29 de febrero, una fecha poco habitual cuya existencia se debe simplemente a que los astros no se pusieron de acuerdo y la duración del año no es un múltiplo exacto de la duración del día, aunque bien es cierto que lo contrario habría sido una extraordinaria casualidad, tal como dije en el post anterior.
Aprovecho para felicitar en su onomástica, y le dedico este post, a mi colega de la AAV, Román Almela, colaborador de este blog porque me ayuda continuamente a difundirlo y también me ha proporcionado alguna imagen para incluirla en él.

Pero el 29 de febrero es especial por varios motivos:

- Porque quienes nacen en esta fecha día deben celebrar la mayoría de sus cumpleaños en otra diferente a la que figura en su documento de identidad (frecuentemente lo hacen el 1 de marzo), o incluso algunos presumen de haber cumplido muchos menos años de los que realmente tienen.

- Porque aquellas personas que tengan la mala suerte de llamarse Dositeo o Tararia ni siquiera tienen esa opción para poder celebrar su onomástica la mayoría de los años. No incluyo a mi amigo Román y sus tocayos porque, aunque también hoy es su santo, hay otros nueve “San Romanes” que se celebran a lo largo del año.

- Porque algunos este año tendrán un día más de vacaciones, aunque otros se quejan de no estar bien redactado su convenio laboral y trabajan un día más cobrando lo mismo.

- Porque todo el mundo piensa que esto ocurre cada 4 años, pero no es exactamente así.
Ningún lector o lectora de este blog ha vivido ninguna excepción, pero ya han nacido algunos que lo vivirán, porque 2100 no será bisiesto y habrá 7 años seguidos que no lo sean. También nuestros abuelos, bisabuelos o tatarabuelos que vivieran en 1900 fueron testigos de esta circunstancia.

Después del 2096, los siguientes 7 años no serán bisiestos

La norma actual.
   
Son bisiestos los años múltiplos de 4, excepto los múltiplos de 100 que no sean múltiplos de 400.

Como esto parece un trabalenguas, se me ha ocurrido una manera que creo que es más sencilla para determinarlo:
Son bisiestos los años que al dividirlos entre 4 sale el resto cero. Pero si el año acaba en 00, antes de hacer la división se le quitan esos dos ceros del final.
Así, no fueron bisiestos los años 1700, 1800 ni 1900, y tampoco lo serán 2100, 2200, 2300, 2500, pero sí lo fueron 1600 y 2000 y lo será el 2400.
Como esta norma de las excepciones de los finales de siglo se implantó en 1582, también fueron bisiestos el 1500, 1400, 1300, 1100, … que no lo hubieran sido con las normas actuales.

Esta regla para regular los bisiestos fue implantada por el papa Gregorio XIII en 1582, estableciéndose así la normativa actual del calendario cuyo uso se ha extendido por todo el mundo, y que se le conoce como “calendario gregoriano”, y corrigió la regla de un año bisiesto cada 4, establecida por Julio César en el año 45 a.C. asesorado por el astrónomo Sosígenes. en el llamado “calendario juliano”,

Cuando menciono la "rebuscada" norma actual, algunas personas me dicen que ya no recuerdan qué es eso de los múltiplos, o la manera de obtener el resto ahora que todo el mundo hace las divisiones con la calculadora.
Como seguramente este no es tu caso, deberías saltarte estas explicaciones, hasta el siguiente apartado: “Razones numéricas del cambio”.
Pero en un blog “para todos los públicos” debo aclararlo:

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Si hacemos la división con la calculadora, diremos que “el resto es cero” cuando en el resultado que aparece en la pantalla no hay decimales. Por ejemplo, si dividimos 2020 entre 4 sale el cociente 505 (o 505.). No hay decimales y es bisiesto. El año pasado no lo fue porque 2019 entre 4 sale 504.75, ni tampoco lo será 2100 porque una vez quitados los dos ceros, 21/4=5.25, pero sí el 2400 porque 24/4=6.


O si prefieres recordar cómo se obtiene el resto en las divisiones como las hacíamos “de pequeños en la escuela”, aquí van los ejemplos citados antes:
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Razones numéricas del cambio
  
La reforma de Gregorio XIII se realizó para adecuar el calendario más exactamente a la duración del año, y de esta manera evitar que las distintas fechas dejaran de producirse con las correspondientes estaciones. Lo mismo que cuando en la antigua Roma se estableció el calendario juliano, aunque la motivación, como explico luego, fuera diferente y el ajuste más riguroso.

Un año no tiene un número exacto de días o, dicho de otra manera, la duración del año no es un múltiplo exacto de la duración del día. Son algo más de 365, por lo que al tomar habitualmente este número, cuando "el pico" completa un día hay que poner un bisiesto.

Concretamente un año dura actualmente 365.242198… días. Las cifras decimales son infinitas, e incluso son variables porque la duración del día va cambiando lentamente por la atracción lunar. Por eso hay que redondear, y lo voy a dejar en 365.2422.

El astrónomo egipcio Sosígenes que asesoró a Julio César lo redondeó tomando el valor 365.25 y de ahí lo de un bisiesto cada 4 años. 
El error que se cometía era muy pequeño y su acumulación implicaría solo un día en más de 100 años, lo que, para las necesidades de aquella época, y la organización de las campañas militares en el momento adecuado del año no tendría ningún efecto negativo, aunque el imperio romano hubiese durado muchos siglos más, pero para la Iglesia católica en el siglo XVI era un error acumulado demasiado grande por las razones que citaré luego.

Si se considera 365.25 en vez de 365.2422 se está cometiendo un error de 0.0078 días de promedio cada año que se pone de más, con lo que cada 400 años el desfase acumulado será un poco más de 3 días, concretamente 3.12. Por ello hay que eliminar 3 días en esos 400 años, y una manera de hacerlo es con eso de “los múltiplos de 100 que no sean múltiplos de 400”, y eso es lo que implantó Gregorio XIII.

¿Por qué fue un papa quien cambió la norma?
   
Si el motivo de Julio César para establecer su calendario había sido la organización militar. tal como recogí en el post anterior, lógicamente la motivación de un papa fue religiosa: La inadecuación progresiva de la normativa para establecer la fecha de pascua y el consiguiente desajuste de las celebraciones de la muerte y resurrección de Cristo respecto a las fechas verdaderas.

Tal como he dicho, el tema es que con la norma de un año bisiesto de cada 4, establecida en el año 45 a.C. por Julio César, se estaban poniendo bisiestos de más.

El desfase es muy ligero y lento, pero suficiente para que en el siglo XVI la primavera empezase el 11 de marzo y esto hacía que algunos años se estaba celebrando la Pascua de Resurrección, ligada al comienzo de esta estación, en fechas incorrectas.
Porque fue precisamente la determinación de la fecha de pascua, el motivo del ajuste gregoriano.

Cristo fue crucificado día 14 de Nisan, primer mes del año judío, y resucitó al tercer día según los evangelios. Según la cuenta inclusiva muy frecuente en época romana “al tercer día” significa 2 días después, y por eso si se conmemora su muerte siempre en viernes (Viernes Santo) la resurrección es en domingo (Domingo de Resurrección).

Los judíos utilizaban un calendario lunar que comenzaba con la primavera. Como en los calendarios lunares todos los meses comienzan con la luna nueva, el día que Cristo murió había luna llena, y por ello se decidió celebrar la pascua de resurrección el domingo siguiente a la primera luna llena de primavera, para mantener la fecha más próxima a la verdadera fecha judía, sin cambiar la tradición del día de la semana que estaba muy arraigada con el “domingo de resurrección” ya que precisamente el término “domingo” significa “el día del Señor”, por ese motivo.

Todo esto se formalizó en el concilio de Nicea, celebrado en el año 235.
Aunque cuando se estableció el calendario juliano (45 a.C) la primavera empezaba el 24 de marzo, en esos casi 3 siglos transcurridos ya se había desplazado al 21 de marzo por el error mencionado antes.
Por ello el texto que se estableció en Nicea, fue: “La pascua se celebrará el domingo después de la primera luna llena que ocurra a partir del 21 de marzo”  Pero con ello cometió el error de relacionarlo con una fecha que seguiría cambiando, y deberían haber escrito “a partir del comienzo de la primavera”

Porque para que el espíritu de la norma se mantuviese, la primavera debería empezar el 21 de marzo pero con los bisiestos cada 4 años se seguía adelantando y, tal como he dicho, en el siglo XVI empezaba el día 11, por lo que todos los años en que hubiera luna llena entre el 11 y el 21 celebraban la pascua con un mes de antelación a lo debido.

El papa Gregorio XIII, asesorado por Pedro Chacón de la Univ. De Salamanca, y el astrónomo jesuita alemán Christopher Clavius (que había tomado los cálculos del italiano Luis Lilio recientemente fallecido), promulgó la bula Inter Gravissimas en la que aparece la nueva norma para el cálculo de los bisiestos y además suprimió los 10 días que se habían añadido de más desde el concilio de Nicea hasta entonces, de manera que después del jueves 4 de octubre de ese año 1582 se pasó al viernes 15 de octubre. Y ello pese a la oposición de algunos matemáticos del Vaticano y de mucha gente que protestó porque decían que les quitaban 10 días de su vida.
El papa Gregorio XIII y sus asesores. Falta alguien que en 1515, también en la Universidad de Salamanca, redactó el primer informe sobre el tema, hoy desaparecido.
Así se volvió al comienzo de primavera al día 21 y se aseguraba el que se mantuviese en esa fecha.

El mes de octubre de 1582 fue el más corto de la historia
De esta manera quedó establecido definitivamente el calendario que, aunque fue aceptado progresivamente en diferentes momentos por los distintos países (algunos en pleno siglo XX) actualmente se utiliza de manera oficial en todos los lugares del tercer planeta.


Curiosas consecuencias de la Implantación del calendario gregoriano

Más que la nueva norma de los bisiestos, la eliminación de 10 días ha sido la fuente de algunas incongruencias muy llamativas.

- Suele decirse que la primera afectada por este cambio fue Santa Teresa de Jesús, que murió precisamente en la noche del 4 al 15 de octubre, y aunque en sus biografías suele figurar como fecha de su muerte el día 4, su onomástica se celebra el 15. 
Santa Teresa de Jesús, de quien a veces se dice (en broma) que no pudo ser enterrada al menos hasta 11 días después de morir.

- El 23 de abril se celebra el día del libro, y la elección de la fecha suele justificarse porque precisamente el 23 de abril de 1616 murieron los escritores Cervantes y Shakespeare. Sin embargo el primero murió 10 (o 11)  días antes que el segundo.

Porque aunque la reforma gregoriana fue aceptada inmediatamente por los países católicos, en Inglaterra, entre otros muchos lugares, se siguió usando el calendario juliano y las fechas no se correspondían.
Sin embargo, como algunas veces ocurre, parece que aquí alguien ha hecho una pequeña trampa para que todo cuadre, porque en el certificado de defunción de Cervantes que se expone en su casa-museo de Alcalá de Henares se puede leer que la fecha de su muerte fue el 22-4-1616 … No se puede fiar uno de todas estas cosas que se cuentan. Así, el día del libro no se cumplen los años de la muerte de ninguno de los dos.

- La famosa revolución bolchevique de Rusia se conoce como la “Revolución de octubre”, pero sus aniversarios se conmemoran siempre el 6 de noviembre. Porque no fue hasta ese año 1917 cuando se aceptó allí el calendario gregoriano, y en el momento de la insurrección la fecha oficial era octubre según el calendario juliano, pero realmente se cumplen los años en noviembre.



- En muchos países donde tiene prevalencia la Iglesia Ortodoxa, como Grecia, Servia, o el entorno de Rusia… se sigue utilizando actualmente el calendario juliano para las celebraciones festivas tradicionales, y así su navidad es el 6 de enero y su comienzo de año el 14 de enero (ya han acumulado 13 días de diferencia porque según el antiguo calendario hubieran sido bisiestos los años 1700, 1800 y 1900, y en el próximo siglo la diferencia será de 14 días). Aunque parece que en algunos hogares rusos se apuntan a todo y celebran las dos fechas de navidad y las dos de año nuevo.

- En muchos lugares se dice que Newton nació el día de Navidad, el mismo año que murió Galileo, pero … ambas afirmaciones podrían considerarse inexactas:
Galileo murió el 8 de enero de 1642, y Newton nació el 25 de diciembre de 1642 según el calendario juliano en vigor entonces en Inglaterra, pero en el gregoriano era ya el 5 de enero de 1643. Ni en un calendario ni en otro ocurrió en el mismo año el nacimiento de Newton y la muerte de Galileo (datando ésta última en el calendario juliano, sería 1641)
Galileo y Newton. No es cierto que el primero muriera el mismo año en que nació el segundo
- Los suecos que nacieron el último día de febrero de 1712 no pudieron celebrar nunca su cumpleaños en la fecha adecuada. Existen varias versiones de este asunto, pero parece ser que en Suecia (y Finlandia, que estaba incluido en el mismo país) en principio se quedaron con el calendario juliano pero posteriormente decidieron ir adaptándose al calendario gregoriano poco a poco, un día cada año. Pero después de haber quitado el primer día se arrepintieron, en 1712 decidieron recuperarlo, y le añadieron un día a febrero, que como ya tenía 29 por ser bisiesto, ese año tuvo 30.


Los meses “bisiestos” en los calendarios lunares
        
Ya escribí sobre ésto recientemente, pero lo voy a recordar ahora que el tema es precisamente éste.
Aunque el término bisiesto y el añadir un único día al año tiene su origen en el calendario implantado por Julio César, siempre desde que ha habido un calendario ha existido la necesidad de añadirle algo de vez en cuando para que no se desfase con las estaciones.

En los antiguos calendarios donde los meses coincidían exactamente con los ciclos de las fases lunares, 12 meses completaban un año, pero faltaban algo más de 11 días que se iban acumulando y eso daba lugar a la necesidad de añadir en algunos años un mes más, de manera similar a como ahora se añade un día en los bisiestos. De hecho, en el calendario lunar chino este año tiene 13 meses.
Primero se hacía de manera natural, añadiendo un mes completo cuando el desfase de las estaciones era evidente y luego se formalizó con normas concretas, tal como expliqué en “Felices fiestas” 




¿Error de cálculo de Sosígenes?
   
Parece que en la época de implantación del calendario juliano, ya se conocía en Egipto con mayor precisión la duración del año (con más cifras decimales que los 365.25 días), pero probablemente Sosígenes no quiso hacerlo muy complicado y, conociendo a los romanos y sus caprichos, era conveniente una norma sencilla que, aunque provocara pequeños desajustes en siglos futuros, no era necesario “mirar demasiado lejos” para las necesidades del pueblo romano y el encargo de su mandatario Julio César.

Pero también es muy posible que el astrónomo egipcio utilizase para sus cálculos el año solar sidéreo y no el trópico, porque aquel era el que se determinaba en Egipto a partir del orto helíaco de Sirio, y con esa referencia el error sería menor.
El año sidéreo, el tiempo que en realidad tarda la Tierra en dar una vuelta alrededor del Sol (tomando como referencia las estrellas) tiene una duración de 365.2564 días frente a los 365.2422 del año trópico que es el intervalo en el que se repiten las estaciones (por ejemplo desde un solsticio de primavera al siguiente) y es el que tomamos para elaborar las normas del calendario. La diferencia es debida a la precesión de los equinoccios

Pero los egipcios lo que calcularon fue el año sidéreo, debido a la coincidencia (en principio) del comienzo de las inundaciones del Nilo con el fenómeno del orto helíaco de Sirio, como expliqué en el artículo “En la estrella Sirio estuvo la clave”. Este fenómeno se repite lógicamente con la posición de la Tierra en su órbita y no con las estaciones: 

En el supuesto de que Sosígenes hubiera utilizado el año sidéreo, su “error” hubiera sido ligeramente menor de lo que se ha citado: de 0.0064 días cada año en vez de 0.0078, y en sentido contrario.

¿Ya está todo definitivamente ajustado?
     
Como he explicado antes, con el calendario juliano se acumula un error de 3.12 días cada 400 años, de los cuales la norma gregoriana corrige 3, con lo que queda un pequeñísimo error de 0.12 días cada 400 años, que solo acumulará un día cuando hayan pasado 3300 años desde el ajuste gregoriano.

Es muy probable que en ese momento a nadie le importe esta pequeña diferencia, pero si alguien quisquilloso quisiera arreglarlo deberá eliminar un día y quizás añadir una nueva coletilla a la norma para eliminar 3 bisiestos cada 10 000 años, o más exactamente, 29 bisiestos cada 96000 años.

La nueva norma podría quedar, por ejemplo así:
Deberán ser bisiestos "los años múltiplos de 4, exceptuando los múltiplos de 100 que no sean múltiplos de 400, y los múltiplos de 4000 y de 6000 que no sean múltiplos de 40000"

Con ello no serían bisiestos algunos años que sí lo serían con la norma gregoriana, como el 4000, 6000, 8000, 12000, 16000, 18000, 20000, 24000, 28000, 30000, 32000, 36000, 42000, 44000, ... 78000, 82000, ..., pero sí lo sería el 40000 y el 80000.

¿Llegará a establecerse esta rocambolesca norma, o para entonces ya no importará eso de que las estaciones empiecen un poco antes o después? 
¿Alguien encontrará algún otro motivo diferente del militar o el religioso para implantar una nueva reforma? 
Es muy poco probable, pero nunca se sabe ...