“Pero
sin embargo se mueve”
La
famosa frase atribuida a Galileo, que según muchos solo sería una leyenda
urbana porque aunque lo seguía pensando nunca se habría atrevido a
pronunciarla delante de testigos después de ser obligado a abjurar, nos indica
que siempre nos estamos moviendo.
Pero ... ¿hacia dónde vamos?
Mi
respuesta, aquí y ahora es “hacia abajo”.
Pero la tuya posiblemente será distinta según cuándo leas esto y dónde estés.
Por
supuesto todo depende de la referencia que tomemos. Si en un tren en marcha nos
levantamos del asiento y vamos andando hacia el restaurante que está en la cola
del tren, cualquier otro viajero que nos viese diría que estamos yendo hacia atrás,
aunque respecto a la referencia del exterior, de las vías y el terreno, vamos
hacia adelante.
En el Universo todo se mueve y para hacer cualquier consideración o cálculo de velocidades hay que fijar una referencia |
Las direcciones hacia arriba o hacia abajo, a las que me voy a referir, son las que cualquier persona que tengas a tu lado te señalaría, sin saber siquiera de lo que estás hablando.
Estoy
escribiendo esto a primeras horas de la noche y por eso he dicho que me muevo
hacia abajo, hacia “mi abajo”, la dirección en que tengo mis pies y donde vive
mi vecina, la que se molesta cada vez que oye ruido porque se me cae al suelo
algún objeto.
Pero
“mi hacia abajo” puede ser muy distinto de “tu hacia abajo” si vives lejos de
Europa, porque para ambos el “hacia abajo” es hacia el centro de la Tierra.