Después de que ya publiqué sendos
artículos sobre el cielo de la Luna, el de Mercurio y el de Venus ; y siguiendo con los fenómenos celestes que se ven en otros mundos del Sistema Solar, hoy le toca el turno al cuarto planeta, porque del
tercero ya hablo habitualmente.
Aparte del nuestro, el cielo de
Marte es el más conocido por el gran público por las imágenes enviadas por diferentes
sondas espaciales que llegaron a su superficie, pero quizás sobre todo porque
ha aparecido con más o menos realismo,
en diferentes películas de ciencia ficción.
Una de las primeras imágenes que nos llegaron del cielo del cuarto planeta / NASA |
- El color del cielo marciano
El aspecto más llamativo del
cielo de Marte es su plomizo color de tonos rojos o amarillos, lo cual es debido
fundamentalmente a las partículas de polvo en suspensión en su atmósfera.
En general si un astro no tiene
atmósfera, la luz del Sol no se difunde y aún de día el cielo se ve negro. En
la Tierra se produce el llamado efecto Rayleigh y la luz al chocar con las
partículas pequeñas de la atmósfera terrestre les transfiere parte de la
energía, vibran y difunden la luz azul en todas direcciones. En Marte
predomina el efecto Mie, que se produce cuando la luz choca con partículas o
moléculas grandes. Las partículas absorben una parte de la luz y reflejan el
resto, y el color depende de la composición de la partícula.