En distintos artículos de este blog, describí el aspecto del cielo como supuestamente se vería observado desde diferentes astros,
siendo el relativo a Saturno, el último capítulo hasta ahora. La serie debe seguir y, aunque
los últimos planetas no tienen demasiados aspectos llamativos reseñables, alguno
sí hay.
Ahora
que, poco después de su oposición, Urano es visible durante casi toda la noche,
eso me sirve de excusa para imaginar cómo se vería el cielo desde allí.
¿Cómo
es el cielo de Urano?
Al
igual que los gigantes gaseosos, Urano no tiene una superficie sólida sobre la
que situarse y poder observar, por lo que debemos imaginar lo que se vería en su cielo
suponiendo que nos pudiésemos situar sobre la parte superior de su atmósfera.
El
Sol es apenas una estrella brillante, un pequeño disco de poco más de un minuto de diámetro (unas 25 veces más pequeño que visto desde aquí) y el cielo estaría
adornado por sus finos anillos, que desde el ecuador se verían como una línea
cruzando de Este a Oeste por el cenit.
Imagen tomada de Stellarium, que simula la visión del cielo en latitudes medias aún dentro de la atmósfera de Urano. Se aprecian débilmente los anillos. |
Hay
una circunstancia que condiciona la mecánica celeste desde Urano: la
inclinación de su eje que es nada menos que de casi 98º (más exactamente
97.77º), y el planeta rota casi tumbado sobre su plano de traslación.