Ahora mismo son las 10 y 22 minutos de la noche del 22 de febrero de 2022. Podría ponerse así:
O sin precisar tanto, la fecha de hoy podría escribirse como el 22-02-2022 que eliminando los guiones queda 2202022, también es capicúa y solo tiene doses y ceros.
Pero aunque la medida del tiempo está relacionada con los astros, esto de hoy no implica ninguna posición concreta de los mismos ni tiene ningún significado especial.
Incluso, si Franco no nos hubiese quitado una hora en 1940, ahora serían las 23:22, en Canarias son las 21:22 y por supuesto, en cada zona horaria será diferente.
Además esto de las zonas también influye en la fecha de manera que ahora en Asia y Oceanía ya es día 23 y en determinados momentos en diferentes lugares del planeta pueden estar en vigor hasta 3 fechas distintas.
O si esta maldita pandemia del COVID no hubiera aparecido, ya se habría decidido el horario definitivo sin cambios, y según la consecuencia de muchas opiniones serían las 23:22
Recuerdo cuando hace dos años se celebró en 25 aniversario de la Asociación para la Enseñanza de la Astronomía, que aunque debería haber sido el 3 de febrero, por motivos extraños pero ajenos a esta historia finalmente fue el 02-02-2020 (02022020) también capicúa. Aunque esto no sea relevante para la mayoría de lectores, lo incluyo de paso para hacer publicidad por si alguien estuviera interesado en formar parte de esta asociación www.apea.es .
Pero todo esto son solo casualidades numéricas, que alguna vez tienen que ocurrir, y no indican nada que no lo haga otra fecha ni habrá ninguna influencia esotérica. No es un día diferente de los demás a causa del número que tiene.
Menos mal que hoy no ha ocurrido ningún desastre natural (crucemos los dedos que todavía no ha acabado el día), todavía Casado no ha dimitido, ni Rusia ha invadido Ucrania; porque muchos lo hubieran achacado a la fecha.
En realidad hoy sería el 8-2-22 si el Papa Gregorio XIII no hubiera modificado el calendario en 1582, y esta fecha capicúa ocurriría dentro de 14 días.
También podría ser el 12-2-22 si Gregorio solo se hubiera limitado a corregir el desfase del calendario juliano eliminando los 10 días pero no hubiera modificado la norma de los bisiestos.
Sería el 22-2-27 (o -28) si se hubiese calculado de manera correcta el año de nacimiento de Cristo
Sería el 22-12-23 si todo hubiese sido igual, pero los romanos no hubieran cambiado el comienzo de año, que originariamente era en marzo.
Además lo de hoy no es tan especial. Hace poco más de 10 años y 3 meses, en un momento fueron las 11:11 del 11-11-11. Estas historias siempre vuelven a repetirse.
Pero no hay que olvidar que aunque nuestro calendario, con origen en el imperio romano, se ha impuesto en todo el mundo, en la antigüedad cada pueblo tenía el suyo que siguen utilizando en algunos casos y contabilizando las fechas para determinadas celebraciones. Y ninguna de estas fechas tiene nada de especial, ni se repiten las cifras:
Pero ¿qué tiene que ver esto con la astronomía? Mucho, porque las unidades de medida de tiempo que se utilizan para elaborar el calendario se toman de las duraciones de los movimientos de los astros, o mejor dicho, de las consecuencias que nosotros vemos de esos movimientos.
En realidad un año no es el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta al Sol, ni el día es la duración de una rotación, porque ya estaban establecidos cuando se suponía que nuestro planeta estaba quieto.
Incluso el mes ha perdido su relación con la Luna.
En cualquier caso, espero que para tí haya sido un buen día. Y mañana también.
Hace dos semanas, el 24 de
noviembre, se realizó el lanzamiento de la nave DART cuyo objetivo es impactar
contra un pequeño asteroide y comprobar luego el efecto que produzca, de cara a
estudiar la viabilidad de un posible desvío en un futuro de algún asteroide de
mayor tamaño que pudiera impactar con la Tierra.
La misión DART inmediatamente después del lanzamiento
Con esta excusa voy a recoger en
3 capítulos el contenido de una charla sobre el tema de los impactos cósmicos que he dado en varias ocasiones.
La segunda parte será “¿Impactos
cósmicos? No, por favor”, y la coletilla de la tercera “No es para tanto”
Pero primero habrá que hablar
sobre esta misión de la NASA y la ESA, en la que la respuesta a la pregunta del
título, si queremos que tenga éxito, deberá ser un “Si, gracias”.
La nave DART viajará durante 10
meses casi acompañando a la Tierra pero cada vez a mayor velocidad gracias a su
motor iónico hasta los últimos días de septiembre de 2022 en que tiene previsto
impactar con el asteroide Dimorphos, que es un satélite de otro de mayor tamaño llamado Didymos. El impacto será frontal según el movimiento de Dimorphos alrededor de Didymos y se espera que lo frene, reduciendo su periodo, que luego se cuantificaría y así se evaluaría el efecto del impacto.
El choque será grabado por un
pequeño satélite de fabricación italiana al que han llamado LICIAcube que va
adosado a la nave y se separará de ella un poco antes, pero las medidas
precisas de los efectos se obtendrán por medio de la misión europea Hera,
que se lanzará en 2024 y dos años más tarde llegará a la pareja de asteroides y
estudiará con detalle las consecuencias del impacto. Pero incluso también desde
la Tierra podría medirse el esperado cambio en el periodo de Dimorphos.
El asteroide Didymos tiene una órbita bastante elíptica con un perihelio a 1.02 unidades astronómicas del Sol y una inclinación de solo 3.4º, por lo que en ocasiones se aproxima mucho a la órbita terrestre y precisamente en septiembre y octubre de 2022 ambos astros estarán muy cerca.
No deja de ser curioso el recorrido de la nave, porque según la referencia que se tome puede parecer muy diferente: Se ha dicho que recorrerá 11 millones de kilómetros hasta impactar. Pero eso es respecto a la Tierra. Respecto al Sol serán casi 800 millones de kilómetros, y ese es el recorrido verdadero tomando como referencia el Sistema Solar
En realidad en el momento del lanzamiento el asteroide y la Tierra estaban a casi 500 millones de kilómetros entre ellos, pero ambos se dirigen hacia una misma zona, DART un poco más rápida que la Tierra. Como en casi todos los casos, el mayor impulso es el que le da la Tierra en el lanzamiento pero una vez lanzada y fuera de la atracción terrestre, viajará aumentando su velocidad poco a poco, pero la componente principal de su trayectoria se deberá a la atracción gravitatoria del Sol.
En definitiva, se trata de una
misión espacial novedosa por varios motivos. Si quieres saber más sobre ella,
puedes leer el anexo final, que contiene una animación del recorrido, o como en cualquier tema de astronáutica, te recomiendo consultar el blog EUREKA de Daniel Marín que siempre aporta información muy
completa.
Ahora continúo con la idea inicial de que, aunque eso del impacto de un asteroide con la Tierra suena terrible, debemos estar agradecidos a varios impactos cósmicos de un pasado remoto, que han determinado en gran medida la vida en nuestro planeta.
Sí, gracias.
Porque aunque pueda parecer absurdo, estamos aquí gracias a varios impactos cósmicos:
- Nuestro planeta se formó
gracias a multitud de impactos, en un fenómeno de acreción de pequeños cuerpos.
Un masivo bombardeo de objetos más pequeños formaron la Tierra por acreción
- El agua, imprescindible para la vida, proviene de cometas o
asteroides que impactaron con la Tierra. Aunque originariamente habría habido agua, esta debió volver al espacio cuando la Tierra estuvo
incandescente, y lo que hay actualmente o la mayor parte de ella, tuvo que
venir de cometas o asteroides que chocaron después con la Tierra. En principio se pensó
en cometas, debido a que estos astros en su mayor parte están constituidos por hielo de agua, pero una vez que la sonda Rosetta analizó el cometa Churiumov-Gerasimenco en 2014, se comprobó que la proporción de isótopos no era igual a
la de la Tierra y ahora se piensa en un origen asteroidal.
- Según algunas teorías, la vida
incluso pudo venir del espacio. Es lo que propugna la panspermia. Que quizás la
vida no surgió aquí, sino en otros lugares y los cometas o
asteroides la trajeron.
Esta teoría no es muy aceptada
por la mayoría de los científicos, pero lo que sí parece cierto es que en estos astros hay moléculas
orgánicas que quizás podrían haber sido los componentes de los primeros seres vivos.
Los cuerpos celestes que han impactado con la Tierra han aportado material orgánico que podría haber facilitado el surgimiento de la vida
- La Luna se formó gracias a un
gran impacto de un cuerpo de tamaño casi el de Marte. En el choque gran cantidad
de materiales salieron despedidosy con
el tiempo se agruparon formando nuestro satélite.
Y ¿Por qué es importante la Luna?
A causa de las enormes mareas que
producía la Luna primitiva, mucho más cercana que actualmente, la vida salió
del mar donde había surgido. Muchos animales quedaban varados durante la
bajamar, y algunos pudieron adaptarse a vivir fuera del agua, y de su evolución viene el género humano.
La Luna condiciona la vida en
la Tierra. Antes del impacto que la originó, la rotación terrestre duraba solo
6 horas, y el ritmo de vida se habría adaptado a 3 horas de día y 3 horas de
noche que se han ido alargando hasta las 24 horas actuales, debido a las mareas.
Además los ciclos de las fases lunares ayudaron a medir el tiempo en la antigüedad,
y según algunas opiniones estos ciclos repetitivos pudieron ser el germen
deldesarrollo del cálculo.
La Luna hizo posible que la
humanidad trascendiera la Tierra y conquistara el espacio. Hoy en día el desarrollo de la
tecnología espacial es creciente y tiene incluso gran importancia en nuestras vidas.
Según algunas opiniones el impulso que lo hizo posible fue la carrera espacial
por llegar a la Luna.
- Gracias al asteroide que impactó
hace 65 millones de años, estamos nosotros aquí:
En aquella
época los dinosaurios dominaban el planeta, y apenas unos pequeños mamíferos
sobrevivían escondidos en madrigueras. Con la desaparición de los grandes
saurios, estos pudieron ocupar sus nichos ecológicos y evolucionar. ¿Quizás los
dinosaurios podrían haber llegado a desarrollar algún tipo de inteligencia con
el paso del tiempo? No lo podemos saber, pero desde luego nosotros no
estaríamos aquí.
- Los impactos
cósmicos en ocasiones nos proporcionan información de las características de otros astros,
sin necesidad de tener que ir hasta allí. Por ejemplo algunos meteoritos que provienen de Marte. Gracias a un
doble impacto (el que lo arrancó del planeta y el que lo ha hecho caer aquí) se
han podido estudiar algunas características del lugar de origen.
Meteorito caído en la Antártida, lugar donde no es difícil encontrarlos y donde también cayó uno procedente de Marte con supuestos fósiles.
- Las lluvias
de meteoros, esos espectáculos que a veces son tan llamativos, en realidad son
también choques cósmicos, aunque los impactores no tengan más de unos pocos
milímetros.
Una vez visto el lado positivo de los impactos cósmicos en el siguiente post se analizarán los peligros, y ahora en el anexo, más detalles sobre la misión DART y el asteroide Didymos.
La misión DART es un proyecto de bajo presupuesto con el que se ha dicho que se da comienzo a la "defensa planetaria". Como su objetivo es impactar y estrellarse no tiene más que el sistema que le guía, el motor iónico y los paneles solares, para alejarse 11 millones de kilómetros de la Tierra.
En cuanto a su destino, Dimorphos es un pequeño satélite, de solo 160 metros, de otro asteroide mucho más grande que él: Didymos de casi 800, y tarda poco menos de 12 horas en dar una vuelta a su alrededor, a 1.8 km de distancia, y con el que está previsto que Dart impacte a una velocidad de unos 6 metros por segundo, de frente considerando ese movimiento, con lo que se espera frenarlo y aumentar en unos 10 minutos su periodo actual.
Datos del asteroide doble. Las longitudes están en proporción
El lanzamiento de la misión DART
se ha producido cuando el asteroide estaba en la parte opuesta de su órbita a casi 500 millones de km de distancia,
con la intención de que se encuentren dentro de unos 10 meses. Aunque en realidad la nave no se separará demasiado de la Tierra, y junto a ella dará casi una vuelta alrededor del Sol.
Se ha elegido este asteroide por varios motivos:
- Por un lado al ser un asteroide binario el cambio en el periodo de traslación de Dimorphos alrededor de Didymos tras el choque es mucho más fácil y rápido de medir que si se moviera alrededor del Sol. Es más evidente, y mucho más rápido porque la variación de la órbita alrededor del Sol necesitaría de varios meses de mediciones, pero así serán apenas 12 horas. Además el cambio relativo en el periodo será más evidente.
- Además su órbita, aunque mucho mayor, se acerca bastante a la de la Tierra y casualmente pasarán muy próximos menos de un año después del lanzamiento. Así el recorrido de la nave respecto a la Tierra será relativamente pequeño. El sistema Didymos y la Tierra no volverán a estar tan cerca hasta el año 2100
¿Por qué se lanza ahora?
Con el impulso inicial que le da la propia Tierra le hace seguir una órbita similar alrededor del Sol. Solamente hay que añadir la mencionada propulsión iónica para que se vaya separando aún más de la Tierra y aumentando su velocidad para conseguir un impacto más fuerte, y hay que darle tiempo a la propulsión.
También debe ir separándose del plano de la eclíptica hacia el Sur porque en el momento del impacto el asteroide se encontrará a unos 8 millones de kilómetros bajo ese plano, además de casi otros 8 millones en distancia horizontal,
Representación en planta y perfil de la situación de la Tierra y el asteroide cuando impacte la nave. Se aprecia que la distancia "vertical" es incluso algo superior a la horizontal. La escala de distancias es la misma en los distintos elementos.
También es curioso el tema del motor iónico que la propulsará: Estos motores tienen un empuje pequeño pero constante con lo que van incrementando poco a poco la velocidad. Por ello se dice que en un viaje interplanetario la primera mitad del camino iría acelerando y la segunda mitad frenando para adecuarse a la velocidad del destino, ya que no puede parar en poco tiempo. Sin embargo DART en este caso irá acelerando continuamente hasta el final, porque lo que interesa es la máxima velocidad en el momento del impacto.
Esquema de un motor iónico. Tomado de Wikipedia. Teóricamente este tipo de motores tendrían a la larga mucha más eficacia que los convencionales, aunque producen aceleraciones continuas pero muy bajas.
Este artículo es solo una
curiosidad sin mayor trascendencia. Intento que el blog tenga variedad y por
ello, intercalado con otros artículos de más enjundia, esto de hoy puede ser solo un
pasatiempo en espera del próximo, con nuevos datos sobre la
conjunción planetaria de diciembre
Todos hemos visto muchas veces
imágenes de caras y de figuras de animales en las nubes, en los perfiles de
algunos montes o incluso en los árboles. Bueno, más que verlas las hemos
imaginado.
Se trata de un curioso fenómeno
psicológico, llamado “pareidolia”, donde un estímulo impreciso y aleatorio es
percibido erróneamente como una forma reconocible y nuestro cerebro
inconscientemente lo asocia a figuras conocidas que objetivamente no lo son.
Aunque seguramente la mayoría de estas pareidolias se nos aparecen en las nubes cuyas formas cambiantes pueden adaptarse a multitud de imágenes, también pueden intuirse muchas veces en las imágenes de los astros.
Quizás la figura que más se repita sea la de una cara (tres puntos o líneas
adecuadamente colocados nos parecen los ojos y la boca, a veces un cuarto
elemento nos sugiere la nariz… ), y una de las más famosas es sin duda "La cara de Marte", esta famosa imagen tomada
por el Viking 1 en 1976, que dio mucho que hablar, e incluso para los
aficionados a las ciencias ocultas o a las historias de “extraterrestres” era
una prueba clara de que una inteligencia superior habitaba o había habitado en
Marte y ahí había dejado su sello.
Todo ello a pesar de que, aunque
hubiera sido así, los supuestos extraterrestres no deberían por qué tener
ninguna similitud fisiológica con los humanos.
Estaba claro que era una
pareidolia, alimentada por la iluminación concreta en el momento de la toma,
que casualmente sugería unos rasgos faciales. Efectivamente, en mayo de 2001
fue fotografiada nuevamente, esta vez por la Mars Global Surveyor y se vio que
de cara, nada de nada, como también se comprueba en reproducciones de diferentes imágenes.
Siguiendo
la excusa del desarrollo de una clase, recojo hoy un bulo que se suele difundir
todos los años por estas fechas, y que podría dar lugar a una de las
situaciones que frecuentemente se producen en las aulas:
Ante
una noticia o hecho curioso que pueda estar relacionado (más bien poco que
mucho) con tu asignatura, y casi con el único objetivo de hacerte perder el
tiempo, aunque en ocasiones también de saciar su curiosidad, te preguntan al
comienzo de la clase sobre ello e intentan estirar al máximo la duración de la
explicación del asunto.
Las
frases atribuidas al alumnado están encursiva y en azul.
- Profe: ¿Pueden verse a la vez dos soles, como en esta foto?
Una insólita imagen que se hizo viral en las redes sociales mostraba dos "soles" brillando simultáneamente.
-
Cómo vas a ver dos, si solo hay uno.
Bueno
en otros sistemas estelares hay estrellas dobles, o triples…(múltiples) y desde
uno de sus planetas podrían verse simultáneamente, pero aquí no. En nuestro
Sistema Solar, sol no hay más que uno.
Carl Sagan imaginó este planeta con dos soles en su conocida serie “Cosmos”. También desde el exoplaneta más cercano a nosotros, Próxima b, se verán tres soles porque además de su estrella brillarían como tales alfa y beta Centauri.
- Pues en Canadá han visto dos. A mí me lo han pasado en un whatsapp.
- Y a mí ¡Mira, profe!
- Y yo lo he visto en Twitter
- Si. A mí también me ha llegado, pero es mentira. ¿Todavía no os habéis enterado
que internet y las redes están llenas de noticias falsas y bulos absurdos? Y éste ya lleva tiempo:
Hoy
23 de abril se celebra el día del libro. Aunque parezca que no tiene nada que ver con el tema de este blog,
hay una curiosa circunstancia que lo relaciona con la astronomía, motivada por los
movimientos de la Tierra que, como sabemos, determinan la duración de las dos
principales unidades de medida del tiempo: el día y el año.
Ambos
periodos no están sincronizados, de manera que un año tenga un número exacto de
días, o que el sobrante sea una fracción sencilla. Ello ha originado un desajuste
en el calendario que es el motivo de una casualidad que se ha utilizado para
elegir la fecha en que se celebra el día del libro.
Esto
no se habría producido nunca en Mercurio donde día y año sí están
sincronizados, o tampoco si, por ejemplo, un año tuviese exactamente 365 días,
o 356.25 (365+1/4) o 365.666... (365+2/3)
De
esta circunstancia, y de algunas curiosidades que de ella se han derivado, voy
a escribir hoy aprovechando la efeméride.
En
el post anterior hablé sobre las fechas de cumpleaños y de alguna manera en
este voy a continuar con el tema:
Cuando
una persona cumple años es frecuente que él o alguien diga la frase: “hoy he
completado una nueva vuelta alrededor del Sol” o “ya llevas dadas x
vueltas en torno al Sol”
Lo
mismo suele ocurrir cuando comienza el nuevo año, el 1 de enero, y es posible
que en esa fecha señalada hayas recibido algún mensaje con esta imagen, porque
está muy difundida.
Sin
embargo, ninguna de esas frases es totalmente correcta porque el periodo de
tiempo que llamamos año no es el mismo que la duración del movimiento de
traslación de nuestro planeta en torno a su estrella.
Ya
lo he mencionado un par de veces en este blog en unos contextos más generales en
las entradas “Midiendo el tiempo” y “Precesión de los equinoccios”, pero ahora lo voy a analizar más
detenidamente.
Todo el mundo sabe cuál es la fecha de su
cumpleaños, las de sus familiares y amigos cercanos, y recibe felicitaciones y
las envía en esos días señalados.
Pero, además de que siempre hay alguien que se acuerda con retraso o se confunde, es muy frecuente que incluso el protagonista no lo celebre en el día adecuado, es decir, en la fecha en que se cumplen los años exactos desde el momento del nacimiento.
El pasado 28 de junio después de cenar, le
cantamos a David el “cumpleaños feliz” invitándole a apagar las velas de la
tarta. Él sorprendido, dijo “¡Que es mañana!”. Pero no.
Aunque efectivamente nació el 29 de junio de
1990 hacia las 3 de la madrugada, este año 2017 ha sido el día 28 por la tarde,
el momento en que han pasado exactamente 27 años desde aquel instante. Y por
tanto, la fecha en que ésto ha ocurrido, el “día” en que ha cumplido años, ha
sido el 28.
De acuerdo. Lo que hicimos con el cumple de
David no es algo convencional. Puede pensarse que sería una excentricidad, algo friki, pero
fue consecuencia de una discusión sobre un
tema que afecta de manera clara a algunas personas: los que por haber
nacido un 29 de febrero solo celebran el cumpleaños en “su día” cada cuatro
años.
Aunque
no lo parezca, también el artilugio del centro de la imagen es un reloj de sol, y así lo corroboraron la totalidad de miembros de un foro de gnomonistas (expertos en
relojes solares) que fueron consultados y respondieron a la pregunta de si
podría considerarse como tal, o no.
Tres de los muchos relojes de sol que hay en el Aula de Astronomía de Durango
Efectivamente,
exceptuando el aspecto, tiene todas las características de un reloj solar:
-
Marca la hora utilizando para ello la posición del Sol.
-
En el momento en que se coloca en un lugar soleado, correctamente orientado, él
solo se pone en hora.
-
Cuando se nubla o se oculta el Sol, deja de funcionar.
-
En el momento que el Sol vuelve a aparecer de detrás de una nube o por el
horizonte al amanecer, vuelve a ponerse en hora de manera automática y sigue
funcionando normalmente.
-
Para un correcto funcionamiento hay que colocarlo orientado, hacia el Sur.
-
El elemento clave está inclinado según la latitud del lugar, y quedará paralelo
al eje terrestre, al igual que un gnomon o varilla de un reloj solar.
Ya
hablé de pasada de este artilugio hace casi un año cuando dediqué un post a
unos extraños relojes de sol digitales, anuncié entonces que explicaría su
funcionamiento pero había olvidado mi intención hasta que hace poco ha
aparecido un comentario en Youtube pidiéndomela.
La
famosa frase atribuida a Galileo, que según muchos solo sería una leyenda
urbana porque aunque lo seguía pensando nunca se habría atrevido a
pronunciarla delante de testigos después de ser obligado a abjurar, nos indica
que siempre nos estamos moviendo.
Pero ... ¿hacia dónde vamos?
Mi
respuesta, aquí y ahora es “hacia abajo”.
Pero la tuya posiblemente será distinta según cuándo leas esto y dónde estés.
Por
supuesto todo depende de la referencia que tomemos. Si en un tren en marcha nos
levantamos del asiento y vamos andando hacia el restaurante que está en la cola
del tren, cualquier otro viajero que nos viese diría que estamos yendo hacia atrás,
aunque respecto a la referencia del exterior, de las vías y el terreno, vamos
hacia adelante.
En el Universo todo se mueve y para hacer cualquier consideración o cálculo de velocidades hay que fijar una referencia
La Tierra se mueve alrededor del Sol, el Sol se mueve en la galaxia y la galaxia también se está moviendo, pero en todo esto vamos a tomar como referencia el Sistema Solar, e intentar visualizar ahora mismo hacia dónde estamos avanzando.
Las direcciones hacia arriba o hacia abajo, a las que me voy a referir, son las que cualquier persona que tengas a tu lado te señalaría, sin saber siquiera de lo que estás hablando.
Estoy
escribiendo esto a primeras horas de la noche y por eso he dicho que me muevo
hacia abajo, hacia “mi abajo”, la dirección en que tengo mis pies y donde vive
mi vecina, la que se molesta cada vez que oye ruido porque se me cae al suelo
algún objeto.
Pero
“mi hacia abajo” puede ser muy distinto de “tu hacia abajo” si vives lejos de
Europa, porque para ambos el “hacia abajo” es hacia el centro de la Tierra.