La historia se repite después de casi
3 décadas: Se descubre un lejano cometa
que será muy brillante casi dos años después, y durante la espera aparece otro
que pasa rápido sin respetar el turno al anterior, más pequeño, pero que
también dará juego.
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El cometa Nishimura, que nos visita este mes de septiembre de 2023, protagonista de este artículo. |
Sé que he utilizado un título extravagante
e incluso juega con el significado de las palabras, pero esa es la impresión
que me dio en 1996 cuando sorpresivamente el cometa Hyakutake se saltó la cola y adelantó en su
aparición al Hale-Boop, que había sido descubierto antes, al que todos
estábamos esperando ansiosamente porque iba a ser excepcional. En cierta manera ahora se repite aquella situación.
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Los dos grandes cometas de finales del pasado siglo, tal como pude fotografiarlos desde Bilbao y Esguevillas de Esgueva (Valladolid) |
Esos fueron entonces los
protagonistas y ahora son el C/2023
A3 (Tsuchinshan–ATLAS) y el C/2023 P1 (Nishimura). El primero procedente
de la nube de Oort visto por primera vez el 9 de enero de 2023 desde el
Observatorio de la Montaña Púrpura en China y confirmado posteriormente desde
Sudáfrica, y el segundo descubierto por un aficionado japonés el pasado 11 de agosto, adelantándose a los sofisticados sistemas actuales de detección.
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Imágenes de poco después de sus descubrimientos |
La aparición de cometas
observables a simple vista siempre es noticia para los aficionados a la
astronomía y para el público en general porque no es algo frecuente, las
previsiones sobre lo que podrá verse no son totalmente fiables como en otros
fenómenos, y por lo que de misterio tienen en ocasiones. Antes de hablar de los
actuales, conviene recordar algo de aquellos de finales del siglo pasado,
porque fueron espectaculares, bastante más de lo que se espera de estos de
ahora.
El Hale Boop: (c/1995
O1) fue descubierto casi simultáneamente por dos astrónomos el 23 de julio de
1995, y pasó por el perihelio (mínima distancia al Sol, y donde normalmente
tienen la máxima actividad) un año y 8 meses después, el 1 de abril de 1997.
Con un núcleo de gran tamaño, fue visible a simple vista nada menos que durante 18 meses, y es conocido como “el
cometa de los records” o el gran cometa de 1997.
Y mientras
esperábamos ansiosamente su acercamiento, en enero de 1996 el japonés Hyakutake
descubrió otro cometa (C/1996 B2), mucho más pequeño pero que se acercaría
bastante a la Tierra solo dos meses después.
Su paso cerca de la Tierra fue breve, pero durante unos pocos días se mostró magnífico.
Los de
ahora:
El Tsuchinshan–ATLAS (C/2023
A3) pasará por el perihelio el 27 de septiembre del 24, precisamente también un
año y 8 meses más tarde, igual que el Hale-Bopp, esperándose que sea muy llamativo y alcance una magnitud
entre 0 y -4. Al igual que ese, dos nombres comparten los honores del descubrimiento.
Pero conviene centrarse en la
actualidad y enseguida vamos a tener en nuestros cielos al Nishimura (C/2023 P1),
que ya estos días de
principio y mediados de septiembre, poco más de un mes después de su descubrimiento, pasará
relativamente cerca de la Tierra (a 0.84 u.a.) pudiéndose ver posiblemente a simple vista desde el hemisferio norte.
La magnitud que alcanzará (próxima a 2) en condiciones normales lo haría claramente visible en el cielo nocturno pero debido a su trayectoria en esas fechas solo aparecerá en los crepúsculos y casi con seguridad se necesiten unos prismáticos para verlo.
Esta es su órbita y posición en el perihelio, desde
diferentes perspectivas:
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Órbita del cometa Nishimura |
Que por cierto, es muy parecida a la que siguió Hyakutake: Permanecen casi todo el tiempo en el hemisferio sur
excepto en su periodo más interesante, ambos con órbita retrógrada y una
inclinación respecto a la eclíptica muy parecida (125º y 132º)
La principal diferencia es que
Nishimura se acercará mucho menos a la Tierra (0.83 UA frente a 0.11 UA) y
además Hyakutake lo hizo “por encima” en declinación y por ello pudo verse en
plena noche.
Curiosamente tienen otras similitudes, como el aspecto que mostrarán (magnitud aparte) con sus colas iónicas, o que en los dos casos sus descubridores fueron japoneses.
En el periodo de mayor brillo y
más fácil observación desde el hemisferio norte el Nishimura trazará una trayectoria
por la constelación de Leo.
De todas formas, este mapa es
solo una referencia, ya que la mayoría de las estrellas no serán fácilmente
visibles por estar por encima del horizonte solo en el crepúsculo, pero pueden ayudar para calcular su posición aproximada (viendo la posición de Leo en un programa informático) o en una primera búsqueda con prismáticos.
Como se ha dicho, aunque teóricamente el brillo del
cometa sería suficiente para observarlo a simple vista en un cielo medianamente
oscuro, debido a las especiales circunstancias de claridad del cielo y baja
altura habrá que utilizar prismáticos para localizarlo, al menos al principio.
Pero los cometas suelen ser algo imprevisibles y según algunas opiniones podría
ser visible a simple vista desde el 8 de septiembre antes de amanecer, luego
podría verse (desde el hemisferio norte) tanto en el crepúsculo matutino como en el vespertino, y
hasta el 20 o 22 en que se vería solo tras la puesta de Sol.
En cualquier caso, si estás interesado en conocer los últimos datos sobre la evolución de este astro, y en general sobre los cometas, te aconsejo la página de un experto en este tema: https://cometografia.es/
Y si quieres ver (aunque solo sea en la red) las imágenes más espectaculares, busca las de Michael Jäger ( @Komet123Jager ), como ésta que ha obtenido hoy mismo, donde se aprecia una desconexión en la cola del cometa Nishimura:
Evolución de las posiciones y posibilidades de observación previstas
- Después de haber estado durante
casi toda su órbita en el hemisferio sur eclíptico, el 22 de agosto pasó al
norte con magnitud 7.5 y siendo visible con prismáticos al final de la noche.
Separado del Sol (más de 35º) pero débil:
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El ángulo con vértice en la Tierra del triángulo azul indica la elongación del cometa, aunque hay que tener en cuenta que en las imágenes no aparece de plano por la diferente orientación con la visual. |
- Comienza septiembre, aumentando
el brillo (6.5) (por su constante
aproximación al Sol y a la Tierra) y la declinación eclíptica, pero
disminuyendo la elongación.
- El 10 de septiembre, ya en Leo,
con magnitud 3.5, comienza el periodo ideal para intentar verlo a simple vista (aunque las últimas estimaciones son negativas),
sobre todo desde el hemisferio norte. Su elongación o separación angular con el Sol es mayor en declinación (en vertical) hacia el Norte
- Después de pasar por la máxima
aproximación a la Tierra (el día 12), a mediados de mes estará con elongación
eclíptica cero, pero con una declinación norte relativamente alta, estará
separado del Sol algo más de 15º podrá verse desde este hemisferio al comienzo
y al final de la noche.
- El día 19 o 20 ya se verá solo
por la tarde y con una elongación ligeramente mayor, pero cada vez más distante
de nuestro planeta. Sin embargo a causa del paso por su perihelio tendrá una
magnitud cercana a 2, posiblemente su máximo brillo.
- El día 24 pasará al hemisferio
sur eclíptico con una disminución rápida de brillo por alejarse de la Tierra y
del Sol.
Una animación con todo el proceso:
Visibilidad en diferentes horas
Sobre el fondo estrellado desde
el hemisferio norte vemos al cometa moverse hacia la izquierda, lo mismo que el
Sol pero más rápido. En un momento (a mediados de septiembre) el cometa alcanza la
posición del Sol (en longitud eclíptica) pero en este caso pasando bastante al
norte, y será visible desde el hemisferio norte tanto de madrugada como al
principio de la noche ¿Por qué estas diferencias en la posibilidad de
observación?
Visto desde el tercer planeta la
trayectoria del cometa respecto al fondo de las estrellas no es simétrica
debido a las posiciones y el movimiento de la propia Tierra.
A principio de septiembre vemos
el cometa al oeste del Sol (a su derecha desde el hemisferio norte) y por ello
se verá solo de madrugada
Alrededor de mediados de
septiembre, cuando alcanza su máxima separación de la eclíptica podrá verse
tanto de madrugada como tras la puesta de sol
A finales de septiembre se verá
ya al principio de la noche, pero con menor brillo como se ha dicho.
Desde el hemisferio sur la situación es más desfavorable: El cometa estará mejor situado que en el norte cuando esté mucho más débil (antes del 22 del 8 y después del 24-9), y el periodo en que desde el norte se ve tanto por la mañana y por la tarde ahí no se verá en ningún momento, como se aprecia en este gráfico:
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En el hemisferio sur por estas fechas el cometa sale después que el Sol y se pone antes que él, por lo que no es visible. |
Una madrugada especial
Los días 11, 12, y 13 estarán
por allí Venus, Mercurio y la Luna en fase muy fina sobre todo el 13, que junto
con Régulus formarán un grupo atractivo de astros de diferentes
características, aunque en una zona de cielo muy brillante y por ello difíciles
de observar, excepto Venus que puede servir de guía para localizar en un
primer momento la zona en que estará el cometa esos días y nos
darán una preciosa imagen si tenemos el horizonte este muy bajo y limpio de
nubes: