viernes, 29 de diciembre de 2023

Vesta, el asteroide más brillante


En marzo de 1807 Heinrich Wilhelm descubrió un nuevo astro, que durante 38 años fue considerado el decimoprimer planeta del sistema solar. Luego se le dio la categoría de asteroide y hoy se le conoce como 4 Vesta.

De los más de un millón de asteroides que se conocen, Vesta es el que alcanza un mayor brillo visto desde la Tierra y precisamente estos días es cuando, al estar en su oposición  (en dirección opuesta al Sol y casi a la menor distancia de nuestro planeta) podemos verlo, casi casi a simple vista y durante toda la noche.

27-12-23. En esta imagen, a pesar de la contaminación lumínica de Bilbao y de la proximidad de la Luna llena, puede apreciarse el asteroide Vesta. Un puntito que parece una simple estrella, pero si utilizando algún mapa o programa informático logras distinguirlo, quizás sientas la emoción de estar viendo algo por primera vez: un astro del que has oído hablar y del que quizás incluso has hablado, y que al día siguiente habrá cambiado de posición.


En esta animación se aprecia el cambio de posición del asteroide respecto a las estrellas de un día a otro, quizás la principal característica observacional de los asteroides.

Animación con las posiciones de Vesta alternativamente los días 25 y 26 de diciembre

 Aunque poco a poco se va alejando de la Tierra y por ello perdiendo brillo, todavía unos cuantos días será accesible a prismáticos y cámaras fotográficas montadas en un trípode.

El día de la oposición (21 de diciembre) alcanzó el máximo brillo con magnitud de 6.37, y el 22 de enero su brillo disminuirá hasta la magnitud 7 y costará mucho más encontrarlo. Si no consigues verlo antes, la próxima oportunidad será en fechas próximas al 2 de mayo de 2025 cuando vuelva a estar en oposición y a una menor distancia que esta vez (debido a la excentricidad de su órbita), y en esa ocasión alcanzará la magnitud 5.6 (Cuanto mayor es el brillo, el número de la magnitud es menor)




Actualmente (día 29-12) tiene la magnitud 6.5 con lo que puede localizarse relativamente bien, pero siempre es imprescindible contar con un mapa. Aquí te pongo tres, a partir de fotografías: El primero amplio, para situarse hacia la zona de cielo hacia donde hay que mirar. Es precisamente la región más llamativa, con las constelaciones de Orión, Tauro, Auriga, Géminis o las brillantes estrellas Sirio y Proción.

Vesta se sitúa entre estas constelaciones típicas de invierno, en un hueco libre de estrellas brillantes. concretamente estos días traspasa la teórica frontera de Orión a Tauro. Todas las imágenes las he obtenido hacia las 4 de la madrugada, (por ello, por ejemplo, Orión aparece vertical) y si intentas mirar al principio de la noche todo aparecerá girado casi 90º en sentido antihorario:

En amarillo, la zona donde se mueve Vesta estos días

En el siguiente, con la zona ampliada, y con la posición de la brillante Betelgeuse, que es la referencia que yo he utilizado para buscar la zona en concreto.


Y el último con detalle en concreto de la zona para poder determinar entre todos esos puntos estelares cual de ellos corresponde a Vesta.


Te animo a que intentes verlo en diferentes fechas con unos prismáticos, y quizás sientas la satisfacción de que efectivamente lo habías localizado porque se habrá movido respecto a una observación de unos días antes, e incluso se puede apreciar al día siguiente si hay alguna estrella cercana que nos sirva de referencia, o haciendo fotos y comparándolas luego tranquilamente. 

Será más sencillo los días 9, 10, 22 y 23 de enero (aunque estos dos últimos ya más débil), por situarse junto a estrellas relativamente brillantes.

Todas estas imágenes las he obtenido desde dentro de una gran ciudad, con la luna llena muy cerca de Vesta, y sobre las 4 de la madrugada, que es cuando la zona era observable desde mi ventana. Seguro que tú encontrarás mejores condiciones. Al menos lo de la Luna, que ya está menguando y marchándose de la zona.

En todos los casos la trayectoria marcada en amarillo empieza el día de navidad, la primera ocasión en que pude verlo por tener el cielo totalmente cubierto de nubes los días y semanas anteriores, aunque ahora ha habido más suerte, y acaba el día 22 de enero, cuando Vesta se sitúa junto a la estrella ómicron de Tauro y prácticamente cuando su brillo disminuye hasta la magnitud 7 y a partir de entonces ya se hará más complicado de localizar.


 


Desde 1801 (precisamente en la primera noche del siglo XIX) hasta 1807, como se ha dicho, se encontraron 4 nuevos astros que giraban alrededor del Sol en una búsqueda con la idea de que faltaba un planeta entre Marte y Júpiter. Estos astros recibieron las denominaciones de 1 Ceres, 2 Palas, 3 Juno y 4 Vesta. Se les consideró planetas hasta que en 1845 se descubrió el siguiente y ya quedaba claro que iban a ser muchos más, y les denominaron “asteroides”

El origen de la búsqueda de estos astros está en la llamada ley de Titius-Bode, surgida ante la curiosa relación numérica de la distancia al Sol de los diferentes planetas conocidos en aquella época, a finales del siglo XVIII:

Si se toman los números  0, 3, 6, 12, 24, 48, 96 (excepto el segundo, cada uno es el doble del anterior), se suma 4 a cada uno:    4, 7, 10, 16, 28, 52 100 y se divide entre 10 salen, casi clavadas las distancias al Sol en unidades astronómicas de los planetas, excepto que queda libre el quinto número: 0.4, 0.7, 1, 1.6, 2.8, 5.2 y 10. El 1 corresponde a la Tierra, el 1.6 a Marte, el 5.2 a Júpiter pero el 2.8 está libre.

Muchos lo consideraban solo una curiosidad numérica, hasta que se descubrió Urano, que cumplía el siguiente número: 19.6. Fue por ello que varios astrónomos realizaron una campaña para encontrar el planeta que estuviera a una distancia de 2.8, y en 7 años encontraron cuatro (el último Vesta) aunque eran muy débiles y por ello su tamaño sería muy pequeño.

Aunque la posición aproximada de estos astros parecía confirmar la ley de Titius-Bode, el descubrimiento de Neptuno confirmó que había sido una casualidad porque la distancia al Sol de este nuevo planeta estaba muy distante del siguiente término de la sucesión numérica. En cualquier caso había servido para promover la búsqueda de estos pequeños astros.


Órbitas y posiciones actuales de los 4 primeros asteroides descubiertos.

Es curioso que Vesta sea el asteroide que llega a ser más brillante (en su oposición, claro) cuando no es el más grande, título que ostenta Ceres por mucho, e incluso es ligeramente más pequeño que Palas, pero por ello no deja de ser más extraño que fuera el cuarto asteroide descubierto (el primero fue Ceres) ya que la clave para verlo está en el brillo y no en el tamaño. Evidentemente su superficie es más reflectante.


Imagen y tamaño relativo de Ceres y Vesta

Estas imágenes de Ceres y Vesta están mucho más detalladas que las que se pueden disponer de otros grandes asteroides porque fueron obtenidas en la misión espacial Dawn que visitó estos astros entre 2011 y 2018, e incluso permitió elaborar una sugerente imagen completa de la rotación de nuestro protagonista:

Cuando lo veas en el cielo, (solo como un débil puntito) imagínatelo con esas marcas y cráteres girando sin parar.

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Editado el 30-12

Sorprendentemente la meteorología se ha puesto de mi parte más de lo pronosticado, y he podido obtener nuevas imágenes que, aunque no sean de calidad, sirven para comprobar la trayectoria de Vesta.







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