miércoles, 10 de noviembre de 2021

El Venus más esquivo, o... todo lo contrario.

Durante estos meses tenemos la oportunidad de poder admirar en nuestros cielos al planeta más espectacular. Sin duda su gran brillo en los crepúsculos llevó a los antiguos griegos a adjudicarle el nombre de la diosa de la belleza y del amor, Afrodita, que en versión romana se llamó Venus.

El pasado 8 de octubre Venus acompañaba a la fina luna creciente en el crepúsculo vespertino sobre el horizonte de Bilbao.

Debido a su posición más cercano al Sol que la Tierra, Venus solo puede verse al principio o al final de la noche, en periodos alternados de poco más de 9 meses. Ya ha pasado gran parte de su aparición vespertina, que comenzó en abril y terminará en enero, y a pesar de que ya estamos en los últimos meses, e incluso ya ha ocurrido la máxima elongación el pasado día 29 de octubre (su mayor separación angular con el Sol y que suele citarse como el momento teórico de máxima visibilidad) sin embargo será en este mes de noviembre y principio de diciembre, cuando mejor podrá verse, incluso en plena noche.

El siguiente gráfico recoge las circunstancias de esta temporada vespertina de Venus desde Madrid. Desde otros lugares de la península Ibérica es similar, y más adelante me referiré a la situación en el hemisferio sur, donde es bastante diferente.

La línea blanca indica la hora en que Venus se pone en cada fecha, y si lo hace en el crepúsculo (franja gris) o ya de noche (zona azul oscura).

Para interpretarlo correctamente, una explicación con dos ejemplos:


El tramo en que la trayectoria de Venus se sale del crepúsculo es cuando más destaca al aparecer en un cielo ya negro, aunque quizás sea más fotogénico sobre un fondo azul crepuscular y con detalles del horizonte, sobre todo si tiene compañía, como en estas dos imágenes tomadas el pasado verano:

Aunque sea poco después de la puesta de Sol, el gran brillo de Venus lo hace fácilmente localizable y puede servir de referencia para encontrar otros astros, como en este caso Marte (muy débil) situado a su izquierda. 2-7-2021


Al estar siempre cerca del horizonte, pueden buscarse elementos que permitan encuadrar escenas sugerentes. Aquí, también con la Luna, el 10-8-2021. Siempre que aparezca la Luna cerca de Venus estará en fase muy fina y los dos astros darán los dos una bonita imagen.


Si recordamos las fechas del principio de la pandemia, en invierno y primavera de 2020, entonces ocurrió la anterior aparición vespertina y Venus se exhibió en el hemisferio norte mucho más que ahora. Destacó como un punto muy brillante al principio de la noche que llamaba la atención de la gente. 

A principios de marzo de 2020, en plena noche y a gran altura, Venus destacaba a incluso con la contaminación lumínica de la ciudad

Esta es la gráfica de aquella temporada:

En 2020 gran parte del tiempo la trayectoria de la línea blanca situada en la zona de noche, incluso relativamente lejos del crepúsculo, indica que Venus se ocultó bien avanzada la noche, teniendo una presentación casi lo mejor posible.

Comparando aquella temporada en que durante 6 meses se ocultó ya en noche cerrada, con la de ahora que solo son 3 meses (*) y mucho menos tiempo después del crepúsculo, (**) la presente es una aparición vespertina muy poco notable y casi podría decirse que el segundo planeta, aunque nunca pasa desapercibido, se ha mostrado lo más esquivo posible. Pero solo en el hemisferio norte.


Incluso ahora cerca de la máxima elongación, Venus se ha ocultado apenas comenzada la noche, mucho antes que entonces.

El 26 de octubre, apenas 3 días antes de la máxima elongación, Venus se puso solo un poco después de finalizado el crepúsculo.

Precisamente lo que ocurrió en 2020 en el hemisferio norte sucede ahora en el hemisferio sur, y por eso la segunda parte del título de este post. Allí está siendo una presentación magnífica y el gráfico de visibilidad para Buenos Aires es casi idéntico al de Madrid de hace año y medio:

La presente temporada de Venus, desde el hemisferio sur, aproximadamente latitud -35º.

En cualquier caso tenemos por delante los mejores días para observar al segundo planeta; admirar su brillo en plena noche a simple vista o si podemos usar un telescopio su imagen será excepcional. 

Porque precisamente ahora, durante las semanas finales de la temporada vespertina el tamaño aparente aumenta mucho y se pueden ver las fases. Así en diciembre con unos simples prismáticos se podrá observar que ese punto brillante se transforma en una especie de fina luna. Realmente llamativo.

Aunque las imágenes las tomé en la anterior temporada vespertina, la de 2020, se corresponden con lo que se verá en las fechas indicadas de este 2021. Todas las fotos se tomaron de día con Venus a suficiente altura para evitar distorsiones, pero con una exposición que diera el fondo oscuro y contrastar la imagen de Venus.

Estemos en el hemisferio sur o también en el norte, observemos el cielo al atardecer hacia el Oeste y admiremos el segundo planeta, el más espectacular. Si está cerca la Luna la imagen será aún más llamativa, y si se pueden elegir unas fechas, en la segunda semana de diciembre la coreografía será magnífica, como ya anuncié. 

Posiciones de la Luna entre los planetas Venus, Saturno y Júpiter del 6 al 9 de diciembre de 2021

Los mismos protagonistas se han dejado ver hoy mismo, aunque la coreografía no ha sido tan cuidada:
El 10 de noviembre Júpiter arriba a la izquierda de la imagen, Saturno junto a la Luna y Venus abajo a la derecha.  

 

La diferencia de visibilidad de Venus en cada caso es debida a la inclinación de la eclíptica durante toda la temporada vespertina,  pero especialmente en fechas próximas a la máxima elongación; y esto está relacionado con la estación y la latitud, tal como lo describía hace unas semanas en el post "La eclíptica"

En este caso el 29 de octubre es otoño en el hemisferio norte y primavera en el Sur, y como se vio en el citado artículo en otoño al atardecer la eclíptica está poco inclinada y en la primavera mucho más vertical. 


También precisamente en 2020 la máxima elongación fue el 25 de marzo, muy cerca del equinoccio de primavera en el hemisferio norte, y las circunstancias fueron opuestas. A destacar que en el trópico de Cáncer la eclíptica está vertical al atardecer, y la situación por ejemplo en México fue idónea.

Se han representado posiciones 30 minutos después de la puesta de Sol, cuando Venus ya es claramente visible. Si se hubieran tomado situaciones en el final del crepúsculo, lo de México sería aún más favorable porque ese periodo en zonas tropicales es más breve


Otra circunstancia que aumenta aún más las diferencias entre las dos últimas temporadas y entre los dos hemisferios es que ahora Venus está al sur de la eclíptica y en marzo del 20 estaba al norte, como se puede apreciar en los anteriores gráficos. Afortunadamente para los norteños todo esto cambia en la últimas semanas de esta aparición vespertina: la eclíptica al atardecer ya en invierno está más vertical que en otoño y precisamente el 21 de diciembre Venus pasa a situarse al norte de la eclíptica y eso hará que el 9 de enero día de la conjunción, y en fechas contiguas, podamos verlo tanto por la tarde como de madrugada desde el hemisferio norte, mientras que en el sur no será posible ¡Algo nos tenía que favorecer!

Aunque parezca extraño, desde el hemisferio norte los días próximos a la conjunción Venus se pondrá después del Sol y saldrá antes que él por tener latitud elíptica norte.

Concretamente el mencionado día de la conjunción la separación con el Sol (la latitud eclíptica) será de 5º N, con lo que si eres experto en localizar el segundo planeta con el telescopio en pleno día y con seguridad para tu vista, puedes intentarlo. Será una imagen excepcional, pero si no estás acostumbrado no lo intentes porque puede ser peligroso, y conténtate con las fotos que seguro que aparecen en internet.

El 4 de Junio de 2020, Nicolas Lefaudeux obtuvo esta imagen de Venus, donde se ve su atmósfera iluminada por el Sol casi por detrás (en aquella ocasión estuvo a solo medio grado del Sol

Venus, el día de la conjunción inferior con el Sol, tras la temporada vespertina de 2020. Foto de Nicolas Lefaudeux. 

Esta vez no se verá el borde del disco completo porque la distancia angular es 10 veces mayor, y podrá verse una imagen como la que obtuve yo el 7-6-20. Solo 3 días después, cuando la separación angular con el Sol era ya de 5º, casi igual que ahora el día de la conjunción.

A través del telescopio (y con muchísimo cuidado) podrá verse así el mismo día de la conjunción.

Teóricamente el segundo planeta podría verse durante temporadas de poco más de 9 meses seguidos por la tarde y luego otros 9 por la mañana, si bien en el comienzo de las primeras y final de las segundas puede ser difícil. La máxima elongación, que sería el mejor momento para verlo no está centrada en cada uno de esos periodos, sino que en las temporadas vespertinas hay 7 meses antes y 2 meses después, y al revés en las matutinas.

La parte más interesante es sin duda el final de la primera y principio de la segunda (tramos en verde)


Precisamente esos dos meses finales de la temporada vespertina coinciden con el mayor tamaño aparente, con la variación más rápida de la fase y más fina. Luego de manera simétrica en el comienzo de la temporada matutina (las zonas con trazos verdes del gráfico). Justo estamos ahora en el mejor momento, y debemos aprovecharlo. Y si no te importa madrugar continúa la parte principal del espectáculo hasta marzo.



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