sábado, 8 de febrero de 2020

Es el turno de Mercurio

Venus, el astro más destacado de las noches invernales sigue recibiendo visitas. Si hace unos días fue la fina luna creciente, con quien se paseó al comienzo de la noche junto al segundo planeta dando bonitas imágenes, tal como recogí en el anterior post, ahora es su colega Mercurio quien aprovecha estos días de la primera quincena de febrero para mostrar su mejor presentación vespertina del año, y acompañar así a Venus en los cielos crepusculares.
Ayer 7 de febrero podían verse los dos astros con suficiente claridad. Venus en la parte superior de la imagen y Mercurio muy cerca ya del horizonte.

Unos días antes también les pillé, pero Mercurio mucho más tímido y escondido apenas se apreciaba en la foto conjunta y había que tomar un primer plano para que se viera más fácilmente.
El 3 de febrero Mercurio (en el centro de la imagen) ya podía apreciarse levemente poco antes de ponerse.

Por supuesto que no podrá rivalizar con su colega, ni muchísimo menos; pero estos días en una de las escasas opciones que el esquivo primer planeta nos ofrece a lo largo del año, podrá verse simultáneamente con él.
Tampoco es una visita muy cercana, sino que la separación entre ambos astros es grande (casi 25º), como si Mercurio fuera un visitante tímido que aparece para salir en la foto con la celebridad pero no se atreve a acercarse a ella.

Aunque solo sea a modo de curiosidad, y un poco en broma, pongo una imagen que hice de Venus y Mercurio anteayer día 6, aunque lo de Mercurio solo sea en sentido figurado porque aunque “el de verdad” ya era visible, se sale del encuadre de esta imagen.
La escultura del dios Mercurio, (con las características alas en los pies y en la cabeza) señala hacia su colega Venus. 

Mercurio será observable durante mucho menos tiempo (apenas dos semanas frente a los casi 6 meses de Venus), brillará muchísimo menos, estará mucho más escondido, agazapado junto al horizonte Oeste y se irá mucho antes, en pleno crepúsculo, abandonando la compañía de Venus que permanecerá visible durante 2 horas más, ya en plena noche.

Pero ahí puede estar el mérito y el interés por localizarlo. Lo que es difícil tiene más atractivo que lo evidente y por ello quienes como Copérnico, que según dicen se lamentaba de ello en su lecho de muerte, aún no hayan visto nunca al primer planeta pueden aprovechar esta oportunidad. 
Desde latitudes de la península Ibérica, hasta el día 16 no será excesivamente difícil.

Cómo encontrarlo
Si estás en latitudes medias del hemisferio Norte, hora y media después de la puesta de sol Mercurio está próximo a ponerse un poco más a la derecha que por donde lo hizo el astro rey.

El 7 de febrero en este horizonte de Bilbao el Sol se ponía a las 18:02  y Mercurio a las 19:33, unos 7º más hacia el Oeste (El Sol en estas fechas se pone hacia el Oeste-Suroeste)
Pero no esperes tanto. Intenta buscarlo por ejemplo una hora después de la puesta de sol, y aunque el cielo estará aún brillante, Mercurio estará más alto (a unos 6º del horizonte teórico) con lo que evitarás la bruma que pueda haber junto al horizonte. Con unos prismáticos lo localizarás más fácil haciendo suaves barridos por la zona.
No te des por vencido si en las primeras intentonas no consigues verlo porque, si no lo ocultan las nubes, con paciencia al final lo encontrarás.
Luego, con referencias del horizonte cercano podrás dejar los prismáticos y verlo a simple vista.  

Aunque al principio cuesta distinguirlo, justo en el centro de esta imagen está Mercurio. El descubrir por primera vez el esquivo planeta, todavía en un cielo brillante, produce una curiosa sensación.
De los cinco planetas visibles sin ayuda óptica (Para ver a Urano y Neptuno se necesitan telescopios o al menos prismáticos) Mercurio es con mucho el más difícil por su cercanía al Sol. De día casi siempre estará ahí, a pocos grados en distancia angular con el astro rey (a ese ángulo se le llama elongación), pero evidentemente no lo podremos ver (con telescopio en ocasiones sí, con mucha precaución), y hay que aprovechar las posiciones en que angularmente se separa al máximo del astro rey cuando se producen las “máximas elongaciones”, para verlo después de ponerse éste (como ahora) o antes de que se haga de día, como en el próximo mes de noviembre.
Posición de la Tierra y Mercurio el 10 de febrero de 2020, día de su máxima elongación.

Evolución durante estos días.

Como la visión es difícil y en cierta manera en circunstancias críticas, un pequeño cambio de un día a otro incide en las condiciones de visibilidad:

- Diferencia en el intervalo de visibilidad:
Hasta el día 10 en que su elongación es máxima, Mercurio se va separando angularmente del Sol y luego retrocederá. Por ello ahora cada vez se está poniendo más tarde respecto a la hora de puesta del Sol y por ello aumenta el tiempo en que pueda observarse. Además por el  motivo que apunto a continuación esta tendencia favorable se mantendrá incluso un par de días después de la máxima elongación.
Sin embargo la evolución no es uniforme: las condiciones en este aspecto van mejorando paulatinamente hasta el día 12 en que Mercurio llega a ponerse una hora y 34 minutos después del Sol (en la latitud 40º N) y luego decaen más bruscamente.

- Diferencia en el lugar de puesta:
Cada día el Sol visto desde la Tierra se mueve aproximadamente un grado en la esfera celeste (en un año 360º), y Mercurio le seguirá, aparte del cambio en la elongación. Como en el hemisferio Norte estamos en pleno invierno, hasta el solsticio de verano el Sol se va poniendo cada vez más hacia el Oeste (hacia la derecha en horizontes del hemisferio Norte) en un lugar de la eclíptica cada vez más vertical respecto al horizonte.

Puesta de Mercurio los días 3 y 7 de febrero. Por los dos motivos apuntados la situación va cambiando ligeramente.
- Respecto a la hora en que Mercurio deja de verse al ocultarse por el horizonte, lógicamente depende de la altura de ese horizonte en el lugar de puesta respecto al punto de observación. En una imagen anterior hay un dato concreto para mi horizonte el día 7, y como la duración del día va aumentando, tanto el Sol como Mercurio el día 16 se pondrán 17 minutos más tarde que el día 3, por dar las fechas extremas aproximadas del intervalo en que pudieran verse en condiciones normales. Todo para una latitud de alrededor de unos 40º.

- El brillo va disminuyendo en este intervalo de dos semanas, desde una magnitud de -0.96 a 0.69.

Publico este post unos días antes de que se den las mejores condiciones, con el objetivo de que puedas intentar ver a Mercurio. Pero si las nubes me lo permiten iré añadiendo imágenes, de manera que dentro de unos días queden recogidas aquí las situaciones de la evolución completa. 

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ACTUALIZACIÓN 17-2-20


Después de publicar el post, las condiciones meteorologicas me han permitido observar Mercurio los días 12, 14 y 15
El día 12, una de las 3 fechas idóneas para localizar a Mercurio, las nubes se abrieron justo a la hora adecuada e incluso adornaron el cielo en torno al primer planeta que podía verse sin problemas en un cielo aún brillante.
12-2-2020. Mercurio por encima de la cima del monte, un poco a su derecha.


El día 14, con un cielo excepcionalmente limpio, aunque las posiciones iban empeorando, se veía sin dificultad  a la pareja Venus - Mercurio.
14-2-2020

Sobre todo si se localizaba al primer planeta previamente con ayuda óptica. La búsqueda con prismáticos y una foto de la zona concreta con teleobjetivo (como ésta) ayuda a localizarlo a simple vista.
14-2-2020. También esta imagen puede ayudar a situar a Mercurio y localizarlo más fácilmente en la anterior, tomada con poco tiempo de diferencia. También puede ayudar en la siguiente (del día 15) donde Mercurio está solo ligeramente más alto.

El día siguiente ya era más difícil

15-2-2020. Debido a la reducción de la imagen que hace Blogger yo no consigo ver aquí a Mercurio desde el ordenador. En la foto original se aprecia perfectamnte, y también puede verse entrando desde el móvil, clicando la foto y ampliándola.

Lugares de puesta de Mercurio
Se puede apreciar el diferente lugar de puesta de Mercurio estos 3 días, y compararla con la de unos días antes (el 3 de febrero), en la primera ocasión en que pude observarlos, que aparece señalada y cuya imagen está recogida anteriormente.


A partir de ahora las condiciones de visibilidad de Mercurio empeorarán rápidamente, tanto en la reducción de su distancia angular del Sol como de su brillo.
Seguro que ésta del día 15 será la última que obtenga del primer planeta, que se despide y no volverá a verse, ligeramente en mejores condiciones por estas latitudes medias del hemisferio norte, hasta mediados de mayo de 2021. Se verá también a principios de junio de este año, pero un poco peor que ahora.

Aproveché el limpio cielo del día 14 para obtener fotos de ambos planetas a través del telescopio, aunque en el caso de Mercurio al estar muy bajo en el horizonte la difracción distorsionaba la imagen. Aún así se aprecian las fases diferentes de ambos. 
Tengo que reiterar que no soy experto en técnicas de astrofotografía y solo pongo las imágenes de forma testimonial y con interés didáctico.
Venus y Mercurio el 14-2-2020. En el caso de Mercurio he trazado el borde, que aparece muy difuso debido a la difracción. 

Ambos se encuentran en fase menguante aunque la de Mercurio es mucho  más fina.
Aunque el diámetro de Venus es bastante más del doble que el de Mercurio, ahora no se les ve con tanta diferencia porque el primer planeta está más cerca de la Tierra que el segundo, tal como ocurre, aunque suene extraño, en la mayoría de las ocasiones: Ver “Mercurio, el planeta más cercano a la Tierra

Posiciones de los 3 primeros planetas el 14-2-2020.
Aunque los tamaños de los astros se han exagerado enormemente para apreciar las diferentes fases (nuestra visual al centro de Venus incide en la parte brillante con lo que se ve más del 50% pero a Mercurio en la parte oscura y se verá una fase menor del 50% ), las órbitas y las posiciones en ellas (del centro de cada circulito) están trazadas de manera precisa, lo que permite visualizar que Mercurio está apreciablemente más cerca de la Tierra que Venus.

Aunque no me será fácil, pero ya lo he hecho alguna vez , intentaré obtener alguna foto de Mercurio más alto en pleno día, con lo que minimizaría el problema de la difracción.

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Mercurio en 2020

Aprovechando esta primera aparición de Mercurio de 2020, se pueden analizar todas las oportunidades que tendremos para ver el esquivo primer planeta durante este año.

En los siguientes gráficos se recogen las situaciones en el momento clave de las puestas y salidas de Mercurio desde las latitudes 40º Norte (Madrid) y 35º Sur (Buenos Aires o Montevideo) Para otras latitudes no demasiado lejanas a éstas la situación es muy similar: El primero es válido aproximadamente para  gran parte de Europa, Asia, EEUU,... y el segundo en la zona meridional de Sudamérica y de Africa, Australia,..

La zona central negra corresponde a la noche, la azul clara el día, y las franjas de azul oscuro al crepúsculo. Las líneas sinusoidales de color naranja y amarillo representan el momento de puesta y salida de Mercurio, y cuanto más se introduzcan en la zona oscura, más posibilidades habrá de poderlo observar.


Siempre en el hemisferio sur se dan situaciones mucho mejores que en el norte. Este año en varias ocasiones podrá verse desde allí a Mercurio en plena noche, mientras que en el hemisferio septentrional apenas en la máxima elongación de noviembre de madrugada el primer planeta saldrá por el horizonte con el cielo totalmente negro, ligeramente antes del comienzo del crepúsculo.

Desde el hemisferio norte hay que aprovechar estos días de febrero porque ofrecen la mejor ocasión vespertina de todo el año. También se verá los primeros días de junio en una situación similar solo un poquito peor, pero ya no estará acompañado de Venus.
Ninguna de las dos situaciones es demasiado buena, con el cielo todavía brillante, porque en general las mejores ocurren cuando la máxima elongación oriental es en primavera, y estas dos pillan justo antes y después.
Por ello aunque este año las máximas elongaciones orientales ocurren el 10-2 y el 4-6, las condiciones se mantienen en los días contiguos hacia la primavera. Por ejemplo, se verá prácticamente igual incluso el 12-2 y el 2-6.

Como se ha dicho, en noviembre la cosa pinta algo mejor (no mucho) con la posibilidad de su observación en el crepúsculo matutino, ya que la máxima elongación occidental pilla en otoño, que es la mejor estación para verlo de madrugada en el hemisferio norte. El día 10 Mercurio saldrá por el horizonte Este con el cielo ligeramente más oscuro que cuando ahora se pone.
En ese caso también estará acompañado de Venus, y el encuentro entre los dos será mucho más cercano que ahora, pero habrá que madrugar para verlo.

En el hemisferio sur ahora, en febrero, las condiciones son peores. Pero en otros momentos se verá muchísimo mejor que en el Norte, sobre todo en las máximas elongaciones de marzo, por la mañana, y de octubre por la tarde.

Si quieres ver bien a Mercurio tienes que ir al Sur.

Mercurio aparece ligeramente por encima de las farolas en un cielo negro incluso con estrellas, dos horas antes de la salida del Sol, en una foto que obtuve en San Pedro de Atacama (Chile) el 7-4-2013. Esta imagen de Mercurio acompañado por débiles estrellas (en este caso de solo magnitud 4) nunca se ve en el hemisferio norte.

Las razones de estas circunstancias que determinan las diferentes condiciones en la observación de Mercurio las recogí hace ya casi 4 años en este otro artículo de título: “El esquivo planeta sureño se asoma por el Norte”, donde las explicaciones de las distintas situaciones están más detalladas.

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