Curiosidades sobre los astros, propuestas de observaciones sencillas, aspectos cotidianos pero poco conocidos, todo ello con un enfoque didáctico.

sábado, 2 de noviembre de 2019

El meridiano origen y los husos horarios


¿Qué es eso de “la hora del meridiano” y de los husos?

El final del post anterior recogió algunas opiniones personales, quizás de manera algo visceral y reivindicativa, y en él utilicé reiteradamente expresiones como “la hora de nuestro meridiano” o “el huso horario que nos corresponde”
No detallé estos conceptos porque el artículo ya era demasiado extenso, y porque el enfoque era más de opinión que didáctico. Ahora intentaré hacerlo, en este otro post, mucho más sosegado, aséptico y objetivo.


Consideraciones previas
  
Como todos sabemos, el tiempo es una magnitud física que tiene sus unidades; una de ellas, la que regula nuestra actividad diaria, es la hora; y la referencia natural que se ha tomado para su determinación ha sido desde siempre la posición del Sol.

La duración de la unidad y el origen (el cero) es la clave en toda medición, y la circunstancia concreta que condicionaba el debate del anterior post (con qué hora nos quedaremos cuando se acaben los cambios estacionales) se plasma en dónde establecer la referencia para colocar las distintas cantidades horarias. 


Husos o zonas horarias. Este mapa, que corresponde a la situación el 21-12-2018, nunca es definitivo porque muy frecuentemente suele haber hay países que deciden cambiar la referencia para empezar a contabilizar las horas. Por ejemplo, Marruecos se acababa de pasar, sorpresivamente, y como consecuencias de los cambios en el Ramadán, de la zona 0 a +1 Ahora toca decidir a los estados de la Unión Europea.
Porque ahí está la decisión de quedarnos con el mismo horario que Greenwich (GMT), o elegir GMT+1 o incluso GMT+2, cuyo significado luego explico. Se trata de decidir dónde poner el origen, o el cero; que en todas las magnitudes es un punto significativo.

Por ejemplo, para medir la temperatura utilizamos como unidad el grado centígrado y se toma el cero en la temperatura a la que se congela el agua, y no en la que hay en el salón de mi casa cuando para mí es confortable, aunque esto para mí tuviera ciertas ventajas.

Referencias históricas
  
En el caso de "determinar la hora", al menos desde época romana se ha tomado como referencia el mediodía (meridies) aunque para empezar a contabilizar las horas tomaban la salida del Sol (hora prima) de tal manera que meridies correspondía a la hora sexta y de ahí procede la palabra “siesta”. Como la duración del día es diferente según la estación pero los romanos tenían siempre 12 horas de día y 12 de noche, la duración de éstas era variable según la fecha, y aunque esto pudiera parece complicado de contabilizar, era muy fácil y lógico con sus relojes solares cuyo gnomon era horizontal.

Reloj solar romano marcando la hora sexta (el mediodía) Al tener la varilla horizontal su sombra marca el comienzo de la primera hora con la salida del Sol y produce horas desiguales según  la estación. Más detalles en "Midiendo el tiempo"

De esta manera, todas las horas tenían una diferente duración a lo largo del año, siendo la sexta (la que correspondía siempre al mediodía) la única que se mantenía en un momento fijo en cada ciclo completo de las 24 horas del día solar. Sin duda ello daba lugar a un sistema muy peculiar con unidades de amplitud variable, pero con una referencia fija al mediodía: la sexta.
También en los  monasterios durante el medievo conservó este sistema de horas para determinar el momento de realizar los rezos (las horas canónicas), aunque les dieron el nombre de sus oraciones: maitines, laudes o vísperas, pero mantuvieron el nombre de la “sexta” al mediodía.

Posteriormente la referencia inicial (el cero, o las 12) se estableció en el mediodía, de tal manera que había 12 horas de mediodía a medianoche y otras 12 de medianoche a mediodía, sustituyendo al sistema romano de 12 horas de día y 12 horas de noche.
Respecto al sistema romano o canónico ¡suponía un cambio de 6 horas!

Los árabes en el siglo XI descubrieron la clave para obtener relojes de sol que marcasen horas iguales (colocando el gnomon paralelo al eje de la Tierra) y por supuesto al mediodía colocaron las 12: En la mitad del día, en el momento medio entre entra la salida y la puesta del Sol, y justo cuando el astro rey está en dirección Sur. (Será dirección Norte, si se observa desde el hemisferio Sur en latitudes no tropicales)
Reloj solar, a punto de marcar las 12, el mediodía, el "cero" que dará comienzo el nuevo ciclo.
Con esta última clave no hay problema para determinar el momento del mediodía: Cuando la varilla de un reloj de sol, colocada como se ha dicho, produce una sombra vertical en la pared. O también cuando la sombra sobre el suelo de una plomada, o cualquier objeto vertical, está justo en dirección Sur-Norte, es decir, en la meridiana del lugar.

Más adelante se empezó a utilizar el sistema de 24 horas (en vez de 12 horas ante meridium y 12 post meridium) que hoy en día convive con el anterior, que incluso a nivel coloquial se usa de manera mayoritaria: Se dice con más frecuencia “son las 3 de la tarde” en vez de decir “son las 15”.

Es curioso que hasta 1925 los astrónomos, para hacer sus cálculos y elaborar las efemérides, tomaban como origen del día (las 0 horas) al mediodía, sin duda porque es un momento mucho más fácil de determinar experimentalmente, como se ha dicho, que la medianoche.
Resultado de imagen de telescopio meridiano
Con un telescopio "meridiano", como éste del Observatorio Astronómica Nacional, se puede cronometrar el paso por el meridiano de cualquier estrella, pero ocurrirá a hora diferente según la fecha. El Sol lo hace siempre a mediodía y no es necesario hacer ninguna corrección 

Pero en cada lugar el mediodía ocurre en diferente momento según la longitud geográfica y por ello cada localidad tenía una hora diferente: 
Con una diferencia de solo un grado de longitud (Por ejemplo lo que hay entre San Sebastián y Bilbao) el Sol tarda 4 minutos de pasar del meridiano de una al de la otra.

La hora se medía con los relojes de Sol, pero también con los relojes mecánicos cuando tuvieron suficiente precisión, y éstos seguían marcando diferente según la localidad porque también indicaban las 12 cuando el Sol estaba justo en el Sur. 
Junto a los primeros relojes mecánicos se solía colocar una meridiana (un reloj solar solo con la indicación Norte-Sur) para ajustar el reloj mecánico a las 12 con el mediodía solar local, si se hubiera adelantado o atrasado.

En el siglo XIX surgieron problemas con los horarios del ferrocarril y del telégrafo al comunicar lugares con diferente hora, y en la mayoría de los países de nuestro entorno se decidió unificar la hora en todo el estado, tomando lógicamente la de la capital. 
En España en principio se adoptó la hora solar de Madrid para elaborar los horarios de los trenes, con lo que de alguna manera esa era la hora oficial en todo el territorio y los relojes solares de lugares situados al Oeste del meridiano de Madrid empezaron a ir retrasados y los más orientales se quedaron adelantados respecto a esa hora.
En Francia la del observatorio de París, en Inglaterra la del de Londres (Greenwich), etc.
La adecuación de los horarios de los ferrocarriles fue la causa de que los relojes mecánicos y los relojes solares empezaran a estar en desacuerdo.
Implantación de los husos horarios

Solucionado el problema en cada estado, pero con las discrepancias entre unos y otros (no solo en un número entero de horas, sino en una determinada cantidad de minutos, por ejemplo de la hora de París a la de Madrid hay una diferencia de poco más de 24 minutos), en la Conferencia Internacional del Meridiano de 1884 se aconsejó establecer el meridiano de Greenwich como referencia, dado que era el que ya se usaba en la mayoría de cartas náuticas, ya que Inglaterra había tenido una mayor preponderancia en los mares.
El curioso reloj de 24 horas que marca el tiempo en el observatorio de Greenwich
El determinar la hora exacta era fundamental en la navegación para calcular la posición del barco, y mucho menos importante en la mayoría de las tareas cotidianas.

Aunque España participó en esa Conferencia, aquí no se sustituyó la hora solar (media) de Madrid por la del meridiano de Greenwich hasta el 1-1-1901 (primer día del siglo XX).
Así  mismo, en la Conferencia del Meridiano se establecieron husos horarios (zonas con una amplitud de 15º en longitud geográfica) de tal manera que se dividió el planeta en 24 husos o zonas, dentro de cada una de los cuales, debería ser la misma hora.

Como el origen se estableció en el meridiano de Greenwich, allí corresponde la longitud geográfica cero, y se sitúa en el centro del primer huso, que abarcará desde la longitud 7º 30´ Este hasta 7º 30´ Oeste. 
 Hay que remarcar que el meridiano es solo una línea, el huso originariamente es el territorio de amplitud 15º en longitud geográfica que tiene al meridiano en su centro, y las zonas horarias son convenios políticos que han cambiado en diferentes momentos de la historia.
Con  ello el salto de hora durante un viaje era siempre de una hora exacta, y no de una fracción de hora.

En el meridiano opuesto al de Greenwich se situó la línea de cambio de fecha, que está en el centro de un huso muy especial, porque aunque en todo él sería la misma hora, en la mitad Este es siempre la fecha siguiente al de la mitad Oeste. Bueno, esto es solo la teoría inicial.

Lógicamente, en la práctica los límites de cada huso horario se adaptaron a las fronteras de cada país, y por ello es más adecuado hablar de “zonas horarias” en vez de “husos”, y en cada caso los criterios fueron muy diferentes e incluso se han ido modificando a lo largo del tiempo, y han dado lugar a situaciones curiosas.


En principio, las zonas horarias se establecieron como se recoge en este mapa, donde la mayoría de los países se ajustaban a su huso más lógico adaptándolo a sus fronteras.
- Nótese que tanto Francia como España estaban situadas en el huso correspondiente al meridiano de Greenwich (que pasa por ambos países), el huso que en el mapa se llama EUROPA OCCIDENTAL, y fue durante la segunda guerra mundial cuando se pasaron a otra zona horaria diferente.

- En Estados Unidos o Rusia debido a su gran extensión se trazaron varias zonas horarias, mientras que en China prefirieron mantener la misma hora en todo el país.

- Son muy curiosas también las zonas horarias que se han implantado en Australia y en la Antártida, como expliqué en "Feliz 2017" y se recoge en este gráfico.



- En el caso del huso que contiene el cambio de fecha ha habido también unas cuantas anécdotas curiosas motivadas por los cambios de zona, que recogí en el anexo del post "En qué fecha estamos".

La zona horaria que marca la referencia en todo el mundo es la que corresponde al meridiano de Greenwich (GMT o Tiempo medio de Greenwich). Es el cero (el origen) en nuestro sistema de medición de la hora, y además es la que se utiliza en astronomía (T.U. – Tiempo Universal, y sus variantes).

A la zona situada inmediatamente al Este (EUROPA CENTRAL, la que geográficamente correspondería, por ejemplo, a Alemania) le corresponde la hora GMT+1, a la siguiente GMT+2, … etc.

Paradógicamente, con los cambios horarios estacionales, durante la mayor parte del año (de marzo a octubre) Inglaterra utiliza GMT+1 (en vez de GMT que es la suya) y España en ese mismo periodo veraniego la GMT+2, y por eso se dice que estamos adelantados 2 horas respecto a la hora que nos corresponde con el Sol, porque también por aquí pasa el meridiano de Greenwich.

Nuestra contradicción
  
Dije que en este artículo iba a ser aséptico. Pero aunque sea reiterativo tengo que citar dos circunstancias objetivas que me obligan a pensar que algo estamos haciendo mal. Aunque se refuerzan una con la otra, son dos cosas distintas:

1- La inmensa mayoría de los países y las regiones del mundo utilizan la hora que corresponde a su meridiano (a su huso). Hay excepciones, casi siempre motivadas por circunstancias claras y razonables.
España es uno de los únicos 6 países del mundo que atraviesa el meridiano cero, y sin embargo tenemos una hora que no corresponde a esa zona. El motivo, ya lo he repetido en otras ocasiones.

2- Hay pocos países que están totalmente incluidos en un solo huso y que por tanto su criterio para implantar la hora oficial sea totalmente obvia. La mayoría tienen gran parte de su territorio en varios husos diferentes y deben elegir.

España está casi totalmente incluida en un solo huso: Además de Canarias, solamente Galicia está fuera del huso atravesado por el meridiano de Greenwich, encontrándose al Oeste de ese huso. 
Actualmente no solo no utilizamos el huso correspondiente a la mayoría del territorio (el de Greenwich), sino que no tenemos ninguno de los dos, ya que hemos adoptado el de Alemania, situado al Este.
Tenemos dos husos que corresponderían a parte del territorio, y elegimos un tercero diferente.




Es cierto que no somos los únicos que hemos abandonado el huso horario que nos corresponde.
También lo hizo Francia (se le cambió Hitler al invadirla), pero hay 3 diferencias fundamentales :
-  Francia está más al Este que España, y por ello el error es mucho menor.
- Una pequeña parte de Francia está en el huso EUROPA CENTRAL con horario GMT+1, que es a donde se pasó y está ahora.

- También Francia se cambió de huso en 1940 durante la segunda guerra mundial, pero en aquella ocasión fue el invasor alemán quien se la cambió. Aquí la cambiamos nosotros mismos (bueno, Franco).
Aunque bien pensado,… peor es lo suyo, porque tienen más motivo político para descambiarse.





La entrada en la escuela con la hora del meridiano.
  
Para acabar, recojo unos datos que deberían haber ido en el post anterior, pero que los he obtenido ahora y me parecen clarificadores. 
Lo incluyo en este anexo, que hace mucho que no utilizo, porque además de no estar en la línea del resto del post no quisiera que ningún "inocente" se asustase porque vaya a tener que entrar "tan pronto" al cole. 

Hay personas a quienes les parece terrible el volver a implantar en España la hora GMT, recuperando así la que le corresponde según el meridiano. Les da miedo que su reloj marque determinado número (cuando amanece, o cuando van a comer o a trabajar), cuando en realidad todo funcionaría igual que ahora, porque se irían adaptando los horarios con las horas de luz y solo cambiaría el número que pone en el reloj.

Uno de los aspectos que más se oyen se escuda en los “pobres niños que tendrán que madrugar más para ir al colegio” El mismo argumento que utilizó Chávez confundiéndose y diciendo todo al revés. Si no has visto este vídeo, no te lo pierdas. 
En realidad los niños no se quejan, pero les utilizamos de coartada para argumentar nuestros intereses (yo también) 

En España en la mayoría de las escuelas de primaria las clases empiezan a las 9, y en secundaria en muchos centros a las 8. Evidentemente si se adopta el horario de nuestro meridiano la inmensa mayoría de los horarios se adaptarían; las clases empezarían a la misma hora que actualmente, pero en el reloj pondría una hora menos.
¡Pero cómo van a entrar los niños pequeños a las 8! Dicen muchos. ¡o a las 7, en los institutos! ¡Pobrecitos! He oído más de una vez.


Si implantásemos la hora de nuestro meridiano, lógicamente los horarios se adaptarían, se asemejarían al de la mayoría de los países que sí tienen la hora de su meridiano,  y los niños seguirían entrando al colegio y acabando su jornada escolar con la misma luz solar que ahora.

Una profesora que tiene alumnado de 6 nacionalidades extranjeras diferentes (adolescentes que han venido a España hace poco tiempo) les ha preguntado por encargo mío a qué hora comenzaban las clases en su país.
Aquí están todas las respuestas:

Nicaragua, Paraguay, Bolivia y Rumanía  a las 7
Venezuela  a las 6:55
China  a las 6 (habría que precisar el lugar porque el país es muy extenso). Habiendo preguntado nuevamente para tener más detalles, en la provincia de Pekin, según el horario habitual de los colegios, se levantan a la 6:20, la primera actividad didáctica es a las 7:40 (después de los ejercicios, aseo y desayuno), y a las 22 todos los escolares están en la cama con la luz apagada.

Y no iban a clase con menos luz que ahora, aquí. Ni con más sueño.

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