jueves, 30 de mayo de 2019

Didáctica de la Astronomía en Úbeda

Aunque en este blog muy pocas veces he anunciado algún evento que fuera a producirse en el propio tercer planeta (y no en su cielo), hoy estoy obligado a que sea una de ellas porque los primeros días de julio en la preciosa localidad jienense de Úbeda se celebrarán los Encuentros para la Enseñanza de la Astronomía, organizados por ApEA, asociación que actualmente tengo el honor de presidir.



Antes de nada quiero decir que estos encuentros están abiertos a cualquier persona interesada en el tema, aunque ya queda muy poquito para el cierre de la inscripción, porque el último día para apuntarse es el 3 de junio.
Toda la información está en www.apea.es/ubeda-2019/ especialmente en el enlace 2º COMUNICADO, y en  CUADRANTE; 




Pero voy a citar algunos aspectos que se escapan al programa en sí, como es la importancia que tiene, según mi opinión, el hecho de enseñar astronomía. 
No solo a nivel de carrera universitaria a donde llegan jóvenes que tienen claro que quieren estudiar astronomía o astrofísica, sino en enseñanza secundaria o incluso primaria donde lo va a encontrar todo el alumnado, independientemente de sus preferencias o capacidades.
En estos niveles la enseñanza de la Astronomía aporta unos valores didácticos muy importantes, como la interdisciplinaridad, la motivación o la posibilidad de experimentación, por lo que debería fomentarse su implantación, independientemente o además de los contenidos concretos y los conocimientos que pueda aportar al alumnado.


Interdisciplinaridad: Creo que no peco de parcial si afirmo que la astronomía es la materia interdisciplinar por excelencia. Se pueden encontrar ejemplos de temas o métodos de trabajo de la astronomía en asignaturas como la Física, Matemáticas, Geología, Química, pero también en humanidades como Historia, Cultura clásica o incluso en Ética, Religión o Educación Física, como nos demostró una profesora de un instituto de Cuenca, en unos pasados encuentros.

Es importante que el alumnado vea las distintas áreas como algo relacionado y no de manera aislada, y los ejemplos que proporciona la astronomía son una buena muestra de ello.


Motivación. Quienes somos profesores de astronomía tenemos una ventaja sobre el resto de docentes, y es la actitud con la que llega el alumnado. Desde la infancia está muy extendido el interés y la curiosidad por los astros y el universo, y ya en la adolescencia se puede reforzar esa motivación si se utilizan métodos adecuados.

Recuerdo mi época como profesor de instituto, donde solía impartir a un mismo grupo, de 4º de ESO, tanto Matemáticas como la optativa de Astronomía. La actitud del mismo alumnado en una y otra materia era totalmente distinta, y había algunos con determinadas habilidades, que solo con las clases de mate nunca hubiera descubierto.


Solían acudir puntuales al aula donde se impartía Astronomía, o incluso unos minutos antes de la hora de comienzo de clase y frecuentemente preguntaban con una expresión ilusionada “¿Qué vamos a hacer hoy?”.   En Matemáticas nunca me ocurrió.
Hasta hubo algún caso de un chico que estaba enfermo a la hora de matemáticas y se curó “milagrosamente” para la de Astronomía. O quien resolvía problemas en el contexto astronómico de dificultad análoga a otros que en mate era incapaz.


Posibilidad de experimentación: El alumnado encuentra en el cielo un laboratorio natural a su alcance que le permite investigar fuera del aula, por propio interés aunque sea guiado por lo que se le ha propuesto en clase, y eso es muy enriquecedor.
Aunque pueda parecer que no disponen de aparatos para observar el cielo, hay determinadas observaciones factibles que aunque parezcan cosas simples, dan mucho juego para razonar, discutir y entender los fenómenos. Incluso para aprender muchas cosas que no son de dominio público.
Midiendo referencias en el horizonte para determinar puntos cardinales, salidas y puestas de astros.

El alumnado puede experimentar y proponer teorías, convirtiéndose en protagonista de su propio aprendizaje.

Visualizando las fases lunares con el Sol real, y determinando posiciones relativas

Simulando eclipses con un modelo a escala
Refuerzo o recompensa: El comprobar por sus propios medios eso que le han contado en clase o incluso esa teoría que él ha desarrollado, o ver que los datos que ha obtenido sirven para elaborar determinado supuesto será una gran recompensa. Pudiera parecer que esto es algo presuntuoso, pero no es así.

A partir de unas observaciones sencillas pueden deducirse los periodos de visibilidad de la Luna según la fase o las trayectorias aparentes del Sol respecto al horizonte según la fecha. Esos datos podrían proporcionárseles y se ahorraría mucho tiempo y esfuerzo, pero no aprenderían tanto ni se motivarían. Lo que se aprende porque se ha experimentado es mucho más duradero que lo que se aprende porque se ha explicado en clase.



Hay que cuidar esa motivación y tenemos los recursos idóneos para ello.

Quizás pienses que hay una pega en el tema del horario: Si. Se pueden organizar observaciones nocturnas puntualmente, pero así no se puede rellenar un horario de clases. Se pueden explicar en el aula problemas técnicos de mecánica celeste, pero si se hace con reiteración probablemente su aridez en estos niveles hará desaparecer la motivación.

También se pueden hacer otras muchas cosas, como actividades de taller para elaborar maquetas o modelos con lo que se aprende mucho, o instrumentos que luego se utilizarán en observaciones colectivas o individuales. Incluso también se pueden plantear proyectos de gran envergadura fuera de las horas lectivas, como la construcción de un planetario. Realizaciones que frecuentemente tienen gran repercusión fuera del grupo y de lo que se sienten orgullosos.
Alumnado del IES Angela Figuera delante de la cúpula de planetario que acaba de construír siguiendo la propuesta de Lars Broman

Pero sobre todo se pueden realizar una serie de actividades prácticas y motivadoras, como por ejemplo las que presentaré en mi ponencia en Úbeda.

Como todo lo anterior puede parecer algo teórico, voy a citar solo los apartados de esa ponencia, con la idea de explicarlo detalladamente algún otro día, y no hacer ahora spoiler.

Se trata de una serie de actividades a realizar utilizando las sombras.




Lo ideal sería llevarlas a cabo de manera secuencial porque en casi todos los casos se utilizan los resultados obtenidos en las actividades anteriores.
Las 6 primeras espero recogerlas en este blog en un futuro próximo, y de las 3 últimas ya he hablado y pongo los enlaces
1- Orientándose: Determinación de la meridiana y los puntos cardinales.
2- Altura meridiana del Sol
3- Constatación de la ecuación del tiempo
4- Determinación de la latitud y longitud
5- Recorridos del Sol respecto al horizonte. Estaciones
6- Cálculo de la inclinación del eje de la Tierra
7- El globo terráqueo paralelo: Una bola casi mágica.
8- Midiendo la Tierra, la Luna y la distancia entre ellas. 
9- Midiendo el tiempo: Relojes de Sol.
Relacionados con este último tema he escrito varios post, que puedes encontrar con la etiqueta temática MEDIDA DEL TIEMPO; aunque por poner ya un enlace, por ejemplo "La hora de los relojes de sol"

Además de los centros escolares, hay otros lugares en los que se enseña astronomía: Planetarios, museos de ciencia, actividades de divulgación realizadas por numerosas asociaciones de astrónomos aficionados e instalaciones diversas… Todos ellos han proliferado en las últimas décadas y esto es una prueba de que la astronomía tiene un gancho especial.
AstroHita: Magníficas instalaciones creadas por iniciativa particular con un gran trabajo y entusiasmo.    Imagen tomada de Fundaciónastrohita.org

Fundamentalmente en Úbeda hablaremos de experiencias concretas en un ambiente amigable y relajado, como han sido estos encuentros en anteriores ediciones, y seguramente volveremos con muchas ganas de poner en práctica lo que los compañeros y compañeras nos cuenten.  Estás invitada-o.

No hay comentarios:

Publicar un comentario