¡Qué
tarde cae este año la Semana Santa!
Parece que se hace de rogar como el anillo de la canción de Jennifer López, de la que he tomado el título.
Ya sabemos que cada año es distinto y puede haber incluso más de un mes de
diferencia.
Pero
si se hicieran los cálculos de manera correcta, o si en el concilio de Nicea
hubieran estado un poco más acertados a la hora de escribir las normas para su
celebración, mañana día 21 ya sería Jueves Santo y no tendríamos que esperar hasta la
segunda quincena de abril para disfrutar de esas vacaciones de primavera.
¿Y
qué pinta este artículo en un blog de astronomía? Si, porque la determinación
de estas fechas se basa en las fases de la Luna y las estaciones.
Efectivamente,
si miras por ahí buscando la norma para determinar la fecha de Semana Santa, en
casi todos los lugares leerás que “el domingo de resurrección es el domingo
siguiente a la primera luna llena de primavera” Así suele decirse, y así lo he
contado yo en diversas ocasiones.
Varias imágenes de publicaciones, en todas pone lo mismo. |
Hoy día 20, como posiblemente hayas oído, empieza la primavera y mañana día 21 hay luna
llena. Por lo tanto este domingo día 24 debería ser la Pascua de Resurrección. ¡Pero
no! No lo será hasta el 21 de abril.
Tengo
que agradecer a mi colega y amigo Javier Martín, que me avisó hace ya tiempo de
la anomalía de este año, y gracias a él he decidido escribir este post, por lo
que estoy obligado a dedicárselo.
Para
aclarar todo esto hay que ir al principio:
La
iglesia católica quiso mantener la celebración de la fecha de la resurrección y
la muerte de Cristo, pero claro, según el calendario vigente en aquel momento y
lugar. Se sabe que la crucifixión se produjo el día 14 del mes de Nisán del
calendario judío. Nuestro calendario es totalmente distinto y el 14 de Nisán
para nosotros cae en fechas muy diferentes según el año.
Este
calendario, como la mayoría en la antigüedad, era lunisolar: Cada mes se
correspondía con una lunación y el comienzo del año se adecuaba al ciclo solar,
a las estaciones. Por eso algunos años tenían 12 meses y otros 13 ya que en 365 días hay 12 lunaciones y unos días más.
Desde
siempre, hasta que los romanos lo desbarajustaron, como las lunaciones duran
29.5 días, la duración del mes era de 29 o 30 días.
Si
cada mes comienza con la luna nueva, según el día en que estaban sabían la fase
lunar y el día de la semana, o bien si no tenían un calendario a mano (seguro que la gente no los tenía
en aquella época) y no llevaban la cuenta, viendo la fase de la luna sabían
aproximadamente en qué día estaban. La Luna era su calendario. Y el día 14
siempre había luna llena, en cualquier mes (o víspera de luna llena). Por eso
sabemos que Cristo murió precisamente un día de luna llena.
Nisán
era el primer mes, y se correspondía al comienzo de la primavera, época en que
empezaban casi todos los calendarios de la antigüedad.
El
día de Pascua es siempre en domingo y se celebra la resurrección de Cristo,
después de su muerte. Si se quiere que sea en domingo es imposible mantener siempre la
fecha exacta porque la luna llena no va a ser justo en jueves o viernes, pero
es la manera más aproximada. El domingo de pascua será el primer domingo
después de la primera luna de primavera, tal como he escrito antes, y como siempre se dice.
¿Cuál es el problema
este año 2019?
En
la época de la vida de Cristo, poco después de que Julio César estableciera el
calendario juliano, la primavera empezaba el 24 de marzo. Pero el cálculo
erróneo de los años bisiestos, tal como explico luego, hizo que poco a poco se
fuera adelantando, y en el año 325 empezó el día 21.
Ese
año se celebró el concilio de Nicea, y entre otras cosas se estableció la norma
para determinar las fechas de Semana Santa, y aunque el espíritu de la norma
tenía como referencia “El comienzo de la primavera”, quedó escrito “El 21 de
marzo”. Aquel año era lo mismo, pero no siempre.
Por eso en realidad el domingo de pascua es el primer domingo después de la primera luna llena a partir del 21 de marzo.
Casualmente este año el 21 hay luna llena, y aunque la primavera ya ha empezado para ese día, la luna llena que cuenta es la siguiente, la del 19 de abril y tenemos que esperarnos un mes más para disfrutar de esos días festivos ya que no será la pascua hasta el domingo 21 de abril.
Este año la Semana Santa se celebrará casi un mes más tarde de lo que debería |
En cualquier caso siempre habría sido más adecuado hablar del "principio de primavera" que del "21 de marzo" porque las fechas empiezan en diferente momento según el lugar de la Tierra, mientras que la luna llena y el comienzo de las estaciones es simultánea en todos los lugares.
Posiblemente se establecieron ambos datos de manera ficticia para que fuese más fácil su determinación y no depender de complicados cálculos astronómicos.
Muchos
se alegrarán de que los errores de Nicea hagan que las Vacaciones de Semana
Santa sean más tarde porque así se habrá implantado ya el horario de verano y
las tardes parecen más largas para disfrutar de los días de asueto, y se supone que la climatología será más
favorable. Aunque visto lo visto, esto último nadie lo puede asegurar.
La
fecha de Pascua y los años bisiestos
Aunque
ya he escrito varias veces sobre el calendario y su reforma, sigue siendo
interesante recordarlo por lo que implica a este tema de la Semana Santa.
Nuestro
calendario actual tiene su origen en el llamado calendario juliano establecido
por Julio César en el año 46 a. C. en el
que se determinó que cada 4 años había uno bisiesto porque se consideró que el
año duraba 365.25 días. Como los años normales duran 365 días, ese cuarto de
día (0.25) se acumula y en 4 años completa un día más.
Sin
embargo la duración real del año es de 365.2422 por lo que en los bisiestos se
iba añadiendo de más (casi 8 milésimas de día), y la consecuencia inmediata es
que la fecha en que comenzaban las estaciones se iba adelantando. En el siglo
XVI La primavera empezaba el 11 de marzo, con lo que al utilizar la norma del
concilio de Nicea para el cálculo de la fecha de pascua (el 21) se cometía un
error si había luna llena entre el 11 y el 21.
El
papa Gregorio XIII, preocupado por el tema, decidió arreglarlo en 1582 y
gracias a ello (a la dichosa fecha de pascua) tenemos actualmente un calendario
más exacto: el calendario gregoriano.
La
reforma consistió por un lado en eliminar 10 días en octubre de ese año, con lo que la primavera
volvía a empezar el 21 y todo funcionaba correctamente, pero además había que
modificar la norma de los años bisiestos para que en un futuro no volviese a
desajustarse y aparecer el mismo problema.
Teniendo
en cuenta la duración real del año, cada 400 años hay que eliminar 3 bisiestos
(3 años que por ser múltiplos de 4 deberían ser bisiestos, pero que no lo
serán). A partir de la reforma gregoriana no son bisiestos los años que sean
múltiplos de 100 pero no de 400. No fueron bisiestos el 1700, 1800, 1900, ni
tampoco lo será 2100, pero si lo fue 2000, por lo que casi todos los que lean
esto no vivirán ninguna excepción y habrán tenido y tendrán siempre bisiesto
cada 4 años.
Es
curioso que fuera la Iglesia quien corrigiera el calendario, para celebrar en
su día correcto la pascua. ¿Qué pasaría si no se hubiera hecho esa corrección? A
fecha de hoy se habrían acumulado otros 3 días de error además de los 10 que
llevaban, hoy en vez de 21 sería 8 de marzo, las estaciones comenzarían 13 días
antes, pero esto no causaría ningún problema grave y nos acostumbraríamos.
Al jueves 4 de octubre le siguió el viernes 15 |
El año 2100 no será bisiesto, a pesar de ser múltiplo de 4. Así habrá 7 años seguidos no bisiestos. |
Posibles
fechas extremas para la Semana Santa.
Si
el día 21 de marzo hay luna llena y es sábado, el 22 será domingo de Pascua,
habiendo sido el 19 Jueves Santo.
Pero
si la luna llena es el 20 hay que esperar a la siguiente, el 17 o 18 de abril.
Si es el 18 y además es domingo, hasta el domingo siguiente, el 25, no será la Pascua.
Por
ello hay un abanico de un mes y 3 días en que pueda caer la semana santa, que
parece que hay alguien a quien le molesta y han surgido propuestas para dejarlo
todos los años en la misma fechas.
Parece
que el papa Francisco está dispuesto a aceptar esas propuestas, aunque la tradición pesa
mucho y no está claro que finalmente se haga.
Aún
si se hiciese así, tampoco sería una fecha fija porque siempre sería una semana de lunes a domingo con la pascua en este último día, por lo que la fecha oscilaría en un rango de 7 días.
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