Con
el comienzo de un nuevo curso, y coincidiendo con el día que se cumplen 3 años
desde que abrí este blog que he intentado darle una orientación didáctica,
publico este post que recoge un par de actividades que se pueden hacer en clase
con alumnado. Pero también las puedes hacer tú solo-a y comprobar que son muy
gratificantes porque permiten obtener unas medidas que posiblemente
habrías pensado que estaban fuera de tu
alcance: nada menos que el cálculo del tamaño de nuestro planeta y de su
satélite. Te lo cuento:
Lo
de medir la Tierra lo incluyo porque os lo debo. Y lo de la Luna porque recientemente,
la noche del eclipse, se produjeron las
circunstancias adecuadas para que tú misma-o pudieras tomar los datos para
hacerlo y desde este blog te sugerí que lo hicieras. Las dos cosas a la vez
porque son actividades consecutivas y el resultado de la primera se necesita
para hacer la segunda.
Empezando por la Tierra
Hace
un año dediqué un post a explicar algunos métodos para medir la Tierra basados en el original, ideado por
Eratóstenes de Alejandría hace unos 2300 años, con algunas variantes,
utilizando también las sombras, que podemos seguir fácilmente nosotros para obtener
esa medida. Es una idea muy bonita, didáctica y nada complicada.
Si no leíste aquel artículo, te sugiero que lo hagas a partir del link que aparece arriba, antes de continuar con éste.
Acababa aquel entonces diciendo que pondría los detalles y resultados obtenidos en una experiencia concreta que se iba a realizar en Bilbao, con motivo de los Encuentros Interfronterizos que reuniría a aficionados a la astronomía de ambos lados de los Pirineos.
Como suele ocurrir frecuentemente en estos casos, la meteorología no fue adecuada y la experiencia se limitó a una explicación teórica pero sin obtención de resultados.
Pero
sí lo ha podido llevar a cabo recientemente un grupo de alumnado del Instituto
Bertendona de Bilbao, dirigidos por su profesora Maite. Alumnado de 1º de bachillerato (alrededor de
17 años de edad) dividido en varios grupos, cada uno realizó la experiencia y
los cálculos independientemente de los demás.
En
esencia el método consiste en algo muy parecido a lo que hizo Eratóstenes, pero
en vez de esperar para medir una sombra al momento exacto en fecha y hora en
que sabía que en un lugar concreto no la había, nosotros en cualquier momento
que tengamos sol, averiguaremos en qué lugar del mundo no hay sombra por estar
el Sol en el cénit y entonces mismo realizamos nuestra medición.
Lo cierto es que este método se me ocurrió hace ya varios años después de tener dificultades con los otros a causa de la meteorología el día acordado con los colaboradores necesarios en los otros métodos y necesariamente a mediodía, y que en éste se soslayan totalmente.
Eratóstenes
midió la longitud de un meridiano y nosotros mediremos la de un círculo máximo
(el que pasa por donde estamos nosotros y por el lugar en que no hay sombra). Supuesta la Tierra una esfera, ambos miden lo mismo.
Así podemos hacer la experiencia cualquier día y ¡¡ a cualquier hora en que haga sol !! , sin tener que esperar al mediodía como ocurre en el resto de los métodos.
Con
el globo terráqueo colocado paralelo (o Tierra paralela), averiguaron cuál era el lugar de la
Tierra en que el Sol estaba en ese momento en el cenit (punto subsolar)
Por
si no has pinchado el link anterior, te resumo: Despojado de su soporte y
situado sobre una base cilíndrica hay que colocar un globo terráqueo con la
localidad donde tu estás en el lugar más alto, y orientar el meridano de tu localidad en dirección
Norte-Sur. Así el globo queda paralelo a la Tierra real y la iluminación que
recibe es la misma.
Es importante decir que, mientras para la mayoría de las utilidades de la Tierra paralela es suficiente una colocación aproximada del globo terráqueo, y a veces se usan globos hinchables que no son totalmente esféricos, en éste caso esos no sirven y hay que extremar la exactitud de su posición porque queremos obtener resultados numéricos, y una mínima desviación puede dar lugar a errores apreciables en la determinación del punto subsolar.
Por ello hay que tener en cuenta dos circunstancias:
1- Puede parecer que hemos colocado nuestra localidad arriba, pero deberemos comprobarlo, por ejemplo situando sobre ella un tornillo de cabeza plana y tamaño suficientemente grande, y mediante dos visuales aproximadamente perpendiculares lo alinearemos con elementos verticales como paredes de edificios o farolas y corregiremos la posición del globo con cuidado.
Prácticamente siempre hay que realizar esta corrección si queremos obtener resultados adecuados.
2- Para averiguar lo más exactamente posible donde tienen el Sol en el cenit (punto
subsolar), desplazaremos un tornillo de cabeza plana y suficientemente grande (nos puede servir el de antes) por el globo terráqueo
hasta encontrar el sitio donde no da sombra.
Colocando el globo terráqueo y averiguando dónde no hay sombra. |
Una vez realizado este proceso hay que comprobar que nuestro meridiano en el globo está correctamente orientado Norte-Sur, y si hubiera que corregir esta orientación repetiríamos todo el proceso anterior.
Por supuesto, si no nos importa la exactitud del resultado sino solo entender el método, no es necesaria tanta precisión en la colocación del globo y determinación del punto subsolar. Depende de los objetivos didácticos que se persigan, tal como se explica en el anexo.
Casi simultáneamente,
medimos la sombra de un listón vertical en el lugar en que nos encontremos, y
calculamos el ángulo de la altura del Sol, tal como hizo Eratóstenes:
Midiendo el listón y su sombra |
Aquí recojo los resultados de uno de los grupos de alumnado de Maite, el primero que entregó el informe. No el más exacto (de hecho casi todos los demás obtuvieron una mayor precisión), pero ante todo hay que decir que es un método aproximado cuyo objetivo es motivar y aprender, más que obtener el valor exacto.
Respecto
a ésto yo siempre que lo he realizado el error ha sido menor de un 5%, lo cual
puede considerarse muy bueno teniendo en cuenta las herramientas y el propio
método. Los chicos-as del instituto Bertendona obtuvieron todos-as un error incluso menor.
El
lugar que tenía el Sol en el cenit estaba junto a Indore en la India, y por medio de un programa informático, se
averiguó luego en el aula que la distancia a dicho lugar es de 7418 km
Medida de listón 75 cm. Medida de la sombra 173 cm
Arc
tg 173/75 = Arc tg 2.3 = 66.5º Ese
ángulo alfa es el mismo que el que forman las verticales en Bilbao e Indore,
cuyo vértice está en el centro de la Tierra.
Como
el círculo completo son 360º y esos 66.5º cubren una distancia d= 7418 km , el
círculo completo medirá L= 7418 . 360º / 66.5º
= 40158 km.
Con lo que el radio, dividiendo entre 2 PI, saldría 6391 km, valor muy cercano al real.
Con lo que el radio, dividiendo entre 2 PI, saldría 6391 km, valor muy cercano al real.
Ahora la Luna
También
en el caso de nuestro satélite mi propuesta es seguir ideas que históricamente
se utilizaron para medirlo (Aristarco de Samos en el siglo III A.C. ), aunque
en este caso se utilizará la fotografía, que evidentemente no estaba en las
manos del sabio griego y nos permitirá solucionar algunos inconvenientes
importantes con los que él se encontró.
De
hecho el método de Aristarco en principio parece correcto pero tiene
algunas pegas, como el suponer que la sombra
de la Tierra es cilíndrica (al menos tal como se narra en muchas publicaciones),
que no afecta excesivamente al resultado porque solo se trataba de una
estimación, y como tal es válido, pero
hay que señalarlo en una explicación didáctica.
En el anexo lo explico, junto con otros aspectos que condicionan la exactitud del método.
En el anexo lo explico, junto con otros aspectos que condicionan la exactitud del método.
La
idea, tomada de Aristarco, es utilizar un eclipse de Luna. Recientemente ha
habido uno, el 27 de julio, y por eso he escrito esta historia ahora.
Eclipse del 27-7-18 al final de la totalidad. Para tomar los datos hay que hacerlo antes o después de esta fase, durante el eclipse parcial. |
En el eclipse lunar nuestro satélite pasa por el cono de sombra de la Tierra. Si durante la fase parcial del eclipse comparamos el tamaño de la Luna con el de la sombra de la Tierra, que deducimos del arco de circunferencia que se aprecia en la superficie de la Luna, a partir del tamaño de la Tierra que ya tenemos calculada, se puede calcular el de la Luna.
Parece
ser que Aristarco lo hizo utilizando los tiempos en que la Luna tardaba en
entrar totalmente en la sombra de la Tierra y lo que tardaba en atravesar toda
la sombra. En el anexo lo explico. Pero este método no es válido en cualquier
eclipse porque cambia mucho de unos a otros, y yo propongo utilizar una
fotografía que siempre servirá.
A
partir del arco de la sombra de la Tierra en la foto se puede completar la
circunferencia entera por métodos de dibujo técnico usando un compás, como se
representa en el siguiente gráfico: A partir de 3 puntos siempre se puede
dibujar la circunferencia, tomando las mediatrices de dos segmentos determinados
por esos (en el gráfico marcados en azul). El punto de corte de dichos
segmentos es el centro de la circunferencia.
Si
no tienes soltura en trazar estas líneas, puedes hacerlo como lo hacían mis
alumnos que no se esmeraban mucho: dibujar y recortar varios círculos de papel
de varios tamaños, probar cual se ajusta mejor al borde de la sombra terrestre,
y ya está.
La imagen que he puesto corresponde a un eclipse del 29-11-1993 de madrugada, el primer año que hice el ejercicio con mi alumnado, y que algunos de ellos estuvieron en la observación. En
este gráfico se mide y calcula la proporción del tamaño de los dos círculos (el de la
luna y el de la sombra de la Tierra). Aunque
te invito a que que tú mismo lo averigues en esta imagen o mejor en alguna
tomada del último eclipse, pongo mis resultados: A mí me sale 10,4 y 4,1 cm con
la ampliación que me da el tamaño de la imagen. Divido: 10.4/4.1=2.54
Esta
sería la proporción entre el tamaño de la Tierra (ya calculado) y el de la
Luna, suponiendo que la sombra de nuestro planeta mantuviera el tamaño de éste
(fuese un cilindro). Lógicamente no es así porque la luz que produce esa sombra
(en Sol) es mucho más grande (y por ello es un cono) ¡Pero también está muy
lejos! ¿es un cono muy puntiagudo o no?
Hay
una manera de saber aproximadamente en cuanto se reduce esa sombra de la Tierra
a la distancia de la Luna, que se deduce del hecho de que vista la Luna desde
aquí tiene un tamaño angular igual al Sol, o que en un eclipse solar el cono de
sombra de la Luna prácticamente tiene su vértice en la superficie terrestre. A
veces un poco más o un poco menos y por eso hay eclipses anulares y totales.
En el siguiente gráfico se ilustra:
En el siguiente gráfico se ilustra:
Como
el Sol está mucho más lejos que la Tierra (y que la Luna) las líneas que
delimitan los conos de sombra (en el gráfico, L) de ambos astros son casi
paralelas, y por ello la reducción del diámetro de la sombra de la Tierra
cuando hay un eclipse es el doble del radio lunar (2 r) como se puede apreciar
en la figura.
Representando las situaciones de un eclipse de Sol y otro de Luna se deduce que en éste último el cono de sombra terrestre se ha reducido un diámetro lunar (2r) |
Siguiendo
con mis cálculos, a esa escala la Tierra tendría un diámetro de
10.4+4.1=14.5 y 14.5/4.1 =3.54.
La Tierra es 3.54 veces más grande que la Luna, y tomando el valor del radio terrestre calculado antes (6391 km) sale un radio lunar de 6391/3.54 = 1805 km. El valor verdadero es de1737 km por lo que el error es menor de un 5%.
La Tierra es 3.54 veces más grande que la Luna, y tomando el valor del radio terrestre calculado antes (6391 km) sale un radio lunar de 6391/3.54 = 1805 km. El valor verdadero es de1737 km por lo que el error es menor de un 5%.
De
todas formas, como voy a explicar en el anexo, incluso haciendo todo el método
de manera exacta puede haber un error mayor.
Si
quieres hacer todo el proceso por ti mismo, o con tu alumnado y no tomaste
imágenes del último eclipse, no te preocupes: La Tierra la podéis medir en cualquier
momento que salga el Sol, y el próximo 21 de enero hay otro eclipse de Luna
visible en toda Europa, América y Africa.
En este anexo, recojo dos opiniones personales sobre las dificultades de realizar estos experimentos si el objetivo es obtener un resultado preciso, y la importancia o no de esta cuestión.
1- Errores y valor
didáctico
Cuando
se plantean estas experiencias didácticas siempre hay alguien que dice que si
queremos saber cuánto mide la Tierra y la Luna lo podemos mirar en un momento
en internet y nos ahorramos el trabajo. O una vez acabado el cálculo critica el que el resultado no sea
exacto.
Evidentemente el objetivo no es obtener un resultado, sino aprender el método, conseguir llevarlo a cabo, motivar e incluso, si el valor obtenido es muy incorrecto, analizar qué hemos hecho mal y solucionarlo, porque se aprende mucho más de los errores.
Evidentemente el objetivo no es obtener un resultado, sino aprender el método, conseguir llevarlo a cabo, motivar e incluso, si el valor obtenido es muy incorrecto, analizar qué hemos hecho mal y solucionarlo, porque se aprende mucho más de los errores.
Por
otra parte hay que señalar que estos métodos no tienen por qué ser exactos
aunque hagamos correctamente las operaciones matemáticas, y muchas veces el
propio método lleva implícito un posible error que no se puede evitar
En
el caso de la Tierra, el colocar el globo terráqueo perfectamente paralelo a
nuestro planeta, determinar el punto subsolar exacto, horizontalidad del suelo
y verticalidad de nuestro listón, determinar dónde acaba exactamente la sombra
del listón, son circunstancias que pueden modificar levemente el resultado. A
veces se compensan los errores y a veces se suman.
Yo
siempre me sorprendo de que con estos métodos (de andar por casa) los
resultados sean habitualmente tan buenos. Desde luego, la satisfacción de
quienes los realizan es evidente.
Otra
crítica que a veces se hace en este tema es el método de cálculo de la
distancia al lugar en que no hay sombra: "Que si es artificial hacerlo utilizando las nuevas
tecnologías que en realidad están usando el valor conocido del tamaño de la Tierra" ... Esto no
me parece importante porque es solo un dato de un proceso, que podría obtenerse
de otras maneras. Exactamente lo mismo que hizo Eratóstenes: no lo calculó él
mismo, sino que pidió la información. Según la versión que se da en la serie
Cosmos, contrató a una persona para que se lo midiera. Lo mismo podríamos hacer
nosotros. Si esa "persona" se llama "Google maps" no tiene importancia. Lo importante es el método del proceso completo.
En
el caso de la Luna hay otras circunstancias que inevitablemente aportarán un
error aunque todo se haga de manera perfecta. Concretamente el factor más
determinante es la distancia a la que se encuentre la Luna en el momento del
eclipse. Debido al movimiento en su órbita nuestro satélite puede estar hasta
un 7% más lejos o más cerca de la media. Es la circunstancia de la que tanto se
habla con las “superlunas”.
Además
la determinación exacta del borde de la sombra y el completar la circunferencia
que se ajusta a ella no es fácil hacerlo con precisión.
2- Como se cuentan las
cosas
Otro
asunto es lo relativo a los relatos sobre las experiencias iniciales, en este
caso de Eratóstenes o Aristarco. Se pueden encontrar diferentes versiones incompatibles con resultados ambos correctos, y a
veces se intenta maquillar el resultado inventándose a posteriori los
números para que todo salga extraordinariamente exacto, aunque lo más probable
es que no fuera así.
Como ya he repetido, lo
importante no es la exactitud del resultado sino el método en sí, y en todo
caso la obtención de un valor aproximado en orden de magnitud.
A
pesar de que no tiene la menor importancia, no me resisto a poner algún ejemplo
de lo que se cuenta y cómo se cuenta:
En
el caso de Eratóstenes, casi siempre se dice que obtuvo un resultado
prácticamente exacto del tamaño de la Tierra. Si fue así, y teniendo en cuenta
el método empleado, sería una tremenda casualidad que no aporta ningún mérito
adicional.
De hecho hay una versión que lo contradice: Según ella, para hacer el cálculo utilizó los estadios, que eran las medidas de longitud de la época. Pero resulta que se manejaban distintos tipos de estadios según la zona o país. Con uno de ellos el resultado pasado a kilómetros es casi exacto, pero parece que no eran esos los estadios que se utilizaban en el lugar y época en que Eratóstenes vivió.
De hecho hay una versión que lo contradice: Según ella, para hacer el cálculo utilizó los estadios, que eran las medidas de longitud de la época. Pero resulta que se manejaban distintos tipos de estadios según la zona o país. Con uno de ellos el resultado pasado a kilómetros es casi exacto, pero parece que no eran esos los estadios que se utilizaban en el lugar y época en que Eratóstenes vivió.
En
el cálculo del tamaño de la Luna por Aristarco, en el primer lugar que yo lo
leí, se suponía que la sombra de la Tierra era casi cilíndrica y se medían los
tiempos en que la Luna pasaba de la posición 1 a la 2 y de la 1 a la 3.
El
punto 1 es cuando comienza el eclipse parcial, el 2 cuando comienza el total y
el 3 cuando acaba el total.
En
esa publicación se dice que “Aristarco comprobó que la Luna tardaba 4 veces más en pasar de 1 a 3 que de 1
a 2, con lo que aproximadamente su tamaño es la cuarta parte”
La
conclusión sabemos que es cierta (no es muy diferente 4 o el valor real 3.7) pero en ningún eclipse
tardará más de 2.7 veces más de 1 a
3. Se cambian los números para compensar el error en el diseño.
En
otros casos se hace un planteamiento
correcto con los conos de sombra pero se habla de que Aristarco tomó los
tiempos “en un eclipse” sin más. Pero los
datos van a ser muy diferentes según el eclipse que se tome.
Debería ser un eclipse en que la Luna atravesara el cono de sombra de plano (como el de julio de 1953) y no casi rasante (como el próximo de enero de 2019). Los tiempos son muy diferentes y sería mucha casualidad que hubiera tomado precisamente un eclipse adecuado, que es probable que en toda su vida no ocurriera ninguno.
Debería ser un eclipse en que la Luna atravesara el cono de sombra de plano (como el de julio de 1953) y no casi rasante (como el próximo de enero de 2019). Los tiempos son muy diferentes y sería mucha casualidad que hubiera tomado precisamente un eclipse adecuado, que es probable que en toda su vida no ocurriera ninguno.
En el caso A) la relación de tiempos (paso de 1 a 3 respecto al paso de 1 a 2) es de 2.7 y en el B) es de 1.9 |
De
todas formas también es posible que tanto Eratóstenes como Aristarco obtuvieran
los resultados exactos, pero no es probable, ni es importante en absoluto. Lo
realmente importante es que se plantearon la posibilidad de obtener esas medidas, que idearon unos métodos para calcularlas y aproximadamente obtuvieron el orden de esos tamaños, lo que supuso un gran
avance en el conocimiento de la época.
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