El
pasado jueves día 14 durante el crepúsculo vespertino, muchas personas desde diferentes
lugares del mundo estuvieron intentando
ver la fina luna creciente apenas un día después de la fase nueva.
En algunos
de los lugares fue imposible y tuvieron que esperar un día más. Pero desde
otros situados más al Oeste, donde en esos momentos del ocaso ya
nuestro satélite tenía una fase algo mayor, lo consiguieron y se celebró el
llamado Eid al-Fitr con verdaderos festines con familiares y amigos. Era la
llegada del mes de Shawwal en el calendario musulmán y con él,
el final del Ramadán.
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Luna en fase muy fina junto al horizonte. La de anteayer fue incluso más fina |
Además,
aunque parezca extraño, relacionado con esto, mañana domingo día 17 se producirá un curioso cambio de hora en Marruecos, al implantarse el horario
de verano, meses después de haberse hecho en todos los países que realizan el
cambio estacional.
A
diferencia de lo que ocurría en la antigüedad, hoy en día los astros nos
afectan muy poco en nuestra vida. Sin embargo hay excepciones y todavía quedan
culturas que mantienen algunas costumbres relacionadas con ellos, siendo ésta una de las más claras, y
un ejemplo de integración de ciencias con culturas.
Es
significativo que en este tema del Ramadán están implicados de manera
importante la Luna y el Sol. La primera en la determinación del comienzo y
final de este mes, y el astro rey en su principal característica, el ayuno, que
debe ser continuo mientras el Sol esté sobre el horizonte.
La Luna también es protagonista en otras tradiciones y festividades: no olvidemos que la Semana Santa católica siempre ocurre en la primera luna llena de primavera o que la gran fiesta del año nuevo en China se celebra en la luna nueva más próxima al momento central del invierno.