Hoy
23 de abril se celebra el día del libro. Aunque parezca que no tiene nada que ver con el tema de este blog,
hay una curiosa circunstancia que lo relaciona con la astronomía, motivada por los
movimientos de la Tierra que, como sabemos, determinan la duración de las dos
principales unidades de medida del tiempo: el día y el año.
Ambos
periodos no están sincronizados, de manera que un año tenga un número exacto de
días, o que el sobrante sea una fracción sencilla. Ello ha originado un desajuste
en el calendario que es el motivo de una casualidad que se ha utilizado para
elegir la fecha en que se celebra el día del libro.
Esto
no se habría producido nunca en Mercurio donde día y año sí están
sincronizados, o tampoco si, por ejemplo, un año tuviese exactamente 365 días,
o 356.25 (365+1/4) o 365.666... (365+2/3)
De
esta circunstancia, y de algunas curiosidades que de ella se han derivado, voy
a escribir hoy aprovechando la efeméride.