Ya
se está anunciando en todos los medios: la estación espacial china Tiangong 1
(palacio celeste) caerá de forma incontrolada el próximo domingo día 1 de abril
o días contiguos. Se supone que se desintegrará por el roce con la atmósfera y
la alta temperatura que esto producirá, pero es posible que algunos fragmentos
lleguen hasta la superficie terrestre. En cualquier caso no debes preocuparte
por ello ya que la probabilidad de que impacte contra alguna persona es ínfima,
mucho menor a que cuando salgas de casa te caiga en la cabeza una maceta
desprendida del balcón del tercer piso.
La estación espacial Tiangong 1, cuya caída no nos dejará sin "palacios celestes" porque desde septiembre de 2016 ya está en órbita su gemela, la Tiangong 2 |
Además de las típicas noticias de los medios que suelen proliferar en estos casos, se ha escrito mucho y bien por parte de expertos
en astronáutica sobre este tema. Esta pequeña estación espacial de menos de 10 metros de longitud fue lanzada en septiembre de
2011 y colocada en una órbita con una inclinación de 42,8º respecto al ecuador terrestre y a casi 400 kilómetros de altura.
A diferencia de la Estación Espacial Internacional (ISS) mucho más grande y habitada de manera permanente por 6 astronautas, las Tiangong reciben visitas y estancias puntuales. Concretamente ésta que cae ahora fue visitada en 3 ocasiones por astronautas chinos y en marzo de
2016, unos meses antes del lanzamiento de su gemela Tiangong 2, se perdió el
control de la misma lo que ha hecho que el rozamiento con la tenue atmósfera a
esa altura haya ido frenando su velocidad y reduciendo su altura. Este proceso de ligera pérdida de altura,
habitual en las estaciones espaciales, suele compensarse de vez en cuando
encendiendo un motor que le haga ganar altura nuevamente, pero en este caso no
ha sido posible.
Según las autoridades espaciales chinas, la Tiangong se desintegrará totalmente en la atmósfera y producirá un espectáculo espléndido. Pero algún organismo europeo opina que hasta un 40% de sus casi 9 toneladas podrían impactar en el suelo. No
voy a entrar en la discusión ni sembrar alarmismo porque, como he dicho, la probabilidad de que ocasione alguna desgracia es ínfima, pero voy a
aprovechar para escribir sobre algunos temas concretos, sobre todo en la determinación de la posible zona de caída y probabilidad.