El
5 de enero de 2005, hoy hace 13 años, el astrónomo Mike Brown y su equipo descubrieron
un astro al que provisionalmente se le llamó 2003 UB313 y posteriormente Eris,
que fue clave en el destronamiento de Plutón.
Se estimó su diámetro en 2400 km, algo mayor que el de Plutón, y por ello, ya desde el momento en que fue anunciado su descubrimiento, el 29 de julio, fue considerado por muchos como el décimo planeta.
Se estimó su diámetro en 2400 km, algo mayor que el de Plutón, y por ello, ya desde el momento en que fue anunciado su descubrimiento, el 29 de julio, fue considerado por muchos como el décimo planeta.
Imagen en la que se descubrió Eris, obtenida desde el telescopio de Monte Palomar / Caltech/ M.Brow |
No fue el primer “décimo planeta” anunciado por
los medios, ya que según se iban encontrando diferentes astros del Cinturón de
Kuiper más allá de la órbita de Neptuno, se decía lo mismo pero eran más pequeños y nunca llegaban
a aceptarse como tales. Pero en este caso parecía lógico porque siendo mayor
que Plutón, y éste en aquella época era considerado como planeta, también debía serlo Eris. Pero
había que establecerlo de manera oficial y la Unión Astronómica Internacional
(IAU siglas en inglés) se dio un plazo de un año para tomar una decisión en un congreso a
celebrar en agosto de 2006 en Praga.
Como
para asignarle nombre debía determinarse previamente el tipo de astro, siguió
con su denominación provisional o con la propuesta no oficial de su descubridor
(Xena)
Durante
el congreso de Praga, y en la semana del 16 al 24 de agosto, Eris (2003 UB313) fue
uno de los 12 planetas según la propuesta que se manejó en la asamblea de la IAU.
En muchos medios de comunicación ya se daba por hecho la ampliación del número
de planetas hasta la docena y con ella la inclusión de Eris, aunque finalmente,
ante el desacuerdo de muchos congresistas, no llegó a presentarse esta propuesta.
Los 12 planetas, según la propuesta que se presumía definitiva en agosto de 2006 |
Pero
Eris fue el causante de la necesidad de revisar la definición de planeta y como
consecuencia de la caída finalmente de Plutón
Parece
que las discusiones en el congreso fueron acaloradas y según algunas opiniones
el objetivo final era Plutón si o no, y buscar una definición que lo incluyera
o lo apartara. Sobre esto y la degradación del noveno planeta ya escribí un
post titulado “10 años con uno menos” .
Y
tal como allí escribí, se buscó una definición muy artificiosa de planeta para
decidir si Plutón lo era o no, y una vez decidido que no, se creó un nuevo
grupo de astros, los planetas enanos, en el que ubicar a Plutón:
Como
el descubrimiento de 2003 UB313 fue la causa de las discusiones, finalmente se
le asignó el nombre de la diosa de la discordia en la mitología griega, y su
nombre completo es 133199 Eris.
Aunque inicialmente su diámetro se estimó en 2400 km,
frente a los 2370 de Plutón, una medición más precisa en 2010 lo redujo a 2326.
En cualquier caso tiene una densidad mucho más elevada y por tanto mayor masa.
También se ha descubierto un satélite de Eris, al que se dio el nombre de Disnomia, diosa griega del desorden civil y la ilegalidad.
También se ha descubierto un satélite de Eris, al que se dio el nombre de Disnomia, diosa griega del desorden civil y la ilegalidad.
Eris y su satélite Disnomia, imagen obtenida por el telescopio espacial Hubble. |
Es
muy curiosa la historia previa al descubrimiento de Eris y las consecuencias posteriores tal como lo narra Mike
Brown, y la manera desenfadada de hacerlo: Cuenta que en diciembre de 1999 hizo
una apuesta con una compañera sobre que alguien encontraría un planeta más allá
de Plutón en menos de 5 años
Fue
él mismo, pero para cobrar la apuesta tuvo que contar con la benevolencia de su
compañera porque habían pasado unos días del plazo cuando él lo encontró.
Luego Mike reconocía que mucha gente llegó a recriminarle el ser el culpable de la degradación de Plutón, y él mismo escribió un libro titulado “Cómo maté a Plutón”. Incluso su dirección de usuario de twitter es @plutokiller
Precisamente
Mike Brown es el primero y principal propulsor de la idea de la existencia de
un noveno planeta, mucho más grande y alejado, que actualmente está apoyada por
muchos astrónomos, y a este respecto Mike ha dicho que su hija se enfadó con él
por quitarle un planeta y le había prometido buscarle otro.
Luego Mike reconocía que mucha gente llegó a recriminarle el ser el culpable de la degradación de Plutón, y él mismo escribió un libro titulado “Cómo maté a Plutón”. Incluso su dirección de usuario de twitter es @plutokiller
Cuenta de Twitter del descubridor de Eris |
Eris estuvo a punto de convertirse en planeta pero finalmente se quedó en planeta enano de acuerdo a la definición que se puso en vigor en 2006. Pero ¿podrían buscarse las vueltas para que aquellas condiciones que se pusieron para excluir a Plutón dejaran algún resquicio a Eris?
Estas condiciones, que tiene que cumplir un planeta del sistema solar, son:
1- El objeto debe estar en órbita alrededor
del Sol.
2- El objeto debe ser lo bastante masivo
como para que su gravedad lo haya redondeado. Más concretamente, su propia
gravedad debe llevarlo al equilibrio hidrostático. Básicamente esto significa
que en condiciones normales debería ser esférico
3- El objeto debe haber limpiado la
vecindad de su órbita.
Los
astros que cumplan las dos primeras condiciones pero no la tercera se denominan
planetas enanos.
Pero
lo curioso es que la diferencia entre planeta o planeta enano no es el tamaño como parecería lógico por el apelativo, y podría recogerse en la segunda condición, sino algo
tan accesorio y extraño como si tiene la órbita limpia o no. Haciendo una broma ¿no sería más lógico llamarles planetas sucios?
Era
la misma condición que se había tomado en su día para decidir que Ceres y otros
asteroides dejaban de ser planetas, y debió parecer lógico volver a usar ese criterio
en el momento que se puso en duda el estatus de otro astro.
Pero
en realidad ningún planeta ha limpiado totalmente la vecindad de su órbita:
Júpiter
la comparte con centenares de pequeños asteroides, los llamados troyanos, que
circulan a 60º delate y detrás de él en unas posiciones condicionadas por la
gravedad del planeta gigante, y la Tierra por ejemplo, tiene multitud de
asteroides con una órbita muy similar a la suya, los coorbitales terrestres .
Para
soslayar este tema frecuentemente se modificó el enunciado “ha limpiado su
órbita” por “domina gravitatoriamente su órbita”
O
en ocasiones se puede leer así: Un planeta es un cuerpo celeste que es por
mucho el objeto más grande de su población local.
Pero
¿Qué significa dominar? ¿hasta dónde llega “su órbita”? ¿Cuánto es “por mucho”?
Claramente son temas bastante imprecisos.
Plutón
no ha limpiado su órbita porque hay muchos astros del Cinturón de Kuiper (los
plutinos) que tienen una órbita muy similar.
Pero
parece que se dio por hecho que Eris tampoco tenía despejada su órbita y eso ya
no está tan claro, aunque depende del criterio que se siga para determinarlo.
La IAU no lo ha establecido:
Orbitas de los planetas gigantes, Pluón y Eris, además del Cinturón de Kuiper representado por la nube de puntos, desde una perspectiva de la eclíptica en planta. |
La
órbita de Eris, con un semieje mayor de 67.7 unidades astronómicas (u. a.)
estaría fuera del acantilado de Kuiper (situado a 50 u.a.) donde disminuye
drásticamente el número de astros, y estando esta órbita muy inclinada, no se
conocen otros cuerpos con los que la comparta y por ello tiene la mayor parte
de su órbita limpia.
Pero el hecho de su gran excentricidad que le lleva a atravesar plenamente el cinturón de Kuiper haría que por allí se cruzase con otros muchos asteroides y ello podría hacer que se considerase que no tiene limpia su órbita, pero cualitativamente lo mismo le ocurre la Tierra.
Pero el hecho de su gran excentricidad que le lleva a atravesar plenamente el cinturón de Kuiper haría que por allí se cruzase con otros muchos asteroides y ello podría hacer que se considerase que no tiene limpia su órbita, pero cualitativamente lo mismo le ocurre la Tierra.
De
hecho hay asteroides que tienen casi la misma órbita que la Tierra, y otros la
misma que Júpiter, como se ha dicho, pero no se conoce ninguno con la misma órbita que Eris. La
diferencia está en que la masa de la Tierra o Júpiter es mucho mayor que la de
los asteroides cercanos. Pero la definición de la IAU no dice nada respecto a
las masas en la condición 3.
El
hecho de compartir órbita no está claro cómo determinarlo. Algunos prestigiosos
investigadores han seguido diversos métodos, como cito luego, pero solo por
hacer de “abogado del diablo” he considerado un criterio que aparentemente
parece sencillo y lógico: comparar el semieje mayor de las órbitas (a), lo que
puede considerarse el tamaño de las mismas.
Veamos
el número de asteroides cuya órbita tiene un eje mayor que se diferencia con la
de la Tierra (a=1) menos de 0.01: Son un total de 98. En el caso de Plutón, son
11, y en el de Eris ninguno.
Listado de asteroides cuyo eje mayor de su órbita es similar al de la Tierra (1), Plutón (39.45) y Eris (67.65) |
Estas
proporciones son similares tomando una diferencia de 0.1: en la Tierra casi
1500, en Plutón 114 y solo 1 en Eris.
De
acuerdo que esto tiene trampa, porque hay otros parámetros orbitales que hay
que tener en cuenta, como la inclinación, la excentricidad o la posición de los nodos. Si todas las órbitas
fueran circulares y se tomasen vecindades estrechas, Eris sería el que más
limpia tiene su órbita, de los tres.
Ahora
bien. Considerando el vecindades de las órbitas en sentido amplio todos los planetas
han despejado sus vecindarios en una medida mucho mayor que cualquier planeta
enano
La IAU no asigna ningún criterio objetivo ni valor numérico, pero algunos
investigadores han realizado propuestas en este sentido, que van en diferentes
líneas.
- Steven Soter propuso una medida K basada en la observación, para separar los cuerpos que orbitan estrellas en planetas y no planetas. Soter considera que dos cuerpos comparten una zona orbital si sus órbitas cruzan una distancia radial común de la primaria, y sus períodos no resonantes difieren en menos de un orden de magnitud.
K se calcula dividiendo la masa del cuerpo candidato entre la masa total de los otros objetos que comparten su zona orbital. Soter propuso que si K> 100, entonces el cuerpo candidato sería considerado como un planeta.
Con este criterio los valores obtenidos serían: Tierra 1.7 millones, Plutón 0,08 y Eris 0,1 y no hay duda de la diferencia, pero los criterios de Soter son relativos.
- Jean Luc Margot ha propuesto partir de las características de un
astro (masa y semieje mayor) como medidas de la capacidad para despejar su
órbita. En un estudio teórico sin tener en cuenta la realidad del sistema solar
obtendría un parámetro que le otorgaría, o no, la categoría de planeta, y
también los 8 planetas oficiales son los únicos que aprueban.
- Por
otra parte Alan Stern y Harold F. Levison buscaron un algoritmo para determinar una medida de la capacidad de un astro para dispersar otros más pequeños fuera de su región orbital durante un periodo de tiempo igual a la edad del Universo.
Nuevamente
los 8 planetas oficiales ganan por mucho a los planetas enanos, pero no deja de
ser paradójico que uno de los autores sea precisamente Alan Stern, Investigador principal de la misión
New Horizons con destino a Plutón, quien ha propuesto reiteradamente la devolución
del status al noveno planeta.
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