Esta mañana
he visto la ocultación de la estrella de Tauro, Aldebarán, por la Luna, y no entiendo por qué cuando se anuncian los
eventos astronómicos en las efemérides locales suelen aparecer las ocultaciones
de estrellas por la Luna, pero solamente
las que se producirán de noche.
Ese puntito que puede apreciarse cerca del borde lunar es la estrella Aldebarán de día. |
He tenido la oportunidad
de presenciar bastantes fenómenos de este tipo, pero todos habían sido de noche: La sensación del
movimiento Lunar que se hace evidente cuando vista con un telescopio “con
relativa rapidez” se va acercando a la estrella y la oculta, casi se la traga,
para devolverla al cielo más tarde en una repentina reaparición que, aunque te
la esperas, siempre sorprende.
Recuerdo
haber observado también un par de ocultaciones diurnas de Venus, pero es la
primera vez que veo ocultase una estrella detrás de la Luna en pleno día y, aunque
la memoria a veces nos engaña, creo que ha sido la que más me ha impresionado
aunque no fuera tan fotogénico como lo de Venus.
Además del
espectáculo en sí, estos fenómenos nos brindan la oportunidad de localizar y ver
fácilmente (con un telescopio) una
estrella a pesar de la luz del día.
Todos sabemos
que de día las estrellas también están ahí, pero la luz del Sol difundida por
la atmósfera nos impiden verlas. Con un telescopio sí se pueden observar y es
especialmente llamativo, casi emocionante, ver ese brillante puntito sobre el
fondo azul celeste.
Conté mi
experiencia en estos asuntos en “Estrellas también de día”, pero hay que decir
que si no tienes cierta práctica en ello, no es fácil conseguir situar el
telescopio adecuadamente para que una estrella brillante entre en el ocular.
En el caso de
las ocultaciones lunares, siempre que la fase no sea excesivamente fina, esto
está solucionado porque vemos la Luna a simple vista de día, dirigimos a ella
nuestro telescopio unos minutos antes de la ocultación y ahí al lado estará
nuestra estrella.
Así lo ví
esta mañana, cuando poco después de amanecer saqué el telescopio a la terraza
A las 7:30 (50 minutos antes de que la ocultase) la Luna se iba acercando ya a Aldebarán |
El tema de
las ocultaciones de la estrella Aldebarán lo conté ya hace tiempo en “La Luna le tapa un ojoal toro”
Allí dije que el fenómeno se repetiría, cité expresamente las fechas, … y caí
en la torpeza que he denunciado arriba, ya que no incluí la de hoy porque
era de día y supuse, yo también, que sería difícil verlo.
Para remediar
mi “pecado” te aviso de la siguiente: Desde la península Ibérica el 23 de
febrero de 2018 por la tarde, aunque ya los dos próximos meses podrá verse desde
Norteamérica, concretamente el 12-9-17 y
el 9-10-17, en ambas ocasiones también de día.
Tal como expliqué
en aquel post, durante 3 años y medio todos los meses la Luna oculta a
Aldebarán, pero la situación solo es visible desde una zona reducida de nuestro
planeta. Hay que aprovechar las últimas oportunidades (desde aquí solo nos queda la mencionada del 23-2-18) porque luego no volverá a
producirse ninguna en 15 años.
El espectáculo
es diferente según la fase de la Luna:
Si está creciente la desaparición se produce
por la parte oscura con lo que hay que estar atentos porque el momento en que la estrella deja de verse nos
puede pillar por sorpresa, al igual que la reaparición, que al ser por la zona
iluminada de la Luna a veces cuesta pillar el momento preciso.
Si está
menguando, como en el caso de hoy, se ve como los dos astros se van acercando majestuosamente y tiene un encanto especial “ver” el movimiento propio de la Luna
alrededor de la Tierra, que habitualmente, sin esa referencia de la estrella
queda enmascarado por el efecto de la rotación de nuestro planeta.
Aunque la foto está algo movida (como luego digo, no soy fotógrafo y solo pretendo obtener imágenes testimoniales para las explicaciones) se ve a Aldebarán a punto de ser ocultado por el borde lunar. |
También en este caso, con luna menguante, la reaparición es más atractiva porque la estrella parece surgir de pronto de la nada, al aparecer por la zona oscura que no vemos. De hecho, en la siguiente imagen, tomada después de la reaparición, no se ve la Luna, aunque su parte no iluminada está allí junto a la estrella.
Si lees
habitualmente este blog te habrás dado cuenta que últimamente algunos post son
“diferentes”. En ellos estoy recogiendo sobre todo temas observacionales y
experiencias propias aprovechando que estoy pasando una temporada en un lugar
que se presta a ello por su limpio cielo sin contaminación lumínica, y en esta
ocasión además se ha unido una larga temporada sin apenas nubes.
Algunos han
sido temas inesperados y me ha impulsado a escribirlos la emoción de haber
podido ver algo nuevo.
Soy más teórico y divulgador, que observador. Nunca he osado compararme con esos magníficos fotoastrónomos y observadores de algunas asociaciones de aficionados que realizan extraordinarios trabajos "profesionales", pero siempre que puedo intento mirar el cielo y tener a mano mi sencilla cámara de fotos compacta para luego ilustrar mis "explicaciones" sin retocar las imágenes (fuera de modificar únicamente el brillo o el contraste si es conveniente) ni usar esos programas informáticos que hacen maravillas.
En estos últimos post no he entrado
en aspectos teóricos complicados como otras veces porque aquí es verano, y con
estos calores y de vacaciones no apetece profundizar ni darle muchas vueltas.
Y por eso
mismo los artículos están siendo más cortos, lo cual algunas personas lo
agradecerán.
Pero si
quieres más… puedo contarte algo que he observado en las últimas horas y que podría hacer que, por una tremenda casualidad, el título de este post fuese el mismo que el de dos entregas antes: "Dos eclipses diferentes"
Sé que me estoy repitiendo, pero no
puedo dejar de contarlo.
- No solo porque he vuelto a hablar otra vez de cuando
la Luna le ha vuelto a tapar nuevamente el ojo al Toro, que de la anterior
ocasión ya hace mucho.
- Sino porque ahora al igual que hace 9 días, tremenda casualidad, ha
habido dos eclipses con pocas horas de diferencia, de esos que no se suele
hablar.
Una
ocultación de una estrella por la Luna podría considerarse similar a un eclipse
de Sol porque en el fondo es lo mismo: La Luna se sitúa delante de una estrella
e impide que nos llegue su luz. Dentro de pocos días esa estrella será el Sol
produciéndose el tan anunciado eclipse total en USA, y hoy ha sido Aldebarán.
Y también
solo unas horas antes que el de Aldebarán (anoche poco antes de las 23 h.), se produjo un
eclipse de la estación china Tiangong 1 al entrar en la sombra de la Tierra. Y además en la misma zona que lo hizo la ISS hace pocos días, tal como también recogí en
este blog. Ambas trayectorias y el punto donde se produce el eclipse son asombrosamente similares.
Mucho menos
brillante que la ISS, apenas destaca en el cielo en la mayoría de los pasos donde la
magnitud, siendo bastante variable, ronda el valor 2 (similar a las principales estrellas de la Osa
Mayor, por ejemplo). Pero anoche, en un paso casi cenital, llegó a brillar
mucho más, hasta la magnitud 0.7, similar a las estrellas más brillantes del cielo. En la imagen no parece tanto porque en las estrellas la luz se acumula durante 30 segundos y en la Tiangong no.
- Porque si hace un par de semanas hablé de mis
“primeras veces”, hoy tengo que añadir otras dos o tres más: La primera vez que
he visto una ocultación de una estrella de día, posiblemente la primera vez que
he visto la Tiangong 1 tan brillante y la primera vez que la he visto
eclipsarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario