Aunque quizás el título de este
post podría parecer un menosprecio de las conocidas leyes que rigen los
movimientos de los planetas, en realidad
es todo lo contrario.
Se trata de presentar una
actividad didáctica, a mi modo de ver enormemente útil para visualizar y
apreciar en su justa medida el significado y las consecuencias de las leyes descubiertas
por el astrónomo alemán, y entender unas cuantas cuestiones relativas a las
posiciones, movimientos, trayectorias de los planetas, y otros astros del
Sistema Solar.
En principio se trata de dibujar en el suelo, a escala, y lo más
exactamente posible, las órbitas de los 4 primeros planetas y del cometa Encke, el de órbita más pequeña,
de manera que queden reflejadas
gráficamente las consecuencias de las leyes de Kepler. Una vez dibujadas se
dejan marcadas con cinta adhesiva de colores y posteriormente se podrán añadir
otros elementos.
Aunque esta actividad se me
ocurrió hace ya más de 25 años como una más a desarrollar con alumnado
adolescente en mi instituto dentro de la asignatura optativa de Astronomía, y en
aquel momento la titulé “Las leyes de Kepler en el suelo de la clase”, os invito a realizarla en cualquier otro
suelo que tengáis por ahí cerca, para que el nuevo título “ … por los suelos” sea adecuado.
Yo suelo decir que el simple
enunciado de estas 3 leyes sin cuantificar sus consecuencias no suele ser muy
adecuado: La primera suele dar pie a un tremendo error si no se ve el resultado
real, y tanto la segunda como la tercera tienen unos enunciados a veces difíciles
de interpretar o de calibrar en su verdadera medida.
No detallo aquí el proceso de
elaboración para que no se haga demasiado pesada la lectura ahora, pero si
te animas a llevar a cabo el trazado lo puedes encontrar en este enlace de la página de la Asociación para la Enseñanza de la Astronomía (ApEA) . La 5ª referencia en la lista de
actividades.
Ahí propongo realizar el trabajo
a una escala en la que un centímetro equivalga a un millón de kilómetros, con
lo que la conversión de unidades es inmediata tanto en su construcción como
luego en su uso. A esta escala se
necesitaría una superficie de 5 metros de ancha, e incluso más larga si se quiere
poner el cometa. Podía ser una sala, una terraza grande, un patio, o incluso
una plaza.
Aunque si no se dispone de ese suelo tan amplio, se puede hacer en un lugar más pequeño, reduciendo
a la mitad o a la cuarta parte todas las medidas.
Tal como se explica en el
trabajo, se dibujan y luego se repasan con cinta adhesiva de distinto color, determinadas
circunstancias relativas a las leyes de Kepler.
El incluir la órbita de un cometa tiene como finalidad apreciar las consecuencias de las dos primeras leyes en una órbita muy excéntrica, bastante diferentes de las que tienen en los planetas. Una vez realizado el trabajo se
aprecian varias circunstancias relativas a cada una de las leyes, respectivamente:
a) Las órbitas de los planetas
son casi circulares, mientras que la del cometa Encke es muy elíptica.
Una vez trazadas, además de que parecen totalmente redondas, como se ve en la imagen anterior, puede medirse
con un metro la longitud del eje menor de la órbita elíptica, y asombrarse de
lo similar que es respecto al eje mayor, a pesar de que los focos de la elipse (que
se han utilizado en su trazado) estén separados. Si no ves claro ésto, te recomiendo vivamente
que leas el post “¿Tienes algo tan redondo como la órbita de la Tierra?"
Yo suelo decir que el enunciado
de la primera ley ("Las órbitas son elípticas ...") es didácticamente pernicioso (en muchos casos el alumnado previamente
tiene la idea correcta y al conocer esta ley la cambia por otra totalmente incorrecta),
pero si se visualiza la situación real todo queda claro y en su justa medida. Y mucho más si además se ha participado en el trazado de las órbitas.
b) En el caso de la órbita más
excéntrica entre los planetas (la de
Mercurio) se ve que el Sol está claramente lejos del centro, pero en los demás
no mucho. Esto se plasma en que los recorridos de cada planeta en un mismo
tiempo en las cercanías del perihelio y afelio (tramos rojos) son muy similares
excepto en Mercurio, y por supuesto en el cometa Encke.
El dibujo de los dos triángulos
de áreas iguales ayuda a entender el enunciado de la segunda ley ("Los radios vectores barren áreas iguales en tiempos iguales") y a visualizar
su consecuencia. Solo propongo hacerlo con Mercurio y en los otros astros no completo el triángulo para no llenar todo el suelo de líneas, pero sí dibujo los tramos
recorridos en afelio y perihelio.
c) La velocidad lineal de cada planeta
no es excesivamente diferente, mucho menos que la proporción entre los tamaños
de las órbitas. Esto se aprecia en las longitudes de los tramos amarillos, que
corresponden a los recorridos de los planetas en un mismo periodo de tiempo (se han tomado 30 días), y cuyas longitudes se
han calculado por la fórmula de la 3ª ley.
El resultado de la poco intuitiva
formulación de esta ley ("Los cubos de las distancias medias al Sol son proporcionales a los cuadrados de los periodos"), que relaciona cuadrados con cubos, queda plasmada más claramente en estos tramos amarillos.
Otras utilidades.
Si se colocan los planetas en su
órbita en una fecha concreta (en el aula de Durango les solemos actualizar cada semana),
se obtiene un recurso con el que sacar muchas conclusiones sobre todo las
relativas a la posición o posible observación de estos planetas. Para ello
previamente hay que delimitar los
recorridos de la Tierra en cada mes, que queda escrito en el suelo, colocar
nuestro planeta y a partir de él los otros utilizando una tabla con las
elongaciones (separación angular respecto al Sol, visto desde aquí), dos trozos de cuerda y un
transportador de ángulos.
Esta tarea podría parecer
innecesaria hoy en día en que el resultado puede obtenerse directamente de
algún simulador informático. Pero el trabajar en la colocación y posteriores
medidas directamente en el suelo es mucho más didáctica, útil y motivadora,
además que el hecho de la manipulación obliga a entender mejor la situación.
Entre otras cosas, solemos
realizar las siguientes tareas agachados en el suelo:
1- Medición de las distancias de
la Tierra al Sol el día de hoy y en otras fechas, compararlas, apreciar la poca variación, y la circunstancia de que en el invierno en el hemisferio Norte estamos más cerca del Sol.
2- Medición de las distancias, en la fecha actual, de la Tierra a cada planeta (y quizás sorprenderse, como conté en “Mercurio, el planeta más cercano a la Tierra”)
Con la escala propuesta, el cálculo de las distancias reales es inmediato. |
3- Apreciar que las distintas oposiciones del planeta Marte se pueden dar a distancias bastante diferentes unas de otras, que incluso pueden medirse con un metro, y ver en qué fechas podrían producirse la más cercana o la más lejana.
La órbita de Marte a pesar de su
excentricidad parece también circular (y midiendo sus dos ejes se comprueba que
casi, lo es), pero se ve muy bien que no es concéntrica con la de la
Tierra.
4- Trabajar el concepto de
elongación, tanto en la colocación por parte de quien haga esta tarea, o posteriormente otras personas, midiéndola a
partir de la posición de los astros.
Al realizar el proceso de situar el astro o medir luego su elongación se comprende mejor el concepto. |
5- Relacionar esa posición con la posibilidad de ver hoy mismo los planetas interiores, en qué momentos, con qué facilidad, o las horas en que será visible Marte.
7- Trazar el recorrido realizado
por algunas sondas espaciales.
En el Aula de Durango se ha
dibujado la trayectoria de la sonda espacial Curiosity en su viaje desde la Tierra a Marte, que permite entender y sorprenderse de
las aparentemente ilógicas trayectorias de los viajes a Marte y los motivos por
lo que se hace así (Esto lo conté en “¿Te vienes de viaje a Marte?")
8- Se pueden incluso trazar parte
de las órbitas de algunos cometas, en sus cercanía al Sol.
El recorrido de Curiosity, a trazos rojos |
En el instituto de Sestao
colocamos las órbitas de los cometas Hale-Boop y Hyakutake en tres dimensiones, de cartón, atravesando el espacio del aula, como recoge la siguiente imagen. Una de ellas era de quita y pon, pero la otra permaneció mucho tiempo, durante el acercamiento del espectacular cometa, e incluso íbamos actualizando su posición en la órbita.
En Durango está dibujada la proyección en la eclíptica del Swift-Tuttle, el origen de las famosas estrellas fugaces de agosto, las Perseidas.
En Durango está dibujada la proyección en la eclíptica del Swift-Tuttle, el origen de las famosas estrellas fugaces de agosto, las Perseidas.
9- A la escala propuesta se pueden
representar tanto las distancias como los tamaños de los astros manteniendo las
proporciones, lo que siempre supone un tremenda sorpresa al apreciar lo vacío que
está el Sistema solar: El Sol es una
bola de 1.5 centímetros y la Tierra la punta de un alfiler situada a metro y medio de distancia.
10-, 11-,… Seguro que a alguien se
le ocurren más.
Este trabajo queda en el suelo, sin molestar ni obstaculizar cualquier otro uso del lugar, como un recurso
permanente que se puede utilizar posteriormente para ilustrar otras
actividades. De vez en cuando hay que realizar algún pequeño parcheo con la
cinta adhesiva, pero un vez que todo quedó calculado esto no cuesta nada.
Ya hay unos cuantos suelos, en
varias aulas del Instituto de Sestao y otros centros, o en el Aula de
Astronomía de Durango, donde han quedado las leyes de Kepler.
Como otras muchas veces, en este caso también he
buscado alguna excusa para escribir sobre un tema concreto. Estos días he estado colaborando en el trazado
de un reloj de Sol en el suelo del patio de un colegio de Barakaldo en el que Joseba,
un compañero entusiasta e incansable ha recogido y plasmado, un montón de
juegos de todo el mundo.
Con su magnífico trabajo ha
demostrado que cualquier suelo da para mucho (incluso para las cosas del cielo,
añado yo), y que en general tenemos los
suelos infrautilizados. En esta ocasión quiero dedicarle este post especialmente a él.
Una de las zonas del patio de la ikastola Alkartu. Por el suelo de otras zonas del patio hay muchos más |
A continuación aparece el
habitual anexo, que en este caso es de lectura recomendada para quienes no conozcan la historia de Kepler y sus leyes, y no tiene ninguna
dificultad técnica para su comprensión.
La locura y el desencanto de Kepler
En la historia de las leyes de
Kepler hay algo muy especial, casi rocambolesco. Alguien que no lo conozca
podría pensar que fueron el fruto de un trabajo con un objetivo claro y que el
astrónomo alemán se habría sentido satisfecho y feliz por su hallazgo cuando
consiguió encontrar las claves que gobernaban el movimiento de los planetas.
Nada más lejos de la realidad.
Kepler se sintió decepcionado
porque estaba intentando demostrar una teoría grandiosa y absurda, pero de la
que estaba convencido y orgulloso de que a él se le hubiese ocurrido, y no eran esos resultados los que hubiera
querido lograr, porque contradecían su idea previa.
Según se cuenta, Kepler tenía una
personalidad muy especial: introvertido, de imaginación a veces desbordante,
creyente en las influencias astrológicas, profundamente religioso y admirador
de la obra de un dios creador geómetra perfecto que había diseñado el mundo siguiendo
unas pautas estrictas.
Es muy curioso leer la
correspondencia que intercambió con Galileo, el físico italiano, cuando éste daba
cuenta de sus descubrimientos con el primer telescopio, que él mismo diseño y
elaboró, y Kepler en su respuesta imaginaba
seres inteligentes que vivieran en esos mundos y relaciones matemáticas caprichosas
entre el número y posición de esos astros. (Esto está recogido muy bien en el libro “El
mensaje y el mensajero sideral”)
La clave para las investigaciones
sobre las posiciones y movimientos planetarios estuvo en el intento de
demostrar lo que Kepler llamó el “misterio cosmológico”:
Como en aquella época
se conocían 6 planetas y existen solo 5 poliedros regulares (tetraedro, cubo,…),
se le ocurrió que no era una casualidad, y que
entre las órbitas de estos planetas encajarían exactamente los poliedros. Creyó
ver en esos dos números la clave y la razón de la creación divina.
El misterio cosmológico de Kepler |
Una idea absurda, pero hay que
reconocer que Kepler fue íntegro y riguroso buscando tenazmente la verdad
aunque no fuera la que él quería.
Su personalidad imaginativa era
casi opuesta, por ejemplo, a la de Galileo o Newton que
siguieron estrictamente lo que la experimentación objetiva les aportaba. Pero sin
embargo puede decirse que en este tema fue más meticuloso y honrado que ellos. Buscaba la
verdad y no hizo trampa para demostrar sus falsas hipótesis.
Se dice que Newton trampeaba los
resultados de algunos de sus experimentos cuando, debido a alguna circunstancia
accesoria que no había tenido en cuenta, no obtenía el resultado que necesitaba
para comprobar sus teorías. De Galileo también se dice, por ejemplo, que nunca
realizó el famoso experimento de dejar caer diferentes objetos desde lo alto de
la Torre de Pisa para comprobar que llegaban al suelo a la vez. Ambos estaban
convencidos de cual debía ser el resultado de algunos de sus experimentos y parece
que en ocasiones eso les bastaba.
Kepler podía haber dejado de lado
una pequeñísima diferencia entre una posición observada de Marte y la que él
necesitaba para cuadrar la órbita que encajara con su absurda teoría, pero no
lo hizo. Fue riguroso e íntegro y eso le hizo encontrar la verdad a pesar de que
hubiera preferido que el resultado hubiera sido otro.
Antes de nada quiero pedirle perdón a mi gran amigo Esteban. Hace tiempo que debí darles las gracias por este post y por muchísimas veces más que de forma desinteresada a respondido con agrado a las demandas de ayuda que le hemos cursado.
ResponderEliminarPero nunca es tarde si la petición de disculpas es buena y sincera.
Equivocarse humano y este humilde aprendiz de juego te debe una amigo Esteban. Vaya pues por delante ésta.
Gracias Esteban, de mi parte y de parte de toda la comunidad Educativa de la Ikastola Alkartu, que, como bien dices, gracias a tu esfuerzo y dedicación cuenta con un reloj de suelo analemático único y muy especial.
En los tiempos que corren de confinamiento y corona virus ahora más que nunca se hecha de menos ver al alumnado de la Ikastola haciendo de gnomos de tu reloj y adivinando hora mes y estación en esta maravilla. Gracias de corazón.
No tienes que disculparte de nada, y yo también disfruté durante la elaboración del reloj solar. Un abrazo, y a ver si pronto el patio de Alkartu se vuelve a llenar de niños y niñas jugando y aprendiendo con los juegos.
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