“Pero
sin embargo se mueve”
La
famosa frase atribuida a Galileo, que según muchos solo sería una leyenda
urbana porque aunque lo seguía pensando nunca se habría atrevido a
pronunciarla delante de testigos después de ser obligado a abjurar, nos indica
que siempre nos estamos moviendo.
Pero ... ¿hacia dónde vamos?
Mi
respuesta, aquí y ahora es “hacia abajo”.
Pero la tuya posiblemente será distinta según cuándo leas esto y dónde estés.
Por
supuesto todo depende de la referencia que tomemos. Si en un tren en marcha nos
levantamos del asiento y vamos andando hacia el restaurante que está en la cola
del tren, cualquier otro viajero que nos viese diría que estamos yendo hacia atrás,
aunque respecto a la referencia del exterior, de las vías y el terreno, vamos
hacia adelante.
En el Universo todo se mueve y para hacer cualquier consideración o cálculo de velocidades hay que fijar una referencia |
Las direcciones hacia arriba o hacia abajo, a las que me voy a referir, son las que cualquier persona que tengas a tu lado te señalaría, sin saber siquiera de lo que estás hablando.
Estoy
escribiendo esto a primeras horas de la noche y por eso he dicho que me muevo
hacia abajo, hacia “mi abajo”, la dirección en que tengo mis pies y donde vive
mi vecina, la que se molesta cada vez que oye ruido porque se me cae al suelo
algún objeto.
Pero
“mi hacia abajo” puede ser muy distinto de “tu hacia abajo” si vives lejos de
Europa, porque para ambos el “hacia abajo” es hacia el centro de la Tierra.
Pero
mañana por la mañana me estaré moviendo hacia arriba, y no solo cuando me esté
levantando de la cama sino también cuando esté desayunando sentado y quieto. Y
en eso sí coincidimos, aunque vivas muy lejos y te levantes al amanecer, igual
que yo, pero muchas horas más tarde.
La
dirección hacia la que nos estamos moviendo en cualquier instante depende de
los dos movimientos principales de la Tierra: la rotación y la traslación.
La
velocidad debida a la traslación está cerca de los 30 kilómetros por segundo,
siendo muy superior a la originada por la rotación, que oscila entre 0.46 km/seg si estamos en el ecuador y es cero
en los polos. En cualquier caso será más de 60 veces mayor si hablamos de
velocidad lineal. Porque en velocidad angular es algo más de 366 veces más lenta que la rotación.
Por
lo tanto la velocidad con que nos movemos y la dirección objetiva en que lo
hacemos, si hemos tomado como referencia el Sistema solar, es casi igual a la
que lleva la Tierra en su movimiento alrededor del Sol.
Pero
nuestra referencia de arriba-abajo respecto a esa dirección está cambiando
continuamente por la rotación terrestre.
El
gráfico representa la situación vista desde la vertical del polo Norte pero es solo
una primera aproximación y no es exacto porque no se ha tenido en cuenta la
inclinación del eje terrestre, que modifica ligeramente las direcciones, y lo
analizaré luego.
Pero aproximadamente la situación es la siguiente:
- A quien está situado en el punto A (en el ecuador), la dirección de la traslación
terrestre le hace moverse hacia donde se encuentra el centro de la Tierra, es
decir hacia abajo (hacia “su abajo”). La velocidad de su movimiento serán los
citados 30 metros por segundo.
Debido
a la rotación terrestre, en ese punto A está anocheciendo.
-
Quien está en B se mueve hacia el cenit, es decir hacia arriba. Puede
imaginarse en esos momentos como el explorador adelantado que va abriendo
camino. En ese punto B está amaneciendo.
-
El punto C corresponde al mediodía, y se está moviendo hacia el horizonte Oeste.
Como he dicho, esto es de manera aproximada.
-
El punto D, que corresponde a la medianoche se mueve hacia el Este, y lo hace
ligeramente más rápido que a mediodía porque hay que sumar la velocidad de la
rotación, y antes había que restarla.
-
El polo Norte (punto E) se va moviendo siempre hacia el horizonte, cada vez a
un punto diferente de él, girando 360º cada 23horas y 56minutos. Pero desde ese
lugar todas las direcciones son Sur.
-
El polo Sur, y quien estuviera allí, se mueve siempre hacia el Norte, aunque
esta dirección también va recorriendo todo su horizonte.
-
Para latitudes intermedias la situación es similar a las posiciones del ecuador
(A, B, C y D) pero con una ligera variación porque se moverán siempre hacia un lugar
de la eclíptica, el plano que contiene a la órbita terrestre.
Por
ejemplo el punto F, donde está amaneciendo, se moverá hacia arriba, pero no
exactamente hacia el cenit, sino hacia el punto más alto de la eclíptica que en
ese momento estará ligeramente inclinado en dirección Sur. También aquí habrá que añadir una pequeña variación
debida a la inclinación del eje terrestre que es diferente según la estación.
La
velocidad en A y en B será prácticamente la de la traslación (casi 30 km/sg.),
en C será casi medio kilómetro por segundo menos y en D más, porque hay que restar o sumar,
respectivamente, la velocidad de la rotación que es en sentido contrario o
coincidente. En F las variaciones de velocidad serán menores, y más pequeñas cuanto mayor sea la latitud.
Aunque
estas historias tienen repercusiones, por ejemplo en el cálculo de ventanas de
lanzamiento y dirección en el encendido de motores en viajes interplanetarios,
sé que para ti no tiene ninguna utilidad práctica y es posible que te parezca
una tontería.
Pero
puestos a buscar algo, si algún día por la mañana te da pereza dejar la cama,
puedes pensar que te estás moviendo hacia arriba, como si el suelo te impulsara
(debido a la inercia solo sicológicamente) para ayudar a levantarte.
Si
quieres saber más, es decir si en cada momento quieres saber hacia dónde vas, sin tener que pensar ni hacer cálculos, puedes construirte este sencillo aparato
que te lo indicará directamente.
La flecha indica la dirección hacia donde nos estamos moviendo. Va girando en un plano paralelo al ecuador, para lo que lo situaremos inclinado un ángulo igual a la colatitud del lugar (90º-latitud) respecto a la horizontal. Esto es aproximado y lo podremos mejorar como indicaré luego.
La flecha indica la dirección hacia donde nos estamos moviendo. Va girando en un plano paralelo al ecuador, para lo que lo situaremos inclinado un ángulo igual a la colatitud del lugar (90º-latitud) respecto a la horizontal. Esto es aproximado y lo podremos mejorar como indicaré luego.
Gira
gracias a un sencillo mecanismo de reloj situado en la parte posterior. Hay que poner una reductora X
2 (un engranaje doble, uno de los cuales tiene el doble de dientes que el otro),
acoplada al eje de la aguja horario porque ésta da dos vueltas en 24 horas y
nuestro indicador deberá dar una vuelta.
Todo
el conjunto hay que orientarlo Norte-Sur y se le puede incluso poner
indicadores de velocidad.
Como
he dicho, todo lo anterior es aproximado suponiendo que el eje de rotación
terrestre fuese perpendicular a la eclíptica. Pero como está inclinado 23
grados y medio respecto a esa posición, si se quiere ser preciso habría que
corregir según la fecha un determinado ángulo que siempre será menor o igual a
esos 23.5º. No es excesivo para hacerse una idea aproximada, pero la corrección tiene diferente dirección
según el lugar y la fecha, y también diferente amplitud.
Adecuando
el gráfico anterior a distintas fechas se podría precisar más:
A
modo de ejemplo, esta es la situación en el equinoccio de primavera del
hemisferio Norte:
El
plano del dibujo corresponde a la eclíptica y respecto a él el ecuador está
inclinado.
-
El punto B, que corresponde al amanecer, se mueve hacia arriba pero no exactamente hacia el
cenit sino a 23.5º de él, en dirección Sur (concretamente hacia el punto de la
bóveda celeste de acimut Sur y altura 66.5º)
-
El punto A (al anochecer), que en el gráfico se sitúa por debajo del plano del
dibujo, se movería hacia abajo, pero 23.5º hacia el Sur, respecto al
Nadir.
-
En los puntos C y D, donde es mediodía y medianoche, también habría que desviar
23.5º en dirección Sur sus direcciones de movimiento aproximadas, hacia el
Oeste y hacia el Este, respectivamente.
Lógicamente
en el otro equinoccio será todo similar con un desvío de 23.5º hacia el Norte,
y para otras fechas el desvío depende de la declinación del Sol en ese
momento.
En los solsticios no hay variación respecto a las direcciones señaladas al
principio, porque el plano perpendicular a la eclíptica que contiene al eje (el plano que pasa por C, D y E), está perpendicular a la dirección del movimiento de la Tierra.
Solsticio de verano en el hemisferio Norte |
Modificación del indicador de direcciones
El
instrumento descrito anteriormente puede modificarse para que recoja estas
variaciones. Para ello se puede colocar otra flecha indicadora sobre la inicial
con una inclinación respecto a ésta que iremos variando según la fecha.
Yo lo
he hecho con unas pestañas de papel en la que anoto los meses una vez calculado
el margen según el ángulo de la declinación, y que doblo y encajo en la base de
la flecha inicial.
Ya sé que queda un poco friki tener encima de la mesa un artilugio tan raro, pero cuando alguien me pregunta "¿Qué es eso?", puedo presumir de saber en todo momento hacia donde voy.
como se llama ese punto donde la maquina esta apuntando?
ResponderEliminarHola Juan Diego.
EliminarPienso que nadie le ha dado nombre a ese punto. Indica la dirección en que se está moviendo la Tierra, tomando como referencia nuestra posición.
Haciendo un simil, por ejemplo al punto hacia el que se mueve el Sol en la galaxia se le llama APEX, pero en este caso, la dirección a donde apunta la máquina, no creo que tenga nombre. Además va cambiando a lo largo del año. (Para nuestra referencia cambia a lo largo del día)