Esta entrada está compuesta en su mayoría por imágenes. En
contra de mi costumbre hay poco texto y va muy ligera, apropiada para digerir
los habituales excesos de estas recién acabadas fiestas (en España acabaron ayer con los regalos de los Reyes Magos).
Hace un mes, en el post titulado “Selene se pasea ante Afrodita” ya
anuncié que las circunstancias que entonces ocurrían volverían a darse de
manera similar en varias ocasiones, y la primera sería al comienzo de 2017. Si
no lo leíste y quieres la información técnica que aquí falta, puedes lincarlo
porque todo es muy similar y se hace referencia también a este caso.
Pero en esta ocasión he querido recrearme más en el
aspecto estético que en el técnico, sobre todo en la actriz más fotogénica de las dos, y sé que algunas-os me lo van a agradecer.
La luna del cambio de
año, desde mi ciudad.
En el citado post del mes pasado mostraba mi satisfacción y extrañeza porque la meteorología me hubiera permitido la observación del cielo durante 4 noches consecutivas, circunstancia infrecuente por aquí ¡Y precisamente los días claves del espectáculo!
Parece que el cambio climático es evidente,
para bien o para mal, porque otra vez hemos tenido cielos limpios durante
muchos días seguidos y se han podido apreciar las evoluciones de la Luna acompañada de Venus en
la siguiente oportunidad.
La finísima luna del día 30 anunciaba el espectáculo de las siguientes noches.
La finísima luna del día 30 anunciaba el espectáculo de las siguientes noches.
El día 30 una Luna de apenas 36 horas (después de luna nueva), a punto de ponerse por el horizonte de Bilbao. |
La Luna se esconde, el último resquicio iluminado junto a la farola y la luz cenicienta que lo delata . |
Recuerdo muy bien que además de muy lluviosa, Bilbao era una ciudad sucia y fea durante mi infancia y juventud, pero ha cambiado totalmente. Antes no venía nadie a visitarla y ahora se ven montones de turistas. Aunque ha habido varios factores que lo han motivado, casi todo el mundo afirma que ha sido el “Efecto Guggenheim”.
He aprovechado la estética vanguardista y la fotogenia del
edificio que alberga este museo y sus aledaños en el “nuevo Bilbao” como marco
para algunas de estas imágenes. Un par de ellas pueden resultarte conocidas,
similares a las que puse el mes pasado, pero la mayoría son otra cosa.
Día 31 de diciembre. Cuando esperábamos la llegada del nuevo año, que en algunas zonas del planeta ya había comenzado, las dos protagonistas se dejan fotografiar por las cercanías del museo.
Día 31 de diciembre. Cuando esperábamos la llegada del nuevo año, que en algunas zonas del planeta ya había comenzado, las dos protagonistas se dejan fotografiar por las cercanías del museo.
La Luna pasea su adorno ceniciento entre la placas de titanio del Guggenheim y "El gran arbol y el ojo" como se denomina la obra escultórica formada por esferas reflectantes, de A. Kapoor, |
Camuflándose y jugando al escondite entre las bolas de Kapoor |
Como he dicho, esta ciudad tiene mucho que agradecer al
museo Guggenheim. Tengo que reconocer que me equivoqué cuando hace más de 25 años me coloqué en el bando de quienes estaban en contra de su construcción en el debate que se suscitó en la opinión pública.
Aunque adopté por conveniencia los argumentos de quienes criticaban el tema por motivos artísticos (el arte moderno es lo que todavía no es arte, y en la inmensa mayoría de los casos nunca lo será) y económicos (el coste para la administración pública, incluido el terreno, debería utilizarse en otros temas prioritarios), mi verdadero motivo para alinearme con ellos tuvo, por supuesto, razones astronómicas:
Aunque adopté por conveniencia los argumentos de quienes criticaban el tema por motivos artísticos (el arte moderno es lo que todavía no es arte, y en la inmensa mayoría de los casos nunca lo será) y económicos (el coste para la administración pública, incluido el terreno, debería utilizarse en otros temas prioritarios), mi verdadero motivo para alinearme con ellos tuvo, por supuesto, razones astronómicas:
Para fomentar la CULTURA con mayúsculas (eso se decía) nos pusieron de patitas en la calle, cargándose la cultura de los grupos populares.
Pero el tiempo da y quita razones, y en este caso tengo que reconocer que a mí me la ha quitado. Incluso me aprovecho yo también de la imagen del edificio y de otros que a su sombra han ido surgiendo en el "nuevo Bilbao", para hacer fotos astronómicas.
Día 1 de enero: Magnífico estreno de año con la Luna cercana a Venus.
Sobre las torres Izozaki y la pasarela Zubizuri en el atardecer del primer día de 2017 |
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Entre las torres del museo |
La pareja en el museo:
Reflejadas en el agua de la ría, haciendo una "doble pareja", como dijo mi colega Ramón. |
Escoltando a las bolas de Kapoor |
A través del arco de Zubizuri |
Como en estas fechas todos andamos un poco "fuera de horario", también Venus de dejaba ver cerca de la Luna antes de ponerse el Sol a pesar de las ligeras nubecillas del cielo de Bilbao. |
Sé que las fotos que he puesto en esta entrada no son imágenes excepcionales, y ya he dicho más de
una vez que aunque la fotografía fue mi hobby preferido en otra época antes que
la astronomía, ahora que me apasionan los astros, me gusta fotografiarlos pero no es
precisamente mi especialidad.
Pero son fotos mías, me ha llevado tiempo conseguirlas, y he
querido mostrarlas en mi blog.
Creo que con este post, el museo ha perdonado totalmente tus protestas al proyecto.
ResponderEliminarY de tus “amigas criticonas”, la “lunática” ha quedado totalmente encantada y satisfecha.
Gracias, un abrazo y hasta la próxima.
Me alegro! Un abrazo.
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