Este post es continuación del anterior, que si no lo leíste
puedes hacerlo ahora en este enlace.
En él se recogían varias situaciones paradójicas que se
producen en el cielo del planeta Mercurio, algunas de las cuales solo las relaté
sin dar una explicación del motivo que las ocasiona. Aquí aparecen esas
explicaciones y como el asunto es un poco técnico, lo incluyo en el anexo “Si
quieres saber más”. Si estas cosas no son de tu agrado déjalo y espero que la próxima entrada sea "menos fea".
Antes de que sumerjas en los detalles debo advertirte que a diferencia de los demás, este post no es para todos los públicos. Al ser continuación del anterior, y contener solo el habitual anexo opcional, es adecuado solo para quienes tengan curiosidad y quizás deberán esforzarse para entender algunas cosas.
Como vi que a algunos lectores se les hacía difícil, especialmente la primera parte, escribí posteriormente este otro artículo que contiene también el tema del día y la rotación de Mercurio igual que aquí, pero con explicaciones previas generales que quizás deberías ver ahora (clicando el enlace), y he añadido este párrafo con posterioridad.
Los extraños números
del planeta Mercurio
Debido a la situación de Mercurio en el Sistema Solar,
próximo a nuestra estrella, sus movimientos de traslación y rotación tienen una
duración muy diferente de lo habitual y de ello derivan estos curiosos números y las mencionadas paradojas.
Por un lado al ser el planeta más cercano al Sol, es el que
se mueve más rápido y como además la longitud de su órbita es la más pequeña,
tiene el periodo de traslación más corto. Esto debe ser necesariamente así, y
su duración está determinada exactamente por la tercera ley de Kepler de
acuerdo con su distancia al Sol. El año de Mercurio dura solo 88 días terrestres.
Por otra parte la rotación es muy lenta: Mercurio necesita
nada menos que 58,6 días terrestres
en completar un giro sobre su eje, y posiblemente se haya ralentizado debido a
las fuerzas de marea, de manera similar a como ha ocurrido con la mayoría de
los satélites del Sistema Solar.
Desde comienzos del siglo XX se pensaba que al igual que
éstos enseñan siempre la misma cara a su planeta, Mercurio hacía lo mismo
respecto al Sol. Sin embargo en 1965 se obtuvo el valor real de la duración de
su rotación, y quedó claro que es el resultado de una resonancia gravitatoria
ya que los dos periodos están en una relación exacta 3:2. Cada 3 rotaciones
Mercurio da 2 vueltas alrededor del Sol, completando un periodo de 176 días
terrestres en total que se repetirá sucesivamente.