Cuando
publico este post, (el 18 de noviembre de 2016) hay tres personas realizando un
largo viaje.
Salieron
ayer jueves día 17 y mañana sábado llegarán a su destino. Cuando se dispongan a
aparcar su vehículo, y aunque llevan la lección bien aprendida, es posible que
a alguno de ellos instintivamente le dé la impresión de que están haciendo la
maniobra al revés, como seguramente te habrá ocurrido alguna vez cuando estás
intentando aparcar el coche en un sitio difícil, alguien desde fuera intenta ayudarte y dirigir tus maniobras, pero te da la sensación de que se
confunde con la dirección del giro del volante que te indica.
Los viajeros en una rueda de prensa antes de la salida. |
Hace poco hablé en este blog de
Esa velocidad está condicionada por su distancia al centro de
Los
astros, y los satélites artificiales una vez colocados en órbita, se mueven
siguiendo las leyes de Kepler utilizando como motor la gravedad del astro
central alrededor del cual se desplazan, por decirlo de alguna manera. En este
contexto, cuando se aplica una fuerza adicional, sea el encendido de un motor o
la atracción gravitatoria de otro astro que se aproxime, los efectos pueden ser
paradójicos, y hace muy poco recogí algún ejemplo en el caso de los asteroides
coorbitales terrestres.
Volviendo
a la actualidad, nuestros viajeros son tres astronautas que a bordo de una nave
Soyuz se dirigen a la ISS
para relevar a tres compañeros que durante varios meses ya cumplieron su
misión. Los nuevos inquilinos serán la estadounidense Peggy Annette
Whitson, el ruso Oleg Viktorovich Novitskiy y el francés Thomas Pesquet. Para quien le gusten los números puede decirse que no es una expedición cualquiera porque se trata de la tripulación que hace el número 50.
Los dos primeros ya conocen la experiencia, pero Thomas es la primera vez que podrá ver con sus propios ojos las extrañas maniobras de acoplamiento al final del viaje y que parece que van en contra de la lógica.
La nave Soyuz que lleva a bordo a los 3 astronautas se está aproximando a la órbita dela ISS , desde ayer que despegó del cosmódromo de Baikonur en Kazajistán, hasta mañana que, esperemos, consiga acoplarse. Van adecuando su trayectoria a la órbita de la Estación Espacial, pero evidentemente es imposible calcular con total precisión una trayectoria que les permita llegar directamente al punto exacto y acoplase directamente.
Los dos primeros ya conocen la experiencia, pero Thomas es la primera vez que podrá ver con sus propios ojos las extrañas maniobras de acoplamiento al final del viaje y que parece que van en contra de la lógica.
La nave Soyuz que lleva a bordo a los 3 astronautas se está aproximando a la órbita de
Después de varios encendidos y modificaciones de su trayectoria, la Soyuz se coloca en la misma órbita que la ISS , a cierta distancia por delante o por detrás de ella. Si consigue quedarse suficientemente próxima la maniobra de acople puede realizarse automáticamente. Cualquiera podría pensar que hacen mal en fiarse de ese automatismo que, como quien que dirige la maniobra de aparcamiento de un coche desde fuera, parece que actúa de manera absurda.
Una nave Soyuz, en las proximidades de la Estación Espacial. |
Imaginemos
que la Soyuz ha
quedado situada en la órbita de la
ISS por detrás de ella, con el morro bien dirigido hacia
delante, por hacer una analogía con nuestros vehículos, y el principal motor de propulsión, lógicamente, en la parte de atrás.
Ambas están con los motores apagados, orbitando la Tierra a una velocidad de
unos 30000
kilómetros por hora, como se ha dicho: La ISS delante y la Soyuz detrás.
¿Que
debe hacerse para acercarse y atracar? La respuesta parece sencilla: Encender
el motor, con lo que aceleraría lo suficiente para alcanzar la posición de la ISS.
Pero no.
Esto nunca le permitiría llegar al punto deseado. Como está en órbita alrededor
de la Tierra
si aumenta la velocidad saldrá a una órbita más externa y nunca llegará a su
objetivo porque dejará la órbita correcta y porque su nueva órbita será más
lenta y se alejará cada vez más, quedándose más rezagada.
Lo que
debe hacer es darse la vuelta con
los pequeños motores auxiliares que están situados en diferentes puntos, y encender ligeramente el motor principal, aunque esto parezca
absurdo. Esta maniobra frenará la velocidad de la Soyuz , le hará caer a una
órbita ligeramente más baja que es más rápida, y así, como un atleta que se
cuela por una calle interior, adelantará ligeramente a la ISS y, ahora sí, volviendo a girar
y acelerando un poco, volverá a recuperar la órbita correcta en el punto en que
se encuentra la Estación Espacial.
Representación esquemática y caricaturesca de la situación. La distancia real a la que se realiza la maniobra es mucho mayor. |
Esperemos
que mañana sábado, la maniobra sea realizada con precisión y los tres
astronautas lleguen felizmente a la que durante los próximos meses será su
nueva vivienda.
Algún detalle más del viaje:
Se ha analizado la parte final, pero evidentemente hay muchos
otros detalles a tener en cuenta en estos viajes espaciales tan especiales.
La partida
Ya el comienzo hay que organizarlo muy bien. Habrás oído muchas
veces hablar de de las ventanas de lanzamiento. Cuando se envía una nave al espacio
con destino a cualquier lugar, sea otro astro o como en este caso a un satélite
artificial, el lanzamiento no se puede hacer en cualquier momento. Hace un año
publiqué un artículo sobre los viajes a Marte donde se recogía
el cuándo y el por qué debía hacerse en unas fechas concretas.
En este caso también hay que elegir el momento adecuado, aunque las razones son totalmente diferentes.
La cuestión principal a tener en cuenta ahora es la situación
del plano orbital de la ISS
y realizar el lanzamiento cuando el lugar desde donde éste se produzca esté dentro de ese plano, porque el
cambiar la inclinación de la órbita de cualquier vehículo
espacial es prohibitivo desde el punto de vista energético. Solo son posibles
leves variaciones.
El plano orbital de la ISS prácticamentne se mantiene fijo, salvo una
pequeña precesión, pero como la
Tierra está rotando, el lanzamiento de la Soyuz debe producirse a la
hora en que el cosmódromo de Baikonur, desde donde se realiza el lanzamiento, se encuentre en el plano orbital de la ISS.
El itinerario
Después del lanzamiento la Soyuz quedará en una órbita ligeramente elíptica en
el mismo plano que la ISS ,
y esa órbita se irá modificando y alejando hasta que coincida con la de la Estación Espacial
y puedan realizarse las maniobras de atraque.
Durante el trayecto se realizan varias modificaciones, encendiendo puntualmente el
motor, en el momento en que se quiere
cambiar de órbita. En el proceso, sin entrar en muchos detalles, se utilizan
las órbitas de Hoffman que suponen un mínimo gasto de energía porque solo se
requiere un impulso puntual, y que también se explicaron en el mencionado
artículo sobre Marte:
Si se quiere aumentar la altura del perigeo de la órbita, hay
que dar un impulso en el sentido de la marcha cuando la nave esté en el apogeo,
y viceversa. La posición del momento del impulso sigue estando en la nueva
trayectoria si no hay nuevos encendidos, pero cambia el tamaño de la órbita.
Si para ir a Marte la duración y trayectoria del viaje está casi
determinada y saliendo en el momento en que la situación de la Tierra y el planeta rojo
estén en una posición relativa concreta el vehículo traza media elipse con el
Sol en uno de los focos, en este caso, una vez que la Soyuz entra en órbita
alrededor de la Tierra ,
describe más de 25 vueltas, que en determinados momentos se modifican adecuadamente hasta acercarse a la Estación Espacial.
Cuando publico esto estoy a punto de realizar un viaje para acudir a una reunión de
divulgadores y podría decir, aunque esto tiene trampa, que mi destino está casi
a doble distancia que el de los astronautas, a unos 800 kilómetros , casi del extremo Norte hasta el Sur de la Península Ibérica, mientras que ellos finalizarán el viaje a solo 400 kilómetros de
altura.
Por supuesto, ellos recorrerán mucha mayor distancia que yo, porque los caminos en el espacio tienen más curvas que nuestras carreteras o nuestros trazados ferroviarios, y estarán dos días dando vueltas alrededor dela Tierra.
Por supuesto, ellos recorrerán mucha mayor distancia que yo, porque los caminos en el espacio tienen más curvas que nuestras carreteras o nuestros trazados ferroviarios, y estarán dos días dando vueltas alrededor de
La trampa está en que
como muy probablemente el acople no tendrá lugar en la vertical de Baikonur, la distancia real entre el punto de partida y el de llegada será mucho mayor.
En
cualquier caso, en la finalización del viaje ellos tendrán que realizar esas
extrañas maniobras que he recogido en este artículo y yo (que utilizaré el transporte público) no tendré que
preocuparme de aparcar el vehículo.
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