jueves, 1 de septiembre de 2016

Cumpleaños con dos regalos (dulce y amargo

Hoy, uno de septiembre, se cumple un año desde que comenzó a caminar este blog y, por casualidad, lo hace coincidiendo con uno de los fenómenos astronómicos más espectaculares que el cielo nos puede ofrecer: un eclipse de Sol anular.

Foto del eclipse anular que observé con mi alumnado el 3-10-2005 desde Getafe.


Aunque, según los datos que me da Google, hay lectores de “Desde el tercer planeta” en casi todos los rincones del mismo, precisamente en la zona en que hoy se puede ver el anillo dibujado por los contornos de la Luna y el Sol, no hay muchos.
Gráfico tomado de  http://eclipse.gsfc.nasa.gov
Por ello no voy a dar datos concretos, como lo he hecho con motivo de otros fenómenos.
Solo decir que los próximos eclipse anulares, por si ahora te entra pena por no poder ver éste y quieres poner remedio, serán:                             
26-2-2017 (Anular desde parte de Sudamérica y Africa)    
26-12-2019 (Arabia Saudí, India, Sumatra, Borneo)
21-6-2020 (Centro de Africa, Sur de Asia, China)
10-6-2021 (Zonas de NorteAmérica, de Europa y de Asia)

¿Tantos? Si. Es frecuente que en un año haya dos eclipses solares, uno de ellos total y otro anular (salvo algunos años que solo hay eclipses parciales). Pero el anillo se ve solo desde estrechas franjas de pocos cientos de kilómetros, por lo que el hecho de que lo veamos desde nuestra localidad es tremendamente difícil.

A pesar de que todavía queda mucho, también voy a citar el eclipse anular que a la mayoría de los lectores os pillará más cercano: el 26-1-2028, visible desde parte de Península Ibérica.

De todas formas, y aunque no sea muy probable, es posible que haya alguien que haya hecho un largo viaje para ir a ver este eclipse de hoy, por algo que yo le dije.
Quizás alguna persona que me haya oído en alguna de las charlas que estos últimos 10 años he dado sobre eclipses, haya seguido el consejo que he solido dar al final de las mismas: “Si estáis pensando en casaros y aún no tenéis fijada la fecha de la boda, hacedlo el 1 de septiembre. Y cuando en 2016 celebréis el aniversario, hacedlo con un viajecito a un lugar paradisíaco como es Isla Reunión en el Indico, o Madagascar. Allí podréis regalaros un anillo por el aniversario mucho más bonito que cualquiera que fácilmente podáis comprar en una joyería con el “vil metal”. Un anillo  mucho más difícil de conseguir y mucho más espectacular: Un anillo de luz, un anillo de Sol”.

Hoy es el día de ese regalo. La historia se me ocurrió porque yo disfruté de esa circunstancia en 2005 en el centro geométrico de la península Ibérica, también por casualidad. Porque para fijar la fecha de mi boda, unos cuantos años antes, hubo otras circunstancias y desde luego no se me ocurrió mirar los futuros eclipses.

El grupo de alumnado con el profe, que se desplazó más de 400 km para ver el anillo, con algunos de los instrumentos de observación preparados.La fotógrafa también celebraba algo ese día.
Montones de anillos se proyectaban en el suelo por el efecto “pinhole”
El eclipse anular en una proyección con prismáticos, y un curioso resultado del efecto pinhole, al pasar la luz del Sol eclipsado entre los resquicios del pelo de la observadora.
Hoy también es el momento de cambiar de consejo en cuanto al día de tu boda porque el anterior acaba de caducar. Aunque no sea una fecha muy habitual, cásate un 26 de enero del año que os venga bien, y en 2028 vete a celebrar el aniversario con la puesta de Sol desde algún lugar que podrás elegir de una amplia zona de la península Ibérica. 

Pero hay una reducida zona donde este eclipse se completará con otro. Desde una parte de la provincia de Cadiz se verán en menos de seis meses un eclipse total (2 de agosto de 2027) y uno anular (el mencionado 26-1-2028) siendo esto una circunstancia excepcional que no ha ocurrido en ningún lugar de Europa al menos en los últimos 500 años. Probablemente sean mucho más, pero hasta ahí lo he comprobado.

Aunque, por razones de mecánica celeste que hoy no voy a para explicar, es muy habitual que con una diferencia de 6 lunaciones (177 días) se produzca un eclipse de sol anular y otro total, cada uno ocurre en una estrecha franja del planeta, y muy pocas personas han tenido la oportunidad de ver dos de estos seguidos. 
Tengo la suerte de encontrarme entre ellos, así como algunos de los chicos y chicas que aparecen en la foto de grupo arriba, pero para conseguirlo en octubre de 2005 tuvimos que viajar casi 400 km hacia el Sur y seis meses después 3000 km hacia el Este. Aproveché la circunstancia para organizar un proyecto educativo a nivel europeo, al que se sumaron muchos centros de varios países.
Logo del proyecto didáctico de observación y estudio de los dos eclipses

Si dentro de 11 años vives en Cádiz o una zona próxima, no pierdas esa oportunidad única.
¿Te aconsejo un lugar concreto con mucha magia? La playa de Bolonia a unos 80 km al Sur Este de la capital Gaditana. Espero veros allí poco antes del atardecer de ese 26 de enero, en la duna (latitud 36.088º N , longitud  5.784º W), compartiendo vuestro anillo, aunque yo no celebre nada especial además del eclipse.

Volviendo al blog, al cumplir un año es obligado hacer balance y mirar el futuro.
Mi primera impresión es que he escrito demasiado. Tanto en el número de entradas (con esta ya son 70) como en la extensión de muchas de ellas, y seguramente ambos aspectos deberán cambiar.
Esta intención ya la he manifestado varias veces, incluso en la presentación hace un año, pero estas cosas salen como salen, a veces contradiciendo tus intenciones previas.

Pero lo cierto es que he intentado relacionar cada post con la fecha en que lo he editado, con algún fenómeno o efeméride de ese día, y al completar el año ya me he quedado sin un montón de excusas. A partir de ahora tendré que prescindir en muchos casos de esta circunstancia y seguramente irán más espaciados en el tiempo.
Posiblemente en determinadas fechas, por no repetir, incluiré enlaces a artículos antiguos que sigan siendo interesantes y adecuados también ahora, porque siempre hay muchos lectores circunstanciales que en su día no los leyeron, con la sugerencia a mis lectores fieles que no los kliqueen o que si les suena, lo dejen.

Por ejemplo, en este mes de septiembre puede ser interesante leer (si no lo hiciste el año pasado) este post sobre el comienzo del otoño , que este año al ser bisiesto es un poco más pronto que lo habitual. Pero a pesar de ello el comienzo de esta estación en 2016 se producirá el 22, a las 16:21 hora central europea (14:21 TU) . ¿Pero no suele ser el 21? Si esto te sorprende, léelo.

También tenía pensado celebrar hoy el primer año de “Desde el tercer planeta” recogiendo algunas de las fotos más llamativas, que han ido apareciendo en estos 12 meses. El texto de este post lo tenía escrito desde hace un par de días y he dejado para el final la búsqueda y selección de las imágenes. Pero debido a la circunstancia que te relato a continuación, mi estado de ánimo me dificulta ahora mismo esa tarea, por lo que solo voy a poner una imagen, con la esperanza de que sea premonitoria:

Los protagonistas de la foto, que publiqué hace ya unos meses, eran  Venus (derecha) y Mercurio (izquierda, cerca del horizonte entre el monte y la columna del buzón montañero), pero quizás había algo que siempre es más importante: la espera del amanecer.
Porque voy a acabar con una mala noticia, al menos para mí. Aunque en la vida hay de todo, y si no sufrimos lo malo a veces no sabemos valorar lo bueno.

Sin  ningún aviso ni ningún indicio previo, incluso después de que ya el pasado mes de mayo de palabra me confirmaran lo contrario, ayer mismo me comunicaron que no me renuevan la comisión de servicios por la que realizaba mi trabajo en el Aula de Astronomía de Durango, y hoy me reincorporo al instituto donde trabajé anteriormente. En la práctica eso supone el cierre de la instalación a pesar de tener una enorme demanda por parte de los centros escolares para visitarla con su alumnado, y su ocupación los últimos años desde mediados de septiembre hasta junio ser de un 100%.

¿Razones? No me han dado ninguna. Me imagino que el Dpto. de Educación del Gobierno Vasco anda bajo de recursos económicos y apretó la clavija a su “Dirección de Innovación Educativa” , de quien depende el proyecto, para recortar.

A partir de ahora no habrá jóvenes que utilicen los recursos del Aula, ni niños o niñas que se sienten en estos cojines azules.

Para acabar, y como recuerdo de los buenos tiempos, me gustaría que leyeses este post (Trabajando en el cielo ), que no es de los largos, y es bonito.

1 comentario:

  1. He editado este post solo con el objetivo de quitarle una visibilidad que ahora no tiene sentido ni se merece, y no quiero que quite sitio en el listado de los más leídos a otros que os puedan resultar más interesantes. Debido a ello no aparecen los numerosos comentarios que se hicieron en su día. Pero los tengo bien guardados y nunca los borraré. No solo de mi archivo del blog ni de mi cuenta de correo, sino tampoco de mi corazón.
    Ha sido el segundo post más leído debido a la circunstancia que al final se relata, y nunca agradeceré lo suficiente el apoyo que me disteis.
    Esteban

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