La última noche del mes de julio vi la primera perseida de
la temporada y ya he tenido varias opciones más para pedir deseos, como es costumbre cada vez que se ve una estrella fugaz. Aunque todavía faltan unos días para el momento
en que se producirá el máximo de actividad, conviene ir dando pautas y
observando la previa del espectáculo.
Casi siempre que hablo de astronomía con personas no
versadas en el tema, me preguntan sobre las estrellas fugaces y me cuentan sus experiencias cuando las han
visto, siempre en los veranos. Y cuando se habla de los fenómenos astronómicos
que ocurrirán en el verano, se suele empezar por citar las “lágrimas de San
Lorenzo” nombre popular con el que se suele conocer a las Perseidas y que explico a continuación.
De las lluvias de estrellas fugaces ya hablé hace unos meses, en un artículo sobre las leónidas, otra lluvia muy especial.
Puedes verlo clicando aquí, y ahora mencionaré aspectos
concretos de las Perseidas
Técnicamente se les llama perseidas porque el radiante, el punto del cielo de donde parecen
provenir sus trayectorias por efecto de nuestra perspetiva, está situado en un
punto casi en el borde de de la constelación de Perseo y en la dirección de Casiopea, que en estas fechas en latitudes medias del
hemisferio Norte al principio de la noche está aún oculto bajo el horizonte
Nordeste, y que de madrugada se sitúa alto en el cielo.
.
Pero mucha gente conoce a estas estrella fugaces como las lágrimas de San Lorenzo. Suele decirse que se les llama así porque la
fiesta de ese santo se celebra el día 10, y en esas fechas, más o menos, es
cuando se ven más perseidas. Sin embargo es probable que se les pusiese ese
apelativo en una época en que el máximo de las perseidas coincidía exactamente
con ese día. En la época actual de principios del siglo XXI el máximo ocurre el
día 13, a
veces el 12, pero pero en el siglo XIX era el día 10 y es muy posible que fuera
en esa época cuando se les empezase a llamar de esa manera.
Además de ligeras modificaciones por la influencia
gravitatoria de Júpiter que pueden variar de un año a otro y que mencionaré
luego, el cambio de fechas se debe al
fenómeno de la precesión de los
equinocccios, sobre lo que escribí en este blog hace muy poco porque, como
explico a continuación, el fenómeno está ligado a un punto concreto de la órbita terrestre y por ello la precesión
afecta y va modificando la fecha leve pero continuamente.
- Importancia de esta
lluvia
Una lluvia de estrellas se produce cuando la Tierra pasa por el punto de
su órbita más cercano a la de un cometa (en este caso el Swift-Tuttle) e
intercepta los diminutos restos de polvo que se desprendieron de él, y a los
que se les llama meteoroides. Estos
entran en la atmósfera, la ionizan al ponerse incandescentes y volatilizarse, y
vemos algo como si fuera una estrella que cae, y que los astónomos llaman meteoro.
Las Perseidas son sin duda las estrella fugaces más
conocidas y observadas en el hemisferio Norte por la sencilla razón de que
ocurren en verano, aunque no constituyan la principal lluvia ni la más
espectacular. Hay otras dos o tres tan buenas o mejores: en diciembre las Gemínidas,
en enero las Cuadrántidas y algunos años en noviembre las Leónidas también dan
magníficos espectáculos. Pero a ver quien se tumba en el suelo en esas fechas y
se queda un buen rato, sin moverse, mirando al cielo. Ahora la temperatura y el
tiempo libre acompaña. Las Perseidas constituyen una lluvia de estrellas
fugaces suficientemente buena y dura muchos días. Casi desde la segunda mitad
del mes de julio hasta el 25 de agosto podría verse algún meteoro y si lo
intentamos en los días próximos al 12 de agosto y tenemos un poco de paciencia,
siempre conseguiremos verlos.
A lo largo del año hay muchas más lluvias que estas cuatro
citadas, y a veces se suelen anunciar en los medios de información general, pero
en mi opinión no debería hacerse porque los expertos ya se lo saben, y en el
publico en general solo puede provocar frustración ya que en la mayoría de los
casos una persona que mira un rato por curiosidad tras oír la noticia, no verá
nada. Ahora sí.
- Como observar. Los consejos que oirás en todas
partes, y dos más:
* Busca un lugar oscuro, ponte cómodo
tumbado en una hamaca o en una manta con la idea de pasar varias horas, lleva
ropa de abrigo y algo de comer, y si estás en compañía mucho mejor.
* Ten paciencia antes de ver la primera (que parece que
nunca llega) y antes de la última (la típica frase: “ya hemos estado un buen
rato, cuando veamos la siguiente nos vamos”, y tampoco llega esa). Aunque leas
que este año se verán unas 160 cada hora (o incluso más) como se ha dicho en muchos sitios, si
las condiciones de oscuridad no son idóneas y no estás acostumbrado a observar,
no esperes ver más de una décima parte. Aún así una cada 4 o 5 minutos de promedio
no estará mal.
* Normalmente, en cualquier lluvia de estrellas fugaces si
se puede hay que mirar de madrugada. No es agradable levantarse a las 4, pero
quizás se puedan aprovechar esas noches de fiesta en que se acuesta uno
tardísimo.
Este consejo es válido en general aunque este año algunos
investigadores han afinado mucho y han calculado momentos concretos de más
actividad, que cito luego y que merecería la pena aprovechar.
Por una razón geométrica, independientemente de la hora del
máximo en que se produzcan más meteoros, de todos los que surjan en cada
momento se verá un mayor porcentaje a últimas horas de la noche y serán
afortunadas aquellas zonas de la
Tierra para las que ese máximo ocurra a esas horas. Esto se explica en el siguiente gráfico
- Algunos detalles
concretos
El momento del máximo habitual, que corresponde aproximadamente con el
paso de la Tierra
por el punto más cercano a la órbita del cometa Swift-Tuttle, se adelanta unas
horas respecto al año pasado porque éste ha sido bisiesto y se calcula entre
las 13:00 y las
15:30 TU del día 12, en Europa será de
día.
Pero además hay otros factores que luego explico, que este
año podrían mover aún más las horas más propicias y ocasionar el que hubiera
algunos intervalos con mayor frecuencia de estrellas fugaces las noches del 11
al 12 y la del 12 al 13.
Concretamente se ha anunciado, aunque estas previsiones no
son seguras, que el mejor momento en la Península Ibérica
sería en la medianoche del día 11 al 12 y algunos investigadores han afinado
mucho más, anunciando unos breves pero intensos “chaparrones” en momentos
puntuales.
Aparte de estos datos, que pueden ser muy inciertos, sí
parece que 2016 va a ser un año mejor que los anteriores aunque no tanto como
hace dos décadas. Ello a pesar de que al principio de la noche la Luna creciente molestará, y
en eso estaremos peor que el pasado año, pero con la actividad más intensa ya
se habrá ocultado (al menos en la Península Ibérica )
Como es habitual hay medios de comunicación que lo anuncian
correctamente y otros que escriben
verdaderos disparates. No te voy a contar una noticia que he visto sobre las Perseidas
de este año (en una cadena pública de prestigio) porque no me lo ibas a creer. Ante
la posibilidad de que encuentres informaciones no muy exactas, en estos temas te
aconsejo consultar siempre la web de SOMYCE: ( http://www.somyce.org/ ), que es la máxima autoridad en el tema en este país, totalmente fiable y trabaja
con criterios científicos.
- Cada lluvia es
diferente
Suelo citar repetidamente (ya sé que soy un pelma) que normalmente el
mejor momento de ver estrellas fugaces es el final de la noche. Pero cada caso
es diferente según sea la posición de la órbita del cometa-origen que es el camino que aproximadamente seguirán los meteoroides.
En este caso, la órbita Swift-Tuttle está muy inclinada,
nada menos que 67º, y además el astro se mueve en sentido contrario a la Tierra , según se representa
en el gráfico elaborado a partir de imágenes tomadas de http://neo.jpl.nasa.gov/orbits/ .
Los meteoroides, que siguen aproximadamente esa misma trayectoria, vienen de frente según avanzala Tierra y desde un ángulo alto. Por eso también
pueden verse muchos meteoros al principio de la noche (es una suerte). Pero por eso mismo el
hemisferio Sur no está bien posicionado (para su desgracia, que para eso son
privilegiados en otros muchos temas celestes), y la velocidad con que atraviesan
la atmósfera las estrellas fugaces es rápida porque a la de su componente en
sentido contrario al avance de la
Tierra se suma la de ésta.
Los meteoroides, que siguen aproximadamente esa misma trayectoria, vienen de frente según avanza
También la posición de la órbita facilita el que se
produzcan algunos espectaculares meteoros “rozadores”
que, estos sí, pueden verse al principio
de la noche en latitudes Norte y que entran en la atmósfera de manera
rasante y realizan un prolongado vuelo antes de volatilizarse. Aunque para ver
muchas estrellas fugaces sea el peor momento, mira también el cielo a esas horas
porque el espectáculo de una de éstas es magnífico. Normalmente con las rápidas
perseidas no te da tiempo a ver nada cuando oyes que alguien dice “¡una otra ahí!”,
pero todo el grupo verá y seguirá a ese rozador que se anuncia con un “¡Qué
pasadaaa!”.
- Predicciones
complicadas
Los estudios para calcular los momentos de mayor actividad
se hacen teniendo en cuenta los distintos “filamentos” de restos que el cometa
va dejando en las proximidades de su órbita, en cada paso alrededor del Sol por el perihelio, que ahora se produce cada 133 años, aunque en ocasiones este periodo se ha modificado ligeramente por la influencia gravitatoria de Júpiter
En las cercanías del perihelio el cometa libera multitud de
partículas (meteoroides) que quedan en sus proximidades o en su cola y que luego
se dispersarán.
Por eso en épocas cercanas a esos pasos se ven muchos más
meteoroides, como ocurrió en años cercanos a 1993 en que la THZ (tasa horaria zenital o
número máximo de meteoros en una hora en condiciones ideales) estuvo cercana a
400 frente a los 80 o 100 de un año cualquiera. Esto ocurre porque se trata de
material “fresco” que todavía no ha tenido tiempo de dispersarse demasiado. Pero
luego cada meteoroide sigue su propia órbita, ligeramente más rápida o más
lenta, según que quedara un poco más cerca o más lejos del Sol que el cometa.
Con el paso de los siglos la dispersión va aumentando y las
proximidades de toda la órbita del cometa queda llena de estos restos formando
lo que los astrónomos llaman un tubo meteórico, pero siempre habrá grumos de
mayor concentración que acompañan a éste o que se han sido situando en diferentes lugares de la órbita.
Después de casi 2 años del paso por el perihelio, el cometa
Swift-Tuttle (y los meteoroides que le acompañan de cerca desde ese paso) se
sitúan en el punto 1 del siguiente gráfico de la izquierda, pero aunque en planta parezca
que cruzan la órbita de Júpiter, están muy al Sur debajo del planeta gigante, no más cerca de esta órbita
que cuando estaba en el perihelio, como se aprecia en la imagen de la derecha.
Casi 130 años después, de vuelta hacia el Sol pasan algo por
encima de la órbita de Júpiter en el punto 2 y podrían ser afectados por la gravedad del
planeta y modificada ligeramente su posición. Pero esto ocurre muy
pocas veces, porque Júpiter solo estará en ese punto de su órbita una vez cada
12 años. Lo normal es que esté lejos y no haya interacción o sea débil.
La órbita del cometa está muy inclinada y por ello nunca se acercará demasiado a la de Júpiter al alejarse el cometa del Sol, pero algo sí en el posterior viaje de acercamiento al perihelio. |
Otros planetas también podrían tener alguna influencia pero
muy pequeña por la mucha menor masa
y peor ubicación.
Júpiter nunca estará cerca del cometa como para modificar
significativamente su órbita, pero sí la de algunos meteroides que ya estén
dispersados, y que además al tener una masa muy pequeña, pueden sufrir una
desviación apreciable.
Los meteoroides liberados en algunos de los pasos por el perihelio sufren modificaciones en su
órbita, al pasar por el punto 2. Otros
no, o son más leves, porque nunca encontraron a Júpiter en su camino o en
su proximidad. Según la posición de Júpiter cuando los grumos de meteoroides pasan por el punto 2 estos se desviarán de una u otra manera. Con unos cálculos precisos es posible determinar dónde están ciertas
concentraciones de meteoroides según el año en que pasaron por el perihelio, y
si han vuelto a ser afectados por Júpiter en mayor o menor medida en otros
pasos.
En esto se basan los llamados cálculos de los “filamentos”
que se pusieron de moda a finales del siglo pasado cuando “clavaron” la hora y
la extraordinaria actividad de las Leónidas de 1998 y 99. Sin embargo en otras
ocasiones posteriores no han sido tan precisos y por eso hay que tomarlos con
prudencia.
Utilizando estos métodos algunos investigadores han
calculado que un grupo de meteoroides que darían meteoros brillantes, liberados
en el paso por el perihelio en 1479, han sido desviados y acercados a la
posición que ocupará la Tierra
el día 11 a
las 23:23 T.U. (1:23 del día 12 en Hora Central Europea –CET-) y podrían dar un breve pero magnífico
espectáculo, hasta 160 o 200 THZ. Otro grupo más tenue de los de 1862 lo haría
sobre las 22:35 TU, y otro aún más numeroso
de 1079 a
las 4:43 TU con 500 THZ, en Europa ya de día.
Aún sin ser unánimemente aceptados estos resultados, otros
proponen también una mayor actividad este año, ligeramente superior a 200 THZ
en las primeras horas del día 12, según se recoge en el siguiente gráfico que
he tomado de http://earthsky.org , en el que las referencias de las fechas están tomando horario en T.U.
- Tú observación puede
ayudar en estudios científicos
El tema de la tasa de meteoroides y los momentos en que ésta
sea máxima es uno de los pocos aspectos de astronomía de posición que
actualmente todavía no están del todo claros y distintos investigadores hacen
predicciones diferentes.
Cualquier persona puede colaborar para conocer a posteriori
el comportamiento de la lluvia y mejorar los métodos teóricos de cara a futuros
estudios, aportando los resultados de sus observaciones. Para ello hay que
dirigirse a la página de SOMYCE donde se pueden encontrar instrucciones
respecto a la metodología de trabajo y
envío de resultados.
Repito que esto es solo una hipótesis didáctica que explicaría la
situación de una manera simplificada y
en absoluto rigurosa. Pero quienes realizan los cálculos con datos y recursos
mucho más precisos y fiables en este método de los “filamentos” también se
equivocan muy frecuentemente en sus predicciones porque hay algunas circunstancias en estos fenómenos que no se conocen con precisión.
Un ejemplo explicativo.
Incluyo este anexo unos días después de publicar el post
porque me han pedido alguna aclaración sobre el tema de los filamentos de
meteoroides.
No dispongo de los datos que han usado los investigadores ni
de sus algoritmos de cálculo y el software necesario para predecir, por ejemplo,
la actividad intensa la noche del 11 al 12 a las 13:23 T.U. de un filamento de
meteoroides liberados por el comenta en su perihelio de 1479, pero a modo de
hipótesis, únicamente válida como ejemplo didáctico para entender este tipo de
situaciones y teniendo en cuenta las posiciones de Júpiter en diferentes
momentos, parece que podría haber ocurrido lo siguiente:
Como el cometa pasó por el perihelio la última vez en 1993,
estos metoroides que supuestamente nos proporcionaran el espectáculo ahora en 2016, vienen
con 23 años de retraso.
Si se han retrasado respecto al cometa es porque siguen una
órbita más larga (eje de la elipse de su órbita mayor que la del cometa). Y si
llegaron a esa situación es porque en algún momento la gravedad de Júpiter les “movió
hacia fuera” respecto al Sol.
Efectivamente, comprobando las posiciones de Júpiter en los
diferentes pasos de estos meteoroides por las cercanías de su órbita, se puede
ver que las partículas liberadas en el perihelio de 1479, cuando en la
siguiente vuelta se acercaron al punto 2
(en 1611) ya ligeramente disgregados, precisamente el planeta gigante estaba
relativamente cerca, pero antes de pasar por ahí (por las proximidades del
punto 2) en la posición del gráfico
de la izquierda, realizado tomando como base el que se puede obtener en http://neo.jpl.nasa.gov/orbits/
Por ello Júpiter les atrajo (flecha azul) y les empujó hacia fuera a una
órbita más externa y han ido más lentos que el cometa. Se han retrasado 23 años
respecto a él, aunque en realidad no ha sido tanto porque el propio cometa ha modificado
también su periodo ligeramente.
La posición de Júpiter es exacta. La de los meteoroides es solo esquemática, y se ha exagerado su dispersión y su separación de la órbita. |
Tres vueltas después, en febrero de 2015, estos meteoroides
que viajaban un poco por fuera de la órbita del cometa pasaron por las cercanías
del punto 2, cuando Júpiter se
encontraba relativamente cerca pero ya habiendo dejado atrás este punto (imagen
de la derecha). Por eso fueron atraídos hacia el interior, acercando a un grupo
compacto de ellos a la órbita que se cruzará con la de la Tierra la noche del 11 al
12 de agosto.
Es por este motivo por lo que
se esperan muchos más meteoroides en 2016, que en los años anteriores.
¿Veremos
realmente el chaparrón de perseidas a las 23:23 TU del día 11?
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