Mientras
no se cite otra referencia, todas las descripciones que aparecen son válidas
para la latitud de donde yo vivo (43º Norte) y aproximadamente servirán para latitudes medias del hemisferio Norte. En algunos momentos aparecen también referencias a zonas
del hemisferio Sur.
Me ha ocurrido más de una
vez: Anochece un día despejado de mediados de enero, empiezan a aparecer las
estrellas, estoy paseando con algún grupo de amigos o familiares y como saben
que es mi tema, me tiran de la lengua: “¿Cuál de esas es la estrella polar? …
¿Y la Osa mayor?”
y en un momento indican hacia el Noroeste … ¿Y cuál es esa estrella brillante
ahí, cerca del horizonte?”
Es la estrella Vega –les
digo- que junto a esa otra que está un poco más arriba y aquella a la izquierda
justo encima de aquel monte, forman EL TRIANGULO DE VERANO.
Casi siempre piensan que les
estoy tomando el pelo, o hacen alguna broma con mi frase y las bufandas que
llevamos, o con la temperatura. Pero no. Ahí podemos observar destacando en esa
zona del cielo, sin tener que levantar mucho la vista,.ese gran triángulo casi isósceles, que ocupa unos 35º.
Este grupo de 3 estrellas no es una constelación propiamente dicha, sino que en realidad está formado por las estrellas más brillantes de tres constelaciones diferentes; Vega de la constelación de Lira que es la más brillante de las tres, Altair de Aguila y Deneb de Cisne, y aunque se le conoce como “el triángulo de verano” se ha seguido viendo durante todo el otoño y desde aquí (latitud 43º) se puede ver todavía en estas fechas, primera mitad del mes de enero, pero solo al principio de la noche. Luego, enseguida se oculta por el horizonte. Si quieres verlo, estos son los últimos días.
Imagen obtenida en "verano" de 2015, colocada en la posición en que se puede ver en enero al atardecer sobre el horizonte Noroeste. |
Este grupo de 3 estrellas no es una constelación propiamente dicha, sino que en realidad está formado por las estrellas más brillantes de tres constelaciones diferentes; Vega de la constelación de Lira que es la más brillante de las tres, Altair de Aguila y Deneb de Cisne, y aunque se le conoce como “el triángulo de verano” se ha seguido viendo durante todo el otoño y desde aquí (latitud 43º) se puede ver todavía en estas fechas, primera mitad del mes de enero, pero solo al principio de la noche. Luego, enseguida se oculta por el horizonte. Si quieres verlo, estos son los últimos días.
¿Por qué se le da
entonces esa denominación? Porque en verano es visible durante casi toda la
noche, muy alto en el cielo. Incluso su estrella más brillante, pasa cerca del
cenit en latitudes intermedias del hemisferio Norte.
Para el profano, que
simplemente pasea y observa sin prestar especial atención al cielo, el triángulo
del verano es incluso más fácil de ver ahora que en verano porque entonces está
en todo lo alto y la gente normalmente no anda forzando el cuello para examinar
algo que no le interesa demasiado. En esta época, nada más hacerse de noche si
estamos frente al Oeste o Noroeste veremos el triángulo casi sin querer.
Además se puede ver
también en estas fechas de madrugada saliendo por el Nordeste antes del alba, porque en latitudes medias del
hemisferio Norte parte del triángulo es casi circumpolar. En Londres, Berlín y
lugares más septentrionales Vega y Deneb no se ocultan nunca.
Curiosamente, quien observe el cielo antes del crepúsculo matutino, gente que trabaje en turno de noche y salga a estas horas, que madrugue para hacer deporte (cada vez más personas lo hacen) o ir al trabajo, en verano lo tendrá más complicado que ahora. Aunque antes se ha dicho que durante la estación estival se ve casi durante toda la noche, a partir de mediados de agosto ya es difícil verlo antes del alba. Pero si eres madrugador, no te agobies. Tienes siete meses para poder verlo en cualquier día.
Curiosamente, quien observe el cielo antes del crepúsculo matutino, gente que trabaje en turno de noche y salga a estas horas, que madrugue para hacer deporte (cada vez más personas lo hacen) o ir al trabajo, en verano lo tendrá más complicado que ahora. Aunque antes se ha dicho que durante la estación estival se ve casi durante toda la noche, a partir de mediados de agosto ya es difícil verlo antes del alba. Pero si eres madrugador, no te agobies. Tienes siete meses para poder verlo en cualquier día.
2 de enero de 2016 desde las proximidades de Bilbao, al anochecer, casi una hora después de la puesta de sol |
El mismo día, media hora más tarde de la anterior, ya totalmente de noche, desde el centro de la ciudad, se distingue el triángulo a pesar de la contaminación lumínica. La estrella más alta es Deneb |
Por supuesto que en el
invierno hay constelaciones mucho más llamativas y se ven durante muchas más
horas. Cuando en nuestro paseo vespertino decidamos que ya hemos andado
bastante, demos la vuelta y nos dirijamos hacia el Este, veremos la zona más espectacular
del cielo. Las impresionantes constelaciones de Orión, Géminis, Auriga, las
estrellas Sirio, Aldebarán, y Procion,… pero ya habrá tiempo en estos próximos
meses de hablar de ellas.
En el hemisferio Sur,
como las estaciones son diferentes, debería llamarse el triángulo del invierno,
y sería más coherente con ese apelativo porque prácticamente solo en esta
estación es visible, en los meses de junio, julio agosto y septiembre, dependiendo de la latitud. Como está muy bajo en el horizonte Norte y no destaca mucho, probablemente no se le de ahí ninguna nomenclatura aparte de los nombres oficiales de las tres constelaciones.
Se puede ver casi hasta
la latitud 45º Sur, prácticamente en todas las zonas habitadas excepto el
extremo sur de Chile y Argentina, aunque cuanto más al Sur se verá durante
menos tiempo.
Aunque no llegue al nivel
del cielo austral, el cielo del invierno del hemisferio Norte es impresionante,
pero hay que pasar frío para observarlo. Pero si eres de esas personas
sugestionables, quizás no lo notes tanto si aprovechas para ver ahora también,
en enero, el “triángulo de verano”.
Parece ser que la
denominación “triángulo de verano” se empezó a utilizar hacia 1930. Como
no se trata de una constelación oficial, el nombre tampoco lo es.
De las tres estrellas que
ocupan los tres vértices del triángulo, dos de ellas están relativamente
próximas, Altair a 17 años luz y Vega a 25, mientras que Deneb se encuentra
nada menos que a 1400 años luz (según algunas fuentes, bastante más). Nuestra
perspectiva les hace aparecer en la misma zona del cielo, pero si pudiésemos
observar desde otros lugares de la galaxia nadie relacionaría a Deneb con las
otras dos.
De las tres
constelaciones, Lira, la que contiene a la estrella más brillante,
es relativamente reducida y Cisne, que contiene a la más débil de los vértices del triángulo, es la más extensa. Dentro
del triángulo hay otras dos pequeñas constelaciones llamadas la Zorra y la Flecha. Otra más, el Delfín, está situada en las inmediaciones. Las tres son poco extensas y muy poco llamativas, sin estrellas brillantes.
Con todo, si nunca has mirado por un telescopio pero estás pensando hacerlo, uno de tus primeros objetivos debe ser una estrella que está en el triángulo del verano. No es una de las tres más brillantes, sino una estrellita que está casi en el centro. Pertenece a Cisne, se llama Albireo y está marcada en la imagen superior. Es una estrella doble de colores azul y anaranjado ciertamente llamativa y fácil de ver. A simple vista solo se ve un punto, pero con pocos aumentos se consigue separarlas y apreciar los colores. Para quienes estrenan telescopio o todavía no lo han dirigido a esta zona, también son muy interesantes la estrella cuádruple (doble pareja) épsilon de Lira, y la nebulosa anular M57 en esa misma constelación.
Para visualizar más concretamente las
posiciones y momentos en que se puede observar el triángulo, los dos gráficos, para 43º Norte
el primero y 30º Sur el segundo, permiten apreciar varias situaciones:
Hemisferio Sur, desde la latitud 30º S, en fechas medias del invierno austral, la posición 4 aproximadamente hora y media antes de medianoche y la posición 5, hora y media después. |
La posición 3 (en el primer gráfico) aparece invertida izquierda-derecha respecto a lo que vemos en el cielo, porque en el gráfico está visto desde fuera. En realidad vemos a Altair a la izquierda de Vega aunque aquí esté dibujada a la derecha. Lo mismo ocurre con la posición 5 de este último gráfico.
Si vives, como yo, en una latitud media del hemisferio Norte, aprovecha estos días de mediados de enero si quieres observar el triángulo del verano. Son los últimos en que podrás verlo después de atardecer y los primeros en que podrás hacerlo antes de amanecer. Si vives en el Hemisferio Sur, deberás esperar unos meses, hasta que te llegue el invierno, para verlo.
Si vives, como yo, en una latitud media del hemisferio Norte, aprovecha estos días de mediados de enero si quieres observar el triángulo del verano. Son los últimos en que podrás verlo después de atardecer y los primeros en que podrás hacerlo antes de amanecer. Si vives en el Hemisferio Sur, deberás esperar unos meses, hasta que te llegue el invierno, para verlo.
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