Antes
de nada quiero decir que estos encuentros están abiertos a cualquier persona
interesada en el tema, aunque ya queda muy poquito para el cierre de la
inscripción, porque el último día para apuntarse es el 3 de junio.
Toda
la información está en www.apea.es/ubeda-2019/
especialmente en el enlace 2º COMUNICADO, y en
CUADRANTE;
Pero voy a citar algunos aspectos que se escapan al programa en sí, como es la importancia que tiene, según mi opinión, el hecho de enseñar astronomía.
No solo a nivel de carrera universitaria a donde llegan jóvenes que tienen claro que quieren estudiar astronomía o astrofísica, sino en enseñanza secundaria o incluso primaria donde lo va a encontrar todo el alumnado, independientemente de sus preferencias o capacidades.
En
estos niveles la enseñanza de la Astronomía aporta unos valores didácticos muy
importantes, como la interdisciplinaridad, la motivación o la posibilidad de
experimentación, por lo que debería fomentarse su implantación, independientemente
o además de los contenidos concretos y los conocimientos que pueda aportar al
alumnado.
Interdisciplinaridad: Creo que no peco de parcial si
afirmo que la astronomía es la materia interdisciplinar por excelencia. Se
pueden encontrar ejemplos de temas o métodos de trabajo de la astronomía en
asignaturas como la Física, Matemáticas, Geología, Química, pero también en
humanidades como Historia, Cultura clásica o incluso en Ética, Religión o
Educación Física, como nos demostró una profesora de un instituto de Cuenca, en
unos pasados encuentros.
Es
importante que el alumnado vea las distintas áreas como algo relacionado y no de
manera aislada, y los ejemplos que proporciona la astronomía son una buena
muestra de ello.
Motivación. Quienes somos profesores de
astronomía tenemos una ventaja sobre el resto de docentes, y es la actitud con la que llega
el alumnado. Desde la infancia está muy extendido el interés y la curiosidad
por los astros y el universo, y ya en la adolescencia se puede reforzar esa
motivación si se utilizan métodos adecuados.
Recuerdo
mi época como profesor de instituto, donde solía impartir a un mismo grupo, de
4º de ESO, tanto Matemáticas como la optativa de Astronomía. La actitud del
mismo alumnado en una y otra materia era totalmente distinta, y había algunos
con determinadas habilidades, que solo con las clases de mate nunca hubiera
descubierto.
Solían
acudir puntuales al aula donde se impartía Astronomía, o incluso unos minutos
antes de la hora de comienzo de clase y frecuentemente preguntaban con una expresión
ilusionada “¿Qué vamos a hacer hoy?”. En
Matemáticas nunca me ocurrió.
Hasta
hubo algún caso de un chico que estaba enfermo a la hora de matemáticas y se
curó “milagrosamente” para la de Astronomía. O quien resolvía problemas en el contexto astronómico de
dificultad análoga a otros que en mate era incapaz.
Posibilidad de experimentación: El alumnado encuentra en el cielo un
laboratorio natural a su alcance que le permite investigar fuera del aula, por
propio interés aunque sea guiado por lo que se le ha propuesto en clase, y eso
es muy enriquecedor.
Aunque
pueda parecer que no disponen de aparatos para observar el cielo, hay
determinadas observaciones factibles que aunque parezcan cosas simples, dan
mucho juego para razonar, discutir y entender los fenómenos. Incluso para
aprender muchas cosas que no son de dominio público.
Midiendo referencias en el horizonte para determinar puntos cardinales, salidas y puestas de astros. |
El
alumnado puede experimentar y proponer teorías, convirtiéndose en protagonista
de su propio aprendizaje.
Visualizando las fases lunares con el Sol real, y determinando posiciones relativas |
Simulando eclipses con un modelo a escala |
A
partir de unas observaciones sencillas pueden deducirse los periodos de
visibilidad de la Luna según la fase o las trayectorias aparentes del Sol
respecto al horizonte según la fecha. Esos datos podrían proporcionárseles y se
ahorraría mucho tiempo y esfuerzo, pero no aprenderían tanto ni se motivarían.
Lo que se aprende porque se ha experimentado es mucho más duradero que lo que
se aprende porque se ha explicado en clase.
Hay
que cuidar esa motivación y tenemos los recursos idóneos para ello.
Quizás pienses que hay una pega en el tema del horario:
Si. Se pueden organizar observaciones nocturnas puntualmente, pero así no se
puede rellenar un horario de clases. Se pueden explicar en el aula problemas
técnicos de mecánica celeste, pero si se hace con reiteración probablemente su
aridez en estos niveles hará desaparecer la motivación.
También se pueden hacer otras muchas
cosas, como actividades de taller para elaborar maquetas o modelos con lo que
se aprende mucho, o instrumentos que luego se utilizarán en observaciones
colectivas o individuales. Incluso también se pueden plantear proyectos de gran envergadura fuera de las
horas lectivas, como la construcción de un planetario. Realizaciones que
frecuentemente tienen gran repercusión fuera del grupo y de lo que se sienten
orgullosos.
Alumnado del IES Angela Figuera delante de la cúpula de planetario que acaba de construír siguiendo la propuesta de Lars Broman |
Pero sobre todo se pueden realizar una
serie de actividades prácticas y motivadoras, como por ejemplo las que
presentaré en mi ponencia en Úbeda.
Como todo lo anterior puede parecer
algo teórico, voy a citar solo los apartados de esa ponencia, con la idea de explicarlo
detalladamente algún otro día, y no hacer ahora spoiler.
Lo ideal sería llevarlas a cabo de
manera secuencial porque en casi todos los casos se utilizan los resultados
obtenidos en las actividades anteriores.
Las 6 primeras espero recogerlas en
este blog en un futuro próximo, y de las 3 últimas ya he hablado y pongo los enlaces
1- Orientándose: Determinación de la
meridiana y los puntos cardinales.
2- Altura meridiana del Sol
3- Constatación de la ecuación del
tiempo
4- Determinación de la latitud y
longitud
5- Recorridos del Sol respecto al
horizonte. Estaciones
6- Cálculo de la inclinación del eje
de la Tierra
7- El globo terráqueo paralelo: Una bola casi mágica.
8- Midiendo la Tierra, la Luna y la
distancia entre ellas.
9- Midiendo el tiempo: Relojes de Sol.
Relacionados con este último tema he escrito varios post, que puedes encontrar con la etiqueta temática MEDIDA DEL TIEMPO; aunque por poner ya un enlace, por ejemplo "La hora de los relojes de sol"
Además de los centros escolares,
hay otros lugares en los que se enseña astronomía: Planetarios, museos de
ciencia, actividades de divulgación realizadas por numerosas asociaciones de
astrónomos aficionados e instalaciones diversas… Todos ellos han proliferado en las últimas décadas y
esto es una prueba de que la astronomía tiene un gancho especial.
Fundamentalmente en Úbeda hablaremos de experiencias concretas en un ambiente amigable y relajado, como han sido estos encuentros en anteriores ediciones, y seguramente volveremos con muchas ganas de poner en práctica lo que los compañeros y compañeras nos cuenten. Estás invitada-o.
AstroHita: Magníficas instalaciones creadas por iniciativa particular con un gran trabajo y entusiasmo. Imagen tomada de Fundaciónastrohita.org |
Fundamentalmente en Úbeda hablaremos de experiencias concretas en un ambiente amigable y relajado, como han sido estos encuentros en anteriores ediciones, y seguramente volveremos con muchas ganas de poner en práctica lo que los compañeros y compañeras nos cuenten. Estás invitada-o.
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