Después de haber descrito en otros artículos los cielos de los diferentes planetas, con este post llegamos al octavo, Neptuno, que cierra actualmente la lista. En un pasado no
muy lejano fueron más, y se habla mucho de un posible noveno planeta que extrañamente nadie acaba de encontrar, pero ahora oficialmente
tenemos 8 y Neptuno es el último.
Como
en el resto de los planetas gaseosos o de atmósfera muy densa, debemos suponer
que nos situamos en el borde de esa atmósfera para mirar el cielo, porque en
otro caso no veríamos nada.
El cielo del planeta Neptuno aún de día es muy oscuro comparado con el nuestro porque el Sol está muy lejos. Comparado con Urano, la luz del Sol que le llega a Neptuno es solo la tercera parte que la que llega al planeta anterior, y unas 900 veces menos que la que nos llega a nosotros. Por ello el astro rey aparecería allí como una estrella muy brillante pero casi puntual con un diámetro de menos de 2 minutos de arco, 15 veces más pequeño que visto desde aquí.
El cielo del planeta Neptuno aún de día es muy oscuro comparado con el nuestro porque el Sol está muy lejos. Comparado con Urano, la luz del Sol que le llega a Neptuno es solo la tercera parte que la que llega al planeta anterior, y unas 900 veces menos que la que nos llega a nosotros. Por ello el astro rey aparecería allí como una estrella muy brillante pero casi puntual con un diámetro de menos de 2 minutos de arco, 15 veces más pequeño que visto desde aquí.
El Sol, de solo 2´ de diámetro, sobre los irregulares anillos de Neptuno |
En
ese cielo serían visibles varios tenues anillos que no son uniformes, sino reforzados
en varios lugares por arcos de materia más densa, que según diferentes investigadores parecen relativamente inestables.
Polos celestes
Aunque Neptuno sea el planeta más lejano y pueda pensarse que la diferente perspectiva de las constelaciones hiciera cambiar algo su forma, lo cierto es que las distancias a las estrellas son tan enormes, comparadas con el tamaño del Sistema Solar, que nada cambia, excepto su movimiento aparente. El eje de rotación de Neptuno está inclinado casi 30º y sus polos celestes Norte y Sur están situados en las constelaciones del Cisne y Vela, respectivamente:
Satélites de Neptuno
Además del color azul, Neptuno y la Tierra tienen algo en común: el tamaño aparente de su luna, ya que su principal satélite, Tritón, aunque algo menor que nuestra Luna, se encuentra más próximo a su planeta y se vería casi del mismo tamaño que nosotros vemos la Luna. Sin embargo su brillo es mucho menor al reflejar la tenue luz que le llega del lejano Sol.
Posición de los polos celestes, desde Neptuno |
Además del color azul, Neptuno y la Tierra tienen algo en común: el tamaño aparente de su luna, ya que su principal satélite, Tritón, aunque algo menor que nuestra Luna, se encuentra más próximo a su planeta y se vería casi del mismo tamaño que nosotros vemos la Luna. Sin embargo su brillo es mucho menor al reflejar la tenue luz que le llega del lejano Sol.
Desde
allí Tritón se vería casi 15 veces más grande que el Sol. Aunque por tamaño es el
séptimo satélite en el Sistema solar, en tamaño aparente visto desde el planeta
es el tercero (La Luna es la segunda). Otra característica es que tiene un movimiento retrógrado moviéndose hacia el Oeste respecto a las estrellas y por tanto se le ve atravesar el cielo en menos tiempo que
las estrellas que estén cerca de él.
Los satélites que más grandes se ven desde su respectivo planeta en todo el Sistema Solar, independientemente de su diámetro real que aparece indicado. Tritón ocupa el tercer lugar. |
Las
fases de Tritón se repiten cada traslación de éste (5.87 días terrestres), mucho más rápidamente que de las de nuestra Luna. Haciendo un símil con nuestro
calendario, donde el origen del mes es la lunación, en Neptuno un mes tendría 9 días neptunianos, y un año 10242 meses neptunianos.
Aunque
además de Tritón se han descubierto ya otros 13 satélites de Neptuno, 6 de
ellos son muy pequeños y están muy alejados del planeta, por lo que no podrían
verse desde allí.
Otros
6 pueden ocupar un ángulo de alrededor de 8 minutos de arco (la cuarta parte que
Tritón pero más grandes que el Sol, por lo que podrían producir eclipses de Sol
totales) y alcanzar magnitudes negativas del orden de -2 en fase llena, aunque
según la fase podrían ser casi invisibles. El más cercano, Náyade llega a alcanzar
la magnitud -3.7.
O esta otra situación (para la que tenemos más tiempo de organizar el viaje), con 4 satélites alineados entre sí y también con la estrella Fomalhaut e incluso casi con Las Pléyades, y solo una hora después los 4 satélites agrupados.
Todos mostrarán prácticamente la misma fase, (Tritón menguando por ser retrógrado, y los demás creciendo.)
Los
satélites más cercanos (Náyade, Thalasa, Despina y Galatea) no llegan a verse en fase
totalmente llena, porque poco antes de que esto ocurra son eclipsados en todos
los pasos, debido a su cercanía al planeta y al gran tamaño del mismo.
Con
7 satélites cercanos, son frecuentes las conjunciones. Aunque de pequeño
tamaño (excepto Tritón), sus agrupamientos con magnitud habitualmente negativa,
sería de lo más llamativo del cielo.
Por
ejemplo esta conjunción de 5 satélites sobre la vía láctea entre Escorpio, Centauro y la Cruz del Sur que se
producirá el próximo 17 de marzo (nos queda poco tiempo para ir a Neptuno a verlo...) será impresionante.
Imagen obtenida a partir del programa Stellarium, donde se han remarcado los 5 satélites |
O esta otra situación (para la que tenemos más tiempo de organizar el viaje), con 4 satélites alineados entre sí y también con la estrella Fomalhaut e incluso casi con Las Pléyades, y solo una hora después los 4 satélites agrupados.
Todos mostrarán prácticamente la misma fase, (Tritón menguando por ser retrógrado, y los demás creciendo.)
De
estos satélites casi todos se mueven cerca del ecuador, excepto Tritón, cuya órbita está tan inclinada (24º), que unido a la inclinación del
eje de Neptuno de 30º, se le vería a Tritón atravesar la Osa Mayor en cada
vuelta, y por la otra parte pasa cerca de Centauro.
En
cuanto a los eclipses de Sol, lógicamente también los satélites más interiores los producen en todas las vueltas, en cada caso sobre una zona muy reducida de Neptuno. Se podría hablar de tránsitos.
Se pueden destacar a los producidos por Proteo (el más grande después de Tritón) Debido a la poca inclinación de su órbita, incluso relativamente lejos del nodo se producen eclipses en todos los pasos durante 19 años. En estos periodos cada 13 horas (terrestres) hay eclipse de Sol por Proteo en algún lugar de Neptuno. Luego 62 años sin estos eclipses.
Se pueden destacar a los producidos por Proteo (el más grande después de Tritón) Debido a la poca inclinación de su órbita, incluso relativamente lejos del nodo se producen eclipses en todos los pasos durante 19 años. En estos periodos cada 13 horas (terrestres) hay eclipse de Sol por Proteo en algún lugar de Neptuno. Luego 62 años sin estos eclipses.
Tritón, solo eclipsa al Sol durante 3 años (terrestres) en todos los pasos, cada poco menos de 6 días, y luego 78 años sin eclipses hasta que se aproxima al otro nodo.
Nereida, un satélite muy especial
Nereida, un satélite muy especial
Este satélite, que con unos 350 km de diámetro es el tercero en tamaño, aunque descubierto en segundo lugar, tiene como particularidad su órbita muy excéntrica lo que le
lleva en el apogeo a estar 7 veces más lejos de Neptuno que en el perigeo, y
se vería con 7.2 segundos de arco o 42 respectivamente, y con unas magnitudes entre
3.3 y 14.8
Desde Neptuno no llamará la atención porque aparecería en el cielo muy de vez en cuando, casi cada
año terrestre, y muy tenue. Pero si sería destacada y curiosa la visión de Neptuno desde Nereida.
La
gran excentricidad de Nereida, la mayor entre los satélites del Sistema Solar, provoca un efecto extraño si nos situamos allí y miramos a su planeta: veríamos
que normalmente Neptuno cambia muy lentamente de fase, mientras se ve de un
tamaño pequeño (de menos de medio grado) pero súbitamente empieza a aumentar su tamaño aparente a la
vez que el cambio de fase se produce muy rápido. Si antes era creciente ahora
será menguante tras pasar en un instante por la fase nueva
La situación es lógica por la excentricidad.
Durante muchos años el esquema de las fases de Neptuno se mantiene, produciéndose el cambio repentino de la misma en una determinada. Las imágenes del gráfico anterior corresponden al momento actual (cambio brusco en menguante) y cada 41 años la fase en el momento de mayor tamaño va cambiando por la siguiente. ahora es en menguante (A), dentro de 41 años será nueva (B), luego creciente (C) y finalmente llena (D).
Durante muchos años el esquema de las fases de Neptuno se mantiene, produciéndose el cambio repentino de la misma en una determinada. Las imágenes del gráfico anterior corresponden al momento actual (cambio brusco en menguante) y cada 41 años la fase en el momento de mayor tamaño va cambiando por la siguiente. ahora es en menguante (A), dentro de 41 años será nueva (B), luego creciente (C) y finalmente llena (D).
Esquema de las posiciones de la órbita de Nereida cada 41 años pera ilustrar la visión desde allí, de las fases de Neptuno. No está a escala. |
Nereida es uno de los pocos satélites del Sistema Solar que no tiene rotación síncrona y en cada uno de los acercamientos se le vería diferente fase y también diferente cara.
La visión de los otros planetas
Desde Neptuno el resto de planetas serían todos interiores y difíciles de ver. Aunque el que más se acerca sería Urano, no llega a la magnitud 7 y no se vería a simple vista.
Desde Neptuno el resto de planetas serían todos interiores y difíciles de ver. Aunque el que más se acerca sería Urano, no llega a la magnitud 7 y no se vería a simple vista.
Júpiter
llegaría a la magnitud 2.3, teóricamente fácil de ver, pero con una elongación
máxima de solo 10º. Aunque el Sol brille poco, tan cercano no será fácil.
Saturno
tiene una magnitud entre 4.5 y 6, y por
tanto también difícil
La
Tierra: entre la magnitud 4.3 y 15 pero una elongación de menos de 2º imposible de
apreciar. Si fuésemos en una nave a las cercanías de Neptuno, nos haría falta
un telescopio para ver la Tierra
Aunque Plutón ya es solo un planeta enano, nos puede quedar la curiosidad de cómo se verá desde allí cerca, desde Neptuno. Pero no; con magnitud superior entre 15 y 18, no podría verse. Incluso con telescopio aparecería
un poco más débil que desde la Tierra (magnitud entre 13 y 16) ya que debido a la resonancia nunca
se acerca demasiado, y la fase no es llena en los mayores
acercamientos porque ambas órbitas se cruzan vistas en planta, y la resonancia 2:3 y la inclinación de la órbita de Plutón
impide una aproximación suficiente. (máximo 20 U.A.)
Aún
cuando Plutón esté en oposición y teóricamente mostrando el máximo brillo, debido a la resonancia ésta ocurre siempre en el mismo lugar, casi en el punto de máxima separación
de las órbitas y además muy por debajo del plano orbital de Neptuno y por ello en una fase no totalmente llena.
Orbitas en planta y perfil de Neptuno y Plutón en el momento de la oposición de éste. |
A pesar de que en planta parece haber dos puntos en que se cruzan las órbitas, nunca estarán cerca ambos astros a la vez porque están a muy diferente "altura" y por las consecuencias de la resonancia gravitatoria.
En los siguientes enlaces se encuentran las descripciones de los cielos de otros astros
Cielos de otros mundos
Cielos de otros mundos
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