En
el post anterior hablé sobre las fechas de cumpleaños y de alguna manera en
este voy a continuar con el tema:
Cuando
una persona cumple años es frecuente que él o alguien diga la frase: “hoy he
completado una nueva vuelta alrededor del Sol” o “ya llevas dadas x
vueltas en torno al Sol”
Lo
mismo suele ocurrir cuando comienza el nuevo año, el 1 de enero, y es posible
que en esa fecha señalada hayas recibido algún mensaje con esta imagen, porque
está muy difundida.
Sin
embargo, ninguna de esas frases es totalmente correcta porque el periodo de
tiempo que llamamos año no es el mismo que la duración del movimiento de
traslación de nuestro planeta en torno a su estrella.
Ya
lo he mencionado un par de veces en este blog en unos contextos más generales en
las entradas “Midiendo el tiempo” y “Precesión de los equinoccios”, pero ahora lo voy a analizar más
detenidamente.
Quizás
todo esto pueda sorprender, porque siempre se ha dicho que un año es el tiempo
que tarda la Tierra en dar una vuelta alrededor del Sol, e incluso en algún
libro de texto de E.S.O. he leído que para definir las unidades básicas de
medida del tiempo (el día y el año) se tomó la duración de los movimientos de
la Tierra.
Si
lo analizamos despacio, nos daremos cuenta de que eso último es imposible,
porque la duración del día y del año se conocen con precisión mucho antes de
que se supiera que la Tierra se movía. Si suponemos que no se mueve, difícilmente podremos
hablar de lo que duran esos movimientos.
Incluso
la normativa fijada por el papa Gregorio XIII en el llamado calendario
gregoriano para determinar exactamente qué años deben ser bisiestos y así
evitar que el calendario se vaya desajustando respecto a la duración exacta del
año, fue realizada antes de que la iglesia católica aceptase el sistema
heliocéntrico propuesto por Copérnico, tal como cité en el anterior post. A
pesar de ello, se calculó con precisión la duración del año.
En
realidad las dos unidades básicas que utilizamos para medir el tiempo, el día y
el año, son las consecuencias observables de los tres principales movimientos de la Tierra conjuntamente: Rotación,
traslación y precesión.
Al
igual que la duración del día está determinada no solo por la rotación, sino
también por la traslación (en nuestro planeta en menor medida, pero en otros como Mercurio o Venus la traslación
influye extraordinariamente), también en
la duración del año además de la traslación influye el movimiento de precesión.
En
al anexo “Si quieres saber más” se explican los diferentes tipos de año que se
utilizan en astronomía, pero cuando se habla simplemente de “año” nos estaremos
refiriendo siempre al concepto que todo el mundo tiene y que surgió desde la antigüedad
a partir de la observación de la naturaleza: El tiempo que tardan en repetirse
las estaciones.
Por
tomar la referencia utilizada en la mayoría de los calendarios en su origen, un
año es el tiempo que transcurre desde un equinoccio de primavera hasta el
siguiente. En el post “Ya llega la primavera” puedes encontrar todos los detalles.
Pero
solo por señalar cómo desde la antigüedad podían determinar esos momentos,
quizás te sorprenda que tú mimo podrías hacerlo observando los lugares de
salida o puesta de Sol cada día, la evolución de las sombras de un objeto, o el
primer día que puede verse alguna estrella brillante antes de amanecer. Con la
observación cuidadosa de cualquiera de esas circunstancias se puede determinar
la duración de un año, independientemente de que sepamos que es consecuencia
del movimiento de traslación de la Tierra y sin relacionarlo con ello.
¿Y no es lo mismo la
duración del ciclo estacional que la de una traslación?
No.
Las estaciones se producen porque el eje de rotación de la Tierra está
inclinado respecto a la vertical al plano de la órbita terrestre (plano de la
eclíptica). Por ejemplo, en Mercurio que tiene ese eje vertical, no hay
estaciones: todos los días y noches duran lo mismo, el Sol alcanza la misma
altura al mediodía, saliendo y poniéndose siempre por el mismo punto del
horizonte.
Si
el eje terrestre se mantuviese apuntando siempre en la misma dirección, este ciclo
estacional coincidiría con la duración de la traslación. Pero como oscila
ligeramente debido al movimiento de precesión de los equinoccios, no es lo
mismo. La duración de una traslación es de unos 20 minutos más que la de un
año. En el anexo se precisará.
Diferencia entre año y duración de la traslación:
En el año 2000 el eje de rotación de la Tierra se ha representado a trazos, inclinado hacia arriba a la derecha. En el equinoccio de primavera (21 de marzo) la Tierra está en la posición 1.
Después de 6500 años, debido a la precesión el eje habrá girado y estará dirigido hacia arriba en dirección al observador (línea continua). El 21 de marzo (equinoccio de primavera) ocurre cuando la Tierra está en la posición 2.
En esos 6500 años la Tierra ha dado menos de 6500 vueltas (6500 vueltas menos un cuarto). Por lo tanto la duración de cada año es menor que la de una traslación.
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Entonces
¿Cuántas vueltas alrededor del Sol he cumplido?, o ¿Cuándo cumpliré realmente las vueltas?
Cuando
cumplas n años, deberás esperar nx0.34 horas para cumplir n vueltas. Por
ejemplo, al cumplir los 20 años te faltarán 6,8 horas para que se cumpla tu
vigésima vuelta al Sol. Pero ¡ojo!, que tienes que utilizar el momento
verdadero de tu cumpleaños, tal como expliqué en el post anterior.
A
la mayoría de la gente no le afecta demasiado, pero quienes ya han cumplido
los 71 años , deberán esperar un día más para cumplir
vueltas.
En
astronomía se definen diferentes tipos de años, porque el momento de completar
una vuelta alrededor del Sol será diferente según la referencia que se tome.
Visto desde aquí es el Sol el que se mueve sobre el fondo de la esfera celeste, y casi todas las definiciones de año toman como referencia el paso de nuestra estrella por determinados puntos de esa esfera celeste porque es lo que vemos y podemos apreciar y medir desde aquí. Concretamente vemos moverse el Sol en la línea de la eclíptica, que es casi invariable (tiene una ligera oscilación con un periodo de más de 70000 años)
Visto desde aquí es el Sol el que se mueve sobre el fondo de la esfera celeste, y casi todas las definiciones de año toman como referencia el paso de nuestra estrella por determinados puntos de esa esfera celeste porque es lo que vemos y podemos apreciar y medir desde aquí. Concretamente vemos moverse el Sol en la línea de la eclíptica, que es casi invariable (tiene una ligera oscilación con un periodo de más de 70000 años)
Año sidéreo: es el tiempo que tarda la Tierra en
dar una vuelta alrededor del Sol tomando una referencia externa, como las
estrellas. El intervalo entre dos pasos sucesivos del Sol por un mismo punto de la esfera celeste (un punto concreto de la eclíptica). Su duración media es de 365,256363 días
Año trópico: En este caso la referencia son las
estaciones, porque el año trópico es la duración del ciclo estacional.
Normalmente se toman dos pasos consecutivos del Sol (visto desde aquí) por el
punto vernal que define el momento del equinoccio de primavera. Dura 365,242189
días.
Este punto es el corte de la línea de la eclíptica con el ecuador celeste en sentido ascendente hacia el Norte y se va desplazando debido al movimiento de precesión, tal como se ha explicado.
Este punto es el corte de la línea de la eclíptica con el ecuador celeste en sentido ascendente hacia el Norte y se va desplazando debido al movimiento de precesión, tal como se ha explicado.
El punto vernal va moviéndose, no porque cambie la posición de la eclíptica, sino que lo que se modifica es la posición del ecuador celeste ya que se mantiene perpendicular al eje de rotación que es el que va cambiando.
Este
es el año a que todo el mundo se refiere si no se dice nada más. Pero respecto
a su duración, el valor dado con tantos decimales es el valor medio, ya que hay
pequeñas variaciones debido a las influencias gravitatorias de otros planetas,
y en especial de la Luna, como se menciona luego. Por ejemplo del solsticio de
primavera de 2016 al del 2017 pasaron 365,249 días, pero del 2017 al 2018 solo pasarán
365,242.
Año anomalístico: Aquí la referencia es la órbita
terrestre: Es el tiempo transcurrido desde que la Tierra pasa dos veces consecutivas
por un punto concreto de su órbita: el perihelio. Su duración es de 365,259636 días, y es diferente al año
sidéreo porque el perihelio se va desplazando poco a poco.
En realidad no se toma el paso real del centro
de la Tierra por el perihelio,
sino el del centro de masas del sistema Tierra-Luna, tal como expliqué en “El tercer planeta más cerca del Sol”
Año draconítico o dracónico: En este caso la referencia son los nodos de la
órbita lunar, y se define como el tiempo que
tarda el Sol (visto desde la Tierra) en volver a un mismo nodo. Normalmente se toma como referencia
el nodo ascendente.
También
se llama año de eclipse porque es la referencia para que estos fenómenos se
produzcan (un ciclo de dos eclipses lunares o dos solares). Como los nodos
lunares se desplazan con relativa rapidez, la duración de un año dracónico es
bastante diferente de los otros tres, concretamente el promedio es de 346,6074 días, aunque debido al complicado e irregular movimiento de nuestro satélite, tiene un margen de variación relativamente amplio.
En cualquier caso, todo esto solo son precisiones que a veces puedan estar de más en momentos en que lo emocional es más importante que los números. Así que puedes realizar las celebraciones cuando más te apetezca y en lo que se refiere al principio de año, oficialmente hay unas cuantas opciones como recogí a comienzo de este año: "¡Feliz 2017!"
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