Conozco algunas personas que motivadas por su afición a la Astronomía leyeron con
curiosidad “El Principito”, la conocida obra de Antoine de Saint-Exupéry, y algunas
más que después de haberlo leído se interesaron por el mundo de los astros.
Hoy 31 de julio se cumplen los años, exactamente 72, de la
desaparición de su autor, alguien que sin ser astrónomo ha hecho que mucha
gente se acerque a la Astronomía.
Ello a pesar de que en su obra más conocida describió algunos
astros de manera absurda e imposible desde el punto de vista científico, pero
los utilizó como recurso para contar hermosas historias de sentimientos,
contradicciones y belleza del alma humana.
“El principito” o “Le petit prince” como es su título original
en francés, aparentemente es un librito de relatos para público infantil, pero solo
aparentemente. Yo cada vez que lo ojeo descubro algo nuevo, profundo o
entrañable, escondido en los a primera vista simplones relatos de los
personajes que habitan en unos curiosos asteroides.
Como seguramente ya lo habrás leído, no te cuento la
historia y solo recordaré luego unos párrafos muy concretos.
Hace unos años me impuse la tarea de buscar entre la multitud de asteroides conocidos, algunos que por alguna circunstancia fueran similares a los que aparecen en la obra. Puede parecer una tarea absurda y casi condenada al fracaso, porque eso de encontrar uno de estos pequeños asteroides donde pudiera florecer una rosa o corretear un cordero, no había por donde cogerlo.
Hace unos años me impuse la tarea de buscar entre la multitud de asteroides conocidos, algunos que por alguna circunstancia fueran similares a los que aparecen en la obra. Puede parecer una tarea absurda y casi condenada al fracaso, porque eso de encontrar uno de estos pequeños asteroides donde pudiera florecer una rosa o corretear un cordero, no había por donde cogerlo.
Sin embargo, uno de ellos lo encontré. El que más difícil
parecía: El asteroide del farolero.
Su principal característica era que había acelerado su
rotación, en principio muy lenta, y ahora en un solo minuto daba la vuelta
completa sobre su eje, como se narra en la conversación entre el principito y el farolero que aparece a continuación:
—¡Buenos días! ¿Por qué acabas de apagar tu farol? —Es
la consigna —respondió el farolero—. ¡Buenos días! —¿Y qué es la consigna?
—Apagar mi farol. ¡Buenas noches! Y encendió el farol. —¿Y por qué acabas de
volver a encenderlo? —Es la consigna. —No lo comprendo —dijo el principito. —No
hay nada que comprender —dijo el farolero—. La consigna es la consigna. ¡Buenos
días! Y apagó su farol. Luego se enjugó la frente con un pañuelo de cuadros
rojos. —Mi trabajo es algo terrible. En otros tiempos era razonable; apagaba el
farol por la mañana y lo encendía por la tarde. Tenía el resto del día para
reposar y el resto de la noche para dormir. —¿Y luego cambiaron la consigna?
—Ese es el drama, que la consigna no ha cambiado —dijo el farolero—. El planeta
gira cada vez más de prisa de año en año y la consigna sigue siendo la misma.
—¿Y entonces? —dijo el principito.
—Como el planeta da ahora una
vuelta completa cada minuto, yo no tengo un segundo de reposo. Enciendo y apago
una vez por minuto. —¡Eso es raro! ¡Los días sólo duran en tu tierra un minuto!
Encontrar un asteroide que tuviera una rotación tan rápida, y
además el hecho de que se hubiera reducido progresivamente su periodo, con lo que se sabía
hasta hace unos años parecía totalmente imposible.
Pero en realidad no lo es, y el asteroide del farolero ya ha
sido encontrado. Los astrónomos le llamamos 2008 HJ, y además ya sabemos qué es
lo que ha originado el que el pobre farolero no tuviera un momento de reposo.
El periodo medio de rotación de los asteroides es de unas 20
horas y se sabe que, aunque 2008 HJ giraba antes mucho más despacio,
actualmente tarda solo 47 segundos en completar una rotación. Yo, en broma, suelo
decir que eso es ahora, pero posiblemente cuando Saint-Exupéry escribió la
historia hace ya unos cuantos años, sería un minuto.
La situación parece muy extraña, porque en general la
rotación de un astro se mantiene casi constante durante largos periodos de
tiempo. Si varía, suele ser de manera lentísima debido por ejemplo al efecto
marea, y no debería modificarse bruscamente a no ser que ocurriera algún
fenómeno cataclísmico como un choque cósmico que le hiciera cambiar de pronto y
una sola vez.
Sin embargo, cuando se empezaron a obtener y estudiar datos
de la rotación de los asteroides, se vio que en general aunque el periodo se
apartaba poco de la media, entre los asteroides de pequeño tamaño se
encontraron unos cuantos que giraban mucho más lento o mucho más rápido. Se
supuso que debía haber un fenómeno efectivo que ocasionara este cambio
relativamente rápido y continuo, y se encontró.
Es el llamado efecto Yarkowsky que actúa en asteroides pequeños, de forma irregular y diferente albedo (terreno más claro u oscuro) en distintos
lugares de su superficie.
Según la posición de la zona oscura, la rotación se
acelerará o se frenará porque el asteroide se calienta en la cara donde es de
día de manera no uniforme, ya que las zonas oscuras absorben más radiación y
luego esto tiene una curiosa influencia en la rotación como se representa en el
siguiente gráfico:
En el gráfico se ha representado un ejemplo extremo, y en
general el efecto final puede ser el resultado de lo que ocurre en pequeñas
zonas situadas en diferentes lugares de la superficie. Si el asteroide es
aproximadamente esférico y su superficie tiene una tonalidad uniforme, estos efectos se compensan y el
periodo de rotación no cambia.
El efecto Yarkowsky tiene otra consecuencia en una
ligerísima modificación de la órbita del asteroide como consecuencia de su cambio en el periodo de rotación, y eso tiene gran importancia en los asteroides que se acercan mucho a la órbita de la Tierra porque esa pequeña modificación podría hacer que chocara con nuestro planeta o que nos librásemos del impacto. Pero eso es otra historia
para tratar en alguna otra ocasión.
No es solo en ese aspecto de la aceleración de la rotación en lo que 2008 HJ se parece al asteroide del
farolero, sino también en el tamaño. El asteroide del farolero era el más
pequeño de los que visitó el principito y 2008 HJ es un asteroide muy pequeño,
de menos de 25 metros
y podría considerarse que está en el límite inferior de lo que puede ser un
asteroide, porque si fuese más pequeño entraría en el rango de meteoroide.
Aunque el límite que suele ponerse entre ambos es de “unos 50 metros ”, 2008 HJ es
una roca muy compacta o un bloque metálico, porque si no ya se habría
desintegrado a causa de la fuerza centrífuga por su rápida rotación. Y con esas
características seguiría estando dentro del grupo de los asteroides porque si
impactase con la Tierra
no se desintegraría en la atmósfera, y ese es el criterio que diferencia los
dos grupos de astros.
Siempre ha habido ilustres personajes visionarios que se
adelantaron a su época con diseños o relatos que después de muchos años se
hicieron realidad. Quizás el más famoso en el mundo de la literatura fuera Julio
Verne, pero ni a él se le ocurrió describir algo tan aparentemente
descabellado, que tiempo después se viera que era real. Porque la evolución de
este asteroide es tal cual.
Saint-Exupéry con su avión |
Parece evidente que Antoine de Saint-Exupéry no fue un
visionario ni que tuvo una intuición fuera de lo normal en este campo, y que
todo fue una casualidad.
Pero la similitud entre los dos astros no deja de ser
sorprendente, y en este caso me ha servido como excusa para “hablar de su libro”.
- El asteroide B612
existe.
En una ocasión metí la pata durante una conferencia citando
este tema, y precisamente en Francia, la patria de Saint Exupery.
Hablando de asteroides, quise hacer una concesión a la
galería y mencioné el asteroide del principito, el B612, que desde luego no se
ajusta a la terminología oficial que se utiliza para designar a estos astros
(se utiliza un número seguido de un nombre propio si es un asteroide
destacado), y parafraseando a Saint Exupery en boca de uno de sus personajes, utilicé
una de las frases más hermosas del libro:
- Parece ser que el asteroide B612 en realidad no existe
porque nadie lo ha visto, - Dije yo- pero nunca se sabe porque “lo importante
no se ve con los ojos, sino con el corazón".
Aunque yo no me enteré hasta después de acabar la charla,
cuando alguien me lo chivó, una persona del público comentó a los de su
alrededor que sí. Que el asteroide B612 sí existe.
Los franceses, que tanto valoran lo suyo y, en general,
tanto admiran a Saint Exupery, han conseguido que uno de los asteroides del
cinturón principal lleve ese nombre, y además por partida doble, aunque sea un
poco camuflado.
Efectivamente, la comisión de nomenclatura de la Unión Astronómica internacional
aceptó la propuesta de designar como “Besixdouze” (Bseisdoce en francés) al
asteroide 46610. Y no se eligió a uno cualquiera, sino
precisamente a ese cuyo número en sistema hexadecimal se escribe B612.
Así mismo hay otros dos asteroides cuyo nombre está relacionado con este tema: 2578
Saint-Exupery, y un pequeño satélite (del
asteroide 45 Eugenia) se llama 45 Eugenia 1 Petit-prince.
- Peligro de caerse hacia arriba
Un dato anecdótico es que el farolero debería agarrarse
continuamente a su farol porque en un asteroide que gire tan rápido y sea tan pequeño,
la fuerza centrífuga es superior a la fuerza de la gravedad, y cualquier objeto
o persona que estuviera en su superficie en un lugar no muy cercano a los polos, saldría despedida hacia fuera.
Usando el clásico ejemplo de Newton, si el farolero sacase de su bolsillo una manzana para comerla deprisa mientras hace su trabajo y con el ajetreo se le va de la mano, “la manzana se
caería hacia arriba”
- 2008 HJ y los coorbitales
terrestres.
Ya que hace muy poco hablé de los asteroides coorbitales
terrestres, tengo que decir que 2008 HJ no es de esta familia, pero está emparentado
con ellos. Es un NEO (objeto cercano a la
Tierra ) de periodo
ligeramente superior a los dos años (761.5 días = 2.09 años).
Cada dos años
se acerca a la Tierra
y aunque no he podido contrastar este dato, es muy posible que sufra la influencia
gravitatoria de nuestro planeta y modifique su órbita, alternativamente aumentando y disminuyendo
ligeramente su periodo y evitando así un acercamiento excesivo, de manera
similar a los coorbitales de periodo cercano a un año y tenga una órbita relativa de herradura como algunos de ellos.
En 2008 estuvo muy cerca (debido a esta circunstancia fue descubierto) por detrás de la Tierra en su camino
alrededor del Sol, ahora cada vez se acerca menos pero dentro de unos años se
irá acercando cada vez más por delante y en 2033 estará muy próximo.
Quizás podamos examinarlo entonces con detalle y ver si el farolero sigue cumpliendo su trabajo o tuvo que emigrar en busca de mejores condiciones laborales.
Quizás podamos examinarlo entonces con detalle y ver si el farolero sigue cumpliendo su trabajo o tuvo que emigrar en busca de mejores condiciones laborales.
Cada día me sorprende más tu capacidad de “curiosearlo” todo. Qué envidia!!! (de la sana)
ResponderEliminarMuy interesante tu búsqueda y tus hallazgos. Gracias por hacerme disfrutar del libro desde este otro punto de vista
“El Principito”, como sospecho ya sabes, es también uno de mis libros favoritos y coincido contigo en que me sorprende con hallazgos (en mi caso literarios) cada vez que lo releo y en que no es nada sencillo hacérselo entender a los niños.
Muchas gracias, Kruchi. Si, lo sospechaba por algo que hay por ahi ... y lo pensé cuando escribí la entrada.
EliminarPor cierto, se me acaba de ocurrir al volver a ver las imágenes ... Por el peinado o el pelo del farolero, ¿No se representaría Saint-Exupéry a sí mismo y estaría protestando porque no cambiaban la consigna a pesar de haber cambiado la situación?